Por Carlos Patiño
"Hay dos tipos de patriotas: el que ama a su país y el que ama al gobierno de su país. Lógicamente los gobiernos consideran más patriotas a estos últimos" (Jaume Perich).
-¡Corran, corran que viene la Guardia!
-¡Cuidado, están disparando lacrimógenas!
-¡Desgraciados hay niños en los edificios..!
La Calle B de Los Ruices se encuentra enclavada en una zona
industrial y está rodeada de una veintena de edificios. Su dato referencial más
relevante es su cercanía al canal del Estado Venezolana de Televisión (VTV).
Desde la noche del 12 de febrero, luego de la marcha con motivo del Día de la
Juventud que culminó con 2 homicidios presuntamente perpetrados por agentes del
Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), inició una jornada de
protesta en el sector cuyos afectados somos los propios vecinos.
Al caer la noche, comienzan los cacerolazos contra el
gobierno. Luego, un grupo de vecinos, varios de ellos jóvenes encapuchados de
las calles A y B, arman barricadas y las queman. Desde el primer día, la
Guardia Nacional Bolivariana (GNB) intentó neutralizar a los manifestantes en
forma desproporcionada. El saldo: niños, ancianos y adultos desesperados e
insomnes, afectados de problemas respiratorios a causa de basura, cauchos
quemados y bombas lacrimógenas.
Transcurridas 3 semanas de protestas que han encendido
Venezuela, 18 muertos y 863 detenidos, en su mayoría miembros del movimiento
estudiantil y líderes de oposición, entre ellos, Leopoldo López, la
manifestación no cesa. En una nota que publiqué en noviembre titulada ¿Hacia
Donde Vamos?, vislumbraba lo que posiblemente ocurriría. Un país petrolero sin
dólares, signado por ser de los más violentos e inseguros del mundo, con una
inflación estratosférica, escasez, peleas en los supermercados por un rollo de
papel higiénico, deterioro de los servicios públicos, además de las
imposiciones ideológicas para al menos la mitad de la población, era previsible
que cualquier chispa encendiera un presente de futuro oscuro.
El blackout informativo no transmite la realidad de lo que
aquí se vive. No obstante, las redes sociales han desmontado la versión oficial
de que Los Ruices es un ghetto fascista y VTV y los Guardias Nacionales las
víctimas desamparadas del asedio de paramilitares terroristas. Sólo el primer
día los pocos manifestantes que montaron la guarimba lo hicieron cerca de VTV y
enseguida llegaron los colectivos motorizados y la GNB, con tanqueta incluida.
El resto de los días la protesta ha sido en la calle aledaña, que de paso, está
militarizada.
La GNB disparó por varios días consecutivos bombas
lacrimógenas hacia los edificios y la calle cerrada, siempre de noche,
afectando con los gases no solo a los manifestantes sino a niños y ancianos
ajenos al conflicto; haciendo uso arbitrario de la fuerza con sustancias
tóxicas, violando derechos humanos al poner en riesgo la salud de los
residentes.
Rápidamente, los vecinos debieron improvisar un sistema de
comunicación de edificio a edificio, de gritos ensordecedores y vigilancia
continua que convierte la calle en un corredor casi infranqueable para los
militares; repelidos con botellas, piedras, pintura y hasta materos arrojados
desde los apartamentos.
A pesar de protestas ingeniosas como "traer la
playa" a la calle o cantar el Himno Nacional frente a la GNB, también ha
habido irracionalidad y exceso de parte de radicales que siguen quemando
basura, afectando a todos con el humo, como el caso de mi vecina de 80 años y
mi hijo de 2 meses. Desde siempre he reivindicado la protesta pacífica. Fui
parte promovente de la campaña de ONG´s y Organizaciones Sociales Protestar no
es un Delito es un Derecho; desde el 2006 he marchado, trancado calles
parcialmente y hasta me he encadenado 7 horas en el portón del Inces. Pero
jamás he expuesto la vida de los trabajadores que me apoyan y menos he
intentado asfixiarlos con hogueras para desafiar a algún Ministro.
En los últimos días ya ni la Guardia entra a la calle sino
que se limita a "custodiar" VTV. Quizás entendieron que nos estamos
ahogando nosotros mismos al incendiar las barricadas. Presos de nuestra propia
trampa. La estupidez no sabe de bandos políticos. De la represión de la GNB y
la quema de calles dejo testimonio con 5 videos que subí a YouTube, recordando
una frase de Arturo Uslar Pietri, tomada de su célebre columna Pizarrón:
"Hay que luchar contra el monstruo sin convertirse en
monstruo, sin renunciar a la grandeza humana y a la inteligencia, porque de
otra manera, en qué consistiría la victoria."
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