J. R. López Padrino
Los proyectos nazi-fascista, derrotados en el siglo pasado en Europa, emergen de nuevo a través del neo-militarismo (socialmilitarismo) que pretende imponer la dupleta de Maduro-Cabello y su logia militar. Proyecto perverso y criminal que se enmascara demagógicamente detrás de la etiqueta del Socialismo del siglo XXI.
El socialmilitarismo bolivariano mediante el chantaje, la coerción, la represión y el asesinato pretende imponer su anquilosado y nefasto proyecto. Apelando a un discurso maniqueo, populista y patriotero ha generado un gran odio social, más no conciencia política en importantes sectores de la población venezolana. Mediante la manipulación ha construido un imaginario colectivo donde los conceptos de Estado, gobierno, partido, líder y pueblo son sinónimos. Un régimen que mediante una nefasta militarización de la sociedad, aspira la consolidación de su proyecto neoautoritario y opresor.
La dupla Maduro-Cabello con la excusa de restablecer el orden y la paz social han profundizado la militarización de la sociedad. Bajo las premisas de la "defensa integral de la nación" y "la necesidad de derrotar al enemigo interno" han reprimido brutalmente a la protesta de los estudiantes, han torturado, encarcelado y asesinado a jóvenes venezolanos. Invocando la doctrina de la Seguridad Nacional, y la Ley Orgánica contra la delincuencia organizada y financiamiento al terrorismo (Lodofat) han encarcelado a miles de jóvenes y persiguen conculcar, aún más, los derechos de los trabajadores, del movimiento estudiantil, y de los movimientos sociales. El régimen se ha dotado de un entramado jurídico que le permite y garantiza el funcionamiento "legal" del Estado militar-policíaco-delictivo que de hecho existe en el país. Producto de la represión bestial de la dupla Maduro-Cabello se han totalizado 28 personas asesinadas, 2.478 heridos y 1.456 detenidos. Entre ellos 38 casos de torturas documentadas, 259 detenciones arbitrarias y un número por determinar de desaparecidos durante los meses de Febrero y Marzo.
El plan represor del régimen ejecutado por la Guardia Nacional, cuerpos policiales y grupos paramilitares es parte de un guión reaccionario orientado a eliminar un imaginario enemigo externo, representado por el imperio, con quien el régimen paradójicamente mantiene excelente relaciones comerciales (empresas mixtas, plataformas Deltana y Falconiana, etc.) y sustituirlo por un enemigo interno representado por la disidencia política la cual procura aplastar militarmente.
El socialmilitarismo, entiéndase socialismo Siglo XXI, es aquel del hombre con bota y pistola que aspira transformar al país en un gran cuartel, con un pensamiento uniformado de verde oliva. Es el que aboga por una sociedad disciplinada y obediente a fin de imponer su pensamiento único. Es el que criminaliza la protesta social, que institucionaliza el asesinato de jóvenes a manos de sus hordas armadas, y el que aplica la doctrina nazi-fascista de Seguridad y Defensa Nacional, la cual contempla el exterminio de la disidencia política a fin de lograr “la paz interna" de la nación.
La dupla Maduro-Cabello y su social-militarismo representan los nuevos peones del capital transnacional. En nombre de una tramposa soberanía energética y de un fraudulento nacionalismo han cedido nuestras reservas de petróleo y la soberanía de la Faja del Orinoco al capital extranjero.
El socialmilitarismo que desgobierna al país propicia un vulgar capitalismo de Estado que asesina a jóvenes en nombre de un falaz socialismo; atenta contra los derechos de los trabajadores y promete falsamente la redención de los excluidos sociales.
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