Rubén
Alexis Hernández
“Venezuela
es un país que ofrece enormes garantías al sector privado”
(http://panorama.com.ve/portal/app/push/noticia102063.php). Esta frase del presidente
ejecutivo y propietario de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, tras instalarse la
Conferencia Nacional por la Paz (26 de febrero de 2014), resume con claridad el
tipo de sistema económico que ha prevalecido y prevalecerá en Venezuela, en
beneficio de sujetos como Mendoza y en perjuicio de las masas, que aún sueñan
con el tan mentado socialismo del siglo XXI.
Mendoza,
quien poseía una fortuna de cuatro millardos de dólares para marzo de 2013,
siendo el segundo ladrón (perdón capitalista) más grande de Venezuela, sabe
bien que el capitalismo, que tanto daño ha hecho a los venezolanos y a la
humanidad en general, sigue controlando prácticamente todos los ámbitos de la
sociedad, y en tal contexto él se mueve como pez en el agua. Es así como en materia
de alimentos Empresas Polar controlan buena parte del mercado venezolano, y en
la actual coyuntura, en que escasean productos como la harina de maíz y la
margarina, no faltan los de dicha empresa, incluso en establecimientos
comerciales estatales. Y el presidente Nicolás Maduro ha reconocido en
reiteradas ocasiones, que es fundamental la participación del sector privado
para la economía nacional, reconociendo, entonces, que estamos a merced del
capitalismo y sus nefastas consecuencias humanas.
Y
al reconocer Maduro que estamos a merced de los capitalistas y de los caprichos
de éstos en cuanto a su libertad económica, admite que fracasó la idea de hacer
de la pequeña y mediana empresa, un contrapeso importante para la Polar y otras
grandes empresas venezolanas y extranjeras productoras y distribuidoras de
alimentos, y a la vez el camino más expedito para el socialismo. De forma tal
que en materia alimentaria el pueblo venezolano continúa sometido en buena
medida por un oligopolio, y sufriendo cada vez que surge el fenómeno de la
escasez y el acaparamiento, como el que afecta a Venezuela de un tiempo para
acá. Otra realidad sería en caso de habérsele dado apoyo firme al pueblo en el
ámbito económico-productivo-comercial; al menos se hubiera reducido de manera
importante la dependencia alimentaria respecto a empresas como Polar.
A
continuación algunas frases de Mendoza en la instalación de la Conferencia
Nacional por la Paz, que revelan el auténtico rostro de un capitalista: ladrón,
explotador, oportunista, demagogo y pare de contar. Agregamos un comentario a
cada frase.
-"La empresa privada es parte de la solución de
la situación de este país”. No “señor” Mendoza, la gran empresa
privada no es la solución total o parcial de problemas como la pobreza, el
desempleo, el desabastecimiento y el acaparamiento, y por tanto tiene poco que
ver con la calidad de vida de la mayoría de los venezolanos. Obviamente en la coyuntura
actual, tanto el Gobierno como el pueblo están casi de rodillas ante los
empresarios privados, mayores productores y distribuidores de alimentos y otros
rubros en Venezuela.
-"El venezolano no
es envidioso, el venezolano aspira. El que envidia no avanza, el que aspira
llega lejos". Qué
frase más demagoga la del capitalista en cuestión, aunque tiene razón al
señalar que el venezolano no es envidioso. Por desgracia no se puede aspirar a
gran cosa en el marco de una concepción de vida perversa como es el
capitalismo: individualista, egoísta, explotadora, causante de miseria y de
desarraigo socioterritorial. Sistema económico que favorece y estimula la
libertad de los propietarios de los medios de producción y del dinero, mientras
que aquellos que no los poseen no tienen más remedio que someterse como mano de
obra y/o como consumidores a los primeros, como unos esclavos modernos.
-“Desde
lo económico es importante que establezcamos un dialogo sincero y muy fluido
con lo que haya, y vamos a tener un país robusto en el que prospero el
ciudadano de pie que requiere que sus necesidades sean satisfechas (…) Aquí
hace falta que los actores económicos tengamos paz”. Para
Mendoza la prosperidad y la felicidad del pueblo radica simplemente en el
consumo; pensará este sujeto que una de las principales necesidades de los
venezolanos es el consumo de cerveza, producto cuya venta representa una
importante fuente de ingresos para Empresas Polar. Por otro lado hace
referencia a la paz de los empresarios, necesaria para seguir enriqueciéndose y
disfrutando de todo su poder económico-social-político. Quizá la Ley de Costos
y Precios Justos recientemente aprobada, pueda ser considerada por Mendoza como
un atentado a la paz de los grandes empresarios.
Pero,
¿y la paz del pueblo sometido a la injusticia y a la desigualdad derivadas del
capitalismo venezolano y global?
-“En
Empresas Polar los trabajadores no pueden hablar de política, ellos trabajan
duro para garantizar el alimento al venezolano”.
Además de coartar la libertad de pensamiento y de expresión de los
trabajadores, Mendoza asume públicamente que es el típico capitalista que exige
trabajo y más trabajo, a cambio, por cierto, de salarios no acordes con la verdadera
productividad de los empleados, quienes a fin de cuentas son los auténticos
generadores y reproductores del capital.
Rubén
Alexis Hernández
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