Por: Laclase.info
Caracas, 23 de marzo.- El auditorio del Colegio de
Ingenieros de Caracas fue colmado este viernes por activistas y luchadores del
movimiento obrero, estudiantes, indígenas y defensores de los derechos humanos.
Unas 150 personas participaron del Encuentro Sindical y Popular cuya
convocatoria inicial realizaron la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria
y Autónoma (C-cura), la Unión Nacional de Trabajadores (Unete) y el Programa
Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), y a la que adhirieron
luego varias organizaciones como El Libertario, La Guarura, y el Frente Laboral
del Eje Costero.
Marino Alvarado, de Provea, abrió la actividad, realizando
una exposición centrada en la situación de los derechos laborales y la libertad
sindical. Explicó que unos 130 sindicalistas se encuentran con juicios abiertos
por participar en huelgas o protestas, incluyendo casos emblemáticos como el de
Rubén González, sindicalista de Ferrominera, o más recientemente el del
secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros, José
Bodas. Advirtió que la Lottt es regresiva en materia de derechos colectivos, al
regimentar los estatutos de los sindicatos, otorgar a la Inspectoría del
Trabajo la potestad de admitir los pliegos conflictivos, y crear un Registro
Nacional de Organizaciones Sindicales que pone trabas a la creación de nuevos
sindicatos. Recordó el discurso antisindical empleado tanto por Chávez como por
Maduro, al contraponer las exigencias salariales de los trabajadores,
consideradas excesivas por el gobierno, con las necesidades de la población en
materia de asistencia social.
Bodas intervino a nombre de la C-cura y arrancó destacando
el gran malestar que existe entre los trabajadores y las mayorías populares
ante una severa crisis económica que ha destruido los salarios y la escasez de
productos de la canasta básica, situación agravada por varias devaluaciones y
el aumento de los precios de los alimentos decretado por el gobierno en el
marco de sus acuerdos con Fedecámaras. Al reconocer que producto de esta crisis
y sus efectos, millones de personas estarían dispuestas a movilizarse pero no
lo hacen debido a su justificada desconfianza en la dirigencia política de la
oposición de derecha, planteó que para el reto para las organizaciones reunidas
era impulsar una política autónoma de reivindicaciones económicas y sociales,
además de la defensa de las libertades democráticas, que permitiera llamar a
ese sector de la población a movilizarse. De igual manera consideró necesario
emplazar a quienes vienen protestando a levantar banderas de lucha que expresen
las necesidades de las mayorías. En tal sentido, consideró que un aumento
general de sueldos y salarios, y la equiparación del salario mínimo al costo de
la canasta básica, debería ser la consigna central en estos momentos, aunque no
la única. Rechazó la actuación de los grupos parapoliciales del gobierno y
explicó que el gobierno, pese a declararse socialista, es garante ante las
transnacionales imperialistas del acceso no solo al saqueo del petróleo, sino
también a mano de obra barata, criminalizando a quienes se organizan y luchan
en defensa de sus derechos. Señaló la importancia de exigir la nacionalización
de la industria petrolera, sin empresas mixtas ni transnacionales, y el rescate
de las empresas básicas de Guayana bajo el control democrático de sus
trabajadores. También se solidarizó con las luchas de los campesinos y los
pueblos indígenas y exigió justicia para Sabino Romero y los wayúu que han sido
víctimas de la represión. Finalmente planteó la necesidad de realizar una
movilización obrera y popular en abril para expresar todos estos reclamos.
Elpidio Rojas, de la Unete, destacó la importancia de la
unidad de los trabajadores para defender sus derechos, y explicó que aunque el
gobierno actual ha contado con ministros y altos funcionarios provenientes del
movimiento sindical, ellos no han representado los intereses de la clase
trabajadora. Más bien, recalcó, ha quedado claro que este no es un gobierno
obrero y que sin la participación de los trabajadores no puede haber
revolución.
Se realizó un saludo a la lucha de los trabajadores de
Panrico, en una larga huelga en el Estado español, así como un minuto de
aplausos por los trabajadores petroleros de Las Heras, en Argentina, quienes han
sido condenados a cadena perpetua por haber participado en una protesta contra
los impuestos a los salarios. Se leyeron saludos al Encuentro enviados por el
dirigente ferroviario argentino Rubén "Pollo" Sobrero y los
dirigentes estudiantiles argentinos Nicolás Nuñez y Nahuel Fernández.
Una delegación de profesores de la Universidad del Zulia y
estudiantes de la Asociación de Consejos Estudiantiles Indígenas de esa casa de
estudios denunció la represión contra el pueblo Wayúu en La Guajira y
reiteraron su exigencia de desmilitarizar su territorio. También habló un
estudiante de la Ucab, Guillermo Quiroga, quien expresó el apoyo estudiantil a
las demandas de los trabajadores y llamó a la unidad de ambos sectores.
Osmary Escalona, trabajadora del Hospital Pastor Oropeza del
estado Lara, actualmente con amenazas de despido por parte de la patronal,
denunció la alianza entre el gobierno y los empresarios para desconocer los
derechos de los trabajadores e impulsar el ajuste. Gregorio Afonso, de la
Apucv, planteó que las conquistas democráticas y sociales de los últimos años,
algunos de ellos reflejados en la Constitución, son el producto de largas
luchas sociales, particularmente de las realizadas en la década de los noventa.
Orlando Chirino, de C-cura, hizo un esbozo de la tarea
titánica que tienen los trabajadores y los sectores populares de poner en la
calle una política que exprese sus propios intereses, claramente enfrentada al
gobierno, al gran capital y a la dirigencia política de la oposición de
derecha. Fran Luna, dirigente petrolero zuliano y miembro de C-cura, también
habló de la necesidad de seguir construyendo un partido revolucionario que
responda en el terreno político a las dos dirigencias burguesas que actualmente
se disputan el poder.
Luego de la realización de mesas de trabajo, en las que se
ratificaron posiciones como el rechazo a toda injerencia imperialista en
nuestro país, o la exigencia de castigo con cárcel y la confiscación de los
bienes de los empresarios de maletín y la alta burocracia gubernamental
comprometida en el desfalco de más de 20 millardos de dólares, se acordó
conformar una coordinación representativa de las organizaciones que
participaron en el encuentro. Esta coordinación tendría la tarea de
instrumentar acuerdos preliminares como la emisión de una declaración conjunta,
la realización de encuentros sindicales y populares regionales, una
movilización en el mes de abril en Caracas, y el impulso de un 1ero de mayo
combativo y autónomo.
Sin duda se ha dado en Caracas un paso importante en la
batalla por la independencia política de los trabajadores y los sectores
populares y su intervención autónoma en el marco de la actual crisis.
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