Jorge que pena me das,
cómo ese circo armaste
llenando de grama "chimba",
el Parque de Los Caobos;
pues no era de esperarse
procedieras de otro modo,
inaugurando en este caos,
ese paquidermo de oro.
Montando otro show mediático,
mientras la guardia y los paracos
disparan a mansalva,
al mirón o al manifestante.
De la represión nadie se salva.
No fue en la "república" de antes,
cuando tu padre el militante,
recibió gas ¡y del bueno!
y tanto que lo torturaron,
bastante golpe que le dieron,
que terminó bajo el subsuelo.
Así como La Candelaria,
vio caer a José Alejandro,
muerto por golpes cargados de rabia,
que le dio aquel infame comando.
Una golpiza mortal,
una muerte cerebral,
solo por disentir,
por sus derechos luchar.Salva
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