Partido Comunista Internacional
(Nota de El Libertario: A diferencia de los portales web de los falsos críticos del bolivarianismo, seguimos difundiendo posturas de izquierda que complejizan la visión polarizada sobre lo que pasa en nuestro país, y ayudan a la discusión)
El gobierno bolivariano
de Venezuela lleva quince años repitiendo que la clase obrera en este país,
jamás había tenido mejores condiciones de vida en materia de alimentación,
salud, vivienda y seguridad, que este régimen que se autodenomina socialista es
el mejor de los gobierno para la clase
obrera y el pueblo en general, un estado que está constituido por
militares, dirigente estudiantiles,
exguerrilleros, partidos políticos como
PCV, grupos como los Tupamaros, los
gallones, Topo Obrero y todos los sindicatos subvencionados por el Estado y la
patronal privada.
Todos estos reformistas que alardean ser los teóricos del
marxismo, son pilares fundamentales en la burguesía para
mantenerse en el poder con menos
costo, ya que estos partidos y grupos hacen creer a la clase obrera que las
instituciones capitalistas funcionan y pueden ser suya y representar sus
intereses con un simple cambio de persona al frente de las gestiones
parlamentaria.
La burguesía para apoyar un gobierno que se hace llamar socialista, no solo radica en hacer buenos negocios, sino que deben mantener y garantizar la paz social, mejor dicho la paz laboral, que los obreros produzcan sin interrupciones, sin paro, ni huelga, y cuando la crisis llega, y las migajas de pan y circos ya no son suficiente, porque las misiones de asistencia que lanza la burguesía al proletariado como la atención de anciano, hasta la misiones de protección a perros, deja de materializarse y se hace mediática, convirtiéndose esto en un acto únicamente propagandístico, donde los salarios ya no alcanzan para ir al supermercado, hay escasez de los artículos que componen la canasta alimentaria, se eleva la inflación, la inseguridad. No se garantiza los presupuestos para las universidades donde acuden lo más jóvenes a buscar la preparación y entrar al campo de la producción, llega la crisis, el gobierno de turno empieza a perder credibilidad, los intereses de los grupos económicos de la clase dominante que se han repartido las rentas del petróleo, los negocios y la plusvalía de la clase obrera entran en conflictos, para definir quién se queda con la mayor ganancia y quien asume la perdida.
En Venezuela la economía y todos los negocios se transan y se hacen en dólares que es la moneda codiciada por los sectores oficialistas y opositores, sin dólares llega el colapso, se paraliza la economía, se agota el gobierno.
Si el llamado socialismo del siglo XXI, sus representantes del Estado, ya dio de sí todo lo que tenía. Su repertorio de engaño se van agotando, la burguesía empieza a ir preparando sus relevos, una nueva alternativa que le permita el florecimiento de sus negocios.
Es lo que está pasando en Venezuela, merma y baja los
niveles de vida de pequeños propietarios, estos van rumbo a engrosar las filas
del proletariado, los jóvenes estudiantes ven las pocas perspectivas de
continuar sus estudios por falta de becas, transporte, comedor, seguridad, es esta situación que genera la
rabia y desilusiones,
organizándose en manifestaciones que llegan a choques violentos, siendo
esto, caldo de cultivo para los grupos
económicos levantar sus propuestas democrática parlamentaria, como instrumento
de dominación burguesa dentro de los enfrentamientos llamando al dialogo y acogerse a la
constitución nacional, que permite el cambio de gobierno, si es necesario y
retornar la paz, bajo la sacrosanta opinión pública.
Nosotros comunistas revolucionarios estamos claro que los
representantes del Estado durante quince años han hecho muy bien su trabajo
contrarrevolucionario en llamar este gobierno “socialista” y “comunista” contribuyendo con
la alianza Cuba-EE.UU en hacer creer que la miseria y el hambre del
capitalismo andrajoso que lideran los
hermanos castros en cuba es comunismo, como lo publica el semanario Quinto Día
(31-01-2014) un fantasma recorre el país parafraseando al manifiesto comunista,
el fantasma de los anaqueles vacíos
desde margarita hasta apure, desde Zulia hasta amazona, desde Táchira , hasta Bolívar, son inmensas colas para
adquirir productos de la cesta básica no son extrañas las trifulca entre
compradores, por comprar algún producto como sucedió en un supermercado en valencia el 21 de
mayo pasado, resultando tres empleados
heridos ante la arremetida de compradores que
luego de cuatro horas le informaron se había acabado la harina, sembrando en el proletariado venezolano y
mundial que sí estas condiciones materiales son el comunismo, prefieren el capitalismo.
No es la sola utilización de la violencia lo que determina
el carácter de las luchas, una vez resueltas las diferencias entre ambos
sectores llegara el acuerdo, si es
necesario cambiar la persona que están frente al gobierno, esto no es lo
relevante para ello, le da igual cualquier títere. Lo fundamental es que
garantice la paz laboral, los negocios,
la renta petrolera, y el billete verde.
Los muertos, heridos y detenidos producto de los enfrentamientos de ambos lados quedaran para darle continuidad a resaltar la valentía del individuo, como empuje a la estabilidad social y los negocios de los patriotas bolivarianos.
Nuestra tarea es preparar al proletariado, en la
clarificación y organización clasista, apartándolas de todos estos prejuicios
introducidos en sus filas que lo desvían de su camino histórico, como lo dejo
establecido el manifiesto comunista sin teoría revolucionaria no hay praxis
revolucionaria.
• En este sentido hay que trabajar por un movimiento sindical clasista autónomos fuera de las influencias de los partidos políticos parlamentarios, impulsando una tabla reivindicativa que unifique a todo el proletariado en una sola lucha.
• Un
salario mínimo que cubra el costo de la cesta básica.
• Todos los
contratados a fijos.
• Un
salario mínimo que cubra el costo de la cesta básica para todo el sobreviviente
de los obreros muertos en los puesto de trabajo y por la inseguridad.
• Jubilación
a los veinte años de servicios o a los 50 años de edad para hombre y mujer.
• Salario
mínimo que cubra la cesta básica para jubilados y pensionados.
• Reducción
de la jornada de trabajo a 30 hora semanales, sin reducción salarial.
• Crear las
condiciones para que en un momento de la historia abolir el trabajo asalariado.
Partido Comunista Internacional
Febrero 2014
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