Movimiento Ríos Vivos
La hazaña de matar los ríos de Colombia con represas: El desvío del río cauca se da en medio de la militarización del territorio, la destrucción de la naturaleza y la cultura cañonera. Rechazamos la desviacíon del Río Cauca porque NO se han resuelto las afectaciones que vive hoy la población.
No obstante, las experiencias nefastas de estrangular los ríos de Colombia, un nuevo embate a la vida se celebra hoy con bombos y platillos: ¡la desviación del Río Cauca para la construcción de Hidroituango!. Aún están frescas en nuestros recuerdos, las imágenes de la gran mortandad de peces provocada durante el desvío del Río Sogamoso para iniciar la construcción de Hidrosogamoso, (Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=fXQ80H5PBFE) o los graves impactos del desvío del Magdalena para la construcción de El Quimbo, esta nueva desviación la celebran los promotores del proyecto como un hito de la ingeniería. Nosotros diremos este es un hito a la injusticia ambiental y social que con diversas estrategias hace concierto en Colombia para que los afectados resulten señalados y culpados de la desgracia que les impone el desarrollo.
Las grandes creaciones llenas de ingenio que han recreado por generaciones los pueblos que han habitado el Río Cauca, el hermoso cañón labrado en su tránsito milenario por el río y que dieron origen a los bellos paisajes que hoy nos asombran, se ven amenazadas irreversiblemente con la desviación de su cauce para dar paso al muro de Hidroituango.
Es sorprendente que todavía, a pesar de la grave crisis de civilización y ambiental que enfrenta el planeta, sectores empresariales y gobiernos sigan intentando, con una búsqueda ególatra y desesperada, conquistar la naturaleza, apropiarse de territorios que son de todos, imponer marcas registradas a la vida, colocar precios a la dignidad y a los derechos. Da la sensación de que estos seres humanos están anclados en la triste historia de exterminio que inició hace más de 500 años, pues con la excusa de llevar “desarrollo” a las regiones, igual que los invasores de antaño llegan imponiendo sus ideas, sus proyectos, sin siquiera hacer el esfuerzo de entender la vida que allí se ha recreado por años, además ufanarse por la construcción de estos proyectos, cada vez más grandes, más costosos, más “rentables” para unos pocos.
La hazaña de matar los ríos de Colombia con represas: El desvío del río cauca se da en medio de la militarización del territorio, la destrucción de la naturaleza y la cultura cañonera. Rechazamos la desviacíon del Río Cauca porque NO se han resuelto las afectaciones que vive hoy la población.
No obstante, las experiencias nefastas de estrangular los ríos de Colombia, un nuevo embate a la vida se celebra hoy con bombos y platillos: ¡la desviación del Río Cauca para la construcción de Hidroituango!. Aún están frescas en nuestros recuerdos, las imágenes de la gran mortandad de peces provocada durante el desvío del Río Sogamoso para iniciar la construcción de Hidrosogamoso, (Ver video: https://www.youtube.com/watch?v=fXQ80H5PBFE) o los graves impactos del desvío del Magdalena para la construcción de El Quimbo, esta nueva desviación la celebran los promotores del proyecto como un hito de la ingeniería. Nosotros diremos este es un hito a la injusticia ambiental y social que con diversas estrategias hace concierto en Colombia para que los afectados resulten señalados y culpados de la desgracia que les impone el desarrollo.
Las grandes creaciones llenas de ingenio que han recreado por generaciones los pueblos que han habitado el Río Cauca, el hermoso cañón labrado en su tránsito milenario por el río y que dieron origen a los bellos paisajes que hoy nos asombran, se ven amenazadas irreversiblemente con la desviación de su cauce para dar paso al muro de Hidroituango.
Es sorprendente que todavía, a pesar de la grave crisis de civilización y ambiental que enfrenta el planeta, sectores empresariales y gobiernos sigan intentando, con una búsqueda ególatra y desesperada, conquistar la naturaleza, apropiarse de territorios que son de todos, imponer marcas registradas a la vida, colocar precios a la dignidad y a los derechos. Da la sensación de que estos seres humanos están anclados en la triste historia de exterminio que inició hace más de 500 años, pues con la excusa de llevar “desarrollo” a las regiones, igual que los invasores de antaño llegan imponiendo sus ideas, sus proyectos, sin siquiera hacer el esfuerzo de entender la vida que allí se ha recreado por años, además ufanarse por la construcción de estos proyectos, cada vez más grandes, más costosos, más “rentables” para unos pocos.
Asumir el desvío del río Cauca como una hazaña no evidencia más que el afán de dominio de la naturaleza, una competencia o una revancha contra quien nos ha brindado todo en la vida. ¡No le pegue a la lonchera que se queda sin comida!, dice el refrán, no sigamos golpeando a quien nos ofrece todo, en caso contrario, nos quedaremos sin oxígeno, sin tierra, sin agua, sin comida, sólo nos quedarán las enfermedades, el caos social, el hambre, el desarraigo. O será que esperamos que EPM suministre a todas las personas en el futuro el agua, el oxígeno y alimentación necesaria para sobrevivir o, ¿pensará en vendernos estos servicios?
Después del tiempo transcurrido, donde Ríos Vivos ha buscado alternativas para que Hidroituango no ahogue los sueños y formas de vida de quienes habitan en este mágico lugar, han surgido diversas manifestaciones y propuestas de personas del territorio quienes se han encargado de develar el dolor de su desarraigo, sin embargo no se les permitió el día en que importantes personalidades destaparon la dinamita de la alegría, acercarse al río, la completa militarización del Cañón se vio acompañada de la presencia del ESMAD en las entradas al Río Cauca, sus tradicionales habitantes lloraron el dolor de ver su río desviado por televisión. Un absoluto control de la fuerza pública existe hoy en las riveras del Cauca símbolo de la libertad, los trabajadores de la obra portan manillas de distintos colores que indican en que sector pueden estar y en cual no, los despojados, los pobladores tradicionales en ninguno pueden estar.
La sociedad colombiana, su empresariado y medios masivos de comunicación impulsan hoy la destrucción los Ríos y aguas del país, destruyendo bosques nativos, ecosistemas estratégicos para distintas especies incluida la humana, provocando desplazamiento forzado de especies y comunidades enteras, antes, durante y después de la construcción de represas. Con la desviación del Río Cauca se consuma el Etnocidio de la Cultura Cañonera primero devastada por la violencia paramilitar servil a Hidroituango y ahora por la muerte del Río. Las represas serán energía en firme para las multinacionales mineras, energía para el despilfarro del consumismo, energía para el desastre social y ambiental, para los miles de desplazados ambientales que inundan hoy las ciudades, energía para la injusticia y la impunidad.
Rechazamos el desvío del Río Cauca porque se siguen construyendo represas en el país sin considerar los impactos de las ya construidas, sin posibilitar el debate al respecto. Invitamos a todas las organizaciones y personas a participar de la campaña Por la Defensa de las Aguas Colombianas: No a la desviación de sus ríos, No a la contaminación y represamiento de sus aguas. Escribiendo un mensaje o carta al respecto envíalo al correo riosvivoscolombia@gmail.com los enviaremos a las distintas instancias de gobierno y Estado colombiano además de publicarlas en nuestros sitios web.
[Tomado de http://debatehidroituango.blogspot.com/2014/02/comunidades-afectadas-por-hidroituango.html.]
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