anarquiaalscarrers@riseup.net
Las calles han sido históricamente espacios de confluencia, de socialización, de intercambio entre personas. La configuración urbanística y la gestión del tiempo tienden cada vez más a la parcelación de todos los ámbitos de nuestras vidas (ámbito público / privado, lugar de trabajo, centros de ocio y consumo ...) de manera que el espacio público como espacio de encuentro, de conspiración cotidiana está dejando de existir como tal convirtiéndose en lugar de paso entre estas parcelas.
A las instancias del poder siempre les ha interesado recuperar estos lugares y momentos, sea a través de la mediación, de la regularización o en los peores de los casos de la eliminación o la conversión en espacios inhóspitos y desérticos, sin vida. Si esto no fuera suficiente, graban y controlan nuestros movimientos con cámaras de videovigilancia. Si abandonamos las calles estaremos negando así toda posibilidad de existencia de momentos de complicidad, de espontaneidad que escapen al control estatal, que no pasen por la cesión, la permisividad y la demanda.
Por ello, las calles, las plazas han sido siempre núcleos ciertamente importantes de agitación, de propaganda y de difusión de las ideas por los y las anarquistas. Reuniones, mítines, estallidos de conflictos y enfrentamientos con la autoridad forman parte de la historia de las calles de los barrios que habitamos.
La represión y la propaganda del Poder con sus mecanismos (transición democrática, creación de un enemigo interno, dispositivos de alienación como la tecnología, el control, la pacificación ...) así como nuestros propios límites y carencias, han desencadenado que el anarquismo en los últimos años muchas veces haya quedado replegado, perdiendo visibilidad y perdiendo en parte la calle como lugar de actuación de las luchas e incluso de la más simple cotidianidad, tan necesaria para generar afinidades. Esta iniciativa precisamente es una contribución a romper con esta invisibilización con una única voluntad: el placer de encontrarnos, de generar espacios de intercambio y complicidad con autonomía, de tejer vínculos basados en el deseo de la revuelta.
Esta vez haremos un encuentro especial contra la M.A.T. [Linea de Muy Alta Tensión o "Autopista Eléctrica", que se pretende establecer en la región]
¡A la Plaza de la Vila de Santa Coloma de Gramanet de 11 a 14h, sábado 9 de noviembre!
VEN Y DIFUNDE - TRAE TU DISTRI Y TODO LO QUE TE GUSTA COMPARTIR
Las calles han sido históricamente espacios de confluencia, de socialización, de intercambio entre personas. La configuración urbanística y la gestión del tiempo tienden cada vez más a la parcelación de todos los ámbitos de nuestras vidas (ámbito público / privado, lugar de trabajo, centros de ocio y consumo ...) de manera que el espacio público como espacio de encuentro, de conspiración cotidiana está dejando de existir como tal convirtiéndose en lugar de paso entre estas parcelas.
A las instancias del poder siempre les ha interesado recuperar estos lugares y momentos, sea a través de la mediación, de la regularización o en los peores de los casos de la eliminación o la conversión en espacios inhóspitos y desérticos, sin vida. Si esto no fuera suficiente, graban y controlan nuestros movimientos con cámaras de videovigilancia. Si abandonamos las calles estaremos negando así toda posibilidad de existencia de momentos de complicidad, de espontaneidad que escapen al control estatal, que no pasen por la cesión, la permisividad y la demanda.
Por ello, las calles, las plazas han sido siempre núcleos ciertamente importantes de agitación, de propaganda y de difusión de las ideas por los y las anarquistas. Reuniones, mítines, estallidos de conflictos y enfrentamientos con la autoridad forman parte de la historia de las calles de los barrios que habitamos.
La represión y la propaganda del Poder con sus mecanismos (transición democrática, creación de un enemigo interno, dispositivos de alienación como la tecnología, el control, la pacificación ...) así como nuestros propios límites y carencias, han desencadenado que el anarquismo en los últimos años muchas veces haya quedado replegado, perdiendo visibilidad y perdiendo en parte la calle como lugar de actuación de las luchas e incluso de la más simple cotidianidad, tan necesaria para generar afinidades. Esta iniciativa precisamente es una contribución a romper con esta invisibilización con una única voluntad: el placer de encontrarnos, de generar espacios de intercambio y complicidad con autonomía, de tejer vínculos basados en el deseo de la revuelta.
Esta vez haremos un encuentro especial contra la M.A.T. [Linea de Muy Alta Tensión o "Autopista Eléctrica", que se pretende establecer en la región]
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