2013
“El Suma Qamaña no existe en la
realidad etnográfica ni popular. No existe, fuera de las cabezas de algunos intelectuales
ilusos”
(Alison Sppeding)
Existe
el Suma Qamaña?
En una
reciente presentación del libro de Mario Torres, Suma Qamaña y Desarrollo. El T’hinku necesario, en la ciudad de
Cochabamba, Simón Yampara, intelectual aymara, creador, junyo a otros como
Javier Medina, del discurso del Suma Qamaña/Sumaj Kausay/Vivir[1],
ratificaba uno los argumentos del libro: la dualidad como rasgo fundamental del
Suma Qamaña, más allá de la lógica monista de la civilización occidental, donde
la pareja sería la expresión mayor de tal dualidad, el “chacha-warmi”. Y
respondiendo a las críticas de Alison Spedding respecto a
este discurso[2],
decía que la antropóloga británica, a pesar de vivir más de cuarenta años en el
país, no podría encontrar, menos entender el Suma Qamaña, porque es mujer sola;
la Spedding no tiene pareja, por tanto no entiende la dualidad; más aún, el
matrimonio en la región andina incluye un t'hinkhu
(encuentro de opuestos) entre las
dos familias, de la mujer y el hombre, previamente
haber recibido las energías del sol al amanecer; luego de conversaciones,
comida y bebida viene la recomendación de ambos padres a la pareja, para que se
porten bien, en armonía y complementariedad, ahí viene la palabra tamaña. Alison,
no solo que es impar, sino que no ha visto tales rituales, perdiendo
la oportunidad de descubrir el Suma Qamaña. La anécdota sintetiza una de las
aristas autoritarias del discurso del Suma Qamaña/Sumaj Kausay/Vivir Bien, a
los que deseo referirme en el presente artículo.
Pero, que
es el Suma Qamaña? Según Torres el Qamaña, como lugar y espacio material de seres
de sentimientos e instintos, es la conexión y articulación energética
espiritual del universo y la tierra (Torres, 2012:25), es el bienestar de la
comunidad en el ayllu (Ídem, 2012:13), aunque también puede pervivir en
"las comunidades de la ciudad" (Ídem, 2012:14). Pero, el origen de la
palabra y como paradigma, está relacionado con la pareja humana, por ello el
buen deseo a la pareja dirá “Ustedes, como nueva pareja, van a vivir y convivir
bien con todos los miembros de la familia y la naturaleza” (Ídem, 2012:297).
De entrada
llama la atención la ambigüedad del concepto, su escasa operacionalidad; por
ello es que sus creyentes tienen interpretaciones diversas; Álvaro García
Linera considera que el socialismo comunitario, actualmente en construcción en
el país, está basado en el “vivir bien” (García Linera, 2009:3); por el
contrario, el canciller Choquehuanca lo define como “buscar la vivencia en comunidad, (pues) lo más
importante no es el humano (como plantea el socialismo) ni el dinero (como
postula el capitalismo), sino la vida.” (Choquehuanca, 2010:2); mientras, para
los prologuistas del libro de Torres, funcionarios de la cooperación
internacional, el aporte del autor ha sido mostrar el Suma Qamaña como concepto
equivalente, en el sistema aymara, al concepto occidental de Desarrollo, y
llamar por su necesaria complementariedad (En Torres, 2012:9).
Por otro
lado, el concepto del Suma Qamaña es ideal; los padres de los novios, en el ejemplo
de Yampara, que hacen las recomendaciones a la nueva pareja, están expresando y
repitiendo un ideal de bienestar, presente en la cultura aymara, sobre cómo
quisieran que viva la pareja, de acuerdo a las normas y valores del grupo, buscando
la armonía y el equilibrio, pero en ningún caso jacen referencia a una práctica
social existente, del mundo material. El Suma Qamaña no se encuentra en el
mundo material porque es un ideal de vida, por tanto no podemos confundir los
planos. Un ejemplo del libro, se afirma que las familias de las alturas bajan a los yungas y ch'umis (tierra virgen) en el invierno y
retornan luego, y así año tras año, a veces formando comunidades más estables (Torres,
2012:66); en realidad hoy la migración en los Andes es una constante, ya no
temporal, como el censo del 2012 lo ha mostrado: regiones enteras están
abandonando sus comunidades de origen, principalmente jóvenes, por tanto la
agropecuaria, alejado totalmente de la imagen armoniosa presentada por el autor;
cómo cohesionar la sociedad boliviana desde el Suma Qamaña, es un deseo, antes
que un dato de la realidad.
Dado estos
rasgos ambiguos e ideales del concepto, el desafío para los intelectuales y
gobernantes es cómo acercar a este ideal, para ello desarrollan esfuerzos por operacionalizarlo,
traducirlo en algo tangible y medible: hoy se invierten esfuerzos y dinero en
construir indicadores del vivir bien, para lograr determinar la distancia a
este ideal.
Estado
vs Autonomía
El discurso
del Suma Qamaña es estadocéntrico, sus creyentes asumen que su realización pasa
necesariamente por el Estado, de ahí la importancia de un presidente indígena
que facilite ese proceso. Y su justificación se halla en la misma organización
comunitaria aymara. El ayllu es considerado una "célula estatal con
población, territorio y autoridad originaria con población, territorio y
autoridad originaria"(Torres, 2012:21). El
estado como horizonte a conquistar está presente a lo largo del libro; la
fuerza de los pueblos en el Qullasuyu según Torres
proviene de los tiwanakus, llegando luego a los Inkas quienes "llegan a
Estado con naciones" (2012:121). Habla de la "reconstruccion
del estado y la nueva economía" como el desafío del tercer Pachakuti, que
tienen las nuevas generaciones de los pueblos “que enfrentan y reconstruyen el
bienestar de los pueblos" (Ídem, 2012:177). Uno
de los fundamentos del Sumaj Qamaña es la conformación de un centro rector
abstracto con cabeza y corazón como cualidades (Ídem, 2012:180), un estado
con vida propia, que hace posible el Suma Qamaña; de ahí a la política de
demanda y dependencia clientelista del Estado, estamos a un paso. Donde está el
imaginario comunitarista, horizontal que suele venderse aun en círculos
radicales que han incorporado el discurso del vivir bien en su lenguaje
contestatario?
Por el
contrario, la autonomía es un tema prácticamente
ausente en el discurso del Suma Qamaña; en el libro, cuando se lo plantea,
es un ideal a conseguir con el Suma Qamaña, antes que una práctica social; de
esa manera aparece como un principio rector: "se favorece y pronuncia la
autonomía de las comunidades y el pluralismo de las formas de vida” (Torres,
2012:44). O se habla de una autonomía unitaria de las
naciones y pueblos (Ídem, 2012:44), conceptualmente contradictorio pues la
práctica autónoma exige la diversidad y pluralidad, antes que la unidad, el
Estado.
El
ideal de complementariedad y armonía
Torres y
Yampara[3],
asumiendo la realidad del Suma Qamaña en el mundo material de hoy, agitman la
existencia de una complementariedad de la economía indígena, incluso a nivel
inter ecológico e inter étnico, como la que existiría entre las llamadas tierras bajas y tierras altas. En un cuadro
de complementariedad de pueblos y naciones del Qullasuyo, incluye a los
chiriguanos, por ejemplo (Torres, 2012:43), pueblo estructurado más bien como
“sociedad contra el estado” cuya cohesión residía en la guerra y la autonomía,
y que como Thierry Saignes evidenció, mantuvo una relación conflictiva con los
incas y pueblos altoandinos en su intento de conquistar los andes orientales,
(Saignes, 2007). De hecho, todo un capítulo del libro de Torres es dedicado
tratar de conectar los Andes con lo Guaraní: "aquí por antonomasia se
puede decir que el pensamiento Pachakuti tiene como complemento al pensamiento
Paytiti.” (Torres, 2012:168).
El Suma
Qamaña se basa en la idea de una comunidad armónica entre los hombres y mujeres
y con la naturaleza; la complementariedad va junto con la armonía, y la hace
posible: "...y en este medio están los pueblos y naciones originarias, que
van existiendo en forma armónica, transcurriendo su vivencia de manera
comunitaria y complementaria, todos los seres en mancomunidad" (Torres,
2012:174), de esta manera “las comunidades desarrollan
su subsistencia con cierta forma de armonía con la naturaleza" (Torres,
2012:171).
En un cuadro
sobre la mancomunidad de seres entre los pisos ecológicos, se incluye a la
soya, proveniente de una bioregión amazónica; se podrá construir
complementariedad y armonía desde el sistema agroindustrial de la soya
transgénica? (Torres, 2012:175); solo para mostrar la escasa conexión del texto
con la realidad.
Los
sargentos del sexo al poder
A pesar de la imagen del
"chacha-warmi", el discurso del Suma Qamaña tiene pulsiones
machistas, homofóbicas y antiabortistas. Cuando
habla de la fuerza productiva de la mujer, esta es considerada una fuerza
continuada en lo social y biológico, mientras intermitente en lo económico y
productivo, a diferencia del varón, fuerza intermitente en lo social y
biológico, pero continuada en lo económico y productivo (Torres, 2012:24); es
que la participación de la mujer es intermitente en la producción y la
economía? y el mercado dominado por las mujeres? En un capítulo sobre la
contaminación, distingue la contaminación ambiental y la social; uno de los
efectos de la contaminación social en el desarrollo humano: según nuestro
ideólogo del Suma Qamaña es “la promiscuidad y libertad sexual, el aborto,
anticoncepción” (Ídem, 2012:293); gays, transexuales, abortistas, o las parejas
que deciden no tener hijos, por ejemplo, se hallan fuera del horizonte del Suma
Qamaña. Más aún, se naturaliza la dominación masculina y las jerarquías: dando
un ejemplo de cómo la gestión y manejo de la tierra y el territorio son
aprendidos del comportamiento de los animales, Torres afirma que la vicuña
“enseña el comportamiento social de cómo deben organizarse las familias en la
comunidad” (2012:219), pues los pequeños grupos de vicuñas, indicando cada
grupo una familia, pero “dirigida por el macho y acompañada por la hembra” (Ídem,
2012:219).
Suma
Qamaña o el “Deep Ecology” de los Andes
El
discurso del Suma Qamaña es próximo al llamado ecologismo profundo ("deep
ecology"), pero con Estado y sin autonomía. Para los
altoandinos todo tiene vida en la naturaleza, nos dice Torres (2012: 34), todos
somos miembros de la “comunidad eco-biótica natural, por tanto una hormiga
tiene el mismo “derecho” a vivir que un ser humano. El ecologismo profundo
postula similares afirmaciones desde la década del 60’, así que no hay novedad
en esto; más allá de creer o no en estos postulados, por lo menos el movimiento
practicaba y reivindicaba formas descentralizadas, autónomas de organización,
con una profunda postura antiestatal.
El
Suma Qamaña en la práctica
El Suma
Qamaña no es un concepto que permita entender qué está pasando en el país, las
prácticas sociales e individuales que están (des)estructurando las
multifacéticas sociedad(es) boliviana(s), sino más bien para intervenir sobre
ella; de ahí que la pregunta no debe ser qué es el Suma Qamaña, sino como opera
en el mundo real como discurso, que tipo de prácticas sociales y realidades
genera, a qué tipo de relaciones de poder y dominación está articulado.
El discurso
del Suma Qamaña en realidad legitima un régimen que paulatinamente se torna más
autoritario, condenando y persiguiendo toda disidencia, un estado que cada vez
más vigila y asume control de las vidas de la gente, una sociedad donde la
diferenciación socioeconómica racializada se profundiza, donde la gente está
abandonando el campo y concentrándose en las ciudades del eje, en espacios cada
vez más segregados y degradados ambientalmente; un país que basa su seguridad
alimentaria en la agroindustria cruceña -incluidos transgénicos, antes que en
la pequeña producción campesina y comunitaria, a pesar que vivimos una época
donde nunca como hoy se habló tanto de lo indígena, en fin, una crisis
ecológica y climática en muchos casos irreversible que ya está afectando a las
poblaciones más vulnerables, pobres; indígenas, mujeres, niños, viejos.
El libro de
Mario Torres es un esfuerzo por dialogar con el discurso del desarrollo. Así
como en los 80’s el concepto de desarrollo sostenible solo sirvió para dar un
barniz verde a la expansión del capitalismo global, el Suma Qamaña opera como
un dispositivo conceptual para dar el rostro humano a la nueva vuelta de tuerca
de explotación de la naturaleza y sus servicios en la que se halla el país, y
la sociedad de control que se está estructurando, del cual Evo Morales solo es una
tornillo más.
Referencias
Choquehuanca, David (2010) 25 postulados para entender el "Vivir Bien". http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100068.
5 pp.
García Linera, Álvaro (2009) Discurso del Vicepresidente Álvaro García
Linera en la posesión del presidente Evo Morales, 22 de enero de 2009. http://www.pidhdd.org. 4 pp.
Saignes, Thierry (2007) Historia del pueblo chiriguano. La Paz: IFEA/IRD/Plural Editores.
332 pp.
Torres, Mario (2012) Suma Qamaña y Desarrollo.
El t'hinkhu necesario. La Paz: Programa Nacional Biocultura/COSUDE. 314 pp.
[1] A pesar de las
diferencias que según Yampara existen entre los tres conceptos, me interesan
los patrones comunes, por tanto los asumo como conceptos similares.
[2] Entiendo el
Suma Qamaña como un discurso, en términos de producción de sentido y realidad.
[3]
Hay más de un capítulo que ha sido escrito producto de diálogos con Yampara, o
escritos con él y hasta un texto del mismo Yampara producto de la plática.
[4]
“Gobierno prevé puente o túnel para proteger núcleo del TIPNIS”
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