Sociedad Homo et Natura
Es muy importante
precisar de entrada a este escrito que las haciendas y parcelas que se vienen
entregando al pueblo Yukpa por el Gobierno Nacional y la Gobernación del Zulia
son parte sustancial de su territorio originario, son una pequeña porción de su
espacio físico cultural por el cual caminaban y caminan 500 años antes de la
llegada de Cristóbal Colon a América. Y que el Estado Gobierno tiene la
obligación por mandato legal, sean ellas
leyes internas e internacionales, de entregárselas para que ellos vivan en paz
de acuerdo a sus usos y costumbres.
No es que ese
territorio original (donde estaban las haciendas invasoras) entiéndase bien es
ahora propiedad del Estado Gobierno en una de sus modalidades, a saber la
Gobernación del Zulia, el INTI, o el MAT, o el Ministerio Indígena, o la
Vicepresidencia de la República, y por tanto éste se guarda para si la
propiedad de las mismas; y ahora los indígenas Yukpa deben lo tanto someterse a
un comodato de tierra y a un plan técnico productivo socialista de leche y
carne, y algunos rublos agrícolas para producir los mismos litros de leche y kilos
de queso y carnes como lo hacía los hacendados invasores a fuerza de créditos.
Crasa ignorancia. Esto es puro pensamiento colonial de la época de los Padres
Capuchinos de Navarra. Ya la Sierra y sus habitantes originarios no están
sometidos a los Convenios del Estado con la Santa Sede ni a la Ley de Misiones.
Los pueblos indígenas y
la Sierra como su hábitat están sometidos al derecho nacional e internacional.
Por esta razón hace unos pocos días el 2 este mes y año le dio la vuelta al
mundo la noticia que el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de
las Naciones Unidas en sus Observaciones finales sobre los informes periódicos 19º
a 21º de la República Bolivariana de Venezuela, aprobadas por el Comité en su
83º período de sesiones (12-30 del agosto de 2013) manifiesta:
17. El Comité expresa gran preocupación
por los graves hechos de violencia ocurridos en la Sierra de Perijá, en los que
ha habido enfrentamientos entre indígenas y ocupantes de las tierras de esta
zona. El Comité lamenta que mediante tales hechos se ha atentado contra la vida
e integridad física de miembros del pueblo Yukpa, entre los cuales destaca el
homicidio del Cacique Sabino Romero y otros miembros de su familia y del
referido pueblo y que tales hechos sean consecuencia de la falta de demarcación
de la tierra (art. 5, inc. b y
art. 6).
El Comité recomienda que el Estado parte realice una investigación
exhaustiva sobre los hechos de violencia que afectan al pueblo Yukpa y
particularmente de los homicidios acaecidos en miembros de esta comunidad. El
Comité urge al Estado parte para que juzgue tanto a los autores materiales como
intelectuales de estos hechos. El Comité exhorta al Estado parte para que tome
las medidas necesarias para prevenir los actos de violencia en esta zona,
incluyendo los mecanismos necesarios para acelerar la demarcación de la tierra
y territorios de los pueblos indígenas.
En estos espacios “devueltos”
nada se puede imponer. Ningún modelo socialista o capitalista productivo o
socioproductivo preconcebido puede desarrollarse en esos espacios aún estén
preñado de buenas intenciones. Hacerlo sería una aberración ética, jurídica e
intelectual, así como política. Sería continuar con la política colonial de
asimilación del indígena a la sociedad nacional y al sistema productivista de
turno, tal como se caracterizó en la llamada cuarte república los gobiernos de Acción
Democrática y Copei.
Es el pueblo Yukpa el
único que puede decidir y acordar su destino y por lo tanto lo que va hacer o
no en estas haciendas o parcelas recuperadas a sangre y fuego, ya sea pagando
encierros en el Reten de Machiques, en el Fuerte Macoa, la cárcel de Trujillo,
o protestando en las calles todo el día pese a la conspiración de sus hermanos
indígenas asimilados tarifados, ganaderos,
parceleros y políticos de la oposición y oficialistas; así como el Ministerio
Público, los órganos militares y policiales asentados en Machiques y el Zulia
en general. Fue la sangre Yukpa como la de Guaicaipuro en su tiempo y
circunstancias lo que obligó al Gobierno a través de la Asamblea Nacional a
aprobar el dinero para el pago de las bienhechurías de las haciendas. Fue la
sangre ofrendada de Sabino y Alexander, el dolor de sus familias y la
movilización de tantos indígenas irreductibles y aliados organizados.
La representación
soberana del pueblo Yukpa descansa en las familias de cada una de las
comunidades de cada uno de los sectores ubicados en las cuencas de los ríos que
conforman el territorio Yukpa, no en los desprestigiados tarifados Caciques
Mayores de los llamados y promovidos Centros Pilotos, ni menos aún en las
funcionarias o en los funcionarios Yukpa del Ministerio del Poder Popular para
los Pueblos Indígenas. O en metaagrupaciones indígenas administrativas
improvisadas a partir del sentido común o esquemas gerenciales.
No podemos intervenir a
las comunidades indígenas sin saber cuál será el resultado final, el impacto,
su entropía. No podemos acelerar ningún proceso fuera del tiempo Yukpa.
El impacto que se
generó a partir del contacto Yukpa-Padres Capuchinos, colombianos y ganaderos,
y la reducción de su hábitat, generó un impacto que aún lo estamos pagando, en
especial ellos, el pueblo Yukpa. Hay que preguntarse qué quiere el Gobierno conseguir
con ese plan socio productivo. Qué que busca o que quiere sea ahora sea el
Yukpa, un hacendado acaso, un granjero, un campesino productivo. Todo proyecto económico,
más si es integral, trae un impacto en lo social y en la cultural. En el alma.
La estructura a crearse
debe ser lo más parecido a su estructura social y a su funcionamiento. No a lo
que crean los Caciques Mayores o los más a culturados con o sin cargos en el Estado.
Hay que trabajar codo a codo con las familias agrupadas por comunidades y sus
familias aliadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.