Asier Guridi |
Rafael Uzcátegui
Recientemente ha sido detenido en
Venezuela el ciudadano de origen vasco Asier Guridi, solicitado por la justicia
española por su presunta vinculación con ETA, residenciado desde hace más de 10
años en el país. En el operativo, que fue convenientemente silenciado por los
medios estatales, habría sido realizado por el SEBIN en cooperación con la Policía
Española y la Policía Judicial Francesa. Esta no es la primera vez en tiempos
bolivarianos que se colabora con el Estado español en su lucha contra el
terrorismo. En 2002 el Estado venezolano capturó y entregó a los vascos Sebastián
Etxaniz, Juan Víctor Galarza y José Ramón Foruria. 7 años más tarde intentó
repetir con Iñaki Etxeberría, quien no pudo ser extraditado tras probar en
tribunales que tenía 14 años de residencia legal en el país. En 2010 el
ciudadano alemán Walter Wendelin fue detenido en Venezuela, acusado de ser
parte del entramado internacional de ETA, y entregado al Estado español en 48
horas. Guridi, entonces, sería un nombre más en la lista de la efectiva
cooperación de la policía bolivariana con sus pares ibéricos en la lucha
antiterrorista. Paradójico que un gobierno que grita a los 4 vientos ser el
paladín de la revolución intergaláctica, en los hechos, actúe de manera más
represiva en el tema de la lucha independentista vasca que sus enemigos jurados
de la llamada “Cuarta República”: Carlos Andrés Pérez firmó un acuerdo con
Felipe González que permitió a un grupo de vascos vivir entre nosotros en
calidad de refugiados. Venezuela, hasta la llegada del chavismo al poder, fue
un territorio de distensión para los partidarios de la independencia de Euskal
Herria.
La aparente contradicción tiene
buena parte de su explicación por los compromisos económicos suscritos por
Chávez, y ratificados por Maduro, con –para decirlo en términos oficialistas-
el capitalismo imperial español. La energética Repsol realizó en 2009 en costas
venezolanas lo que calificó como el “mayor hallazgo de gas en su historia”, lo
cual fue celebrado en el “espontáneo” encuentro entre Hugo Chávez y Antonio
Brufau, presidente de Repsol, en Madrid en septiembre del 2009 meses antes de
la deportación express de Wendelin. Essentium, el holding inmobiliario español
con facturaciones de más de 1.000 millones de euros al año, participa en la
construcción de 3.264 viviendas en Santa Teresa del Tuy, un contrato de la Gran
Misión Vivienda Venezuela por 102,5 millones de dólares. En el 2011 Venezuela
fue el mayor comprador de armamento español por una cifra de 196 millones de
dólares, 24% del cual fue para equipos antimotines. Otros acuerdos bilaterales orbitan en torno
al Suburbano Caracas - Guarenas -Guatire y la construcción de la vía
férrea Puerto Cabello - La Encrucijada.
Detrás de la pirotecnia y la propaganda, siempre al bolivarianismo lo ha
motivado el pragmatismo de la real politik. @fanzinero
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