Sintrainces: ¡Salvemos al Inces!

Sintrainces

Presidente Maduro, Vicepresidente Arreaza, Ministro Fernández, trabajadores, empleadores, pueblo venezolano: el sindicato nacional de trabajadores del Inces (Aintrainces) reitera su preocupación por el presente y futuro del Inces. Las actuales autoridades decidieron eliminar abruptamente los cursos de formación profesional sin medir las consecuencias. La decisión inconsulta de eliminar los cursos para la clase trabajadora del país y sólo gestionar proyectos integrales para el desarrollo de las comunas, no sólo violenta las obligaciones del estado previstas en los artículos 293, 294, 295, 298, 299 y 312 de la nueva ley orgánica del trabajo, los trabajadores y las trabajadoras (Lottt), sino que reduce el ámbito de acción social del instituto, cerrándole la puerta de la superación a los obreros venezolanos, el apoyo a las misiones, a la juventud desocupada, a la reinserción de los privados de libertad, a la lucha contra el flagelo de la droga, el embarazo precoz y la delincuencia juvenil a través de la formación en oficios calificados. 

Asimismo, se afecta la estabilidad de miles de facilitadores actualmente desempleados y de tercerizados despedidos; los talleres, equipos y salones de los 136 centros educativos inces se encuentran inoperativos al dedicarnos sólo a proyectos comunales, y se vulnera la capacitación de los empleados venezolanos dejándolos a merced de la explotación patronal. Están borrando de un plumazo los 54 años de historia, trabajo y acción social de la llamada “universidad del pueblo” tirando por la borda el legado del maestro luis beltrán prieto figueroa, el esfuerzo de los servidores públicos y la excelencia en la formación de más de 6 millones de venezolanos que han aprendido un oficio en el Inces ¿a donde van los recursos producto de la recaudación? 



Las autoridades del Inces también incumplen derechos laborales de la convención colectiva, concursos de ingreso y ascenso, uniformes, condiciones y medio ambiente de trabajo, bonificaciones contractuales, dignificación de sueldos, salarios y pensiones, y libertad sindical. Hablar de participación de los trabajadores no significa recibir información de lo que otros hacen o deciden. Participar es formar parte de las decisiones. Lo demás es discurso y participación simulada para guardar las apariencias. 

Ahora que Venezuela acaba de asumir la presidencia pro-tempore del Mercosur, proceso de integración marcado por el intercambio comercial, cabe preguntarse sobre nuestra competitividad ante la desprofesionalización de los trabajadores venezolanos, en momentos donde cobra mayor relevancia reforzar el ámbito social y los dd.hh. laborales en la región. 

Presidente Maduro: no puede haber solución del empleo, trabajo decente, salario digno y políticas públicas de desarrollo y justicia social, si continúa el desmantelamiento del ente fundamental de la formación para el trabajo. No puede haber gobierno obrerista si le quitamos la herramienta de superación a los trabajadores y trabajadoras de Venezuela: El Inces.