Perepelkin
[Tomado de http://www.portaloaca.com/articulos/opinion/7077-la-critica-al-gobierno-chavista-es-posible-desde-la-izquierda.html]
Lo que está ocurriendo a raíz de la muerte de Chávez, más bien el estado de opinión que se está generando en “las izquierdas” nos obliga a escribir estas líneas. La motivación de este escrito no es la crítica integral al chavismo como ideal revolucionario sino hacer visible lo absurdo y peligroso de las mitificaciones acríticas e incondicionales y el personalismo al que se tiende desde algunos sectores de la izquierda. Chávez no era un dictador.
- Idolatría acrítica, rechazo de discursos no-oficialistas, personalismos, tics autoritarios y otros síntomas
Gran parte de los sectores de la izquierda han corrido a alabar al comandante y al proceso bolivariano. Algunos pocos, con real conocimiento y porqué realmente creen en el proceso revolucionario. Otros tantos, los más a mi parecer, han presentado este apoyo con el objetivo de contrarrestar la previsible ola de demonización por parte de los mass media y el stablishment. Bien. Aunque debemos poner en duda si la idolatría acrítica hacia cualquier forma de Estado o proceso revolucionario es coherente. Hasta aquí “pase”. El problema surge cuando se establecen dos únicos posicionamientos posibles. O se es de derechas y por tanto se demoniza cualquier proceso que huela a socialismo, o se es de izquierdas y se venera a Chávez y se sigue al dedillo el discurso oficialista. Parece que no existan otras posiciones posibles. Es más, quien se ha atrevido a cuestionar el modelo chavista ha sido tildado por algunos sectores de la izquierda de ser agentes de la CIA o de hacerle el juego a la reacción. No seré demagogo comparando esta intransigencia con ningún totalitarismo, no aquí. Pero si me gustaría advertir que la posición de algunos comunistas al respecto da bastante miedo. Cualquier crítica al proceso es desechada (postura que casualmente ha sido criticada por sectores venezolanos a la izquierda del chavismo en relación al proceso bolivariano), capando de raíz cualquier aportación interesante acerca las contradicciones que puede generar un proceso tan complejo. Estatizándolo y coartando su propia (r)evolución. Estas actitudes intransigentes y con tics autoritarios refuerzan nuestros motivos para desechar una nueva autoridad, por muy revolucionaria que esta se autodenomine. Viendo la actitud de algunos ante la crítica podemos entrever como actuarían si llegasen a detentar el poder.
- Defensa incondicional, estructuras opresivas, borreguismo de izquierdas y ciegas mitificaciones
En esta idolatría acrítica que se ha generado, va implícita la aceptación de ciertas estructuras o dinámicas que a nuestro parecer caminan en dirección opuesta a la emancipación y a la autonomía. Es más, con esta mitificación se tiende a reforzar estructuras opresivas como son el Estado, la democracia parlamentaria y representativa, el acaparamiento de las tierras y los medios en manos de una minoría, la perpetuación del delegacionismo en cuanto a responsabilidades políticas, la imposición del proyecto mayoritario sobre las minorías, la continuación de un modelo productivo, etc.. Creemos que si estas estructuras y dinámicas fueran analizadas a conciencia serían rechazadas por muchos de los que hoy, de forma repentina, veneran al chavismo. He aquí la gravedad del asunto. He aquí el borreguismo de izquierdas. No es porqué se esté en contra del liberalismo y del imperialismo yankee que uno se convierte en garante de la libertad. Para nada.
No pretendemos igualar a Chávez a ningún cabeza de Estado occidental pero la falta de advertencia en cuanto a la posible recuperación/estatización de la lucha social, nos asusta. Ante este estado de aborregamiento (es decir, ante esta falta de crítica) tememos que la propuesta de modificar el capitalismo de libre mercado por un capitalismo de estado sea acogida por las mayorías con los brazos abiertos. Olvidando las lecciones históricas al respecto.
No llevamos ya un tiempo advirtiendo la falta de libertad y justicia que supone la existencia de una minoría gestora de nuestras vidas?
No llevamos ya un tiempo advirtiendo la necesidad de recuperar nuestras responsabilidades políticas y dejar de delegarlas a aquellos que nos dicen que harán lo mejor por nosotros? Por qué idolatramos entonces un estado de cosas que incluye en su seno ambas problemáticas? No es esto una mitificación ciega?
Por otro lado, no es el acaparamiento de tierras y medios uno de los motivos que nos han llevado a la situación actual?
No es gracias a que las tierras y medios están acaparados por las minorías propietarias que se nos niega el libre acceso a los bienes necesarios para la vida y se nos impone el trabajo asalariado?
Por qué deberíamos idolatrar entonces un estado de las cosas en el que los medios para la vida siguen estando igualmente acaparados por una minoría gestora, por una nueva burocracia dirigente? No es esto de nuevo una mitificación ciega?
No es la abolición de las clases lo que busca el socialismo? Porque alabamos entonces un estado de cosas en el que existe una clase dirigente y una clase productora?
Como decía un compañero: Consideramos que hay una frontera entre defender las políticas progresistas de Chávez frente a la derecha y mitificar y adorar el chavismo que no deja de ser una forma de estado y de capitalismo.
ABAJO LOS ESTADOS. ABAJO LAS IDOLATRIAS Y LOS CIEGOS MITOMANOS.
POR EL COMUNISMO LIBERTARIO!
[Tomado de http://www.portaloaca.com/articulos/opinion/7077-la-critica-al-gobierno-chavista-es-posible-desde-la-izquierda.html]
Lo que está ocurriendo a raíz de la muerte de Chávez, más bien el estado de opinión que se está generando en “las izquierdas” nos obliga a escribir estas líneas. La motivación de este escrito no es la crítica integral al chavismo como ideal revolucionario sino hacer visible lo absurdo y peligroso de las mitificaciones acríticas e incondicionales y el personalismo al que se tiende desde algunos sectores de la izquierda. Chávez no era un dictador.
- Idolatría acrítica, rechazo de discursos no-oficialistas, personalismos, tics autoritarios y otros síntomas
Gran parte de los sectores de la izquierda han corrido a alabar al comandante y al proceso bolivariano. Algunos pocos, con real conocimiento y porqué realmente creen en el proceso revolucionario. Otros tantos, los más a mi parecer, han presentado este apoyo con el objetivo de contrarrestar la previsible ola de demonización por parte de los mass media y el stablishment. Bien. Aunque debemos poner en duda si la idolatría acrítica hacia cualquier forma de Estado o proceso revolucionario es coherente. Hasta aquí “pase”. El problema surge cuando se establecen dos únicos posicionamientos posibles. O se es de derechas y por tanto se demoniza cualquier proceso que huela a socialismo, o se es de izquierdas y se venera a Chávez y se sigue al dedillo el discurso oficialista. Parece que no existan otras posiciones posibles. Es más, quien se ha atrevido a cuestionar el modelo chavista ha sido tildado por algunos sectores de la izquierda de ser agentes de la CIA o de hacerle el juego a la reacción. No seré demagogo comparando esta intransigencia con ningún totalitarismo, no aquí. Pero si me gustaría advertir que la posición de algunos comunistas al respecto da bastante miedo. Cualquier crítica al proceso es desechada (postura que casualmente ha sido criticada por sectores venezolanos a la izquierda del chavismo en relación al proceso bolivariano), capando de raíz cualquier aportación interesante acerca las contradicciones que puede generar un proceso tan complejo. Estatizándolo y coartando su propia (r)evolución. Estas actitudes intransigentes y con tics autoritarios refuerzan nuestros motivos para desechar una nueva autoridad, por muy revolucionaria que esta se autodenomine. Viendo la actitud de algunos ante la crítica podemos entrever como actuarían si llegasen a detentar el poder.
- Defensa incondicional, estructuras opresivas, borreguismo de izquierdas y ciegas mitificaciones
En esta idolatría acrítica que se ha generado, va implícita la aceptación de ciertas estructuras o dinámicas que a nuestro parecer caminan en dirección opuesta a la emancipación y a la autonomía. Es más, con esta mitificación se tiende a reforzar estructuras opresivas como son el Estado, la democracia parlamentaria y representativa, el acaparamiento de las tierras y los medios en manos de una minoría, la perpetuación del delegacionismo en cuanto a responsabilidades políticas, la imposición del proyecto mayoritario sobre las minorías, la continuación de un modelo productivo, etc.. Creemos que si estas estructuras y dinámicas fueran analizadas a conciencia serían rechazadas por muchos de los que hoy, de forma repentina, veneran al chavismo. He aquí la gravedad del asunto. He aquí el borreguismo de izquierdas. No es porqué se esté en contra del liberalismo y del imperialismo yankee que uno se convierte en garante de la libertad. Para nada.
No pretendemos igualar a Chávez a ningún cabeza de Estado occidental pero la falta de advertencia en cuanto a la posible recuperación/estatización de la lucha social, nos asusta. Ante este estado de aborregamiento (es decir, ante esta falta de crítica) tememos que la propuesta de modificar el capitalismo de libre mercado por un capitalismo de estado sea acogida por las mayorías con los brazos abiertos. Olvidando las lecciones históricas al respecto.
No llevamos ya un tiempo advirtiendo la falta de libertad y justicia que supone la existencia de una minoría gestora de nuestras vidas?
No llevamos ya un tiempo advirtiendo la necesidad de recuperar nuestras responsabilidades políticas y dejar de delegarlas a aquellos que nos dicen que harán lo mejor por nosotros? Por qué idolatramos entonces un estado de cosas que incluye en su seno ambas problemáticas? No es esto una mitificación ciega?
Por otro lado, no es el acaparamiento de tierras y medios uno de los motivos que nos han llevado a la situación actual?
No es gracias a que las tierras y medios están acaparados por las minorías propietarias que se nos niega el libre acceso a los bienes necesarios para la vida y se nos impone el trabajo asalariado?
Por qué deberíamos idolatrar entonces un estado de las cosas en el que los medios para la vida siguen estando igualmente acaparados por una minoría gestora, por una nueva burocracia dirigente? No es esto de nuevo una mitificación ciega?
No es la abolición de las clases lo que busca el socialismo? Porque alabamos entonces un estado de cosas en el que existe una clase dirigente y una clase productora?
Como decía un compañero: Consideramos que hay una frontera entre defender las políticas progresistas de Chávez frente a la derecha y mitificar y adorar el chavismo que no deja de ser una forma de estado y de capitalismo.
ABAJO LOS ESTADOS. ABAJO LAS IDOLATRIAS Y LOS CIEGOS MITOMANOS.
POR EL COMUNISMO LIBERTARIO!
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