La Internacional de Resistentes a la Guerra es la red
antimilitarista, con sede en Londres, más antigua del mundo, basada en la adhesión
a la declaración “La guerra es un crimen contra la humanidad. Por ello me
comprometo a no apoyar ningún tipo de guerra, y a luchar por la eliminación de
todas sus causas”. Con motivo del Día Mundial Contra el Gasto Militar, a
celebrarse el próximo 15 de abril, sus miembros latinoamericanos estamos
promoviendo una declaración regional llamada “No más armas para Latinoamérica”,
que difundiremos ampliamente ese día. Si tú, o tu organización desean
suscribirla, envien un email a : info@wri-irg.org
(También puedes suscribir la declaración en los comentarios
de este artículo, y nosotros haremos llegar tu firma a la IRG)
:: No más armas para
Latinoamérica
Declaración regional por el Día Mundial de Acción Contra el
Gasto Militar
El 15 de abril se celebrará el Día Mundial Contra el Gasto
Militar, iniciativa coordinada por la Oficina Internacional de la Paz (IPB por sus
siglas en inglés). Las organizaciones
por la paz en Latinoamérica, provenientes de distintas y diversas historias y
culturas, con una larga trayectoria de apuesta por la resolución noviolenta de
los conflictos, nos sumamos a este día y decimos No más armas para Latinoamérica.
El gasto militar sigue siendo una de las grandes falencias
de las democracias en Latinoamérica. Aunque por muchos años a nivel regional no
se han vivido conflictos armados entre países, el gasto militar ha mantenido
una curva ascendente. La justificación de este gasto militar tiene que ver con
el concepto de disuasión militar: los países armados previenen ser atacados
militarmente y por lo tanto previenen la necesidad de usar tales armas. Esta
justificación cada vez tiene menos razón de ser, ya que la cooperación regional
es cada vez más importante. Alianzas como el UNASUR confirman la
interdependencia entre los países, especialmente en términos económicos. El megaproyecto
IIRSA (Integración de Infraestructura Regional de Sur América), con sus
nefastas consecuencias para las comunidades y el medioambiente, es otro ejemplo
de esta integración, que confirma que América Latina está muy lejos de la
posibilidad de conflictos armados entre países en la región.
El gasto militar en
Latinoamérica sufrió un gran aumento en la década de los 80, estrechamente
relacionado al período de la guerra fría. Es un hecho que históricamente
EEUU ha jugado un rol intervencionista en Latinoamérica y ha tratado de
influenciar económica, política y militarmente la región, y todavía mantiene
claros intereses en la región, que se manifiestan de forma más brutal en la
ayuda militar a Colombia. La llamada “guerra a las drogas” y la existencia de
bases militares de EEUU en el continente. Al mismo tiempo EEUU mantiene estrechas
relaciones económicas con muchos países del continente haciendo poco probable una
intervención militar. Sin embargo, EEUU
no es el único país con fuerte interés en la región. Europa y Rusia también
tienen grandes intereses, especialmente económicos. Esto lo demuestra el
hecho de que en los últimos diez años es Rusia y no EEUU quien ha vendido más
armas a países en Latinoamérica. Entre el 2000 y el 2009 Rusia exportó armas
por una cifra de 2308 millones de dólares, estando EEUU en segundo lugar con
2177 millones de dólares, a ellos le siguen Holanda 1201 millones de dólares y
Francia 1107 millones de dólares. (Fuente SIPRI)
Es bien conocido el uso de armas para la represión interna
en el continente. La historia de dictaduras militares es un vívido recuerdo de
cómo las armas han sido usadas para la represión interna más que para la
defensa de un enemigo externo, muchas veces construido y no real. El golpe de
Estado en Honduras y el golpe parlamentario en Paraguay nos recuerdan que
prácticas golpistas todavía son una realidad. Aunque ya no contemos con
dictaduras militares en la región desde hace dos décadas, las armas siguen
siendo usadas para la represión interna.
En particular contra comunidades indígenas en defensa de sus tierras y en lucha
contra proyectos extractivistas, como también contra movimientos sociales, que
casi como un fenómeno generalizado son fuertemente criminalizados. La
militarización de las policías y el aumento de policías privadas no hacen más
que intensificar la violencia en las calles de nuestros países.
Un fenómeno generalizado también es la creciente militarización
de la asistencia humanitaria, pasando al ámbito militar labores históricamente
denominadas civiles. Por ejemplo el incremento del uso de fuerzas militares
para enfrentar catástrofes naturales o para el control migratorio, son parte de
la justificación del gasto militar.
A nivel regional, Brasil lleva la delantera en cuanto a
producción militar. Este país se ha convertido en líder mundial particularmente
en la producción aeronáutica militar. A nivel de importación militar los países
que más han gastado en compra de arsenal militar en la última década son: Chile (3748 millones de dólares),
Venezuela (2570 millones de dólares), Colombia (1377 millones de dólares) y
Brasil
(1293). (Fuente
SIPRI)
Todo esto nos hace decir hoy más que nunca: no gastemos más
en armas que no hacen más que ir en contra de nuestros pueblos y hace que las gigantescas
sumas de dinero que van al gasto militar no puedan ser usadas para el gasto
social, tan necesario en nuestra región.
Te invitamos a sumarte
al Día Mundial de Acción Contra el Gasto
Militar el 15 de
abril y juntos decir No más armas para Latinoamérica!
Organizaciones firmantes:
Para más información contacta: info@wri-irg.org
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