Willy McKey
La métrica es la prisión del poeta. Más que una casa por cárcel, es una jaula. En lo sonoro es imposible el engaño, el subterfugio, el simulacro. Ningún poeta puede fugarse de la métrica si decide entrar en ella. Quizás esa imagen sea la que movió recientemente a nuestra ministra para el Servicio Penitenciario al mundo del verso.
La emoción que tiene el trabajo político en época electoral es capaz de despertar talentos donde uno menos espera verlos. Transcribo aquí algunos de sus versos:
“Hablando de rima y prosa,
los escuálidos sufrían
ya que ninguno en sus planes
resultados le darían
al mirar siempre triunfante
al Comando Chávez Frías”.
En un arranque lírico, en uno de los pocos momentos de ocio que un ministerio como el que ella atiende dejan en la agenda, Iris Varela se ha acercado al verso popular con la cándida y errática sonoridad de los principiantes.
Pero un poema no es sólo la voz que habla en ellos, sino su objeto: el poeta, popular o no, le escribe a lo que le interesa para entender el mundo que nombra. Varela optó, a través de su cuenta personal en Twitter, por dedicar sus octosílabos a uno de los candidatos presidenciales.
“Tenía los ojos puyúos
y apartamento en New York
quería ser presidente
pa’ joder a la nación.
Pueblo no quiere pajúos
por eso lo derrotó”.
Es evidente que las limitaciones de espacio de la red social que la ministra escogió para hacer públicos sus versos son un problema menor. Sobre todo si lo comparamos con las limitaciones de espacio del hacinamiento aún sin resolver. Pero este post sólo intenta acercarse al verso como posibilidad expresiva: cómo eso que no puede declararse en el uso regular del idioma adquiere otra forma si se pone a delirar, que es en el fondo lo que la poesía hace con el lenguaje: estirarlo, someterlo a excesos, incluso hacerlo sufrir un poco. Por ejemplo:
“Ángel de la guarda
dulce compañía,
llévate a Miami
la majunchería,
que no vuelvan más
ni de noche ni de día
y sigamos a Maduro
como a Chávez Frías”
Eso me lleva a recordar que las rimas de Varela tuvieron una especie de “estrambote” o ribete extra: el hashtag #ExámenToxicológicoYa. La etiqueta me despierta curiosidad, viniendo desde la cuenta personal de quien regenta tal despacho. Sospecho que la ministra tendría problemas con el asonante si a los privados de libertad se les practicara un análisis de ese tipo, principalmente para explicar el acceso a las sustancias que aparecen reflejadas en los inventarios de cada requisa. Pero la métrica es así: plantea sus propios retos, tanto en la dimensión de lo humano como la de lo divino.
Ahora bien, luego de que la rima popular deja de ser un experimento que consigue en lo jocoso su fórmula pedagógica, el camino natural del poeta es conseguir en ella la dimensión de lo confesional. La labor del poeta es ejercer el nombramiento del universo que le toca a su voz. Y vaya que los lugares en los cuales el fatum ha puesto a Varela tienen tuétano para lo confesional. Por eso me atrevo, sin intenciones tutelares, a darle algunas sugerencias:
—Sea bienvenida a la rima,
pero poesía es verdad.
Rimemos con equidad
sobre lo que tiene encima.
Ya que en versos no escatima
para hablar sobre política,
¿pondrá dentro de su lírica
algo sobre las ya tantas
dudas que hay sobre La Planta,
mudada a otras zonas críticas?
—Aproveche que sus versos
ha colgado en Internet
y dedíquele esta vez
unas rimas a los presos.
Y ya que estamos en eso,
háblele a cada penal
del retardo procesal
y de algunos beneficios
que incrementan tantos vicios
en este mundo glocal.
—[Vamos a hacernos los locos
con lo de los celulares,
las armas, los arsenales
que consiguen (no son pocos).
Tampoco pongamos focos
en penales con piscinas,
batitubos y otras finas
diversiones en sus canchas.
Ni diga que hay banda ancha
con routers de marcas chinas]
—Si está negada a la opción
de rimar sobre el fracaso,
los muertos o el gran rechazo
que ha tenido su gestión,
coméntele a la Nación
sobre los presos de Coro,
sus torturas sin decoro
en fotos testimoniadas.
Es que si no dice nada
parece complicidad
con quienes hacen ver tan
violenta a nuestra justicia,
lenta frente a la codicia
y falta de dignidad.
—Celebro que la poesía
haya encontrado un lugar
en su tan ministerial
agenda de cada día.
Serán sólo cosas mías,
mas preferiría que en prosa
explicara algunas cosas
la mujer que de Uribana
aún no explica la malsana
muerte vil e indecorosa.
[Tomado de http://prodavinci.com/blogs/a-proposito-de-la-poesia-de-iris-varela-sic-por-willy-mckey/]
La métrica es la prisión del poeta. Más que una casa por cárcel, es una jaula. En lo sonoro es imposible el engaño, el subterfugio, el simulacro. Ningún poeta puede fugarse de la métrica si decide entrar en ella. Quizás esa imagen sea la que movió recientemente a nuestra ministra para el Servicio Penitenciario al mundo del verso.
La emoción que tiene el trabajo político en época electoral es capaz de despertar talentos donde uno menos espera verlos. Transcribo aquí algunos de sus versos:
“Hablando de rima y prosa,
los escuálidos sufrían
ya que ninguno en sus planes
resultados le darían
al mirar siempre triunfante
al Comando Chávez Frías”.
En un arranque lírico, en uno de los pocos momentos de ocio que un ministerio como el que ella atiende dejan en la agenda, Iris Varela se ha acercado al verso popular con la cándida y errática sonoridad de los principiantes.
Pero un poema no es sólo la voz que habla en ellos, sino su objeto: el poeta, popular o no, le escribe a lo que le interesa para entender el mundo que nombra. Varela optó, a través de su cuenta personal en Twitter, por dedicar sus octosílabos a uno de los candidatos presidenciales.
“Tenía los ojos puyúos
y apartamento en New York
quería ser presidente
pa’ joder a la nación.
Pueblo no quiere pajúos
por eso lo derrotó”.
Es evidente que las limitaciones de espacio de la red social que la ministra escogió para hacer públicos sus versos son un problema menor. Sobre todo si lo comparamos con las limitaciones de espacio del hacinamiento aún sin resolver. Pero este post sólo intenta acercarse al verso como posibilidad expresiva: cómo eso que no puede declararse en el uso regular del idioma adquiere otra forma si se pone a delirar, que es en el fondo lo que la poesía hace con el lenguaje: estirarlo, someterlo a excesos, incluso hacerlo sufrir un poco. Por ejemplo:
“Ángel de la guarda
dulce compañía,
llévate a Miami
la majunchería,
que no vuelvan más
ni de noche ni de día
y sigamos a Maduro
como a Chávez Frías”
Eso me lleva a recordar que las rimas de Varela tuvieron una especie de “estrambote” o ribete extra: el hashtag #ExámenToxicológicoYa. La etiqueta me despierta curiosidad, viniendo desde la cuenta personal de quien regenta tal despacho. Sospecho que la ministra tendría problemas con el asonante si a los privados de libertad se les practicara un análisis de ese tipo, principalmente para explicar el acceso a las sustancias que aparecen reflejadas en los inventarios de cada requisa. Pero la métrica es así: plantea sus propios retos, tanto en la dimensión de lo humano como la de lo divino.
Ahora bien, luego de que la rima popular deja de ser un experimento que consigue en lo jocoso su fórmula pedagógica, el camino natural del poeta es conseguir en ella la dimensión de lo confesional. La labor del poeta es ejercer el nombramiento del universo que le toca a su voz. Y vaya que los lugares en los cuales el fatum ha puesto a Varela tienen tuétano para lo confesional. Por eso me atrevo, sin intenciones tutelares, a darle algunas sugerencias:
—Sea bienvenida a la rima,
pero poesía es verdad.
Rimemos con equidad
sobre lo que tiene encima.
Ya que en versos no escatima
para hablar sobre política,
¿pondrá dentro de su lírica
algo sobre las ya tantas
dudas que hay sobre La Planta,
mudada a otras zonas críticas?
—Aproveche que sus versos
ha colgado en Internet
y dedíquele esta vez
unas rimas a los presos.
Y ya que estamos en eso,
háblele a cada penal
del retardo procesal
y de algunos beneficios
que incrementan tantos vicios
en este mundo glocal.
—[Vamos a hacernos los locos
con lo de los celulares,
las armas, los arsenales
que consiguen (no son pocos).
Tampoco pongamos focos
en penales con piscinas,
batitubos y otras finas
diversiones en sus canchas.
Ni diga que hay banda ancha
con routers de marcas chinas]
—Si está negada a la opción
de rimar sobre el fracaso,
los muertos o el gran rechazo
que ha tenido su gestión,
coméntele a la Nación
sobre los presos de Coro,
sus torturas sin decoro
en fotos testimoniadas.
Es que si no dice nada
parece complicidad
con quienes hacen ver tan
violenta a nuestra justicia,
lenta frente a la codicia
y falta de dignidad.
—Celebro que la poesía
haya encontrado un lugar
en su tan ministerial
agenda de cada día.
Serán sólo cosas mías,
mas preferiría que en prosa
explicara algunas cosas
la mujer que de Uribana
aún no explica la malsana
muerte vil e indecorosa.
[Tomado de http://prodavinci.com/blogs/a-proposito-de-la-poesia-de-iris-varela-sic-por-willy-mckey/]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.