Por:
Armando Guerra (PSL)
Asesinaron a Sabino Romero, incansable
defensor del derecho a la tierra, por la que tanto han luchado las comunidades
Yukpas de las serranías del Perijá. Su valentía y constancia le granjeó
enemigos de todos los órdenes, desde hacendados latifundistas,
narcotraficantes, paramilitares, militares, intereses transnacionales de las
extractoras del carbón, y detrás de ellos hasta personeros del PSUV y del
gobierno interesados en el desarrollo y fortalecimiento de todos y cada uno de
estos negocios.
Las comunidades Yukpas ocupan las serranías del Perija, donde se encuentran grandes yacimientos de carbón, que al ser explotados contaminan ríos y suelos importantes para sus cultivos. En diferentes momentos personeros de la gobernación del estado Zulia, del Ministerio del Ambiente y del Ministerio de Justicia e Interiores, procuraron la movilización de las comunidades indígenas, a terrenos que luego de ser evaluados por ellos los rechazaron, ya que las tierras no presentaban cualidades para sus cultivos y la cría del ganado. Las comunidades indígenas entienden el suelo que pisan como su entorno y ambiente natural por ser sus pobladores ancestrales.
Mucho se ha dicho y con ello se han llenado la boca los personeros del gobierno sobre la defensa y el reconocimiento que desde distintas instancias hacen de las culturas y tradiciones de estas comunidades. Los pobladores indígenas, sus tradiciones, crecimiento y desarrollo, tienen en común el lugar en el que se desenvuelven, que forma parte de su cultura y cosmovisión. Mal pueden los Yukpas, los Barí, o los Pemones, ser extraídos de su medio ambiente, y es precisamente eso lo que buscan los intereses del capital, bien sea de las empresas extractoras del carbón, -o del oro en el caso de las comunidades de los Pemones en Guayana- el narcotráfico, los paramilitares, los hacendados y los burócratas del gobierno que se confabularon todos para asesinar a Sabino Romero hoy, y que en meses pasados dieron muerte a seis miembros mas de la etnia de los Yukpa.
Qué podrán decir ahora, quienes desde el Estado se mostraron incapaces de detener el arma homicida que diera muerte a Sabino Romero. Qué podrán decir quienes han sido vigilantes de que se fomenta el sicariato contra dirigentes sindicales y luchadores sociales, y en este caso ahora de un defensor del derecho al territorio de los indígenas venezolanos y en particular de los pobladores yukpa. Con qué cuento nos van a venir, si a gritos los Yukpas tomaron Caracas para exigir al hoy gobernador del estado Aragua, antes ministro de Interior y Justicia se agilizara la demarcación de tierras y se entregaran los recursos de las indemnizaciones a los hacendados del Perijá. Eso nunca se hizo.
Últimamente han dicho que debemos alegrarnos por “tener la mejor Constitución en materia de derechos de los pueblos indígenas”. Así lo expresan cada 12 de octubre. Sin embargo, el resto de los días del año se desconocen y violan los derechos de todos los venezolanos incluidos los indígenas. Mataron a Sabino Romero y esta muerte estaba anunciada, y el Estado NO HIZO NADA.
Si un joven estudiante no se indigna con este asesinato, si un trabajador no comenta esta baja de la lucha por el derecho a la tierra, esa misma tierra que nos niegan porque para ese trabajador no hay tierra para construir su vivienda, si una joven de barrio no muestra su rabia, por lo que han hecho a Sabino, si seguimos permitiendo que los burócratas de este Estado se burlen de cada derecho por el que nos organizamos y exigimos su cumplimiento, estaremos permitiendo también que las trasnacionales chinas se roben los recursos de las serranías del Perijá y de las minas de oro de Las Maritas.
Indignarse por la muerte de Sabino no sólo es mostrar el brazo para luchar al lado del pueblo Yukpa y Pemón. Es rescatar el sentido de la soberanía, totalmente tergiversado por este gobierno mal llamado socialista, que coloca en bandeja de plata nuestros hermanos indígenas, tierras y recursos mineros en manos de las trasnacionales chinas, rusas y yanquis.
Hoy debemos exigir en las calles e indignación que se investigue hasta que caigan los autores intelectuales y materiales de este asesinato.
Soberanía es exigir se respetan las tierras de las comunidades yukpa.
Fuera las trasnacionales del carbón.
No permitamos un muerto más del pueblo trabajador. Ni en el campo ni en ciudad.
Castigo a los autores intelectuales y materiales del asesinato de Sabino Romero.
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