Migdalia Valdez
La comparsa carbonera la hirió de muerte
despojándola
del indoblegable defensor de sus entrañas,
del gigante en
resistencia ante los invasores desgarres
que pretenden
desfigurarle su armonía.
La sierra recibió su sangre derramada y
la fundió en la hierba
que con llanto de rocío hizo lecho para
recibir el cuerpo que caía
agonizante fulminado por las cobardes
centellas que desvanecieron su cuerpo.
El grito de dolor que impregno de
impotencia a la sierra se hizo uno
con la rebeldía compartida entre herman@s waitas que develan la
trampa que pretende enmarañar el asesinato
orquestado del valiente cacique
SABINO ROMERO.
Sabino el invencible no muere, su voz no la
apaga un miserable instrumento de muerte
accionado a traición con la infeliz misión
de callarle su razón, esa con la que desnudaba las
ficciones
gobierneras de entregarle a su gente unas tierras demarcadas que le niegan
su histórico derecho de ser dueños.
Sabino el guerrero corre por la sierra, su
sierra, pintado con colores de arcoiris
en alerta, en ofensiva, denunciando,
alertando, despertando a todo lo vivo
contra la comparsa carbonera y en ese
ansioso andar le acompañamos.
A un día de haber asesinado al gigante de
Perijá
Migdalia Valdez 4-3-2013
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