Debate: Días de duelo oficial

De un muro de Facebook

El 5 de marzo decidí no escribir en este Muro hasta la finalización del "duelo oficial".

Ese mismo día observé un atraco en la calle. Llegué a la casa y guardé silencio. La cola para abordar el transporte público hacia Guarenas era igual a la cola de todos los días: enorme y lenta. Llegué a la casa y guardé silencio. Quería tomar un taxi para llegar rápido a mi casa pero... no tenía suficiente dinero. Llegué a la casa y guardé silencio.

En los días siguientes fuí una vez al mercado. Antes conté los centavos disponibles. No encontré azúcar, entre otros productos que busqué. Entre la escasez y los precios altos (para mi..., tal vez bajos para otros) no llevé a la casa todo lo que necesitaba. Guardé silencio.

En mi familia se presentó una emergencia médica. Se pidió un préstamo para cubrir los gastos de la clínica. Así se comprometió más el presupuesto de los próximos meses. Guardé silencio.

Supe que un conocido fue asesinado durante un atraco. Guardé silencio.

Observé por TV a los tiranos de Bielorrusia, Cuba, Nicaragua e Irán, pisando suelo venezolano. El régimen le rindió honores a estos dictadores. En el Día Internacional de la Mujer se le rindió honores al presidente de Irán. Guardé silencio. Ví que en la Academia Militar estuvo un alto representante del Estado chino, el mismo Estado que reprime ferozmente a los disidentes, censura Internet y permite una cruel explotación capitalista de millones de hombres y de mujeres, sin respeto alguno de los derechos de los trabajadores reconocidos en el ámbito internacional.

Leí y escuché a muchos chavistas pidiendo “respeto”. Entonces recordé cuando hace unos años, el presidente de la República, en cadena nacional, pidió a sus seguidores presentes en el Teatro Teresa Carreño “una pita” para los docentes que aquel día participaron en un paro nacional por aumento de salarios. Pensé en las maestras… Durante estos días, cada vez que un chavista pedía respecto yo recordaba una cadena. Guardé silencio.

Todavía no había terminado el “duelo nacional” y Maduro anunció el inicio de la campaña electoral. Guardé silencio.

Observo la “manipulación mediática” que utiliza el sentimiento de solidaridad ante la muerte de un semejante. Guardo silencio.

Escucho la repetición incesante de mentiras en los medios de propaganda oficial y… guardo silencio.

Veo a un señora que modera un programa del VTV pidiendo, casi que exigiendo, que los venezolanos opositores le manifiesten un “sentido pésame” y que vayan a la Academia Militar; y me pregunto ¿cuándo un doliente sincero de un difunto pide o exige un “sentido pésame”? Sigo guardando silencio.

Me pregunto si quienes “piden respeto” entienden lo que esto significa. Encuentro una respuesta: si lo entienden, si lo saben pero no lo practican. La mayoría entre quienes piden respeto está manipulando, tienen un interés político y, tal vez, un interés económico. Quienes están pidiendo respeto no se ganan mi respeto. Y sigo guardando silencio.

Yo guardo silencio pero la realidad grita:

¡Venezuela es un país pobre, endeudado!

¡En Venezuela no se produce la mayoría de los alimentos que se consumen!

¡En Venezuela, los docentes son los trabajadores públicos con más baja remuneración!

¡Las calles de Venezuela están en manos del hampa!

¡La corrupción en la administración pública es impresionante y “una mano lava la otra”, “hoy por ti mañana por mí”, “te ayudo a mover los papeles y tu me ayudas…”, “cuánto hay pa´eso” y otras frases típicas del funcionario público ladrón se han multiplicado en los últimos años!

¡Los fondos públicos se malversan, se usan en campañas electorales!

¡Los egresados de la UPEL son discriminados en las Zonas Educativas!

¡La lista Tascón se renueva a cada rato!

¡Todos quieren un título o un certificado pero pocos quieren aprender!

¡Las avenidas, carreteras y autopistas están destrozadas!

¡El sindicalismo venezolano está dividido y destrozado!

¡El movimiento estudiantil… no hay! ¡Existen seguidores y no-seguidores, pero movimiento estudiantil… no hay!

¡Los “apagones” ocurren a diario!

¡Los liceos oficiales se deterioran en todas sus dimensiones!

¡Los jóvenes talentosos piensan en la emigración!

¡Las leyes y los tribunales cada vez son más duros con los disidentes!

¡TVES en un fracaso!

¡La moneda nacional se devalúa y la inflación se traga los salarios!

La realidad seguirá gritando y el moderno “opio del pueblo” seguirá aletargando… hasta que la realidad les choque en la cara.