Rafael Iribarren
.-* El calendario para la “Victoria perfecta” de Chávez
El calendario electoral inicial 2012/2013 para la “victoria
perfecta”, preveía menos protagonismo y posibles “faltas temporales” de Chávez;
pero no “falta absoluta”; preveía encargar al vicepresidente que designara o
ratificara en el acto mismo de toma de posesión en la AN el 10 de enero. Pero, y
según algunos, el vicepresidente no sería un civil sino un militar activo.
Durante su campaña para la reelección Chávez anunció que sus candidatos a
gobernadores de Monagas Miranda y Carabobo eran respectivamente Cabello Jaua y
Maduro; aquel ya presidente de la
AN, el segundo, vicepresidente y ministro y, el último, igual
ministro, canciller. Pero, ya reelecto, en el acto de su proclamación en el CNE
el 10 de octubre, sorpresivamente, anunció la sustitución como vicepresidente
de Jaua por Maduro; y no mencionó, ni lo volvió a hacer, la candidatura de
Cabello para Monagas. El único de los tres que fue mantenido como candidato,
finalmente derrotado el 16 de diciembre, fue Jaua, que durante 3 años
vicepresidente y ministro fungió como segundo hombre del régimen.
.-* La unidad y la abstención del chavismo
Estando previsto que fueran simultáneas; separar las tres
elecciones, presidenciales regionales y
locales, aunque también, no fue tanto en función de mejorar la ventaja y
“ganarle” a la oposición; a pesar del fuerte impacto político que tuvieron las
primarias; sino determinantemente en
función del chavismo. El sentido primero de dicha separación fue el de reducir
al mínimo, y administrarlo secuencialmente, el impacto negativo que previsible
e inevitablemente tendría la crisis y caotización internas del chavismo, en las
campañas y los resultados electorales, particularmente en las presidenciales. Y
aunque tuvo efecto, fue relativo; la unidad del chavismo, aparte la fuerte
tendencia a abstenerse que de todas formas se evidenció ese día, el 7 de
octubre sí la hubo: no fue igual en
diciembre, cuando la disidencia y el rechazo de sus mismas bases a las
candidaturas chavistas fueron generalizados. Cómo previsiblemente se repetirá
en las locales; en las que las cúpulas no podrán controlar la disidencia.
Siendo muy poco factible que la unidad lograda en octubre se mantenga para las
próximas eventuales nuevas elecciones presidenciales
.-*El “Estado comunal” para la “Nueva Geometría del Poder”
ahora o nunca
El “Programa de La
Patria” para El Estado Comunal”, realmente se concibió, y es,
como un “ahora o nunca”; como una huida hacia delante; en función del creciente e intenso rechazo nacional a su
autoritarismo; y de las previsibles, hoy más que concretas, limitaciones
crecientes de Chávez para seguir en el mando como hasta ahora. Pero
determinantemente y en el marco del caos nacional, se concibió en función de la
profunda postración ética política y político-organizativa, irreversible, en
que realmente está el chavismo. “El Programa de la Patria”, aparte su
inviabilidad decimonónica, está planteado como la única y última posibilidad
concreta de Chávez seguir en el Poder;
de continuidad y hasta la existencia misma del chavismo; incluso, hasta en el
coto plazo.
.-*La metástasis sobrevenida de Chávez descuadra el
calendario para la “Victoria perfecta”
El calendario electoral 2012/2013 para la “Victoria
Perfecta” a ser garantizado como siempre, y como fue y seguirá siendo, por el
sistema en línea para la reelección indefinida; SAIME-CNE-TSJ-PR, (Servicio
Administrativo de Identificación Migración y Extranjería-Consejo Nacional
Electoral-Tribunal Supremo de Justicia-Plan República); y “El Programa de La Patria”; conforman la
programación y ejecución de la secuencia
de eventos giros y transiciones, hacia la constitución y consolidación de un
sistema nacional militarizado de control absoluto sobre la vida y la política
nacionales; de control absoluto sobre el país todo, y obviamente sobre la
oposición; bajo el mando absoluto y
creciente de los militares y Chávez, cuyas capacidades y disposiciones
psico-somáticas decadentes se administrarían adecuadamente
La sobrevenida gravedad del cáncer, que se había asumido y prácticamente decretado, que estaba curado, descuadró la estrategia de
la “Nueva Geometría del Poder”; la fluidez de la secuencia de eventos y
acciones programada y prevista a ser ejecutada a partir de la “Victoria
Perfecta”. Se descuadró hasta el punto de que, no prevista inicialmente, tuvo
que considerarse hasta la “falta absoluta”;
y hasta la posibilidad de las nuevas elecciones presidenciales a las que
se refirió el mismo Chávez en su dramática rueda de prensa del 8 de diciembre cuando delegó funciones en
Maduro y lo designó su eventual sucesor, como su candidato. Incluso hasta
quedar en la incertidumbre, el que dado por hecho y reducido a solo un paso y
hasta como un mero formalismo, la toma de posesión como
presidente reelecto el 10 de enero.
.-* El verdadero problema, el aglomerado que es el chavismo,
la gente chavista
La tranca para aplicar la Constitución en
relación a la falta temporal y la toma de posesión, a raiz de Chávez no haber
podido estar en el país el 10 de enero,
en lo concreto, resultó de la sorda tensión interna entre los chavistas,
últimamente complejizada con él hospitalizado en La Habana, por la relación del
chavismo y la jerarquía cubana que los tutorea. Pero ese no fue la determinante
principal, ni inmediata entonces, ni en perspectiva, para Chávez y la cúpula
cubano-chavista. Lo determinante fue y sigue siendo, el chavismo de masas, de a
pié; la gente chavista, sin estructura ni organización, salvo su participación
en nóminas y listas de asignación, que no reconoce y no se siente vinculada
sino a Chávez. La gente, en función de
cuya beligerancia e insubordinación y disidencia se hizo el calendario
electoral y se diseñó el Programa de La Patria, y que ahora está y se ve sin cauce ni
referencia confiable para sus expectativas. Tal incapacidad de la cúpula
chavista, a pesar del cómico estreno de
¡un “Secretariado Político”!, pret a porter; y del comando binacional
constituido en La Habana,
será imparablemente sobrepasada por la intensidad de la dinámica sociopolítica
por venir, y la diáspora y beligerancia generalizadas que se profundizarán de
los centenares y hasta miles de grupos sin estructura ninguna que hoy son el
chavismo de a pié. Pues, ni a nivel cupular, ni, menos a nivel de las bases y
la gente, la idea, realmente leyenda, de la existencia de “dos grandes
corrientes, las civil y la militar” corresponde a la realidad del chavismo. El
chavismo, obra del mismo Chávez, no es más que un aglomerado aluvional sin
estructuras ni cauces ni “corrientes” de ningún tipo.
Y el drama está en que a la cúpula o el cogollo chavista,
que no tiene nada de colectivo ni cuerpo colegiado ni menos de dirección
política; el PSUV es una entelequia y el Polo Patriótico una retórica; cúpula
que sin Chávez carece de una real capacidad de dirección político-organizativa,
incluso dentro del PSUV; le resulta imposible, salirse del guión de La Habana, supuestamente
dictado por Chávez; para hacer la menor concesión, no ya a la oposición; sino
que, aún menos, hacia “dentro” del chavismo mismo
.-* El rechazo
chavista a dar poder Cabello
Acertadamente se señala que la negativa de la cúpula
chavista a declarar la “falta temporal” y que
Cabello asumiera temporalmente la Presidencia, fue por no darle poder fáctico, fuera del control concreto inmediato
de Chávez. Aunque éste en su rueda de prensa del 8 de diciembre lo refirió como
escenario ante la posibilidad de que no pudiera estar presente el 10 de enero,
y/o que la “falta absoluta” fuera inevitable. Y, aunque adelantándose a esa
circunstancia, de una vez, designó a Maduro su candidato a la Presidencia en las
elecciones que tendrían que hacerse y para quién de entrada pedía un apoyo
total; lo que obviamente suponía, ya en ese momento sí lo preveía,
declarar la “falta absoluta” y que el presidente de la AN se encargue. Tal
absoluta negativa a implementar lo
establecido en la
Constitución en su artículo 231; y contradiciendo
indisimuladamente la voluntad expresa
del mismo Chávez de que se implementara, es precisamente la medida de la
incapacidad e inconsistencia de la
cúpula chavista cubano-venezolana para asimilar lo que podría significar
entregarle el poder a quién desprestigiado como corrupto e incapaz, es
rechazado por la inmensa mayoría del chavismo, según, por los tutores cubanos;
y, aparte leyendas, hasta por una buena parte de militares activos; además de
señalado como asociado y en connivencia con sectores empresariales y de la
oposición.
.-* Crisis político-institucional; crisis socio-política, de
Poder
Se dijo, también correctamente, que el manejo
político-institucional de la ausencia de Chávez era una cuestión “política”,
mas, que procedimental relativa a lo que establece la Constitución y sus
posibles interpretaciones. Pues en efecto, dicha ausencia desencadena una
profunda crisis política en la que lo constitucional y lo procedimental pesan
muy poco o nada en su conformación y posible desarrollo. Y es una crisis
profunda política en dos sentidos En uno, se trata de la confrontación de
factores de poder entre los que no hay posibilidad concreta de consenso
significativo sustentable mas allá de mientras Chávez esté o pueda invocarse
creíblemente. Dentro del cogollo chavista realmente no existe posibilidad
alguna de consenso. Nunca lo ha habido; ni, por lo demás, nunca fue necesario
Ni siquiera lo hubo en La
Habana, donde lo que, según, se dio, fue lecturas de
cartillas supuestamente con la voluntad de Chávez; al igual que sucedió con la
comunicación enviada por Maduro a la
AN a través de Cabello, cuyo físico nadie nunca vio, nunca se
mostró; cuyos contenidos de tales supuestas expresiones de la voluntad de
Chávez, se reducían a invocar el espectro del caos total y el acabose
chavistas, de no mantenerse la unidad bajo su imagen. Sin consenso real dentro
del chavismo; con solo una expectativa quieta de no jugar adelantado mientras
se le invoque creíblemente; se hace imposible ningún otro consenso. La
imposibilidad de consenso o negociación interna en el chavismo y externa con la
oposición, es lo que determina la crisis de los factores de poder en la esfera
de lo político-institucional.
Pero es una crisis política de fondo; una crisis estructural
incubada en lo profundo de la sociedad
en su conjunto, en sus relaciones con el Poder. Es una crisis, un desfase, entre
lo sociopolítico, la gente, y lo político-institucional, el Poder, el Estado,
el Gobierno. No hay dos Venezuelas, ciertamente; dos países diferenciados y
específicos; no Aunque hoy si hay dos subjetividades generales; con
percepciones de sí mismas y cada una de la otra; de sus relaciones con el
Poder, diferentes y básicamente excluyentes. Entre la esfera de lo
socio-político conformada por la gente de ambas subjetividades, y la esfera de
lo político-institucional en que se debaten y confrontan las cúpulas y cogollos
oficialistas y oposicionistas, chavistas y puntofijistas, no hay relación; no
hay ningún tipo de articulación estructural ni secuencia estructurante. Hoy, la
única relación real, concreta, de la gente con el Poder, son la taquilla la
nómina el listado y el centro de votación. Que Chávez no se haya juramentado el
10 de enero, que se haya terminado imponiendo a riesgo la tesis de la
continuidad por encima de la de los lapsos; que los cubanos y\o Maduro y\o
quienes fueran, descartaran la posibilidad de que Cabello fuera Presidente
temporal, no fue un problema para la gente; ni para la no chavista ni para la
chavista. La gente sigue su vida. A la convocatoria, sin sentido por lo demás,
de la gente chavista a estar ante la
AN cuando su instalación el 5 enero, la respuesta fue
vergonzosa; solo algunos cientos de remolcados, mientras las playas de Vargas y
Barlovento estaban abarrotadas, y por los terminales de pasajeros iban y venían
millones hacia y desde todas partes del país. La gente, en general, incluida la
chavista, la que fue y la que sigue siendo, hoy está subjetivamente
desentendida de lo político-institucional, de partidos polos y frentes, de todo signo, en los que no
cree, a los que no les ve sentido y de los que no espera nada. Más allá de los
cuentacuentos y matriceadores tarifados, para la promoción de leyendas
mediáticas, hoy principalmente sobre Chávez; sobre la supuesta
mágico-religiosidad de la subjetividad chavista; la realidad es que el
chavismo, cotidiana y circunstancialmente, además de menguante, desmovilizado,
está determinantemente clientelizado.
.-* Ni chavismo ni oposición convocan ni mueven
El cabildeo mediático previo a la sesiones de la AN del 5 y del 7 de enero y la
sentencia o resolución del TSJ del 8, marcaron el momento final de la dinámica
político-institucional, entre la oposición y el chavismo. A partir entonces en
ese ámbito, político-institucional, ya no fue ni es posible nada nuevo ni
diferente a la repetición día a día de las mismas pastillas retóricas y el mismo
gesticular de los unos contra los otros. Si por una parte la oposición no ha
podido ir mas allá de su política mediática, de denunciar como inconstitucional
etcétera la concreción de la continuidad, de que se gobierna desde La Habana, del secretismo sobre
el estado real de Chávez; el chavismo igualmente tampoco pudo ni ha podido ir
mas allá, de acusar a la oposición de lo
que sea; de lo mismo de siempre; de sus supuestos intentos desestabilizadores y
magnicidas, de manipular cruelmente sobre la salud de Chávez, etcétera. No
existiendo posibilidad alguna de diálogo y en consecuencia, de consenso, el
juego político-institucional está trancado, estancado.
Correlativamente al estancamiento político-institucional,
las iniciativas de convocar a la gente a involucrarla en las, “estrategias” de
cada quién, de llevar a la calle la confrontación retórica que se viene dando
en los medios y los ámbitos político-institucionales, han producido resultados
más que pobres. La referida convocatoria oficialista a la sesión del 5 de enero
de la AN,
primeramente, y la ‘posterior del 10 al acto de juramentación de “todos somos
Chávez”; mostraron la muy limitada
capacidad real de movilización de la “maquinaria chavista”; y la escasa
respuesta de sus mismas bases a su convocatoria.
Vale destacar en relación a las movilizaciones chavistas del
10, aparte de que la convocada por el
cogollo psuvista a la avenida Urdaneta, ocupó y holgadamente, no mas de cinco
cuadras; hubo otro acto previo, no parte
de la misma convocatoria ni con igual motivación.. Entre las escalinatas de El
Calvario el Liceo Fermín Toro y la
Plaza de El Silencio, celebrando el aniversario de la muerte
de Zamora, previo al de la avenida Urdaneta, a primera hora de la tarde, se
realizó una concentración en la que la figura central fue el ex- vicepresidente
Elías Jaua.
Por parte de la oposición dentro de su misma acción
mediática de siempre denunciando las
actuaciones oficialistas, la MUD
convocó una marcha el 23 de enero, que
luego desconvocó; de “rechazo vivo” en la calle a la continuidad asumida por el
chavismo. Amén de la agitación grupal universitaria en dos o tres estados; y
mientras, algunos de sus grupos y partidos y candidatos, por iniciativa propia,
convocaron y hasta amagaron hacer actos en las plazas de las zonas en que
tienen base electoral. Tales convocatorias, realmente escuálidas, y solo
material de base para la manipulación mediática; igualmente mostraron la
distancia de las cúpulas y los cogollos de oposición a la gente, la esencia
mediática de su constitución y actuar políticos; su muy precaria capacidad de
convocatoria reales, como pretendida dirección política..
.-*,
La cúpula chavista-castrista, un “Secretariado
Político”,“pret a porter”, nombrado sobre la marcha en La Habana; obviamente hubiera
preferido implementar alguna variante de juramentación y toma de posesión
formal, institucional, de Chávez reelecto. La pretendida originalidad de “la
revolución bolivariana”, la “filigrana
revolucionaria” del “socialismo del siglo XXI”, según, está en que se da “en
democracia”. Que es una revolución, que se legitima dentro de la
institucionalidad clásica de la democracia liberal-burguesa; que logra y ejerce
una hegemonía montada sobre una representatividad absoluta, resultado de elecciones hechas exactamente
con el mismo modelo, técnicas, procedimientos, que las de cualquier país del
centro del capitalismo mundial, norteamericano o europeo. Los cambios de
posición, las idas y venidas, en sus voceros, entre las opciones de la
continuidad y la de los lapsos, sobre la procedencia o improcedencia de
declarar faltas “temporal“ o “permanente”, y la posibilidad de nuevas
elecciones presidenciales, amén de la posible designación de un presidente
encargado; fueron y son, expresión de la ponderación de los costos y riesgos políticos de verse obligados a
descartar, como finalmente fue, la opción preferible de la toma formal de
posesión. Para el chavismo, dentro de los varios escenarios que tenía,
negativos todos, a partir de la gravedad sobrevenida de Chávez, el menos
negativo menos costoso y manejable políticamente, fue el de ganar tiempo y
apostar, primero, a la posibilidad de que hubiera una recuperación que permitiera
alguna presencia formal; y, en tal caso, a que un desenlace fatal o una
imposibilidad permanente, se diera luego de lograr alguna forma de estructurar
una transición institucional constitucional, de la continuidad chavista.en el
poder. El chavismo, siempre en plan electoral. El acto de juramentación de
“todos somos Chávez” de la
Avenida Urdaneta, sin disimulo; fue el inicio a lapsos
inciertos, de la campaña y el lanzamiento de la precandidatura de Maduro; al
menos para entonces, al menos por un sector de los cogollos chavistas; y, al
menos mientras se definan las condiciones en que Chávez pueda ser mantenido o
haya que asumir que se separe definitiva
y/o formalmente del Poder. También y determinantemente, al menos mientras se
logra contener y retardar la implosión chavista.
.-*
Para la oposición, congregación de candidatos y franquicias
candidaturales que es, particularmente para los candidatos y grupos más
mediáticos y mas vinculados a los factores de poder financiero, el momento, al
menos en principio, lució perfecto. Ya no había que esperar al 2017 o 2018 para
lanzarse abiertamente en campaña. La perspectiva, bastante posible por lo
demás, desde la rueda de prensa de Chávez del 8 de diciembre, de unas
elecciones presidenciales inmediatas; a pesar de que como es previsible, el
sistema SAIME-CNE-PR-TSJ, dentro de su función de garantizar la “Victoria
Perfecta” va a seguir garantizando
iguales resultados que el 7 de octubre y el 16 de diciembre. No importa; se
trata de aprovecharlas para aumentar la proyección mediática de los candidatos
y para reactivar la promoción regional y
local de las franquicias candidaturales de que se dispone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.