por Ángel Arias
Las comunidades Pemón de la Gran Sabana se
cansaron de oídos sordos y hostigamientos por parte del Ejército y la Guardia
Nacional Bolivariana, se pusieron en pie de lucha trancando vías, ocupando
aeropuertos, y desarmando y reteniendo a más de 40 militares, exigiendo la
presencia de Maduro y varios ministros.
Este viernes 08, víspera de Carnaval, en
horas de la tarde, fue noticia y corrió de boca en boca, el anuncio por parte
del gobierno de una típica medida de ajuste capitalista, antiobrera y
antipopular: la devaluación en 46% del bolívar. Pero no fue el único hecho
importante del día. En horas de la mañana supimos que varias comunidades pemón
de la Gran Sabana habían desarmado y retenido a 43 militares de los que vienen
ejecutando labores de hostigamiento y abusos contra estas comunidades. La
medida gubernamental, mala noticia. La medida de lucha de los y las pemón,
buena noticia.
¿Por qué luchan las comunidades Pemón?
El origen inmediato del conflicto está en
la decisión del gobierno nacional de reservar para el Estado la exclusividad de
la exploración y explotación del oro –con el argumento de combatir la minería
ilegal-, haciendo totalmente a un lado a las comunidades originarias y
ancestrales de la zona, y desarrollando una ofensiva militar para hacer
efectivo el decreto gubernamental.
En el comunicado difundido por las
comunidades Pemón en lucha, denuncian “la inminente, masiva e intensificada
militarización de nuestras tierras comunitarias, para cumplir con las
disposiciones del decreto de explotación del oro”. Señalan “a) la reducción y
limitación de los servicios aéreos hacia nuestras comunidades; b) retención de
los transportes aéreos privados, quienes muchas veces han colaborado con
nuestras comunidades en casos de emergencias; c) control exagerado, abusivo,
parcializado y discriminativo de los militares bajo el orden del Gral. Clíver
Alcalá Cordones, Comandante General de la Región de Defensa Integral Guayana
(REDI-Guayana), lo cual muchas veces se traduce en la retención arbitraria e
inconsiderada de nuestras mercancías de primera necesidad, bajo alegato de que
todo es para la explotación minera, afectando la sobrevivencia física de los
miembros de nuestras comunidades Pemón, violando nuestros derechos reconocidos
en la Constitución Nacional y en los documentos internacionales válidamente
suscritos y ratificados por la República Bolivariana de Venezuela y, d) la
limitación de los aeronaves ha creado una especulación abusiva de los precios
de transporte por los pocos transportistas aéreos permitido por la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana".
Los Pemón rechazan la "Ley de
Nacionalización del Oro", que es el fundamento para la militarización y
demás acciones de hostigamiento, porque pisotea por completo sus derechos sobre
el territorio que han habitado ancestralmente y sobre los recursos que han
trabajado desde hace mucho y les sirven de sustento. Señalan que el decreto es
inconstitucional y exigen su anulación porque es una “violación del derecho de
nuestras comunidades a ser informados y consultados acerca de las implicaciones
del Decreto Ley sobre nuestro hábitat y los recursos naturales existentes en
nuestros territorios y, en particular, sobre la forma de aprovechamiento de los
recursos auríferos”; “violación de nuestros derechos como pueblos indígenas por
la declaratoria de nuestras tierras ancestrales como zonas de seguridad,
violando nuestros derechos a la propiedad sobre nuestras tierras y el derecho
de continuar con nuestro sistema productivos tradicionales y con la
organización social y política que hemos tenido hasta ahora de acuerdo a
nuestras costumbres ancestrales, lo cual se verá ineludiblemente afectado por
las potestades que ejercen la administración pública y las fuerzas armadas en
las zonas declaradas de seguridad, sin que hasta ahora se haya cristalizado el
mandato constitucional y el anhelo de nuestro pueblo, que es el reconocimiento
legal de nuestras tierras y hábitat mediante la titularización”; “violación de
nuestros derechos como pueblos indígenas al aprovechamiento de los recursos que
se encuentran en nuestro territorio”; “violación de nuestro derecho a
participar efectivamente en el diseño e implementación del nuevo modelo
productivo y en los beneficios del aprovechamiento de los recursos naturales de
nuestras tierras ancestrales”.
Más claro, imposible. El Estado y el
gobierno proclaman derechos de los pueblos originarios que pisotean en la
práctica concreta. No solo que después de trece años de promulgada la nueva
constitución –y de supuesta “revolución”- no se ha hecho efectivo el
reconocimiento legal de las tierras de los pueblos originarios de la zona, sino
que además el gobierno decide qué hacer y cómo en el territorio y sus recursos,
sin consultar a las comunidades originarias ni contar en lo más mínimo con su
opinión, al contrario, les lanzan la militarización y hostigamientos. ¿Y el tan
mentado “poder popular”? ¿Y la fulana “democracia participativa”? ¿Y el “pueblo
legislador”?
Una “nacionalización” que no cuenta con los
pueblos originarios… ¡pero sí con el capital transnacional!
Pero con quien sí se sienta el gobierno a
conversar amablemente y negociar es con los capitales transnacionales
interesados en la explotación del oro, en especial con varias empresas rusas.
Desde hace varios años la transnacional rusa Agapov, a través de Rusoro Mining
explota dos minas de oro en el mismo estado Bolívar, además de tener una empresa
mixta junto con la Empresa de Producción Social Minera Nacional, adscrita al
Ministerio de Industrias Básicas y Minería (MIBAM), la empresa mixta se llama
VENRUS… ¡empresa de la que fueron despedidos en 2011 y están sometidos a juicio
varios dirigentes sindicales por un paro obrero en el que exigían
reivindicaciones y denunciaban el terrorismo laboral a que son sometidos![1]
Pero no solo es la Rusoro Mining, que se da
la mano con los burócratas “socialistas” del MIBAM –y de la Fiscalía- en su
vocación antiobrera, exigiendo cinco años de cárcel para los dirigentes
obreros. Tan reciente con el 29 de enero pasado, el ministro de Energía y
presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, al tiempo que señalaba las excelentes
relaciones y negocios entre empresas petroleras rusas y PDVSA, informando que
la Rosneft se convertía desde ese momento en el operador por la parte rusa del
consorcio nacional petrolero en Petro Miranda, afirmaba también que entre la
gama de negocios a concretar con capitales de la Federación Rusa estaba
planteado “conversar sobre la participación de empresas rusas en los bloques de
oro asignados a la Corporación Venezolana de Minería”.
Como queda claro, lo de “protección del
ambiente” y de la “soberanía” no es más que una pose que solo sirve para pisotear
los derechos de los pueblos originarios. En este caso, la política dizque
“revolucionaria” del gobierno es: con los pueblos originarios, ninguneo y
militarización, con el capital trasnacional, diálogo y buenos negocios.
Un general de confianza de Chávez,
declarado persona no grata
Los Pemón insisten en que están rechazando
la “actuación abusiva” del Ejército, al tiempo que a los militares desarmados y
retenidos les han garantizado comida, alojamiento y comunicación con sus
familiares. “Ellos también son venezolanos y por eso no los vamos a
maltratar"[2], declaran. Sin embargo, son claros y contundentes en exigir
la destitución de Clíver Alcalá Cordones –un general de confianza de Chávez-, a
quien declararon persona no grata y “enemigo número uno del pueblo Pemón,
especialmente de los miembros de las comunidades aéreas”.
Denuncian que Alcalá Cordones, “sin
escuchar nuestros planteamientos, nos ha afirmado de una manera altanera,
grosera, abusiva e incluso amenazante… que lo de él es acabar con la minería y
las actividades que él considera como las conexas antes del 5 de julio fecha en
la cual va al retiro"[3]. Afirman que "ha ordenado al Ejército
bolivariano a explotar todos los equipos mineros bien sea de las comunidades indígenas
y no indígenas y ha retenido los transportes aéreos sospechosos según él, de
trasladar suministros mineros y narcotraficantes; ordenando hacer una
requisición exhaustiva, sin que en nada les importe las necesidades de los
miembros de las comunidades pemón y la reacción que pueda generar dicha orden y
acción. Aseverando que ha dado la orden a sus soldados y oficiales de no usar
armas contra los civiles (indígenas y no indígenas), que sin embargo dice que,
como humano sus subalternos pueden reaccionar, de lo cual él no asume la
responsabilidad, porque eso escapa de sus manos". Nada nuevo bajo el sol,
la típica prepotencia de los militares burgueses, esas Fuerzas Armadas que el
gobierno nacional pretende presentar como “el pueblo en armas”.
Movilización combativa, acción directa,
organización y solidaridad en la lucha
La prensa reseña cómo además de Urimán, la
comunidad donde desarmaron e hicieron presos a los militares, otras se
movilizaron al mismo tiempo para garantizar la lucha y la solidaridad. Las
comunidades indígenas cercanas a Santa Elena de Uairén (frontera con Brasil)
cerraron el aeropuerto internacional que sirve al municipio Gran Sabana. “El
capitán indígena de San Miguel de Caroní aseguró que mantendrán la toma
pacífica del aeropuerto hasta que las autoridades militares y el Ejecutivo
Nacional den respuesta a las solicitudes de las comunidades aéreas”. "Si
no ofrecen respuesta, se tomarían acciones más contundentes", agregaba
otro dirigente indígena. Las comunidades de Canaima también cierran la pista de
aterrizaje.
En la Sierra de Perijá, los Yukpa enfrentan
la alianza del gobierno con los ganaderos y trasnacionales del carbón y la
minería
Como hemos venido denunciando y
movilizándonos en solidaridad, al otro extremo del país, comunidades Yukpa de
la Sierra de Perijá vienen librando una constante y digna resistencia contra la
usurpación de sus tierras por los hacendados y los proyectos carboníferos del
Estado junto a capitales transnacionales.
Sociedad Homo et Natura, la organización
que acompaña desde hace muchos años la lucha de los pueblos originarios de la
Sierra de Perijá –por cierto actualmente enjuiciada junto a la organización de
derechos humanos PROVEA, por ser solidarias con los yukpa[4]-, denuncia que en
la pasada campaña electoral de Arias Cárdenas para la gobernación del Zulia,
los voceros del gobierno volvieron a insistir en que el proyecto de explotación
del carbón “va contra viento y marea”[5]. Afirmaron que es clave “la
explotación de carbón, vías ferroviarias hasta el puerto de aguas profundas
Simón Bolívar en las islas San Carlos y de Pájaro y carreteras asfaltadas pare
extraer carbón binacional (con Colombia) y el puerto gabarrero minero en la
Población de Encontrado en el Sur del Lago como solución económica, vial multimodal
y energética para el Zulia”, como parte de los “Cinco Grandes Objetivos
históricos 2013-2019”.
La explotación del carbón en la Sierra de
Perijá entra entre los proyectos de “desarrollo nacional” del gobierno puesto
que este se requiere para un proyecto de níquel y carbón en el que intervienen
Venezuela, Cuba y China: se trasladaría carbón de Perijá hasta las plantas
procesadoras de níquel en Cuba, que son operadas con asesoría y funcionarios
chinos. Pero además de eso, encajaría en el “Objetivo III” del llamado “Plan de
la Patria”, que declama “Convertir a Venezuela en un país potencia en los
social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de
América Latina y el Caribe, que garantice la conformación de una zona de paz en
nuestra América”, donde se contempla el establecimiento de empresas mixtas para
la explotación minera con otros tantos capitales trasnacionales, como la ya
existente Carbones del Guasare en la mina de carbón Paso Diablo, donde
Carbozulia representa capital estatal y la empresa Anglo American Coal al
imperialismo inglés y Peabody al imperialismo yanqui.
Por estar contemplados esta serie de
proyectos de “desarrollo nacional” burgués, además de otros binacionales junto
a la burguesía colombiana, además de por atender a los intereses de los
ganaderos de la zona, el gobierno nacional viene desarrollando su política de
criminalización, aislamiento y hostigamiento a las comunidades Yukpa de la
Sierra, que incluyó el secuestro por parte de la Guardia Nacional y posterior encarcelamiento
durante casi año y medio del cacique Sabino Romero, con un juicio totalmente
amañado.
¡Así es que se lucha!
Al cerrar esta nota llegó la noticia de la
liberación de los 43 militares, luego de un acuerdo del gobierno de 11 puntos
con los capitanes de las 12 comunidades del sector 3 de Urimán. Aún no se
informan detalles del acuerdo, pero sí trasciende el punto clave de que el
gobierno se compromete a respetar el derecho de las comunidades pemón a la
explotación de los recursos que hay en su territorio.
Está por verse el desarrollo en adelante de
esta situación. Por ahora, es una victoria parcial muy importante de las
comunidades Pemón, lograda mediante sus propios métodos de lucha. Es que ver en
la prensa nacional la imagen de los militares reducidos en el suelo, atados de
manos, custodiados por los indígenas Pemón, no podía menos que causar alegría
militante. Ver la contundente respuesta de un sector de los pueblos originarios
es motivo de satisfacción. Es una capacidad de lucha y de la acción directa que
los hermanos Yukpa sería importante que retomaran.
Cierto es que los Pemón aún consideran al
general Alcalá Cordones como un “militar racista reaccionaria burgués y enemigo
del proceso revolucionario liderado por el presidente Hugo Chávez”, y que lo
ven como un “representante y defensor de los intereses de la extrema derecha”
dentro del gobierno. Es decir, no ubican que su situación de subordinación
social y económica, y los ataques que sufren, tienen que ver con la propia
lógica económica y política del proyecto de “desarrollo” burgués que
representan Chávez, Maduro y Cía.
Pero en un país donde la mayoría de las
corrientes de izquierda se han plegado –o incluso estimulado- a la lógica
perversa de que la clase obrera y los sectores explotados le hagan canticos de
“¡así, así, así es que se gobierna!” a las acciones de gobierno de Chávez, es
muy positivo ver un claro ejemplo de lucha con métodos propios de los
explotados y oprimidos, que chocan de hecho con un gobierno al que aún
consideran su aliado, un ejemplo de lucha que permitiría gritar una consigna en
otro sentido contrario a la lógica de subordinación y loas a la acción
gubernamental. Un “¡así es que se lucha!” tienen bien merecido los compañeros
pemón.
Notas
[1] Para más información, ver “Gobierno
nacional y empresa rusa buscan encarcelar a dirigentes obreros por hacer
huelga”, enhttp://www.lts.org.ve/Gobierno-naci...
[2] El Universal, 09-02-13
[3] El Universal, 08-02-13.
[4] Para mayor información, ver “Continúa
la criminalización de la protesta social. Enjuician a PROVEA y a Homo et Natura
por solidarizarse y apoyar protesta Yukpa” en www.lts.org.ve/Enjuician-a-P...
[5] Texto completo “Alarma en Machiques.
Tierra pal Yukpa o pal carbón”, en
venezuelaoriginaria.blogspot.com/2012/11/tierra-pal-yukpa-o-pal-carbon-sierra-de.html
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