Nos dejó hoy el compañero libertario
(catedrático y lengüista ácrata) y ya lo encorsetaron, lo momificaron en la
Prensa ("ABC" y "El País") como una suerte de pensador
aislado, rodeado de erudición e investigaciones poco accesibles.
Me parece que lo más importante fue lo que
sigue colgado en un sitio con sus obras.
Que la tierra te sea leve y nos acompañen
tus dudas.
Frank Mintz, 01.11.12.
El movimiento 15-M debe perder el miedo
para acabar con la democracia
Entrevista a Agustín García Calvo en La
Opinión de Zamora. 10 de Julio de 2011
[http://www.editoriallucina.es/cms/agustin-garcia-calvo/entrevistas/el-movimiento-15-m-debe-perder-el-miedo-para-acabar-con-la-democracia.html]
«El error de los descontentos fue pretender
imitar el régimen político actual con asambleas en las que votaban y hacían
valer la opinión de la mayoría»
JOSÉ MARÍA SADIA. El pasado 19 de mayo, el
poeta y ensayista zamorano Agustín García Calvo encontró en la Puerta del Sol
la rebelión que llevaba esperando desde que participó en las revueltas de los
jóvenes frente al poder en varios países europeos durante la década de los años
sesenta. Ante miles de personas, expresó los pilares de un pensamiento a contracorriente,
que fija en la democracía su principal enemigo como «régimen» subyugado al
«poder del dinero». Algunos vitorearon sus palabras. Otros, simplemente, no le
entendieron. A falta de proponer un modelo político alternativo al actual, de
las palabras de García Calvo se deduce su lucha por situarse en el
inconformismo y el escepticismo costantes. Advierte que los medios son
instrumentos abandonados a ese «régimen». Cuando se publican ideas como las
suyas es por un «imprevisto» o un «error». Estas páginas son, pues, un
«resquicio» por el que se cuelan algunas de sus reflexiones.
En
su alocución de la Puerta del Sol, recordaba a los jóvenes el movimiento de
descontento que usted vivió hace más de cuarenta años...
Lo
más vivo y lo que más vale de esta rebelión de gente menos formada -llamarlos
jóvenes me suena a fascista- es que los que empezaron con esto no sabían lo que
hacían. Lo importante es que no estaba obedeciendo a planes previstos, sino que
les venía de más abajo, provocado por un descontento contra el régimen del
bienestar, el que nos ha tocado padecer en estos años. La continuación ha
tendido por el afán de hacer algo real y realista obedeciendo a los mismos
métodos y trucos que el régimen mismo tiene normalmente en uso, con lo que las
asambleas dejan de ser libres y sin número y se convierten en congresos y
parlamentos de los que mandan. Mi actitud desde entonces ha sido, junto con
unos cuantos de ellos, la de tratar de mantener el sentido originario con el
que saludé el 19 de mayo esta llegada inesperada de la manifestación del
descontento general.
Habla del término «futuro» como una coartada del régimen político de
nuestro tiempo, ¿qué propone usted como alternativa?
No
es una coartada, sino una necesidad. Trata de imaginarte el dinero funcionando
sin futuro o trata de imaginar un estado que consista en otra cosa que la
planificación y la previsión. No se trata de una coartada, es una necesidad
para el mantenimiento de este orden que consiste en cambiar para seguir lo
mismo. Cuando algo de abajo, del pueblo, se levanta contra ellos, está claro
que no puede contar con futuro de ninguna especie. Para poder hacer algo, hay
que irlo inventando y encontrando, sin tenerlo previsto. Los descontentos no
pueden utilizar los trucos de la democracia: ni contarse, ni votarse, ni tener
éxito con las grandes manifestaciones que a la televisión le gustan.
Usted no cree que ellos estén seguros de poder cambiar el sistema
político actual...
No
se trata de creer, la fe le pertenece al régimen. En el antiguo era la fe
religiosa y el actual es la fe en el dinero, el orden y la democracia. Entre la
gente de abajo, lo que pasa es que hay disidencia de actitudes entre los que se
juntan en asamblea. Por un lado, una mayoría que va a tender a marcar un fin y
un futuro, y organizar manifestaciones y cosas así. Otra sigue sintiendo que
esto no se produjo para conseguir esas reivindicaciones al poder.
Hoy
por hoy, ¿cree que la revolución 15-M ha servido de algo?
¿Si
ha servido de algo? Claro. Entre otras cosas, la repercusión que ha tenido en
el mundo desarrollado que se rige por la democracia, en Dinamarca, en Nueva
York... Esto ha servido para demostrar que no ha sido una "cosita"
española y de una reclamación contra un reglamento de trabajo, sino algo que
iba más a fondo. Una rebelión contra el régimen del bienestar sin más, entero.
Esto es lo que se ha puesto de relieve y no se borra. Esto no está muerto. El
jueves mismo volví a acudir a tratar de mantener el sentido originario del
movimiento con otra gente.
El
movimiento espontáneo que ha surgido, ¿se llevará por delante el régimen del
que usted habla?
No
me mandes hacer profecías... Lo de espontáneo es equívoco. No ha sido
espontáneo, sino que ha surgido de la hartura del régimen. Ha salido de eso que
se llama pueblo, que no existe, gracias a que nunca estamos contentos del todo.
Así debe seguir surgiendo frente a un régimen en el que estado y capital están
confundidos. Lo importante es que en las rebeliones contra el régimen no puede
haber reclamaciones particulares, es a su caída a lo que se va. Claro que esto
no se hace de la noche a la mañana ni hay por qué esperarlo, con lo que no cabe
más que seguir con paciencia, tratando de descubrir los engaños de la
democracia, porque la primera acción es contra esa fe que el capital y el
estado necesitan.
En
su intervención en Madrid, usted les hizo a los manifestantes un pequeño o gran
reproche, que criticaran algo y propusieran, en su lugar, más de lo mismo...
Preveía lo que venía por delante, la mala vía, la de la mayoría, creer
que hay que tener reivindicaciones que proponer. Que éste es el mal camino se
lo he dicho muchas veces acudiendo al síntoma del aburrimiento. Cuando se
tratan de verdad las cosas, a fondo, cuando se trata de dar voz al descontento,
en una asamblea nadie se aburre nunca, siempre hay cosas que decir. Cuando se
empiezan a discutir proyectos y a votar, entonces el aburrimiento cae como una
losa sobre la asamblea.
¿Por qué insiste tanto en su crítica al ejercicio de votar o cuantificar
el número de personas que acuden a las llamadas asambleas?
-La democracia está fundada en creer que
cada uno sabe lo que quiere y lo que vota, en poder contar los votos para que
después la mayoría pueda hacer pasar por todo. Por mucho que insista, es el
régimen al que se ataca y no se puede imitarlo.
Y,
frente a los «engaños» de la democracia, ¿qué?
Nada, seguir...
¿Cuál es su modelo de sistema político o de convivencia en sociedad?
Tentativas y ensayos se pueden ir haciendo. Las hubo entre los hippies
en California en el sesenta y tantos, antes en la Guerra Civil en pueblecitos
para ensayar formas de vida. Siempre se trata de ver como se puede vivir y
convivir sin dinero, es decir, luchar contra el miedo de lo que pasaría si esto
se hunde y combatir la supuesta necesidad de que la realidad tiene que ser así.
Combatir eso es el frente el que estamos luchando.
¿Cómo ha sido su relación personal con el dinero a lo largo de su vida?
La
de un "medio privilegiado" que siempre he sido. Nunca he sido ni
pobre ni oprimido, tengo esta casa con algo de dinero que dejó mi padre, y
aunque sufriendo bastante este Estado muchos años como catedrático, mi relación
con la Hacienda y con el dinero ha sido siempre ambigua y contradictoria,
tratando de hacer trampa cuando se puede y escurriéndome cuando podía. No tiene
nada de particular ni de ilustre.
Sin
recurrir a profecías, ¿cree que ese miedo lo romperán quienes están detrás del
15M?
-Una persona siempre está hecha en
contradicción. Hay una parte del miedo, en la que uno es un cliente o un súbito
sin más. Luego hay una parte por debajo que entra en contradicción, en la que
estamos en la actualidad.
¿Qué opina de los medios y de los periodistas?
Los
medios de información de masas están al servicio del poder, no creo que haya
que decirlo. Hay grados, los que han nacido bajo el régimen, como la
televisión, que no dejan ni un resquicio al pensamiento. Por eso, desde el
principio tomé la decisión de negarme a aparecer en ella. La prensa, la radio,
que vienen del antiguo régimen, se ve que tienen más resquicios y más
posibilidades de meter la nariz, y por eso no he dejado de intentarlo, por si
acaso se puede decir algo que no está dicho y lo que se repite todos los días.
Si algo bueno se cuela, es por equivocación.
¿Cómo cree que las personas de la Puerta del Sol percibieron su mensaje?
-Una mayoría lo percibieron mal, pensando
que iban a conseguir cositas de esas, reivindicaciones. Otra parte se quedó sin
saber qué hacer. Cuando les dije que esto, para hacer algo, tenía que no tener
futuro, muchos de ellos respondieron como si eso mismo les saliera del corazón.
¿Le
reconocieron?
No.
Desgraciadamente nunca he logrado que mis libros se vendan mucho, de manera que
se puede asegurar que la mayoría no me conocían. Por fortuna.
Por
fortuna...
Por
fortuna, así valía más la respuesta con la que me acogieron.
Le
voy a plantear algunas palabras que suele utilizar en sus artículos sobre
pensamiento político para que me diga lo primero que se le venga a la cabeza.
Realidad...
Contradicción, el sitio donde el ideal impuesto desde arriba, desde el
dios matemático y la resistencia desde abajo, de lo desconocido, se encuentran.
Estado.
El
régimen actual, lo mismo que el capital. Consisten en un orden desde arriba,
creer que nos pueden ordenar la vida.
Verdad.
Algo que en la realidad no se da. En la realidad no nos cabe más que el
descubrimiento de las mentiras y de la fe sobre la que la realidad está
constituida.
Ciencia.
Al
servicio de los gobiernos, sólo que por fortuna tampoco es íntegra y, de vez en
cuando, hay investigadores que descubren los problemas siempre vivos y nunca
resueltos. La inmensa mayoría de la ciencia se dedica a convencernos que se
sabe lo que es el mundo.
Televisión.
Todos los medios están sometidos al poder, no puede colarse ni una
imagen ni una palabra que no sea contribuir a la mentira que nos hace creer en
la realidad como si fuera una verdad.
Religión.
-Pertenecía al antiguo régimen y hoy está
desbancada por una teología mucho más verdadera como es el crédito bancario, el
dinero, el dios de hoy. La Iglesia Católica y las otras sectas siguen
conviviendo a gusto con la teología del dinero, no se pelean.
Nacionalismos.
-Una ordenación hecha desde arriba por
ideal geométrico, que no tiene nada que ver con el pueblo, sino que lo
aprisiona en las fronteras, sean cuales sean. Lo peor de todo es que la lengua,
que es del pueblo, el poder la utiliza como uno de los medios para sostener la
fe en la nación.
¿El
movimiento 15M ha fracasado o ha triunfado?
-Yo estoy en él. Ésa es una pregunta para
los políticos y los banqueros. No me la puedes hacer ni a mí ni al movimiento,
porque aquí no hay ni éxito ni fracaso, simplemente un descubrimiento del
descontento con el régimen establecido. Es un sentimiento que se renueva y que
encuentra las formas de rebelarse, cuando puede hacerlo.
¿Ha
subestimado la clase política a los indignados?
-Han querido desde arriba ponerse
comprensivos a veces, han querido intentar que los muchachos de abajo hablen el
mismo lenguaje que ellos. Como son unos vendidos, al intentar comprender el
movimiento lo que han hecho es falsificarlo
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