Por La Clase.info
Desde la semana pasada se desarrolla una huelga en cinco
plantas cementeras nacionalizadas ubicadas en los estados Zulia, Carabobo,
Aragua, Guárico y Portuguesa. El hecho ha estremecido al movimiento obrero
venezolano y se abre la posibilidad de que por medio de la movilización y la
huelga se abra la discusión del contrato colectivo del sector, vencido desde
hace cinco años. El candidato presidencial del Partido Socialismo y Libertad
(PSL) y dirigente de la corriente sindical C-cura, Orlando Chirino, cuya gira
nacional se ha colocado al servicio de los conflictos obreros y populares, se
pronunció sobre la lucha de los cementeros. "Doy todo mi apoyo y el de mi
partido a los trabajadores cementeros, que le están saliendo al paso a la
política del gobierno venezolano de no discutir contratos colectivos".
Chirino recordó el origen de esta política gubernamental.
“Hace dos años el presidente Chávez en persona le ordenó a Elías Jaua que no se
discutiera ningún contrato colectivo del sector público sin la aprobación de la Presidencia de la República. Esta
instrucción antiobrera girada por Chávez se está cumpliendo, pero además se
incumplen los contratos vigentes y los contratos que se logran negociar por la
presión de los trabajadores terminan en traiciones cuando los burócratas
sindicales del Psuv negocian a espaldas de los trabajadores, como ocurrió en
Pdvsa. Pero esto se puede revertir si la lucha de los cementeros triunfa,
generando una nueva correlación de fuerzas en la que los trabajadores asuman la
ofensiva en la lucha por sus derechos, por eso es importante que todos los
trabajadores venezolanos nos solidaricemos con la huelga cementera".
A juicio del candidato presidencial obrero, "el primer
paso es que la huelga se extienda a todo el sector cementero, y no a partir del
27 de agosto como plantea el sindicato Antracem, sino desde ya. Hay que darle
una respuesta contundente a la represión del día de ayer por parte de la Guardia Nacional
contra los trabajadores de la planta de Maracaibo, así como a la persecución por
parte del Sebin contra los dirigentes sindicales cementeros. Los 6000
trabajadores del sector tienen derecho a discutir su contratación colectiva, a
condiciones seguras de trabajo, a que sean reenganchados los compañeros
despedidos ilegalmente, y a exigir inversiones para recuperar las empresas, y
la única manera de lograr todo esto es con la huelga de todas las plantas
cementeras que el gobierno compró, no puede ser que haya habido chorros de
dinero para pagarle a las transnacionales Cemex, Lafargue, Holcim, pero no haya
para pagar contratos colectivos y para las inversiones que requieren las
plantas".
Concluyó Chirino planteando que en el marco de su gira
visitará próximamente algunas de las plantas cementeras en conflicto para
solidarizarse. Anunció que en el marco del acto del miércoles 22 de agosto en
Caracas en respaldo al dirigente obrero de Ferrominera, Rubén González, quien
actualmente es enjuiciado por haber encabezado una huelga en 2009, planteará la
realización de un encuentro nacional de trabajadores en conflicto, que sirva
para coordinar acciones de solidaridad con todos los trabajadores que se
encuentran movilizados por sus derechos, incluyendo los trabajadores del
cemento, de las empresas básicas, petroleros, empleados públicos y del sector
privado.
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