Por Ricardo García López
Las redes sociales han venido a adquirir un papel
imprescindible en las nuevas formas de organización y acción de los movimientos
sociales a nivel internacional, pero su proyección sigue dependiendo en gran
medida (y a pesar del considerable número de “medios de comunicación
alternativos”) de los tradicionales medios de comunicación masiva.
Plotino Rhodakanaty se traslada a México donde, influido
tanto por las ideas del mencionado teórico como por Fourier, publica en 1861
las Cartillas socialistas. Poco después impulsará la creación del Grupo de
Estudiantes Socialistas, los cuales se reivindicarán como bakuninistas. Entre
algunos de sus entusiastas discípulos se encontrarán Francisco Zalacosta, que
encabezará distintas luchas campesinas; Santiago Villanueva, organizador del
movimiento obrero, y “Alberto Santa Fe, quien fundara en 1878 el efímero
Partido Comunista Mexicano, que puede considerarse como la primera organización
bakuninista de México”.1 Diseminación de ideas y proyectos anarquistas que,
además de ser una clara evidencia de solidaridad, es una muestra de la gran tradición
que el anarquismo ha tenido en Grecia.
En la actualidad el movimiento anarquista en esta región
balcánica no es menos pujante. Los anarquistas fueron —a pesar de la
intervención y el control de los sindicatos de la Coalición de Izquierda y
del Partido Comunista Griego en las Huelgas Generales— una de las piezas
medulares en las revueltas y movilizaciones que comenzaron el 6 de diciembre de
2008 en Atenas, que se extendieron por casi todo el país y que duraron, de
manera intermitente cobrando cada vez mayor intensidad, hasta la primera semana
de junio de este año, poco antes de que se llevaran a cabo las últimas
elecciones en aquel país.
A diferencia de otros movimientos sociales contemporáneos,
como el 15-M, las movilizaciones en Grecia se iniciaron con una intensa jornada
de disturbios callejeros que duró 48 horas, generando una fuerte tensión que el
país no había vivido desde hacía por lo menos un cuarto de siglo. Y aunque la
gota que derramó el vaso fue el asesinato del joven libertario Alexandros Grigorópulos
a manos de un policía, parte de la sociedad civil y grupos organizados (algunos
sindicatos convocaron anteriormente a una huelga general de 24 horas) ya habían
comenzado a movilizarse para protestar por la grave situación económica, la
corrupción, el deplorable sistema político, así como por los agresivos planes
de austeridad que el gobierno del entonces presidente Karolos Papouilas
presentaba en el congreso y que finalmente éste ratificaría.
Tanto de fondo como de forma, las demandas iniciales de las
movilizaciones en Grecia y las del 15-M no serán muy distintas, aunque la
manera explosiva en que las primeras aparecieron y se proyectaron a nivel
internacional así como la activa participación anarquista, constituyeron dos
variantes significativas para que los medios de comunicación comenzaran a
satanizarlas y, en consecuencia, a descalificarlas, minimizarlas o simplemente
soslayarlas. Mientras que, por su parte, el también conocido como Movimiento de
los Indignados será tratado de manera muy distinta por los medios de
comunicación; de hecho fue gracias a éstos que el movimiento llegó cobrar tal
trascendencia internacional.
Aglutinando a distintos sectores de la sociedad y con una
relativa estabilidad organizativa y participativa, las revueltas del 6 y 7 de
diciembre de 2008 comenzarán a transformarse en un movimiento social que, a
pesar de su heterogeneidad, irá fortaleciéndose a lo largo de poco más de tres
años de movilizaciones. Aunque hay que destacar que muchos de los actos que se
dieron a cabo dentro de este contexto pueden considerarse, o no, parte de los
movimientos, pues varios de ellos han sido históricamente propios del
anarquismo europeo, como es el caso de las okupaciones y las actividades
antifascistas. Acciones, estas últimas, que han cobrado una mayor dimensión e
importancia en Grecia frente al reposicionamiento que el fascismo ha tenido con
la cada vez mayor presencia de partidos de extrema derecha, como el caso del
ultranacionalista Aurora Dorada, que ganó 21 diputaciones.
Numerosas y nutridas manifestaciones; acciones en contra de
desfiles nacionales y de elecciones municipales y regionales, como las
celebradas el 7 de noviembre de 2010; huelgas generales de 24 y 48 horas;
okupaciones como las que se hicieran en varias facultades de Atenas el 1 y 2 de
septiembre de 2011 o la que llevaran a cabo un grupo de anarquistas, el 27 de
septiembre de 2010, en la sede de la Asociación Internacional
de Prensa para denunciar el show mediático que Agencias Internacionales como
Reuter, Associated Press y EFE montaron, “reproduciendo el comportamiento de
las autoridades y los medios griegos, acusando a los anarquistas de
terroristas”; certámenes, como el Festival de Democracia Directa en Atenas,
celebrado el 11 de septiembre de 2010; ataques diversos, como el que, el 5 de
abril de 2009, se hiciera en Tríkala en contra de la sede del partido de
extrema derecha Alerta Ortodoxa Popular (LAOS) o el del 9 de septiembre de
2010, que tuvo como blanco una Agencia Tributaria ubicada en la ciudad de
Exarcheia; saqueos de supermercados, cuyos productos obtenidos eran después
repartidos en barrios de ciudades como Atenas; etc., fueron tan sólo algunas de
las intensas actividades que durante estos años se presentaron en Grecia y de
las cuales los medios de comunicación internacionales no dieron cuenta alguna,
mientras que los nacionales apenas y lo hicieron. De hecho, y a pesar de que
estos movimientos sociales griegos antecedían por mucho al 15-M, ingenuamente
algunos medios no dudaron en referirse a manifestaciones como la realizada el 5
de junio en la plaza Syntagma de Atenas como una concentración organizada por
los “Indignados de Grecia”.
Otro ejemplo de cómo los medios de comunicación son capaces
de anular o catapultar a un movimiento social, según sea la cuestión, fue el
caso del movimiento #YoSoy132. Nacido tras una pequeña protesta protagonizada
por estudiantes de la Universidad Iberoamericana campus Santa Fe en
contra del entonces candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, quien
el 12 de mayo de 2012 visitaba aquella casa de estudios para presentar sus
propuestas políticas, el movimiento #YoSoy132 será conocido rápidamente a nivel
nacional e internacional gracias a la cobertura que le dieran a sus
manifestaciones distintos medios de comunicación, entre ellos los noticieros
más importantes de las empresas Televisa y TV Azteca. Poco después de haberse
conformado, #YoSoy132 hizo manifiesto su repudio al duopolio televisivo antes
mencionado, sin embargo, muy pronto dejarán claro que esta postura de
inconformidad no será más que mero simulacro, ya que en cuanto estas
“antidemocráticas” y “excluyentes” televisoras les abrieron sus espacios, los
remilgados jóvenes representantes de este movimiento acudieron sin titubeo a
escenificar lo que sería su propia deslegitimación.
Indudablemente, y como lo ha señalado el sociólogo Manuel
Castells, las redes sociales han venido a adquirir un papel imprescindible en
las nuevas formas de organización y acción de los movimientos sociales a nivel
internacional, pero su proyección sigue dependiendo en gran medida (y a pesar
del considerable número de “medios de comunicación alternativos”) de los
tradicionales medios de comunicación masiva. Fue gracias a los noticieros de
las grandes cadenas y a los diarios internacionales, y no a las redes sociales,
como se tuvo conocimiento de las movilizaciones en Túnez, Egipto, del 15-M y de
sus distintas versiones de “los indignados”, o del #YoSoy132. Pero así como las
grandes empresas mediáticas son selectivas en la difusión de las acciones de
unos movimientos sociales, también recurren a su “poder de anulación” de otros,
por medio de la tergiversación de sus demandas y acciones o simplemente con la
negación de espacios. El silogismo es sencillo: si no sales en TV nadie sabe de
ti y, por ende, no existes. De ahí que, y a pesar de las redes sociales, se
haya sabido muy poco de la existencia, duración y resistencia de los
movimientos sociales en Grecia, y que los señoritos del #YoSoy132 de la noche a
la mañana se convirtieran en una celebridad. ®
Notas
1. Según Carlos Rama, citado por Angel Cappelleti, en
Prehistoria del Anarquismo, Araucaira, Bs As, 2006, p. 123.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.