Enrique Contreras Ramírez
La pobreza critica a pesar del fabuloso ingreso petrolero,
se muestra cotidianamente con los niños en la calle, con los indigentes en las
esquinas pidiendo limozna, con los ranchos de carton en nuestros cerros, con
las largas colas de mercal para poder comprar un pollo, con nuestras
universidades deterioradas economica y academicamente, con el aumento del
desempleo, con la inseguridad manifiesta producto del desequilibrio social
–entre otros problemas de carácter estructural- que no quisieron solucionar ni adecos
ni copeyanos, ni tampoco la llamada revolución “bolivariana”.
Si los libertadores y las muchedumbres mestizas que
protagonizaron la gesta de la independencia despertaran de sus santos lugares,
seguramente enarbolarían de nuevo sus banderas para proseguir la marcha hasta
la emancipación definitiva de la
América meridional.
A más de ciento cincuenta años de la independencia, los
sistemas económicos-sociales conocidos hasta ahora (capitalismo-socialismo),
explotadores y generadores de pobreza y miseria, se han afianzado en nuestros
territorios. La historia pone en evidencia que las Repúblicas que nacieron de
ese proceso no han sido ni serán el mejor sistema de vida para nuestras
comunidades, ambos modelos nos han sometido a los mecanismos internacionales de
dominación y opresión, controlados hoy por el imperio del gran capital y sus
grandes conglomerados.
En nuestro país y en todos los pueblos de Latinoamérica,
vivimos en crisis sucesivas insoportables. Para nadie es un secreto, que a lo
largo y ancho de nuestra geografía campea la destrucción ambiental, material y
espiritual.
En Venezuela, a pesar de que se trata de disimular a través
de medios publicitarios la pobreza crítica, el desempleo, la ausencia de
vivienda, la escasez de alimentos y medicinas, la inflación, una deuda externa
impagable, la inseguridad galopante, una educación descompuesta, servicios
públicos en completo deterioro, una justicia manipulada y paremos de contar,
todo esto se muestra cotidianamente con los niños de la calle, con indigentes
en las esquinas pidiendo limosna, con los ranchos de cartón en nuestros cerros,
con las largas colas de mercal para poder comprar un pollo, buhonerismo por
todos lados, aunado a esta situación, se presenta el desalojo de campesinos e
indígenas de sus territorios ancestrales, para favorecer a empresas
capitalistas agrícolas y mineras, destructoras de nuestros suelos y del medio
ambiente en general.
De otro lado poseemos una deudas externa impagable que el
gobierno se empeña en pagar con petróleo, reduciendo considerablemente, de esta
manera las entradas de divisas, lo que hace sumergirnos en crisis financieras
que imposibilita la implementación eficaz de políticas y planes de desarrollo
alternativo para nuestras comunidades. Es indudable que en este escenario de
necesidades, la brecha entre pobres y ricos se ha hecho más patética y odiosa,
la soberanía ha desaparecido a causa de convenios y tratados indignos (empresas
mixtas), la política se ha convertido en un torneo asqueroso de tráfico de
influencias, narcotráfico y mercaderes sin escrúpulos que a nombre del
socialismo y la democracia ejecutan y
donde las mismas prácticas del puntofijismo quedan incólumes y se toman como
referencia como práctica de gobierno.
EL PARTIDO UNICO
A nombre del socialismo, lejos de fortalecer la organización
y el poder real del pueblo, repiten la
vieja política estalinista al querer crear un partido único, igual o peor que
Acción Democrática y COPEI, para desmontar las iniciativas populares y poder controlar
a la población, pues quien este fuera de su organización no podrá conseguir
trabajo dentro del estado, ni contratos, ni las bondades que da estar cerca del
gobierno. Por estas múltiples razones y no por otras, la mal llamada revolución
bolivariana no termina de cuajar ni convencer, sino que se ha convertido en un
nuevo semillero de frustración y
tristeza ya que murió al nacer porque ha desconocido y se ha divorciado de su
fuente primordial como lo es la Constituyente Originaria
surgida de la rebelión del 27 de febrero del año 89. En cambio, persisten y
florecen alrededor y en el seno mismo del gobierno, la corrupción, las
componendas, los pactos y demás lastres del viejo poder.
LOS NUEVOS PACTOS
Mucha gente ignora y sobre todo en los sectores de mayor
exclusión social, que el gobierno, ha venido sellando nuevos pactos con las
trasnacionales norteamericanas, chinas, rusas,
situación que hemos descrito en otros artículos publicados en este mismo
medio de comunicación.
En esos pactos, sobre todo en materia petrolera, gas y
carbón, es donde está la razón por la cual el gobierno no rechaza firmemente el
Plan Colombia ni el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), sino que ha
comprometido la firma de nuestro país en ambos planes, incluso en el Plan Puebla
Panamá.
Mucha gente sabe que el Plan Colombia es el componente
militar de un vasto proyecto para la recolonización de América Latina que
significa no solamente enfrentar a la guerrilla colombiana y, supuestamente al
narcotráfico, sino la implantación de bases militares norteamericanas para
asegurarse el aprovechamiento del petróleo, la explotación de carbón en toda la Sierra de Perijá y la
apropiación de las reservas de oxigeno y agua de la Amazonia. Dentro de esta perspectiva
se viene transformando el ejército colombiano en una fuerza militar
desnacionalizada con más de cuatrocientos mil hombres preparados técnica y
militarmente para ejecutar servilmente los planes de exterminio y dominación
dirigidos por el Departamento de Estado. Así mismo el ALCA, que en Venezuela se
desarrolla a través del IIRSA(Integración Regional Suramericana), es el
instrumento económico con el que se pretende convertir el conjunto de naciones
latinoamericanas en un solo mercado libre, bajo el dominio absoluto de las
grandes corporaciones de Estados Unidos, Rusia y China. La consecuencia
inmediata de estos planes imperialistas es la eliminación de todos los sistemas
subregionales de integración de las burguesías locales (Comunidad Andina de
Naciones, MERCOSUR) pues al poderoso no les interesa mantener vivas las
esperanzas de los socios menores. Igualmente, el ALCA generaría lo que muchos
especialistas han llamado la
africanización de las condiciones de
vida de nuestros pueblos. De tal manera que estamos en presencia de un avance
económico, político y militar del nuevo plan de dominación frente al cual el
gobierno “bolivariano” se doblega y acepta, aunque en algunos momentos utilizan
el discurso cargado de aparente patriotismo que en verdad es retórica endeble,
incoherente, tremendista, manipuladora y populista.
EL ENEMIGO PRINCIPAL: LA
GLOBALIZACIÓN
Los que sostenemos esta posición, de cuestionamiento al
gobierno “revolucionario”, no puede ser
confundida como un juego a la oposición, sino entendida como una clara,
inequívoca y firme posición revolucionaria, sostenida a lo largo de toda una
trayectoria de lucha irreductible al lado del pueblo y por la soberanía de la
patria. Hoy, el enemigo principal y fundamental de nuestro pueblo y de todos
los pueblos del mundo, es la globalización neoliberal. Y eso no es una
abstracción ni un anacronismo, sino una realidad concreta que se manifiesta en
leyes, decretos, privatizaciones, desalojos, posesionamiento de territorios, bases militares, créditos que
incrementan las deudas, tendidos eléctricos que alteran y destruyen el ambiente
y las culturas autóctonas, tecnologías destructivas, pobreza crítica y sus
representantes en el país, es esa izquierda y esa derecha colonizada que
participa del festín electoral.
Este escenario el
gobierno “bolivariano” no se atreve a enfrentarlo, sino que al contrario,
favorece con una política de relegitimación el sistema dominante en nombre de
la “revolución bolivariana” o del llamado “proceso” que es un término
encubridor, pues lo fundamental son los contenidos del proceso y no el proceso
como abstracción.
En una oportunidad señale: “Tenemos dos candidatos que se
disputan la presidencia de la
República , uno de ellos jugando a la “lastimita” y el otro
disfrazado de “demócrata” y “progresista” pero en su rostro no puede ocultar la
sonrisa del fascismo. Candidaturas que se complementan pues son “caimanes del
mismo pozo”, que se encargan de legalizar junto a los candidatos de relleno, el
modelo de dominación capitalista, llámese de Estado o privado. Ambos bribones
se gastan el dinero del mundo, saquean alcaldías, gobernaciones, ministerios,
partidas secretas y donde el capital trasnacional no deja de darles sus
aportes, para luego cobrar con creces su
inversión en la campaña electoral”. Ni unos ni otros dejaran de ser gobierno,
pues en la piñata electoral cada quien toma su parte en acuerdos que celebran a
espaldas de los pendejos de siempre. De allí que seguimos sosteniendo que
electoralmente el pueblo no tiene salida, solamente una verdadera revolución
que sacuda al país estructural y radicalmente, se podrá tener una salida donde
se acaben con los privilegios groseros y perversos de las clases políticas y
económicas de las llamadas izquierdas y derechas, que son los que en última
instancia se han apoderado de éste país, que en diferentes contratos le han
entregado al mundo del gran capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.