María Ramírez Cabello
Correo del Caroní
El líder sindical de Ferrominera Orinoco acude hoy al
Tribunal Vigésimo Cuarto de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal de Caracas
para el acto de apertura del debate oral y público. Hace un año y cuatro meses la Sala Penal del TSJ
revocó la sentencia que condenaba al dirigente, pero no un sobreseimiento de la
causa.
“Le digo a mi familia que tenga fortaleza porque no hemos
hecho nada malo. Lo único que he hecho es trabajar, voy para 29 años en
Ferrominera Orinoco. Los ferromineros me conocen, no soy ningún delincuente y
Dios lo sabe”, dijo el secretario general de Sintraferrominera a Correo del
Caroní en una entrevista realizada en la víspera de un nuevo procedimiento
judicial por la protesta que lideró en 2009 en Ciudad Piar en defensa del
contrato colectivo.
El caso de González motivó una campaña nacional e internacional
contra la criminalización de la protesta en el país, que encontró eco en la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
16 meses han transcurrido desde la condena de cárcel por
siete años, seis meses y 22 días del secretario general del Sindicato de
Trabajadores de Ferrominera Orinoco, Rubén González, y la posterior suspensión
por la Sala de
Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia de la sentencia dictada por la jueza
Magda Hidalgo el 28 de febrero de 2011.
Luego de cumplir por más de un año con el régimen de
presentación cada 15 días; hoy se abre un capítulo más del largo proceso
judicial en contra del dirigente sindical.
“Cuando salimos electos fue para representar a los
trabajadores, no al Gobierno ni al patrón”, aseguró González
A las 10:00 de la mañana de hoy, González debe presentarse
ante el Juzgado Vigésimo Cuarto de Primera Instancia del Circuito Judicial
Penal del área Metropolitana de Caracas para el acto de apertura del debate
oral y público, a cargo de la jueza Blanca Pacheco.
Con la suspensión de la sentencia condenatoria el 3 de marzo
de 2011 y la emisión de la boleta de excarcelación, el Tribunal Supremo de
Justicia ordenó trasladar la causa de Rubén González a Caracas “para que
continúe el proceso asegurando el resguardo de los derechos y las garantías
constitucionales”.
Esta instancia continuará el proceso y dictará una nueva
sentencia por la imputación de los delitos de instigación a delinquir,
agavillamiento, restricción a la libertad de trabajo e incumplimiento al
régimen especial de zona de seguridad, a propósito de una paralización laboral
en 2009.
González vuelve a tribunales a tan sólo tres días de
iniciarse la campaña electoral para renovar las autoridades de
Sintraferrominera, y a escasos 11 días de concretarse los comicios sindicales
en los que aspira ser reelecto.
- En un año y cuatro meses, el proceso en su contra no tuvo
ningún movimiento hasta ahora. ¿Por qué se reactiva?
- Yo creía que iban a hacer un sobreseimiento a esta causa
porque yo nunca cometí esos delitos que me están imputando, y ellos saben en su
conciencia, los jueces y los fiscales y todo el Estado venezolano que nunca los
cometí. Lo que hice fue lo que hubiese hecho cualquier dirigente sindical,
excepto los gobierneros porque esos se arrodillan al patrón y al Gobierno. Yo
no me arrodillo ni al patrón ni al Gobierno.
- El 19 de julio comienza la campaña electoral en
Ferrominera Orinoco. ¿Cómo percibe el inicio del juicio justo en el arranque
del proceso electoral?
- Por encima uno ve como si trataran de nuevamente
intimidarme o amedrentarme en la campaña. Este lunes 16 tengo que estar en
Caracas en el Tribunal para iniciar el juicio. Pero yo me niego a aceptar que
se me haga un juicio, me niego en lo personal, pero tengo que atender a las
autoridades aunque sé que todo esto es manipulación política partidista para
tratar de amedrentarme y seguir intimidando a los dirigentes de toda Venezuela.
- ¿Hay un mensaje al resto de los trabajadores a través del
caso de Rubén González?
- La punta de lanza es Rubén González pero con esto mandan
un mensaje al resto de los dirigentes: ‘si ustedes empiezan a hacer lo mismo
los voy a meter presos’ porque éste es un régimen que no respeta Constitución,
ni Código Orgánico ni Ley Orgánica del Trabajo y eso hay que dejarlo bien
claro. Ahorita están en una campaña de puro amor, pero eso es una gran mentira.
Allí están los compañeros encadenados por 61 días y nadie les da la cara.
- Protestas y paralizaciones sobran en Guayana. ¿Por qué
considera que mantienen abierto su caso?
- Ellos dicen que soy indisciplinado y no agarro línea, y
seguiré así, voy a hacer lo que los trabajadores me digan. Yo tengo que estar
al frente con los trabajadores porque para eso me eligieron (…) son tan
cobardes que usan a los jueces, a los fiscales y a la Inspectoría como
títeres, para dictar decisiones por encima de la Constitución y
ninguna ajustada a derecho.
- ¿Ha tenido la oportunidad de hablar con estos jueces que
han marcado su proceso judicial?
- No, los he visto de lejos pero no he conversado con ellos,
pero yo los perdono y lo digo públicamente. La jueza Magda Hidalgo sabe que en
toda su vida jamás va a olvidar lo que hizo. Ese día hizo una gran injusticia y
sabe que fue así y por eso todavía estoy en esta situación. Había evidencia que
demostraba que yo no tenía vinculación con esos delitos. ¿Si yo voy a hablar
con los trabajadores a PMH o a San Isidro me van a acusar de que estoy violando
una zona de seguridad?
- En algún momento ¿ha pensado en acudir a la Central Bolivariana
de Trabajadores que se supone debe velar por los derechos laborales?
- Se supone, pero no van a defender a los trabajadores, sino
un lineamiento político partidista porque no tiene la legitimación de los
trabajadores en el país. Ésta es una Central que impusieron a dedo. Esto es
igual a lo que quieren crear, el Estado Mayor Sindical; entonces, los
sindicatos ¿qué van a hacer? Esta es una política del gobierno para buscar a sus
títeres para que les representen sus políticas.
- Entonces ¿no acudiría a esta instancia?
- No, porque yo tengo mis instancias. En este caso, los
tribunales, la Inspectoría
del Trabajo, mis instancias normales.
RESPALDO ANULADO
- Usted militó en el Partido Socialista Unido de Venezuela.
¿Por qué critica tanto a un gobierno al que apoyó? ¿Qué cambió?
- Fui uno de los fundadores. Nosotros queríamos salir de AD
y de Copei porque eran corruptos. Ahora resulta que caímos en un régimen que es
más corrupto todavía. Yo no puedo apoyar unas políticas que vayan en detrimento
de nuestro pueblo. La salud está en situación difícil y las empresas
deterioradas, ah no, ¿yo me voy a poner una venda para no ver esto? No apoyo a
este gobierno, no es porque le hizo algo a Rubén González, sino por sus
políticas que están bastante claras.
- ¿Renunció formalmente?
- No he renunciado formalmente. En cualquier momento, como
ellos dijeron que iban a expulsarme, que me expulsen.
ELECCIONES EN BREVE
- Son 11 días antes de las elecciones. ¿Pudiera darse una
decisión que le impida participar?
- No creo que pueda pasar algo, pero que pase lo que Dios
quiera. No debe pasar nada, los que me están llevando saben que es un juicio
político y manipulado y con todas las artimañas. Es impredecible lo que pueda
acontecer, solamente Dios tiene el control. Pero cuando te digo que es
impredecible es porque ellos tienen el control de la fiscalía, del Tribunal
Supremo y de otras las instituciones, que no se rigen conforme al derecho.
- Los dirigentes de Sintraferrominera que no lo apoyan
insisten en que su grupo generó la violencia en los portones de Ferrominera el
año pasado. ¿Pudiera esto marcar el resultado de las próximas elecciones?
- No creo. Ellos insisten pero no hay nada en la oscuridad
que no salga a la claridad. Los trabajadores están claros en quien disparó y
ultimó a su propio compañero, que fue Héctor Maicán. Ellos llevaron un poco de
pistoleros y nosotros no somos ese tipo de gente que vamos a atentar en contra
de nuestro prójimo.
- La plancha 7 presidida por Alfredo Spooner cuenta con el
respaldo del presidente de FMO.
- Agarraron a los gerentes, superintendentes, supervisores y
al propio presidente y son los jefes de campaña de ellos. Estamos evidenciando
que no son dirigentes de los trabajadores sino del patrón y del Gobierno. Por
eso yo les digo a los trabajadores que van a tomar una decisión bien importante
el 27 y 28 de julio.
Como durante todo el proceso legal en su contra, a González
le sobra la calma. “No va a haber obstáculo que no podamos vencer cuando
realmente estamos haciendo las cosas como Dios manda, esa es mi paz y mi
convicción”, asegura.
Del paro hasta acá
Rubén González está convencido de su inocencia y el
trasfondo político que ha contaminado su caso. Antes de iniciar la entrevista,
rememora el paro laboral que desencadenó la larga batalla judicial.
11 de agosto de 2009. Inicia en Ciudad Piar y en el área de
Ferrocarril de Puerto Ordaz una paralización de 16 días, debido al incumplimiento
en el pago de pasivos laborales, retroactivo y beneficios de la recién aprobada
convención colectiva.
La convención colectiva había sido homologada por el
presidente de la República ,
Hugo Chávez, el 1 de junio de 2009. El contrato había sido firmado en el 2008.
“Los trabajadores estuvieron 16 días paralizados esperando
que alguna autoridad de la empresa se acercara al portón y diera una
explicación de por qué no se habían pagado los pasivos y el retroactivo. A los
16 días, llegamos a un acuerdo con el presidente y firmamos un acta y los
trabajadores retomaron sus labores”.
24 de septiembre de 2009. El secretario general de
Sintraferrominera es detenido en Ciudad Bolívar y trasladado al Cicpc de Ciudad
Guayana. Estuvo en los calabozos de Guaiparo una semana y, posteriormente, se
le dicta casa por cárcel.
“Duré como dos meses en mi casa en Ciudad Piar y una
comisión del Cicpc me secuestró sin ningún tipo de orden delante de mi esposa y
me trajeron a Guayana. Dieron vueltas y vueltas ‘esperando una llamada’ y a las
11:00 de la noche me trasladaron a los tribunales”, cuenta.
26 de septiembre de 2009. González es recluido en la sede de
Patrulleros de Caroní y allí permanece detenido 17 meses.
28 de febrero de 2011. La jueza Magda Hidalgo, a cargo del
Tribunal Sexto de Juicio, condena a González a siete años, seis meses y 22 días
de cárcel.
3 de marzo de 2011. González es dejado en libertad bajo
régimen de presentación, tras la decisión de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de
Justicia que consideró la existencia del vicio de inmotivación en la sentencia
condenatoria.
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