Por Pelao Carvallo
La comunidad de educación popular en Paraguay tiene una larga trayectoria. Para describir ala Educación Popular , lo haremos como se entiende
desde las propuestas de Paulo Freire: “Esta educación y su metodología se
fundamenta en la toma de conciencia que el oprimido hace de las verdaderas
coordenadas de su condición personal y social, así como de su situación
marginal del proceso histórico. Solamente desde este paso o proceso podrá ser y
sentirse agente de su propio destino y experimentar una 'práctica de
libertad'”.
La comunidad de educación popular en Paraguay tiene una larga trayectoria. Para describir a
A modo complementario también usaremos las definiciones que
entrega la educación educación libertaria: “ -Libertad del individuo pero
colectiva es decir teniendo en cuenta a los demás y desde la responsabilidad a
vivir en grupo. - Nadie manda a nadie todo se hace por compromisos asumidos y
desde la decisión colectiva, abierta y sincera. - En contra de las dependencias
jerarquizadas y asumidas, cada individuo tiene derechos y obligaciones asumidas
voluntariamente, responsabilidad colectiva y respeto. Las personas afrontan sus
propios problemas, crean sus propias convicciones y razonamientos. - Desde el
juego es más fácil desarrollar la solidaridad y el trabajo colectivo, la
socialización y el ambiente positivo, alegre y sincero. - La educación es igual
y conjunta, sin discriminación de ningún tipo por razones de género o económico
sociales ” Escuela Libre Paideia.
Desglosando el término, diremos que Educación puede
definirse como “la asimilación por parte de las personas de una sociedad, de
los valores y comportamientos que rigen su funcionamiento. Por tanto las
sociedades y sus modelos de funcionamiento dependen de la educación para
perpetuarse en el tiempo.” Escuela libre Paideia. Y que el concepto de Popular
es un adjetivo que señala a aquello perteneciente o relativo al pueblo. Ahora
bien, el concepto de Pueblo es algo muy debatido y discutido, no habiendo un
consenso respecto a su contenido, por ello para este trabajo usaremos la
definición que da Agustín García Calvo: “La gente, para el Poder y la Realidad son una cosa,
que es organizada en Individuos, que tienen una doble exigencia contradictoria,
así cada uno tiene que ser individual, y al mismo tiempo todos han de ser
sumables en una Masa numérica. Ahora esa organización deja siempre temas no
resueltos Y a lo que quede en la gente de ocurrencias imprevisibles, no
sometidas a plan ni cálculo, es lo que se denomina «el pueblo». En ese sentido
lo popular sería dar voz a un sentir anónimo, que rechaza los manejos del
Poder. Lo primordial en esa lucha es la denuncia de la Realidad , que se presenta
como reflejo fiel de «lo que hay», cuando de hecho es una construcción
abstracta, en la que las cosas son reducidas por la fuerza a ideas. Así se mata
cuanto pueda haber en las cosas de impredecible e infinito, para someterlas a
planes, esquemas y manejos.”
Por otra parte, para referirnos a comunidad hemos asumido la
definición de Krause Jacob (1999) que es conformada por tres significados:
“Pertenencia, sentirse «parte de», «perteneciente a» o «identificado con» ;
Interrelación: la existencia de contacto o comunicación (aunque sea «virtual»)
entre sus miembros, y mutua influencia; y Cultura común, la existencia de
significados compartidos ”. Entendemos que lo que denominamos Comunidad de
Educación Popular en Paraguay cumple con estos tres significados: se siente
parte, hay comunicación entre sus componentes (en distinta proporción), hay
mutua influencia, mayor o menor según el momento y lugar y una cultura común
con referencia a textos y eventos comunes.
La historia de lo que hoy llamamos educación popular en
Paraguay tiene ya un largo recorrido, ciertamente faltaría un trabajo más
detallado para dar cuenta de los primeros pasos de esa educación popular.
Podemos señalar que a principios del siglo XX Rafael Barret da cuenta de los
esfuerzos en educación popular que hacían anarquistas y anarcosindicalistas:
ateneos, talleres, educación en el trabajo a cargo de los propios sindicatos,
alfabetización, grupos de lectura, etc. Con el avanzar del siglo XX estos
esfuerzos fueron disminuyendo en tanto se fueron imponiendo políticas más
nacionalistas, patrioteras, militaristas y autoritarias, como las de los
partidos colorados, febreristas y marxistas, dado que lo que impulsaba el
anarquismo justamente hablaba de internacionalismo, antimilitarismo, antiautoritarismo
y acción directa. Aún así, gente como Ciriaco Duarte siguió impulsando la
pedagogía y acción libertaria, costándole el exilio en el año 1968.
Posteriormente otros actores vienen a impulsar la pedagogía
popular y liberadora. Corrientes tales como la teología de la liberación y la
educación popular de Paulo Freire llegan a Paraguay. Primero a través de los
jesuitas llega una incipiente teología de la liberación a partir de mediados de
los años 50, quienes van preocupándose del tema educativo en especial en el
mundo campesino. Un impulso fuerte recibe la educación popular con las Ligas
Agrarias Cristianas. En un primer momento se trata de educación para adultos,
luego surgen las escuelitas campesinas para niños, niñas y adolescentes, como
una necesidad de las comunidades campesinas organizadas. La experiencia de las
escuelitas campesinas es exitosa hasta que la represión acaba con ellas.
Mientras duraron las escuelitas campesinas, centenares de niños y niñas fueron
educadas siguiendo las propuestas de la “pedagogía del oprimido”, llegando a
contar con sus propios textos de enseñanza en guaraní.
El golpe militar de febrero de 1989 abrirá una larga
transición democrática que parece no acabar aún. En este período el sistema
económico y político en Paraguay se permea por la lógica neoliberal. Por ello
podemos decir que la educación popular persiste en carácter de resistencia
social. Un sector de la iglesia católica seguirá impulsando la educación
popular a través de la teología de la liberación, cada vez con menos espacio
institucional producto del avance neoconservador impulsado por el papa Juan
Pablo II. El Servicio Paz y Justicia (Serpaj) viene animando esta propuesta
desde entonces. En el mundo campesino la instalación de comunidades en
resistencia como la de Tava Guaraní mantendrá la presencia de la educación
popular en las luchas campesinas. A contar de los años 90, en el ámbito urbano
es el trabajo con niños y niñas en calle quien reimpulsa la educación popular,
llegándose a interesantes propuestas organizativas autónomas. Educadores y
educadoras populares han estado presente en momentos históricos y catastróficos
para el Paraguay como el marzo paraguayo y la acción de rescate en el incendio
del Ycua Bolaños y la consecuente lucha de víctimas y sobrevivientes por
justicia y reparación. En los últimos años la educación popular ha sido asumida
como parte integral por el movimiento campesino e indígena y ha sido puntal en
la rearticulación y conformación de algunos partidos políticos de izquierda.
Hoy la educación popular es una comunidad en constante
cambio, crisis e intervenida por diferentes intereses. El contexto actual con
alta demanda política y estatal ha traído consigo un montón de interrogantes
sobre los alcances, objetivos y destinos de la educación popular en Paraguay.
Podemos identificar unos cuantos sectores que hacen a la comunidad de educación
popular: Un sector tradicional es el ligado a la religión, católica en
especial. Una deslavada teología de la liberación aún representada por actores
organizados como Serpaj, Fe y Alegría, Fundación Alda y otras ongs. Un sector
campesino e indígena con proyectos y prácticas muy interesantes como Conamuri y
el IALA Guaraní impulsado por vía campesina/CLaoc. Un sector urbano impulsado
por varios referentes, algunos ya citados como Serpaj y otros autónomos como la Comuna de Emma, Chana y
todas las demás, esta desde un ámbito de educación libertaria de acción
directa. Otro espacio que interviene en el mundo de la educación popular es el
académico, ya que algunas facultades impulsan, de cierto modo, esta propuesta.
Carreras como psicología comunitaria y trabajo social de la UNA , por ejemplo. Otro sector
que influye en la educación popular es el de los partidos políticos, algunos de
los cuales se toman en serio el tema y otros solo lo usan a modo de lavado de
imagen y protagonismo mediático, teniendo como ejemplo de esto el pmas y su
centro cultural germinal.
Un tema aparte y en discusión es sobre el sector estatal. El
estado ha cooptado a muchos educadores y educadoras populares y, en este
trabajo, no lo consideramos como parte de la comunidad de educación popular en
tanto quienes educan desde el estado usando métodos y técnicas de educación
popular deben subordinar el importante aspecto político a los requerimientos,
demandas y objetivos estatales (es decir de los ministerios). De hecho la
introducción de la educación popular en el estado se produjo con este gobierno,
requiriendo para ello de la participación de las ongs del sector. Como señal de
lo que sería la educación popular bajo la tutela del estado, los contenidos que
se discutieron en las mesas de “diálogo” en 2008 respondían a las solas
necesidades del ministerio de educación y no fueron hechas en cooperación con
las ongs invitadas. La demanda del estado por implementar técnicas, métodos y
experticias de educación popular tiene que ver con el objetivo de suplir
algunas deficiencias actuales e históricas de la educación formal en la
preparación de la gente para enfrentar el actual sistema de mercado. He aquí un
abanico de esas deficiencias a ojos del sistema educativo formal: “En el 2007,
solo 1.242 estudiantes de cerca de 200.000 alumnos de la secundaria repitieron
el año. Pese a que la cantidad parece pequeña, el fracaso escolar representó un
costo de 2.761 millones de guaraníes para el Estado.” “Los docentes manejan
como máximo un 35% del contenido de la materia que enseñan” “En Paraguay, cerca
de 250 mil personas son analfabetas totales y cerca de 2 a 3 millones serían
analfabetas funcionales” “Un total de 2.921 escuelas rurales continúan con el
plurigrado, lo que representa -según las estadísticas- alrededor del 60% de las
instituciones del sector, lo que hace una cantidad de 700.000 alumnos” “137 mil
jóvenes es la cifra de excluidos del sistema de la Educación Media
(1º, 2º y 3º) que preocupa a las autoridades del Ministerio de Educación y
Cultura (MEC), así como el alto número de jóvenes que ni siquiera acceden al
tercer ciclo (7º, 8º y 9º).” Todas las citas son del MEC. Podemos decir que la
preocupación del MEC tiene que ver con la preparación de los educandos para
hacer parte del actual sistema económico productivo, no con dar pie a cambios
sociales profundos. Por ello es que no consideramos al estado como parte de la
educación popular sino que es la captación de nuevos métodos y técnicas para
cumplir sus objetivos. La captación de esas técnicas y métodos se hace a través
de la incorporación de expertos y consultores relacionados con la educación
popular en el aparato social y educativo del estado.
Los espacios de comunicación en la comunidad de educación
popular en Paraguay son varios. Uno de ellos es el mercado laboral,
principalmente en manos de ongs, pues la gente que va adquiriendo experiencia y
experticia en educación popular transita de un empleo a otro creando o pasando
a formar parte de nuevas redes sociales que contactan con las que anteriormente
tenía. Lamentablemente los contenidos de solidaridad y organización que impulsa
la educación popular no se reflejan en la capacidad de sindicalización de los y
las educadoras populares. Cada quien ha de ver como resuelve sus temas
laborales las más de las veces en competencia con otros/as. Otro espacio de
comunicación es el sistema académico, que requiere también de educadores y
educadoras populares con cierta experticia -y otros requerimientos- para los
procesos formativos que, desde la facultad, enviarán nuevos actores al mundo de
la educación popular y libertaria. También debemos destacar como espacio de
comunicación a aquellas nuevas organizaciones que pretenden nuclear a
educadores populares, como la cooperativa Saite de educadores populares y
psicólogos sociales y otras iniciativas como foros y redes de intercambio de
experiencia, tanto locales como nacionales e internacionales. Son espacios de
comunicación los distintos cursos, talleres, seminarios que tanto desde la
academia como desde las mismas ongs se organizan cada cierto tiempo. Hay pocos
espacios virtuales de comunicación: cuentas y grupos de facebook
institucionales y personales, blogs y twitters, listas de correos, además de
espacios dentro de los medios de comunicación alternativos de la izquierda
paraguaya como el periódico virtual E'a. Además hay otros numerosos espacios
informales, como fiestas, farras y encuentros diversos, además de fechas
rituales de encuentro de la izquierda paraguaya: 1 de mayo, 8 de marzo, 1 de
agosto, etc. La comunicación es institucional, interpersonal y virtual, según
el espacio. La comunicación es más o menos fluida según esté atravesada por
tensiones, liderazgos en disputa, conflictos laborales o interpersonales,
historias contrastadas o propuestas y finalidades discordantes.
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