Por: Miguel Angel
Hernández
El pasado domingo 27 de noviembre se cumplieron tres años
del vil asesinato a sangre fría de nuestros inolvidables camaradas Richard
Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena; todos ellos dirigentes de la Unión Nacional de
Trabajadores en el Estado Aragua y pioneros en la construcción de la Unidad Socialista
de Izquierda. Tres años después de sucedido este crimen político contra tres de
los principales dirigentes obreros de la región, las tinieblas de la impunidad
siguen protegiendo a sus autores materiales e intelectuales. Y a pesar de que
un sospechoso está siendo procesado, no hay ningún indicio de que efectivamente
se está enjuiciando al responsable material de los hechos.
A “Carlitos”, al “Negro” Richard y a Luis Hernández, el
“candidato del pueblo” de Villa de Cura, queremos rendirles tributo, resumiendo
sus características como luchadores obreros y sociales, genuinos representantes
de la clase trabajadora venzolana. Fue su combatividad y la enorme influencia
de la que gozaban entre los trabajadores, ganada a lo largo de muchos años de
activismo incansable, contra lo que apuntaron sus asesinos políticos,
intelectuales y materiales, al tomar la decisión de asesinarlos.
Tres obreros aguerridos e irreductibles
Richard Gallardo, veterano luchador y defensor de los derechos
de los trabajadores, se formó como dirigente sindical en la empresa textilera
Flexilon, al lado de los activistas y militantes de la tendencia sindical
clasista y socialista influenciada políticamente por el Partido Socialista de
los Trabajadores y el periódico “La
Chispa ”, durante los difíciles años de la década del 90 del
siglo pasado. A sus esfuerzos se deben en gran medida la mayoría de los
triunfos sindicales y políticos que desarrollaron los trabajadores en el Estado
Aragua contra la vieja burocracia sindical adeco-copeyana. La Unión Nacional de
Trabajadores de Aragua y la Unidad Socialista de Izquierda, organización
política revolucionaria, fueron en lo sindical y lo político sus grandes
legados para la posteridad. La UNT
nació, creció y se legitimó en la lucha anti-burocrática, en los paros, las
huelgas, en las asambleas en los portones de las empresas y mediante el voto
democrático de sus afiliados el 27 de noviembre de 2007, justamente un año
antes de su asesinato. La USI ,
es el gran instrumento político que nos ha permitido aglutinar a un contingente
de verdaderos revolucionarios de la
Tierra de Bolívar y desenmascarar ante la clase trabajadora
venezolana y del mundo entero la trampa del “socialismo del Siglo XXI”
pregonado por el presidente Chávez.
Luis Hernández, con un poco menos de años de experiencia que
Richard, pero igual de combativo que aquél, dio sus primeros pasos y se forjó
como luchador y dirigente sindical en la empresa Pepsi-Cola y posteriormente
entre los años 2004 y 2005 se convirtió en un referente para el conjunto de los
activistas populares y comunitarios de Villa de Cura, presentándose en dos
oportunidades como candidato en las elecciones para ocupar el cargo de la Alcaldía de dicho
municipio, la segunda de ellas, en la semana previa a su homicidio. Luis era un
campeón de la solidaridad de clase, siempre llegaba con decenas de obreros de la Pepsi-Cola a brindar el
apoyo a los trabajadores en lucha para enfrentar a los patronos del sector
público y privado, y a los burócratas sindicales y políticos de toda calaña.
Por su parte, Carlos Requena, obrero de la empresa Produvisa
y el más novato de los tres, estaba en pleno desarrollo de una promisoria
carrera como dirigente sindical y político de los trabajadores. A pesar de su corta
edad, ya se había ganado un sitial a nivel nacional, como uno de los más
destacados luchadores en defensa de la salud de los trabajadores y el
mejoramiento de la condiciones de seguridad e higiene en las empresas. Se le
recuerda desde Anzoátegui hasta el Estado Zulia como uno de los más tenaces
luchadores, por su profundo espíritu solidario y por su intransigencia para
denunciar y combatir tanto a los viejos burócratas sindicales como a quienes
pretendían engañar a los trabajadores con falsos discursos revolucionarios.
Ellos, junto a Emilio Bastidas, Ricardo Acevedo de
Industrias Iberia, Iván Santana de Manpa, Héctor González de Plumrose, Wilmer
Hernández de Diablito y Frank Parra de Produvisa, José Villegas de Sanitarios
Maracay, entre otros, conformaron quizás el equipo de luchadores sindicales más
sólido, combativo, clasista y defensor de la autonomía e independencia política
de la clase trabajadora en la historia del movimiento sindical aragüeño. En sus
mejores momentos, la
Unión Nacional de Trabajadores del Estado Aragua, fundada por
ellos, llegó a aglutinar a 120 organizaciones sindicales, todas ellas
legitimadas en las luchas, reconocidas y defendidas por sus trabajadores.
Nos parece que fue ayer cuando Richard Gallardo y Luis
Hernández estaban al frente de las acciones logísticas y de movilización para
enfrentar en las calles a los golpistas del 11 de abril de 2011 y para
convencer a los trabajadores de oponerse al paro-saboteo a la industria
petrolera promovido por Fedecámaras, la cúpula de la CTV , AD, Copei y demás
partidos opositores al Presiente Chávez.
Nunca olvidaré la exaltación que tenía, el rostro alegre y
los ojos brillando de la emoción cuando por esos días de intentos de golpe por
allá en los años 2002-2003, llegó a una reunión donde yo estaba, anunciando que
él con un grupo de gente habían impedido que la derecha pasara por el túnel de La Cabrera y de cómo estaban
listos para tumbar el viaducto si la cosa se les ponía más fea. Richard
Gallardo fue de ese tipo de gente que decía el Che Guevara “un hombre que actúa
como piensa” de los que “ponen el pellejo para demostrar sus verdades”. De esta
forma lo recordó Joaquín Osorio, por aquella época dirigente sindical del
sector eléctrico, en un escrito publicado en www.aporrea.org el 28 de noviembre
de 2008 al conocer la noticia del brutal triple asesinato.
Richard, Luis y Carlos estuvieron en la primera línea en la
batalla sindical en la empresa Sanitarios Maracay. Acompañando a José Villegas
y su equipo de trabajo, dieron una espectacular batalla de casi dos años para
derrotar a la burocracia sindical en esa empresa, hasta que lo lograron. Y
cuando los empresarios quisieron cerrar la planta para no respetar y no atender
los reclamos de los trabajadores, nuevamente Carlos, Luis y Richard estuvieron
a la altura de las circunstancias, dirigiendo la ocupación de la empresa y
desarrollando el primer y único ensayo consciente de control obrero de la
producción en la historia del movimiento sindical venezolano.
Batalla en la que no sólo debieron enfrentar a los Pocaterra
y sus socios boliburgueses de Sanitarios Maracay, sino que en el último período
tuvieron que desplegar la mayor cantidad de iniciativas para enfrentar al
gobierno del Presidente Chávez y sus Ministros del Trabajo, y a Marcela
Máspero, quienes junto con los empresarios, el gobernador Didalco Bolívar, la
policía y los Tribunales de Justicia, conformaron lo que Richard Gallardo
calificó como la más pérfida “Santa Alianza” de patronos, gobierno y aparato
policial-judicial para derrotar a los trabajadores.
El estado Aragua se estremeció y se paralizó en dos
oportunidades, por orientación de Richard, Luis y Carlos que ganaron a los
trabajadores a la tarea de desarrollar paros regionales en solidaridad con los
obreros de Sanitarios Maracay. De esta trayectoria combativa también fue
testigo el actual gobernador Rafael Isea, cuando el día en que aspiraba a
posesionarse en su cargo quedó entreverado en una inmensa cola de varias horas
de duración, debido a que los obreros aragüeños, cargados de adrenalina por la
noticia del asesinato de sus dirigentes, decidieron paralizar totalmente el
estado.
Como no podía ser de otra manera, este grupo de dirigentes
sindicales conducidos por Luis, Carlos y Richard, moldeados al calor de los
triunfos revolucionarios populares de los años 2002 y 2003, y líderes de la
batalla sindical anti-burocrática, fue la base social sobre la cual se erigiría
en febrero del año 2006 la Corriente Clasista , Unitaria, Revolucionaria y
Autónoma (C-cura) dirigida por nuestros camaradas Orlando Chirino y José Bodas.
Tendencia sindical que demostró su crecimiento arrollador y su fortaleza al
garantizar la preparación y realización del II Congreso de la UNT en mayo de ese mismo año,
y sorprendió al mundo sindical venezolano cuando derrotó por amplio margen la
pretensión del gobierno y de sus sindicaleros tarifados, de impedir la
realización de la sesión final del Congreso.
Visión política
Luis, Carlos y Richard, tuvieron también otra faceta, quizás
la que representaba mayor peligro para los enemigos de los trabajadores. Los
tres estaban compenetrados y comprometidos con la construcción de una
organización política propia de los trabajadores. A esa estrategia dedicaron
buena parte de sus mejores esfuerzos.
“Voz de los Trabajadores”, periódico al servicio de la clase
obrera y de sus luchas fue su primera herramienta para promover la idea de
construir un partido de los trabajadores. Junto con Orlando Chirino, a quien
reconocían y respetaban como el dirigente indiscutido de la fracción de trabajadores
clasistas y combativos del país, y con Emilio Bastidas y Tito Viloria en
Aragua, editaron el primer número del periódico por allá en el año 2001,
contando además con el valioso concurso de militantes de la Unidad Internacional
de los Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI). Este periódico tuvo la
gran valía política de sentar las bases para sobreponerse a la crisis y
dispersión de la militancia agrupada en el PST y la corriente sindical La Chispa e iniciar el
reagrupamiento de los luchadores surgidos al calor del proceso revolucionario
abierto a finales del siglo pasado en Venezuela.
Luego sumaron sus bríos al esfuerzo que otros connotados
dirigentes de los trabajadores en otras regiones del país venían desarrollando,
para construir una organización política revolucionaria. Junto a José Bodas,
Armando Guerra y quien escribe, hicimos el acto constitutivo del Partido
Revolución y Socialismo. Iniciativa que de inmediato comenzó a ser torpedeada
por las fuerzas hostiles a la clase obrera, sobre todo quienes desde el
gobierno no aceptaban que los trabajadores nos propusiéramos la tarea de
construir un partido propio de los trabajadores para coronar la obra
revolucionaria abierta en Venezuela con El Caracazo del año 89 del siglo
pasado.
Urgidos por la tarea de no dejar de participar en ningún
escenario de la lucha de clases, Richard, Luis y Carlos dieron vida legal a la Unidad Socialista
de Izquierda en el Estado Aragua para participar en las elecciones regionales
del año 2008. Diez mil firmas, recogidas en menos de cuarenta y cinco días
entre obreros de las organizaciones sindicales filiales de la UNT y de las comunidades de
Villa de Cura, Cagua y Maracay, permitieron la legalización ante el CNE de la USI , como requisito para
presentar candidatos al Consejo Legislativo y las alcaldías de varios
municipios del Estado. La independencia política y su compromiso con los
trabajadores quedó plasmada en la decisión de la organización de no respaldar a
candidatos de la de oposición ni del PSUV, en particular a quien ocupa hoy la
gobernación del Estado, en tanto se tenía plena claridad de que esas
candidaturas no representaban los intereses de la clase trabajadora.
Los actos políticos desarrollados y la compenetración de las
comunidades con la candidatura de Luis Hernández nos hicieron acariciar la
posibilidad de ganar las elecciones a la alcaldía. La magnífica Caravana y acto
de cierre de campaña corroboraron tal posibilidad. Lastimosamente, pese a
obtener una alta votación, la elección no favoreció a Luis Hernández, siendo
derrotado por un personaje oscuro, sin ninguna trayectoria de lucha. El peso
del aparato partidario y los recursos del Estado le garantizaron el triunfo el
candidato del PSUV, pero en las bases obreras y en las comunidades de Villa de
Cura, el carisma político de Luis Hernández se fortaleció enormemente.
Camaradas... ¡hasta el socialismo siempre!
Las bandas armadas condenaron a muerte a Luis, Richard y
Carlos el mismo día de las elecciones, y lo advirtieron disparando al aire
frente a la planta de la
Pepsi Cola. No podían permitir que este trío de indomables
luchadores y revolucionarios continuara encabezando la lucha de miles de
obreros. Cuatro días después de las elecciones, luego de acompañar y triunfar
en un conflicto en la empresa Alpina, de capitales colombianos, Richard, Luis y
Carlos fueron alevosamente asesinados a manos de un sicario profesional. Con su
muerte nos dieron un golpe terrible al descabezar la vanguardia revolucionaria
sindical y política de Aragua, pero también templaron y redoblaron nuestro
compromiso de luchar por el socialismo revolucionario con democracia obrera.
Transcurridos tres años, la impunidad promovida desde de la
alturas del gobierno y de la in-Justicia venezolana sigue haciendo de las
suyas. Sin embargo, las luchas obreras y populares nos hacen confiar en que más
temprano que tarde lograremos castigar a los responsables de este crimen de
lesa humanidad, y nos hacen ser más optimistas sobre un futuro luminoso para
nuestra patria y el conjunto de la humanidad, libre de toda forma de
dependencia, opresión y explotación.
Richard, Carlos y Luis; nosotros, vuestros camaradas de
lucha y hermanos de sueños, nos hemos mantenido firmes y seguimos en pie de
lucha. Seguimos acompañando cuanta lucha de la clase trabajadora ha surgido.
Los petroleros, los trabajadores de las empresas básicas, los empleados de la
administración pública, los obreros cementeros, los de Dianca, los de Cavim,
los portuarios, los de Aragua, los de Carabobo, Zulia, Anzoátegui y los de
Venezuela en general a diario nos siguen viendo en acción y saben que no
desmayaremos. Y en esta fecha de dolorosa recordación aprovechamos la
oportunidad para dar la buena noticia de que hemos recogido las firmas
necesarias en doce estados que nos exige el CNE para lograr la legalización de
la organización política revolucionaria de los trabajadores por la cual ustedes
bregaron y dieron su vida. La memoria de vuestro esfuerzo y sacrificio nos han
impulsado.
Ya no nos llamaremos USI, como ustedes lo quisieron. Los
vericuetos de la Ley
así nos lo han impuesto. Ahora adoptaremos otro nombre igual de combativo e
igual de promisorio, conformado por hombres y mujeres de lo más comprometido de
la clase trabajadora venezolana. Desde el Partido Socialismo y Libertad
mantendremos viva la causa revolucionaria por la que ustedes dieron sus vidas.
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