Autobuses fletados a las puertas de las oficinas y entes del Estado, burócratas con listín en mano controlando a los participantes, ausencia de consignas que reivindicaran los derechos de los trabajadores y un acto de cierre copado por el "Comandante" Chávez para promocionar su candidatura presidencial para el año 2012, pusieron en evidencia la negación de la autonomía sindical y la caricaturización de la gesta heróica de los Mártires de Chicago.
Regresión desenfrenada
El acto de celebración del pasado Primero de Mayo por parte del gobierno, el PSUV y la burocracia sindical roja-rojita, contrastó diametralmente a como se convocaba y realizaban las movilizaciones del Día de Internacional de los Trabajadores en años pasados. Veamos por qué.
Quedaron atrás los años en que miles de venezolanas y venezolanos se abstenían de participar en las movilizaciones de Caracas por falta de cupo en el transporte. En esta ocasión, sobraban cupos y faltaban participantes.
La alegría de otras oportunidades se transfiguró en rostros malhumorados de funcionarios de la administración pública obligados a participar; dando cuenta de un hecho que se ha hecho característico en los últimos tiempos: presión y chantajes a los trabajadores para asegurarle base social a los actos proselitistas del presidente Chávez.
La "Marea Roja" anunciada en forma vehemente por los narradores de Venezolana de Televisión, intentaban darle vida a una marcha carente de objetivos en defensa de los derechos de los trabajadores. Sólo el tradicional cántico: ¡Uh...ah, Chávez no se va!, intentaba animar y dar unidad política a los participantes.
Por supuesto, la defensa del derecho al a negociación colectiva de contratos de trabajo, denuncia a la criminalización de la protesta sindical y popular, repudio a la inflación y rechazo al mezquino aumento salarial no fueron parte del libreto de los convocantes y animadores de la movilización gubernamental.
El acto se orientó a contracorriente de un fenómeno emergente como lo es el representado por los miles de trabajadores de base de sindicatos controlados por el Psuv que han venido desbordando a sus directivas, tanto en la administración pública como en las empresas nacionalizadas, el sector universitario, y otros sectores, y han salido a pelear por sus derechos, zafándose de la camisa de fuerza que representa la burocracia sindical, y movilizándose.
El objetivo del acto se reducía única y exclusivamente a promover la candidatura del Presidente-comandante para el año 2012. Propósito sin mayor relevancia si se tiene en cuenta que el país sabe que desde el año pasado el Presidente se encuentra en campaña electoral.
Una importante novedad
Lo novedoso de este año en la celebración del Primero de Mayo, sin duda fue la presencia de Chávez en el acto de cierre. Desde que se posesionó como Presidente nunca asistió a las movilizaciones del Día Internacional de los Trabajadores y mucho menos fue orador de orden.
En otros tiempos las corrientes sindicales autonomistas y defensoras de la independencia política, particularmente las encabezadas por nuestro camarada Orlando Chirino y el resto de dirigentes de C-cura, siempre lograron impedir que los sindicaleros del gobierno impusieran el criterio de que el Presidente cerrara los actos conmemorativos del Día Internacional de los Trabajadores.
No fueron pocas las veces que lo intentaron, pero invariablemente pudo más la argumentación de autonomía esgrimida por los dirigencia sindical clasista, combativa y revolucionaria. Ni siquiera pudieron quebrar el criterio de la autonomía en el II Congreso de la UNT, cuando intentaron supeditar la legitimación de las autoridades de la Central a la ratificación del Presidente Chávez en las elecciones de diciembre de 2006. Esta vez fue diferente.
Para esta ocasión, urgidos por la realidad que vive el país y el acelerado desgate político del gobierno, la dirigencia sindical gobiernera se vio en la imperiosa necesidad de recurrir a la figura del Presidente Chávez para cerrar el acto, legitimando el inicio de la campaña electoral, pero sobre todo intentando salirle al paso a una movilización independiente, combativa, reivindicativa de los derechos de los trabajadores y autónoma respecto de los patronos, que se realizó mismo día por otra zona de la ciudad, señalando el nuevo camino que ha empezado a desbrozar y transitar el movimiento sindical venezolano.
Esta fuerte presión llevó a que la enfrentada dirigencia de la CST y la UNT renunciara a sus difrencias y se jugara a colocar al Presidente Chávez como muro de contención, para impedir que los afiliados a los sindicatos controlados por los rojo-rojitos, rompiera la disciplina partidista y terminara engrosando la marcha convocada por Fadess.
Una afrenta a la memoria de los Mártires de Chicago
La reducción de la jornada laboral hace 125 años fue una reivindicación muy sensible que motivó a miles de trabajadores a jugarse la vida para alcanzar la famosa tríada: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de recreación. En nuestros días, y muy especialmente en Venezuela, la reducción de la jornada laboral de 8 a 6 horas también se ha convertido en un tema de primerísima importancia.
Tan es así que el gobierno utilizó la carnada de la reducción jornada laboral, como uno de sus principales estratagemas para convencer a los trabajadores de que votasen a favor de su reaccionario proyecto de reforma constitucional propuesto en diciembre de 2007.
La burocracia sindical roja-rojita, la dirigencia del PCV, y otras corrientes políticas afines al gobierno, han hecho de este tema uno de sus argumentos favoritos y a cada tanto se les escucha decir que la proyectada reforma de la Ley Orgánica del Trabajo incorporará como una de sus reivindicaciones más importantes la reducción de la jornada laboral.
A pesar de todos estos antecedentes, la intervención del Presidente Chávez en el acto del Primero de Mayo, ha develado la falacia gubernamental y de los sindicaleros rojo-rojitos. Sin tapujos, el “Presidente-comandante” se pronunció en contra de tal reducción de la jornada laboral e increpó a los trabajadores llamándolos a trabajar y trabajar para aumentar la producción.
Fue tan consistente y vertical su decisión, que los principales referentes del movimiento sindical chavista como Orlando Pérez de Sinafum, han salido a proponer que se incremente la jornada laboral a los maestros de 36 a 48 horas, 6 de ellas bajo la modalidad de voluntariado en las comunidades, por supuesto sin remuneración.
La memoria de los héroes de Chicago ha recibido una de sus peores afrentas por parte de un gobierno nacionalista burgués, que se tiñe de socialista y obrerista para estafar a los trabajadores y que pretende de contrabando retrotraer al movimiento sindical venezolano a las épocas capitalistas semi-esclavistas de los siglos XVIII y XIX, siguiendo las enseñanzas de la tenebrosa dictadura capitalista-burocrática del Partido Comunista Chino.
A grandes rasgos, estas son las lamentables lecciones de la convocatoria y realización por parte del Gobierno, del PSUV y de la dirigencia sindical rojo-rojita de la conmemoración del Primero de Mayo: se pisoteó la autonomía y la independencia política de los trabajadores; se justificó la política económica y laboral anti-obrera del gobierno; se aplaudió y se le hizo genuflexión al aumento chucuto del salario mínimo y se mancilló la memoria de los héroes de Chicago.
La gran muestra debilidad del sindicalismo oficial fue que no tuvo ningún mensaje para dialogar con esa amplia franja de trabajadores que manifiesta su inconformidad con la política laboral del gobierno y que se moviliza y rompe la disciplina del Psuv. Para estos trabajadores nuestro mensaje es que sólo la lucha cambia la vida, sólo con nuestra movilización conquistaremos el respeto a nuestros derechos. Hacia ellos siempre tenderemos nuestra mano solidaria para unificar las luchas, más allá de las diferencias que nos separan en el terreno político, siguiendo el ejemplo de la agenda unitaria que hemos levantado en el Fadess, la cual abandera la defensa de un salario mínimo igual a la canasta básica, la defensa del empleo estable, la lucha contra la tercerización, por el respeto a la libertad sindical y a la contratación colectiva, y por la refundación democrática y autónoma del movimiento obrero.
* Periodico de la Unidad Socialista de Izquierda, el partido de los trabajadores
Tomado de Laclase.info
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