Este primero de Mayo, al conmemorarse 125 años de la histórica huelga de los trabajadores de Chicago por la jornada de ocho horas y de la represión contra sus insignes dirigentes, la clase trabajadora venezolana tiene muchas expectativas. Hemos desarrollado muchas luchas y protestas y nos preparamos para avanzar en la conquista del respeto a nuestros derechos. El gobierno del presidente Chávez decidió que la crisis económica, producida por su pésima política y por los efectos de la crisis mundial, la paguen los trabajadores.
Ya no es suficiente con la explotación del trabajo, ahora es profundizada, con el desempleo, la tercerización laboral, el alto costo de la vida, los malos servicios, la inseguridad, la devaluación, la inflación, el engaño, las persecuciones, el terrorismo laboral, la violación a la libertad sindical, la congelación de los contratos colectivos, la criminalización de la protesta, el engavetamiento a las prestaciones sociales y de la reforma a la ley del trabajo.
El Gobierno mantiene la política de importaciones, produce un verdadero cementerio de industrias y no resuelve la crisis en el sistema eléctrico. Es creciente el endeudamiento del país y cada vez peor la situación operativa y financiera de la industria petrolera. A ello debe sumarse la pérdida de la soberanía en el manejo de estratégicas áreas del negocio petrolero y del suministro alimentario. Este es el cuadro que retrata la verdadera cara de un régimen gubernamental anti-obrero y anti-sindical.
En respuesta a esta ofensiva antiobrera, los enfermeros, los trabajadores de las empresas básicas, los trabajadores y profesores universitarios, los cementeros, eléctricos, petroleros, así como miles de asalariados de empresas privadas, están movilizándose y exigiendo respeto a sus derechos. Decenas de protestas y paralizaciones semanales dan testimonio del actual ánimo combativo de la clase trabajadora venezolana.
Tratando de ocultar esta realidad, con bombos y platillos, el jefe del Estado anuncia el incremento del salario mínimo para los trabajadores venezolanos. Esta farsa, desconoce el efecto de la inflación y la devaluación sobre el salario. Antes el salario mínimo era de 460 dólares ahora será de 360 dólares, mas bien representa una disminución del salario real y un deterioro dramático del poder adquisitivo. El miserable aumento no alcanza para cubrir la canasta alimentaria; incumpliendo la constitución en su articulo 91, que establece el concepto del “salario suficiente” para los trabajadores y su familia con base al costo de la canasta básica. El Frente Autónomo por la Defensa del Salario y Empleo, atendiendo a estas circunstancias, demandó al Estado ante el TSJ, para que se restituya la vigencia de la constitución en materia salarial.
El llamado incremento al tabulador salarial de los empleados públicos, es en realidad la ejecución tardía de una escala de remuneraciones vigente desde 2008, y desde 2004 se desconoce la contratación colectiva. Se desconoce la inflación acumulada de los últimos tres años, que fue del 96%. Estas medidas tomadas por el gobierno, no resuelven la pérdida del poder adquisitivo del salario, ni ocultan el carácter del actual régimen: enemigo declarado de la clase trabajadora.
Los trabajadores y trabajadoras marcharemos este 1º de Mayo exigiendo medidas que permitan recuperar el poder adquisitivo del salario, respeto a las contrataciones colectivos en las empresas publicas y privadas, cese la criminalización de la protesta, respeto a la libertad sindical, seguridad social, cese a los juicios a los dirigentes sindicales, libertad plena para Rubén González, Secretario General del Sindicato de Ferrominera del Orinoco. Y también marcharemos por la unidad y reconstrucción del movimiento sindical venezolano, por la formación de un sindicalismo de nuevo tipo, autónomo de patronos públicos y privados, independientes de los partidos políticos, incluyente, vinculado a las bases de los trabajadores, con una conducta ética y consustanciado con la defensa de los derechos e intereses fundamentales de los trabajadores. La clase trabajadora tiene derecho a participar en la construcción de un modelo social realmente incluyente en lo económico y en lo político, con una distribución equitativa del ingreso petrolero, que garantice elevar la calidad de vida de la población, incremente el número de puestos de trabajo y mejore las condiciones laborales, así como el acceso a los servicios públicos.
Levantamos nuestra voz exigiendo respeto para la clase trabajadora. Desde la base y combativamente refundaremos el sindicalismo venezolano.
¡¡EL 25% DE AUMENTO DEL SALARIO MINIMO ES UNA FARSA, LOS TRABAJADORES SE RESPETAN!!
¡¡POR LA UNIDAD Y RECONSTRUCCIÓN DEL MOVIMIENTO SINDICAL!!
Movimiento de Solidaridad Laboral (MSL)
Frente Autónomo por la Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (FADESS)
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