Italia: Compartiendo una experiencia colectiva autogestionada de cocina y comedor

Red 'Eat the Rich' (Roma, Italia)

En noviembre de 2013, a partir de algunas preguntas sobre la cuestión de la nutrición, entendida como el acceso a una comida de calidad que se ajusta al bolsillo de todos, nos planteamos el desafío de autoorganizarnos al menos un almuerzo por semana. Desde el principio nos enfrentamos con la necesidad y el deseo de superar algunos nudos, a primera vista prácticos, técnicos, pero a la vez políticos. Dónde comprar ¿Aceptar el chantaje de los grandes minoristas con sus precios asequibles, pero alimentando la sobreproducción y el desperdicio, y ayudando a reducir la producción local? ¿Cómo tener productos locales y bio a precios asequibles?

¿Cómo superar la lógica del mero servicio? Porque ya hay comedores caritativos. ¿Cómo activar y conectar, en un contexto de convivencia social, múltiples figuras y sujetos?

A continuación se muestra un primer resultado de equilibrio esquemático de las reflexiones realizadas en las asambleas y durante los almuerzos de la cantina, en una práctica autorreflexiva de lo que se ha dado hasta aquí.

1) Acceso a productos de calidad a precios sostenibles

Fue natural para nosotros recurrir a lo que ya existe y funciona en el área, comenzando por lo que ya está sucediendo en los espacios de Vag61 y más allá, y por lo tanto para conectarnos con las redes de productores locales, la asociación CampiAperti y el grupo Gasbo , pero también realidades individuales de empresas locales de gestión familiar. Al concentrarse en hacer que los propios productores participen y apoyen nuestro proyecto. Esto nos permitió poder cocinar productos de calidad a un precio asequible y sostenible y experimentar con diferentes formas de autogestión del proyecto. Hemos alcanzado una primera pero continua red de productores es la investigación y el cuidado de la relación con quienes nos suministran los productos y, de hecho, participan en el proyecto.

2) Exceder la lógica del servicio

No es un problema menor, y eso no solo concierne a una actividad como el comedor, sino al desafío de la autogestión de los "servicios" en general y de la organización de la vida del "municipio" adscrito al aparato estatal, es superar la dependencia de las estructuras institucionales de "bienestar y caridad", así como el modelo privado. Para decirlo claramente, Eat the Rich no es una beneficencia hecha por voluntarios para necesitados, ni un restaurante barato. Gran pregunta que ciertamente no se puede resolver en la mesa, pero se debate y afronta en la práctica. La superación de una lógica meramente de bienestar representa la apuesta continua de cada momento de intercambio y compartir. Por lo tanto, requiere atención constante e invención para escapar de la verticalidad de la relación usuario / proveedor de servicios.

Fundamental es un trabajo cuidadoso de información, compartir y comparar las intenciones y resultados que "Eat the Rich" gradualmente da e intenta lograr con el tiempo. Otro paso en esta dirección fue la elección de la autogestión del precio, en diálogo con quienes pasan por el comedor y estimulando la colaboración/cooperación de los participantes en la iniciativa. No hay cocineros, lavaplatos, camareros y clientes, todos pueden contribuir de diferentes maneras para compartir una comida social en cualquier momento. Todos estos aspectos, enumerados un poco esquemáticamente hasta ahora, están estrechamente entrelazados y llenan el espacio político y social de "Eat the Rich" con sentido y conciencia, y constituyen su espíritu.

3) Un comedor y también una "caja de herramientas" de autoproducción

En este movimiento para implementar, diversificar, la participación y el cruce del proyecto, proponemos la activación de talleres sobre autoproducción de alimentos y sobre el intercambio de conocimientos relacionados con el tema de la salud y la nutrición (cursos de panificación, pasta fresca, seguridad en la comida junto con un colectivo afín, autogestión de un jardín-huerto y taller de construcción de un "horno de leña del vecindario"). Todo esto para ir creando una "caja de herramientas" para resistir la crisis, para impulsar y unir la proliferación de prácticas y conocimientos sobre la autoproducción de alimentos.

4) Recomponer a partir de las necesidades

Otra necesidad es ampliar la composición social para nvolucrar a tantos como sea posible. Aunque el estudiante y la universidad siempre son una fuerza fuerte e impulsora en la capacidad de cambio, nuestro objetivo es superar la división clásica entre este y todos los demás temas que se presentan en el vecindario y la ciudad, promoviendo reuniones y organización como una necesidad primaria, tanto como la de los alimentos y lo que la rodea, reiterando la necesidad de una participación que sea mucho más transversal y difícilmente reducible a categorizaciones triviales. Para hacer esto, también es necesario abandonar los muros de Vag61 [el local donde se funciona] e imaginar formas efectivas de participación, además de las formas más simples de distribución de folletos, para contactar y conocer directamente a las diversas asociaciones, colectivos y grupos activos en el distrito de Cirenaica. Y cuando hace buen tiempo, hacer el contacto personal en el ámbito proximo. ¡No buscamos la utopía sedante de una pequeña isla feliz, sino que apuntaremos a la invasión y al contagio!

5) Multiplicar y difundir: una propuesta política

Sin ninguna pretensión de completitud o unicidad, a partir de premisas específicas, creemos que hemos construido un posible "modelo" funcional de comedor autogestionada, y desde aquí hemos planteado el problema de cómo desarrollar el proyecto construyendo pasos hacia adelante. El desafío que planteamos con 'Eat the Rich' es desencadenar procesos políticos a partir de una necesidad como "una buena comida" y la organización de esto. Mientras tanto, algunas realidades de la ciudad se han acercado e interesado en el comedor, otras se han puesto en contacto con ellas, y así es como estamos tratando de conectarnos con aquellos que ya practican experiencias de este tipo. Al mapear juntos lo que ya existe e incitar a comenzar tales caminos, auspiciamos una asamblea pública para discutir todo esto. Insistiendo en la necesidad de multiplicar y difundir, apostamos colectivamente por este tipo de proliferación en lugar de simplemente abrir el comedor varios días a la semana, porque creemos en la estrategia, en la crisis, la creación de redes de ciudades alrededor de nodos y de las necesidades centrales para un buen vivir. Una parte del trabajo político para la construcción de posibilidades de resistencia a la miseria generalizada, una red de ciudades que también puede hablar pública y enérgicamente sobre ciertos temas y disputas. Será esencial para los proyectos de las realidades participantes, respetando los caminos en su independencia y autonomía, que intentemos jugar un equilibrio virtuoso en las diferencias, capaces de producir discursos y prácticas compartidas, e inmediatamente volcados hacia el exterior. ¡Por una constelación común de espacios de resistencia y organización de necesidades!

Stay foolish,
Stay hungry,
Eat the Rich!

[Nota final de El Libertario: Para mas información sobre la Red 'Eat the Rich', ver su sitio web -en italiano- https://reteeattherich.noblogs.org.]

[Original en italiano accesible en https://reteeattherich.noblogs.org/documenticomunicati/eat-the-rich-vag61. Traducido al castellano por la Redacción de El Libertario.]