Coronavirus expone lacras del régimen burocrático-autoritario en China

Humberto Decarli

El coronavirus ha delatado la fragilidad de una nación con el mayor envión económico de los últimos tiempos. Una China Popular devastada por el disparate maoísta del Gran Salto Adelante y después por la inmensa purga conocida con el cognomento de revolución cultural o proletaria, devino en una exitosa economía neoliberal ejercida por Deng Hsiao Ping -quien ordenó la masacre de la Plaza Tienamen- donde hubo logros macroeconómicos con miras a estabilizar al país pero sin igualdad social en el acceso a los bienes y servicios de su población.

La enfermedads es una suerte de neumonía diseminada en China Continental desde la ciudad de Wuhan, centro comunicacional terrestre del país. Se cree que su promoción se dio desde los mercados municipales donde venden animales salvajes vivos para ser consumidos por la población humana. Por supuesto, se realizan esas compras sin mucho control sanitario y de allí su propagación. Además de la céntrica ubicación de la referida ciudad, con once millones de habitantes y séptima en población de China, fue la época del año (el año nuevo) lo que incidió en expandir la infección a otras partes de esta nación así como al exterior dado los viajes efectuados para visitar familiares allende los mares.

Se tiene conocimiento de que la epidemia se inició en el mes de diciembre del pasado año pero las autoridades chinas lo admitieron al final de enero de 2020. De igual manera, confesaron que en febrero murió el médico que alertó en el pasado diciembre sobre la afección y fue intimidado en esa oportunidad por la policía para no hablar al respecto.

Precedentes

A inicios del presente siglo se presentó el virus llamado SARS, el cual fue controlado pero de manera insuficiente porque no se tomaron las previsiones para impedir cualquier manifestación igual o similar. También se alertó sobre la venta de animales salvajes por ser fuente de infecciones pero nunca se prohibió o limitó porque es una tradición china su consumo y se valora como de un inmenso valor nutritivo proteico por encima de los de granjas. Adicionalmente la carencia de información propia de los regímenes totalitarios ha contribuido históricamente a no afrontar las vicisitudes. Es una política repetida en la extinta Unión Soviética, Cuba, Corea del Norte, Rusia y Venezuela, que incide en invisivilizar cualquier anomalía pero con riesgos de generar más descalabros al omitirse o diferirse la toma de decisiones correspondientes.

Avance de los acontecimientos

Mientras en China hay una reacción frente a la delicada situación de salud pública expresada en cuarentenas de ciudades, control de viajes internos y externos, la construcción de hospitales de emergencia y estatuir una oscurana informativa para evitar reconocer esta anomalía, el virus se ha distribuido por varias regiones del mundo motivado a los viajes de visita de las personas en China a sus familiares y amigos en el exterior. Los testimonios de las personas en Wuhan son tenebrosos cuando afirman que prefieren estar en sus casas que en los hospitales y refugios ad hoc, debido a la falta de humanidad en el operar clínico. Asimismo, las oficinas públicas están paralizadas así como el comercio privado aunque han permitido los establecimientos donde se expende comida.

La percepción general sobre las cifras oficiales chinas es de duda por la tendencia a esconder los dígitos intencionalmente en un hábito como el del avestruz. Afortunadamente la explosión comunicacional de las redes sociales ha permitido acercarnos a la realidad no obstante el control y disciplina sobre estos canales de emisión y recepción multirrecíprocas de la autopista de la información como se denominó originalmente.

Naturaleza del régimen de Beijing

Ulterior a la república presidida por Sun Yat-sen la antigua Catay se vio invadida por el imperio del sol naciente y luego de la derrota nipona los nacionalistas de Chang Kai Shek y los comunistas de Mao, coparon la escena política con altos componentes de militarismo y autoritarismo. Culminada la guerra civil con los marxistas como vencedores y los nacionalistas confinados a Taiwan y las pequeñas islas adyacentes, se entronizó en el continente un régimen estalinista encabezado por Mao Zedong. Derrotada la facción del presidente Liu Shao Chi, el vicepresidente Chu Teh, el alcalde de Pekín Peng Cheng, el héroe nacional chino de Corea el mariscal Peng De huai y Deng Hsio Peng, jefe del partido comunista, cuando la revolución cultural, siguió la muerte de Ling Piao en un avión, fue execrada la Banda de los Cuatro, y resurgió Deng cual ave fénix. Le siguierosn al mando Hua Kuo Feng, Jiang Zemin, Hu Jin Tao y Xi Jinping, quien gobierna actualmente.

Las sucesivas experiencias gubernamentales tuvieron una impronta: eran de partido único, una sola ideología y elecciones manejadas por el monolitismo más ramplón. En otros términos, una dictadura en el sentido literal de la palabra y obviamente con el procesamiento del tamiz sobre la opinión y la información. De allí la lógica sobre el ocultamiento de esta pandemia aunque posteriormente la aceptó pero la dosificaron en un ejercicio despótico de la información. Es la lógica de conducta para un gobierno extremadamente autoritario con arreglo en su visión unilateral de la realidad.
  
Reflexiones finales sobre esta penosa coyuntura

La extensión inimaginable del coronavirus nos lleva a repensar muchos aspectos de la realidad vivida comenzando la tercera década de este siglo. En primer lugar, el tratamiento oficial de una enfermedad que de otra manera hubiese tenido una mejor respuesta en resguardo de la salud. Fue una actitud de manipulación con fines de mantener la rigidez de las sociedades cerradas como la china ayudadas por un cartabón político útil para controlar la población. Es la reproducción de las distopías de George Orwell y AldousHuxley ya referidas por el esquema político del gigante asiático como por ejemplo la colocación de sombras en las fotografías donde aparecía la banda de los cuatro. Se materializa, parafraseando a Erich Fromm, el miedo a la libertad con resultados desastrosos.

En segundo término, un aspecto fundamental para nuestra especie como es la alimentación puede y debe ser revisada. La cadena alimentaria o trófica es terrible porque los seres dependientes de materia orgánica deben alimentarse de otros animales no humanos. Los vegetales, en cambio, viven gracias a materia inorgánica como el aire, la luz, el agua, y no requieren comerse a otros seres vivos.

Se trata de un problema de ética ambiental. No es posible que pudiendo proveernos de alimentación por vía agrícola, tengamos que extinguir la vida de los seres alterhumanos compañeros en el planeta. Además de los sectores filosóficos y revolucionarios preconizantes de estas modalidades alimentarias, siendo el vegetarianismo y el veganismo las más usuales, hay religiones como el hinduismo, el budismo y sectores cristianos que estiman a los animales no humanos como hermanos. Todos estos grupos inciden en modificar la conducta alimentaria carnivora, con razones también ecológicas pues se ha comprobado que la ganadería es la mayor productora de gases invernaderos.

En conclusión, es una orientación apta para mejorar la vida en la Tierra. El modelo desarrollista y economicista reinante nos lleva a la destrucción. Con una postura más equilibrada podríamos ser mejores y si no que lo diga el gigante chino con pies de barro.