Humberto Decarli
El modelo del socialismo autoritario implantado por la revolución bolchevique todavía tiene sus defensores y aún es un esquema de gobierno vigente en varios continentes. Emplea la ideología de justicia social para reivindicar supuestamente a los sujetos históricos de la revolución: la clase obrera mediante la dictadura del proletariado consecuencia de la presión del desarrollo de las fuerzas productivas representada por los trabajadores. En materia económica, el Estado era el guíade la nueva propiedad y de las políticas centralizadas y planificadas. Políticamente había una concentración absoluta y desde el buró político y el comité central del partido comunista todo se decidía. Terminó concluyendo en un régimen dictatorial en manos de un caudillo y la militarización de la sociedad.
Este cartabón político se experimenta en Venezuela solo con deslizamientos nacionalistas e históricos y repitiendo la fábrica de hambre y pobreza típica del modelo económico inviable hacia la ruptura de la explotación. Además, su origen es electoral desde la democracia representativa utilizada por Hugo Chávez ante el estruendoso fracaso del puntofijismo. Las ideas llevadas a cabo conforman una mixtura entre el marxismo, el bolivarianismo, el nasserismo, el nacionalismo así como ideas corporativas propias del neofascismo.
El modelo del socialismo autoritario implantado por la revolución bolchevique todavía tiene sus defensores y aún es un esquema de gobierno vigente en varios continentes. Emplea la ideología de justicia social para reivindicar supuestamente a los sujetos históricos de la revolución: la clase obrera mediante la dictadura del proletariado consecuencia de la presión del desarrollo de las fuerzas productivas representada por los trabajadores. En materia económica, el Estado era el guíade la nueva propiedad y de las políticas centralizadas y planificadas. Políticamente había una concentración absoluta y desde el buró político y el comité central del partido comunista todo se decidía. Terminó concluyendo en un régimen dictatorial en manos de un caudillo y la militarización de la sociedad.
Este cartabón político se experimenta en Venezuela solo con deslizamientos nacionalistas e históricos y repitiendo la fábrica de hambre y pobreza típica del modelo económico inviable hacia la ruptura de la explotación. Además, su origen es electoral desde la democracia representativa utilizada por Hugo Chávez ante el estruendoso fracaso del puntofijismo. Las ideas llevadas a cabo conforman una mixtura entre el marxismo, el bolivarianismo, el nasserismo, el nacionalismo así como ideas corporativas propias del neofascismo.
El andamiaje ideológico del socialismo autoritario
El marxismo leninismo es la doctrina oficial y se contrae a los postulados propuestos por Karl Marx en sus obras El Capital, la Guerra civil en Francia, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte, los Grundrisse y los Manuscritos económicos-filosóficos de 1844. Su compañero Federico Engels, con quien escribió La sagrada familia, el Manifiesto Comunista y la Ideología alemana. Fue autordel Anti-Dhüring y la Dialéctica de la naturaleza, una idea a través de la cual se perfecciona el socialismo científico al dar una explicación sobre el mundo fuera del ser humano, reducido a solo tres leyes (la unidad y lucha de contrarios, la cantidad se convierte en calidad y la negación de la negación). Eran conceptos de la dialéctica hegeliana con piso material como le gustaba decir a quien reposa en el cementerio de Highgate en Londres.
Antes de estos dos grandes personajes de izquierda hubo iniciativas sobre la justicia social por pensadores conocidos como socialistas utópicos, término empleado para distinguirlo del científico personificado en Marx y sus acólitos. Saint Simon, Comte, Fourier y Owen, fueron entre muchos, los intelectuales con postulados tendientes a lograr la igualdad social y un mundo mejor. Las diferentes utopías anteriores fueron la base de apoyo hacia elucubraciones de progreso social. Marx los consideraba como ingenuos y de allí su calificación de utópicos.
Lenin fue quien llevó a la praxis los planteamientos marxistas porque el filósofo de Tréveris no pudo escribir una obra sobre el Estado y no alcanzó a vivir el paraíso socialista. Vladimir IlichUlianovsi lo materializó al tomar el poder en octubre de 1917y llevar a cabo el proceso para instalar el nuevo modelo económico y político. Tuvo el apoyo de León Trotsky, brillante intelectual igualmente autoritario, creador del Ejército Rojo, y además Plejanov hizo aportes intelectuales a la naciente revolución.
El líder bolchevique murió prematuramente en la década de los veinte del pasado siglo pero dejó algunas obras diseñadoras del infierno comunista. El Estado y la revolución y La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo, fueron textos apuntaladores de la dictadura del proletariado. Stalin finalizó el nuevo estadio administrando al país en medio de hambrunas como el Holodomor de Ucrania, y la purga donde asesinó a los viejos bolcheviques amén de un control total del poder.
Apenas si George Lucacks con su Historia y Conciencia de clases y el Asalto a la razón, dio algunos aportes, los italianos Antonio Gramsciy Amadeo Bordigatambién figuraron entre los ideólogos comunistas. Ya Rosa Luxemburgo y los espartaquistas discrepaban y los consejistas, Otto Ruhle, AntonPanneñoek, Paul Mattick y Karl Korsch, rompieron con el marxismo al tomar conciencia de la falacia de todo el poder para los soviets porque quien lo detentaba era el dictador, el partido comunista y las fuerzas armadas.
Mao Ze Dong organizó la revolución china y fue quien escribió varios libros como Sobre la contradicción donde repite las ideas del materialismo dialéctico. Demás está decir que luego de derrotar en la guerra intestina a ChiangKai-Shek y sus nacionalistas, llevó a cabo iniciativas demenciales como el Gran Salto hacia adelante, causante de millones de muertos por hambre; y la revolución proletaria o cultural, una verdadera liquidación de la facción de LiuShaoShi y DengXiao Ping tomando como elemento a las masas manipuladas. Fue el gran líder del maoísmo, suerte de versión macabra del marxismo-leninismo. Comentario aparte merece el déspota de Corea, Kim IlSung, quien quiso agregar a la teoría la idea zuche, algo elemental.
El guevarismo, corriente tercermundista encabezada por el guerrillero argentino, habló del hombre nuevo, tesis de Frank Fanon, como fórmula de progreso social pero entendido autoritariamente, impuesto desde arriba. Eran ideas situadas al margen de los soviéticos pero no menos militaristas que éstos. Adicionalmente la teología de la liberación, movimiento cristiano reivindicador de los oprimidos, fue otra fuente de donde emanaban tesis de la lucha a favor de los pobres. Gustavo Gutiérrez, Frei Beto yDomHelder Cámara, son los ideólogos de estas ideas, y Camilo Torres, Manuel Pérez y Domingo Laín, son los guerrilleros quienes subieron a las montañas para hacer realidad en Colombia la praxis revolucionaria.
Propagación del imperio soviético
Posterior a la derrota nazi emerge la Unión Soviética como uno de los triunfadores y aprovechó la oportunidad para dejar a los comunistas locales al frente de los gobiernos luego de la liberación por parte del Ejército Rojo de los países del centro-este europeo. Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Bulgaria y Rumania, fueron testigos de la llegada de los desalojadores de los nazis. Las naciones que derrotaron a los hitlerianos sin ayuda externa, Yugoslavia y Albania, tomaron rumbos distintos a Stalin aunque fueron tan autoritarios como el georgiano. El caso del efímero régimen de Bella Kum en Hungría en 1919 fue un adelanto frustrado.
La Unión Soviética creó el campo socialista en Europa e influenció para la expansión de estos ideales en China, Corea del Norte, Mongolia y Vietnam, y posteriormente se les agregó Camboya y Laos en indochina, el corto tiempo de Abdul Karin Kassem en Irak luego de la defenestración del monarca Faysal II ocasionando la ruptura de la fusión con Jordania y además, el Yemen autodenominado como el único gobierno marxista en el Oriente Próximo. Indonesia con el luchador de la independencia Achmed Sukarno fue un líder afín de la izquierda y el partido comunista de este país era el más grande fuera del bloque socialista.
En África hubo regímenes de izquierda no comunistas como el de Argelia con las presidencias de Ahmed Ben Bella y Huari Boumedian, la fallida experiencia de PatriceLumumba en el Congo, Mali con ModiboKeita, Guinea Conakry y su dirigente SekouToure, Ghana con KwameNkrumah, Guinea Bisseauy Cabo Verde con Amílcar Cabral y laversión socialista en Tanzania dirigida por JuliusNyerere. Eran aliados del comunismo internacional a pesar de haber diferencias y militar en el Movimiento de los No Alineados creado en la Conferencia de Bandung.
El Congo Brazzaville y el asesinado Thomas Sankara en Burkina Faso. Empero, fue exitoso en Angola con Agostinho Neto, Mozambique con Joaquim Chisano, Etiopía con MariamMengitsu, Zimbawe y la larga presidencia de RobertMugabe, Benin y el coronel MatheiuKerekou y el carismático capitán Thomas Sankara en Burkina Faso, el llamado Che Guevara de África, asesinado en un golpe de Estado en 1983.
En América Latina se presentaron dos experiencias brevísimas, en Paraguay con el militar Rafael Franco luego de la guerra de El Chaco, y Marmaduke Grove en Chile, que avizoraron esta clase de experimentos. La elección de Jacobo Arbens en Guatemala y Salvador Allende en Chile, fueron casos limitados concluidos en una invasión encabezada por el coronel Castillo Armas, organizada por la CIA, y un golpe de Estado dirigido por otro milico, Luis Augusto Pinochet. También fueron limitados en el tiempo la administración sandinista lograda por las armas derrocando a Somoza pero derrotada a la postre electoralmente y la de Grenada invadida por los Estados Unidos en la fase final del derrumbe soviético.
Fue Cuba el centro del socialismo autoritario al ganar la guerra los barbudos guerrilleros a cuya cabeza estaba Fidel Castro. Allí se entronizó una dictadura bien estructurada que todavía subsiste a pesar de sus dificultades económicas expresadas durante el llamado período especial al haber sido abandonado por la Perestroika, su resurrección gracias a la ayuda venezolana y ahora con la ruina de Caracas nuevamente surgen malos presagios sobre La Habana.
Posterior a la derrota de la aventura guerrillera en la región surge la vía electoral organizada por el Foro de Sao Paulo. Triunfan Lula Da Silva en Brasil, Daniel Ortega en Nicaragua, Evo Morales en Bolivia, Funes y Sánchez Cerén en El Salvador, López Obrador en México, Michelle Bachelet en Chile, Correa en Ecuador, Pepe Mujica y Tabaré Vásquez en Uruguay y Hugo Chávez en Venezuela. Todos ganaron comicios ante la debacle de la derecha y la socialdemocracia en esta zona y Chávez empleó los petrodólares para financiar su liderazgo y de sus aliados políticos en forma incondicional. De la misma manera, dirigentes y organizaciones parecidas como el peronismo en Argentina simbolizado por los esposos Kirchner, el obispo Lugo en Paraguay, Humala en Ecuador, el comandante DesiBouteser en Surinam y otros de las islas caribeñas anglo francófonas, se aproximaron al comunismo originario.
No obstante, el desempeño de estos líderes y movimientos devino en una gran frustración porque el poder permaneció intacto y se los deglutió. Incursionaron en el clientelismo y su gran expresión, la corrupción, amén de no haber resuelto con alguna eficacia los graves problemas de América Latina como la seguridad social, el hambre, la pobreza, la exclusión, la educación, la salud y los servicios. Simplemente se limitaron a medrar de los erarios en todos sus planos y se convirtieron en demagogos populistas sumamente electoreros. Asimismo, se aliaron a grupos empresariales tradicionales y crearon nuevos para administrar el presupuesto nacional de cada Estado.
Los resultados de las distintas gestiones no se hicieron esperar. Lugo fue destituido en Paraguay dando paso a la centro derecha, Piñera en Chile ha triunfado dos veces y ha desalojado a la nueva versión de la Unidad Popular más la democracia cristiana, la Nueva Mayoría, Macri, neoliberal declarado, triunfó en Argentina dejando fuera a Cristina Fernández, Lenin Moreno se distanció de su predecesor y rompió con la internacional creada por Chávez, en Perú ganó Kuczynski aunque luego fue destituido y reemplazado por Valentín Paniagua, de la misma postura derechista, un outsider, NayibKabule destronó en El Salvador al FMLN, Jair Bolsonaro, un Trumpcualquiera pero latinoamericano, lo hizo en Brasil mientras Lula permanece en prisión por motivos de corrupción. Duque emergió victorioso en Colombia reemplazando a Santos, un aliado del castrismo, aunque Gustavo Petro alcanzó una votación respetable pero las FARC demostraron no tener arrastre popular alguno pues apenas si llegaron a 50 mil votos.
Raúl Castro y su junta de generales con su apoderado Díaz Canel permanecen en Cuba, Evo Morales en Bolivia logrando una maniobra judicial para desconocer la opinión popular rechazando la reelección, Daniel Ortega muy debilitado en Nicaragua luego de la perversa represión sobre los manifestantes durante el pasado año, el ELN confinado a Venezuela, y la coalición militar venezolana con Maduro como presidente, son las últimas imágenes de un naufragio, parafraseando el título de una película de Eliseo Subiela. Es el Chamamé a Cuba compuesto por los presos de la cárcel de Rawson con otro destino, las formaciones conservadoras desprestigiadas.
Balance mundial del stalinismo
A treinta años de la caída del Muro de Berlín, significante del fracaso de un esquema de gobierno, sobreviven varios países con ese modelo a pesar del hambre, la pobreza y la descomposición generadas. Es el totalitarismo capaz de subsistir no obstante las vicisitudes ocasionadas a los seres humanos, distinto al nazi-fascismo que se hundió en la Europa del siglo veinte. Sus representantes son los que a continuación vamos a detallar. Primero, China con su simbiosis de economía de mercado y la rigidez de la dictadura del partido comunista y la eternización de Xi Jinping al aprobarse la reelección en la jefatura de esa organización. Es el modelo establecido por DengZiao Ping, a quien siempre es referido por las reformas económicas pero omiten ser el autor de la masacre dela Plaza Tiananmen, de un país dos sistemas, también aplicado en la transferencia de Hong Kong y Macao a China Popular.
Es un proyecto autoritario con la severidad del Estado y la burocracia comunista en lo político y el ejercicio de la mano invisible del mercado. No hay derecho a huelga, a sindicalización ni regulación del trabajo de los niños, adolescentes y mujeres, carecen de opciones electorales y políticas que no sean las oficialistas, no hay libertad de fe religiosa pues los budistas tibetanos son perseguidos al igual que los islámicos de la etnia uigur en Sin Kiang, ausencia de libertad de información y muchas carencias correspondientes a una mentalidad democrática. No obstante al cuadro dantesco anterior, China es una economía gigantesca, la segunda después de Estados Unidos, con una tasa de crecimiento sostenido, de dos dígitos en la anterior década y de uno medio en la presente, tiene una acumulación financiera invertida por el mundo y ahora destinada a aumentar la capacidad de consumo del chino para evitar futuros conflictos sociales.
Segundo, en Asia, Vietnam, Laos, Camboya y Corea del Norte, son los exponentes del estalinismo. Vietnam y en menor medida los otros dos países indochinos, son maquilas gigantescas con equilibrio pero sin despegue hacia una nación con niveles elevados de ciencia, tecnología e industrias del futuro. El régimen aislado de Corea está enmarcado en una carrera militarista pero con niveles escasos de progreso social y sumergido en el extractivismo del carbón, su principal producto de exportación.
Tercero, los regímenes socialistas africanos desaparecieron con muchos habiendo acudido a los organismos multilaterales para la intervención de sus economías. Europa también dio pasos similares y si apenas Bielorrusia mantiene al “último dictador” del viejo continente, Alexander Lukashenko y la Federación Rusa con una mafia enquistada en el poder distinta a su predecesora Unión Soviética. Rusia, dirigida por el hábil Vladimir Putin, es una nación militarista con una economía primaria dependiendo del gas y el petróleo y una organización autoritaria y fraudulenta del gobierno y las elecciones pero no alcanza los grados de importancia de la U.R.S.S. Las repúblicas integrantes de esta federación se dispersaron, la mayoría de ellas en niveles altos de pobreza y si acaso Estonia ha dado los pasos correspondientes para ir hacia el futuro.
Cuarto, el hemisferio occidental es testigo de la existencia de gobiernos totalitarios de izquierda. Cuba es el decano con más de 60 años de la dictadura castrista, conformado por un Estado policial y militar con transgresión de derechos humanos, persecución, control y disciplina sobre la población y una situación económica precaria sobre todo con la posibilidad de perder a su fuente principal de financiamiento, Venezuela. Es la nación líder del estalinismo en la zona y quien diseña las políticas de todo tipo para ser aplicadas.
Venezuela fue importante cuando tuvo la bonanza petrolera, factor determinante para financiar todas las iniciativas de izquierda en la región. Ahora con su grave crisis en muchos los rubros se ha convertido en un problema para todos. Aun así, recibe el apoyo de los gobiernos de izquierda y de Rusia y China como lo demuestra el veto ejercido por estos dos países en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y evitar la aprobación, con mayoría de votos en esa sesión, de elecciones supervisadas por este organismo mundial.
La gestión sandinista nicaragüense es un desastre y solo se mantiene, al igual que la venezolana, por la vía de las armas por medio de los militares, los policías y las bandas de paramilitares. Tiene fecha próxima de caducidad porque las exportaciones agrícolas a nuestro país disminuyeron ostensiblemente por la carencia de dólares acá. La boliviana también se une a esta línea castrista con su administración heterogénea porque tiene políticas distintas a las cubana-nicas-venezolana.
A pesar de la carencia de éxito es asombrosa la cantidad de gobiernos existentes en todos los continentes con esta severidad absoluta en los distintos ámbitos y con Estados cuyo poder se fundamenta en la fuerza, esto es, las fuerzas armadas, las policías y el aparato jurídico de dominación. La rigidez acabó con la Unión Soviética, cuya nomenclatura fue incapaz de comprender los cambios de paradigmas de la economía que la llevaron a la tumba.
Razones para la existencia staliniana
Existen multiplicidad de motivos para comprender cómo se mantienen esta clase de regímenes y lo apoyan intelectuales, políticos y economistas, amén de organizaciones políticas y sociales rayanas a la izquierda. Se fortalecen con medidas en el área disciplinaria aplicada a la población. La represión, el seguimiento, la intromisión en las redes sociales, la promoción de fakenews, el impedimento del ejercicio del derecho a manifestar al imponer la necesidad de permisos para celebrar actos públicos, cárcel para los disidentes y paremos de contar. Lo anterior se complementa con el neolenguaje, esto es, el uso de ciertos términos difamadores e injuriosos, lanzando denuestos sobre las personas, descalificar a quienes piensen distinto, la creación de enemigos reales o falsos para justificar todos los desatinos.
Se utilizan bandas armadas para intimidar a la gente y hacer el trabajo sucio de los militares y los policías. Se emplea a los presos como instrumentos de las políticas oficialistas (en intimidación y punición) y en el caso venezolano, a la inseguridad como vector del establecimiento de un estado de sitio fáctico obligando a la gente a recogerse en sus hogares a tempranas horas de la noche. El miedo hace estragos en los hombres y mujeres para quedar aislados de la dura situación existente.
Adicionalmente el establecimiento de dogmas de fe cuya certeza no se discute, influye en apoyar lo injustificable confesando cuando deba hacerse asumiendo el sentimiento de culpa como espita para racionalizar actitudes. Las ideologías delirantes terminan por aprehender al sujeto para perder el sentido de la realidad creando paralelamente mundos distintos producto de ficciones. Es allí cuando se cree en revoluciones inexistentes y en versiones desbalanceadas de la verdad. El imaginario popular se funda en una narrativa creada por el poder generando mitos para justificar cualquier cosa. Se alega los postulados éticos de una transformación social existente solo en la mente de quien lo esgrima pero que repercute persuadiendo a quien los sostienen de ser la verdad. Es el relato incrustado por el propio eje de sumisión en la mente de las personas con el objeto de elaborar subjetividades derivadas de unas prácticas previas inducidas desde arriba.
Se defiende al socialismo, a los trabajadores, a los revolucionarios, se repudia a los yanquis, a enemigos falaces o con vida, a quien disienta hay que someter, la verdad única desde la cúspide, con la revolución todo contra ella nada como aseveraba Fidel Castro en su carta a los intelectuales, el arte abstracto es inaceptable porque es idealista y no refleja directamente la realidad, lo importante es la artesanía lo demás es exceso. Empero, yendo hacia el fondo de la controversia es inconcebible promover y creer en falacias mas el ser humano tiene como expresión de su condición, el sentimiento de destrucción, el tanatismo. John Maynard Keynes pensaba que a finales del siglo veinte o comienzo del siguiente el ser humano iba a tener resuelto la suficiencia de bienes y servicios. Sigmund Freud también lo pensó pero el resultado de la Gran Guerra le enseñó la imposibilidad de finales felices, de paraísos perdidos. Estos regímenes totalitarios de izquierda son la negación de la perfectibilidad social y partiendo de esa premisa es que los pensadores del postmodernismo preconizan que la idea de progreso se rompió con esta nueva era, con el poscapitalismo.
Así como han estallado las bases epistemológicas del positivismo también se han eyectado los postulados de la ineluctabilidad de la satisfacción de las necesidades básicas de los seres humanos para la aceptación de una variante sumisa, ya no la imposición de una visión del mundo declarada desde el súmmum del poder llamada por Althusser la ideología sino el convencimiento de la inutilidad de la pasión humana porque no puede cambiarse la realidad por la creencia en la fatalidad y el abandono de la resistencia. Allí reside la razón de la existencia del estalinismo y sus experiencias deprimentes.
Venezuela está estrangulada por una estructura de poder autoritaria y militarista justificada en ideas socialistas del marxismo tradicional combinadas con las del nacionalismo fundado en una versión complaciente de nuestra historia, de la venezolanidad expresada en la tesis de Venezuela potencia mientras el hambre y la muerte engendran un éxodo inusitado de la población hacia múltiples lugares en actos de arrebatos por la búsqueda de evitar la muerte sin proyecto alguno.
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