N.A. (periódico Organización Obrera)
El próximo 24 de marzo se cumplen 43 años del golpe de estado que instauro la última y más sangrienta dictadura militar que padeció el pueblo argentino.
Aquella
sangrienta dictadura que para sus fines
conto con la dirección e instigación de
empresarios e industriales [1] junto con el firme
apoyo de sectores civiles y el silencio cómplice
de gran parte de la sociedad, también
conto con la complicidad de la mayoría
de las dirigencias sindicales, la simpatía
del gobierno de Estados Unidos por
medio de su embajada, la tristemente conocida
Escuela de las Américas y su plan cóndor
a nivel continental y por supuesto con
la bendición de la iglesia católica. Los objetivos
que publicitaba el estado mayor conjunto
al tomar la riendas del estado hacían
referencia a la defensa de la patria, la
institucionalidad frente al vacío de poder “capaz
de sumirnos en la disolución y
la anarquía” Lo que conduciría a
“una irreparable pérdida del sentido de grandeza y de fe”.
Pero lo que ocultaban en sus proclamas
y comunicados era la intención de
desarticular al movimiento obrero, crear un
giro en la matriz productiva a favor de sus
jefes en la empresas y aterrorizar al resto
de la población, disciplinando a la clase
obrera y sus organizaciones como ya
lo habían hecho sus antepasados en los
fusilamientos de peones y huelguistas en
la huelgas patagónicas del 1921, y en las sucesivas
intervenciones militares en la región.
Lo
que Balbín aquel dirigente Radical llamara
la “guerrilla fabril” (refiriéndose a cualquier
tipo de organización activismo o
militancia en los ámbitos laborales) era el
objetivo a aniquilar [2]. Los atentados de la
Triple A, creada desde el estado por sectores
del PJ y la CGT algunos años antes, fueron apenas un pálido antecedente, ya que con el golpe militar y su llamado proceso de reorganización nacional, la brutal represión del estado se desato como nunca en la historia de nuestro pueblo, que pago el alto precio de los 30 mil
desaparecidos y asesinados por el
Estado y sus Fuerzas Armadas
durante aquel golpe contra la
clase obrera, que les permitiera restaurar
el orden que requerían en la producción,
desarticular las distintas formas
de organización obrera, controlar las
demandas y cuestionamientos sociales y
así lograr la imposición de su modelo, un
plan económico de distribución contra las
y los trabajadores. Un programa que desarmo
y vacio la producción local bajo el
slogan de “modernización del aparato productivo”
esta fue la publicidad que explicaba
y justificaba el proyecto de apertura
económica, con el fin de atraer inversiones
de capitales que concretaran la
reestructuración económica. Todo se
tradujo en una crisis económica que fue
en aumento, con fábricas cerradas, endeudamiento
del país a organismos internacionales
con la llamada “deuda externa”
que fue traspasando la deuda privada
a deuda pública.
Tras
7 años de gobiernos militares, la descascarada
dictadura dio paso a la democracia
de los partidos políticos y a la
ilusión de que es el pueblo quien decide en
las elecciones. Las desapariciones de personas
no existieron más, masivamente, pero
el aparato represivo nunca se detuvo, los
muertos a manos de las fuerzas represivas
del estado siguieron y siguen existiendo
como lo demuestran los 4.960 casos
de “gatillo fácil” que documenta la CORREPI [3] durante los años de democracia o los fusilamientos y desapariciones de militantes del MTP
en el copamiento de La Tablada
bajo el manto de la ley de “defensa de
la democracia” que se están ventilando en
estos meses en el juicio que se está llevando
a cabo [4]. Los distintos episodios represivos
en estos 36 años de democracia son
la evidencia de la continuidad del mecanismo
represivo del estado y su casta dirigente
para disciplinar a la sociedad erradicar
toda posibilidad o idea de cambio y
así mantener el orden establecido por los ricos,
dueños de todo que en definitiva son los
dueños del Estado.
Notas
[1]
“Cientos de testimonios dan cuenta de la participación de empresarios como los
de Techint, Ford, Acindar,
Arcor, Mercedes Benz, Astra, Celulosa, Bunge y Born, Aluar, Fate, Soldati,
Pérez Companc, Fortabat,
Garovaglio y Zorraquín, Pescarmona, Bulgheroni, Blaquier, Clarín y La Nación. en un
verdadero plan ideado para
matar a delegados y activistas “molestos” y aterrorizar al resto”. Los empresarios y la última dictadura militar -
Adela García y Nicolás Bendersky
[2]
“otra forma de guerra de guerrillas, probablemente incluso más insidiosa, y a
la cual se le ha prestado
-hasta el momento- muy poca atención, está en plena operación en Argentina. Es
la guerra que la guerrilla
industrial está llevando a cabo, que opera en la planta de producción, en el sindicato y, cada vez más, en concierto
con la gerencia. Sus tácticas son las usadas por sus pares rurales y urbanos, pero perfeccionadas
de acuerdo a las necesidades de su medio ambiente específico. Ésta tiene como objetivo
radicalizar a los trabajadores, alienarlos de sus dirigentes legítimos y de su gobierno y ganarse su
apoyo y solidaridad para así poder convertirlos en sus serviciales cómplices o dóciles seguidores.”
“La única “solución” sugerida es que la policía y las fuerzas militares repriman cualquier
accionar “no autorizado” de los trabajadores. Aunque los militares no están aun preparados para
imponer disciplina a los gremios, están cada vez más preocupados con los aspectos subversivos del
problema. Pero, al igual que los demás sectores, los militares tienen dificultades en distinguir
entre subversión real y una militancia de trabajadores más legítima.” Documento emitido por la
Embajada de EE.UU. en Buenos Aires, el 2/12/75, para el Departamento de Defensa de EE.UU. y las
embajadas de EE.UU. en los países latinoamericanos sobre “guerra de guerrillas” en las fábricas.
[3]
Represión en democracia. De la “primavera alfonsinista” al “gobierno de los
derechos humanos” de María del
Carmen Verdú
[Publicado
originalmente en el periódico Organización
Obrera # 78, Buenos Aires, marzo-abril 2019. Número completo accesible en https://mega.nz/?fbclid=IwAR2zDe0MUVk_0v73lgVP0egLQTfNWCebJ9u_806iEbFdauHO7MPizLbYThA#!dUA0WISB!hI2ArbuirbVhDY8a7sNnd19EQHHdD5ExZZH_rxZyNoI.]
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