Ateneo Anarquista de Santiago
“Ensanchar la visión, asaz estrecha, que de la realidad tiene, quien, por triunfar en la sociedad moderna mutila la integridad de su espíritu, limitando su acción al restringido campo de una especialidad”
“Hacer de la profesión humana, la profesión universal”
Los talleres de artes y oficios se comprenden como un proyecto compuesto por colectivos y personas que se asocian en torno a la pedagogía libertaria, la propaganda y la economía colectivista usando como herramienta las artes y los oficios. Se busca generar espacios de aprendizaje, capacitación, formación y colectivización de conocimientos teórico-prácticos, como herramientas para la autogestión, tanto en el ámbito económico como social, sin dejar de lado una clara orientación política divergente a cualquier expresión oficial y/o institucionalizada.
“Ensanchar la visión, asaz estrecha, que de la realidad tiene, quien, por triunfar en la sociedad moderna mutila la integridad de su espíritu, limitando su acción al restringido campo de una especialidad”
“Hacer de la profesión humana, la profesión universal”
Los talleres de artes y oficios se comprenden como un proyecto compuesto por colectivos y personas que se asocian en torno a la pedagogía libertaria, la propaganda y la economía colectivista usando como herramienta las artes y los oficios. Se busca generar espacios de aprendizaje, capacitación, formación y colectivización de conocimientos teórico-prácticos, como herramientas para la autogestión, tanto en el ámbito económico como social, sin dejar de lado una clara orientación política divergente a cualquier expresión oficial y/o institucionalizada.
La organización de talleres para la población surge de la necesidad de enfrentar la estructura organizativa del Estado y el capitalismo neoliberal, rompiendo con sus lógicas autoritarias de la transmisión de un conocimiento normado y oficial; así también, romper con las políticas de mercantilización de cualquier conocimiento, trabajo, técnica, arte u oficio.
Sostenemos una visión crítica respecto de la educación oficial, porque entendemos que la educación es una herramienta de liberación, no de opresión; asimismo, lo es de apoyo mutuo y no de competencia; integral y no diferenciada en cuanto al trabajo manual e intelectual; social y no privada; horizontal y recíproca, no autoritaria; auto-gestionada y no estatal. De esta manera, se busca potenciar la integralidad del ser humano, articulando razón, emotividad y desarrollo práctico por sobre la imposición de cualquier dogma ya sea político, sexual, económico, religioso, afectivo o moral. Desde esta perspectiva, con la práctica pedagógica que se lleva a cabo en los talleres, además de romper con la relación jerárquica de profesor-estudiante (en la que se reproduce, al igual que en la familia patriarcal, la estructura vertical y piramidal de la sociedad actual), se pretende incentivar la creación colectiva y colaborativa, la curiosidad y la investigación, el autodidactismo y compartir conocimientos adquiridos, cuestionar el control del conocimiento y su autoritarismo, reconociendo la relevancia de diferentes modos de conocer y articular maneras de explicar el mundo, el desarrollo de análisis y técnicas diversas que posibiliten la autogestión del grupo, entre otras prácticas que apunten a cuestionar y transformar la realidad. Es necesario propagar los valores y prácticas culturales ácratas, porque la propaganda permite dar a conocer y socializar las propuestas de construcción para una sociedad libre, organizada asamblearia y horizontalmente (sin elites ni cúpulas de poder), en donde el desarrollo personal y colectivo se utiliza como fuerza creadora de expresión, comunicación, experiencia, conocimiento, de lucha, de aprendizaje práctico a través del uso de las artes y las ciencias. Todas las criaturas humanas sentimos y pensamos algo: es necesario decirlo, es necesario ponerlo en práctica, así podremos conocernos y combatir la ignorancia, la sumisión, la dependencia y el individualismo liberal que propaga la cultura capitalista.
En el sentido anterior, entonces, es necesario hacernos cargo de las propuestas para crear un mundo libre, de auto-gobernar y solventar lo que hacemos. Debemos construir economías autónomas, emancipadas del Estado y mercado capitalista, que nos permitan transformar el trabajo actual ya no más en una plusvalía y un beneficio para los explotadores, sino que en una fuente de bienes y progreso colectivo que garantice la ausencia de explotación y que cubra las necesidades de la colectividad y no del mercado y la sociedad consumista.
No hay libertad individual y social, si existe la desigualdad económica, la propiedad privada de los medios de producción y de la producción misma, la división del trabajo en intelectual y manual, etc. La vida actual funciona a través del trabajo-consumo que no permite decidir, cuestionar, concordar la fuente ni el valor del trabajo, obligándonos a arrendar la fuerza de trabajo para adquirir un valor de cambio o transacción (dinero) y con esto obtener bienes supuestamente necesarios para vivir y desarrollarnos como personas de una manera “digna”, según lo que lo oficial entiende como digno. Debemos construir una economía social que nos permita emplear, sin restricciones mercantiles, los medios de producción con los que, a su vez, estemos en equilibrio con la naturaleza y el entorno, establecer relaciones directas y horizontales, sin patrones ni explotación, autogestión de la producción y el consumo, favorecer el autoaprendizaje, interactuar con el contexto social, desarrollar redes económicas de apoyo mutuo en vez de la libre competencia. Ordenar la sociedad sin autoridad, en anarquía, para revertir el caos impuesto por el modelo económico neoliberal.
[Tomado de http://ateneostgo.org/tao.]
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