Macarena Amores
Carlos Taibo abordó este tema en una de las primeras charlas que se celebraron en el contexto de las Jornadas Libertarias en Zaragoza. “¿Es el anarquismo una ideología contemporánea?”, continuaba diciendo. “Lo es pero sobre todo lo es de futuro porque con el paso de los años apostaremos por sociedades basadas en el apoyo mutuo, la democracia no representativa y la acción directa”.
Taibo considera que los términos “anarquismo” y “libertario” son sinónimos casi perfectos porque “es cierto que un anarquista es alguien que ha leído a Bakunin o a Malatesta, pero también lo es la persona que en su vida cotidiana refleja un compromiso activo con el apoyo mutuo y la acción directa sin haber leído a estos autores”. En este sentido, Taibo recordaba cómo durante el 15M se produjo un auge de las prácticas libertarias entre la gente común que ejercía de manera asamblearia. En cuanto al término “democracia”, el profesor explicó durante su intervención que está muy desgastado y que para quienes defienden la idea de “democracia directa” habría que buscar otra palabra. “Es fácil identificar la crítica libertaria a la democracia liberal porque se asienta en las desigualdades para existir y cuando las cosas se ponen feas, esta democracia, no duda en recurrir a la fuerza y a la represión”.
Carlos Taibo abordó este tema en una de las primeras charlas que se celebraron en el contexto de las Jornadas Libertarias en Zaragoza. “¿Es el anarquismo una ideología contemporánea?”, continuaba diciendo. “Lo es pero sobre todo lo es de futuro porque con el paso de los años apostaremos por sociedades basadas en el apoyo mutuo, la democracia no representativa y la acción directa”.
Taibo considera que los términos “anarquismo” y “libertario” son sinónimos casi perfectos porque “es cierto que un anarquista es alguien que ha leído a Bakunin o a Malatesta, pero también lo es la persona que en su vida cotidiana refleja un compromiso activo con el apoyo mutuo y la acción directa sin haber leído a estos autores”. En este sentido, Taibo recordaba cómo durante el 15M se produjo un auge de las prácticas libertarias entre la gente común que ejercía de manera asamblearia. En cuanto al término “democracia”, el profesor explicó durante su intervención que está muy desgastado y que para quienes defienden la idea de “democracia directa” habría que buscar otra palabra. “Es fácil identificar la crítica libertaria a la democracia liberal porque se asienta en las desigualdades para existir y cuando las cosas se ponen feas, esta democracia, no duda en recurrir a la fuerza y a la represión”.
Pero realmente, Carlos Taibo considera que el hecho de calificarse como “anarquista” puede, en un momento dado, verse o sentirse como una actitud vanidosa. “Lo ideal es que sean los y las demás quienes lo digan de nosotros y nosotras a través de lo nuestro ejemplo”. Y enlazó con la postura que en el mundo libertario existe en relación a las elecciones recordando que son muchas y muy diversas, aunque la postura más coherente es la de la abstención. “Existen otras formas de Estado como la República que se han puesto en práctica en otros países y cuya realidad socioeconómica no es muy diferente a la nuestra. Pero sin duda, la propuesta libertaria en el terreno político debe ser la democracia no representativa, la acción directa y la autogestión, rechazando liderazgos y personalismos”.
Taibo también reflexionó sobre la cultura y las prácticas autogestionarias que hemos tenido en nuestro país hasta la Guerra Civil. “Estas prácticas tuvieron un gran peso, como las colectivizaciones de Catalunya, pero ¿qué ha quedado de todo eso? En la actualidad vemos que el movimiento obrero ha tenido una gran deriva reflejado sobre todo en los grandes sindicatos como CC.OO. y UGT. En el mundo libertario la apuesta es, sin duda, por el anarcosindicalismo”.
En la actualidad, como clase trabajadora, debemos hacernos o plantearnos tres cuestiones: ¿Cómo trabajamos? (en relación a la desaparición de los términos “explotación” y “alineación” de los grandes sindicatos), ¿para quién trabajamos? (una pregunta que se hacían ya en la CNT hace más de un siglo) y ¿qué hacemos y qué bienes producimos? (no vaya a ser que pongamos en peligro a generaciones venideras).
En cuanto al “Estado”, Taibo considera que hay que huir a veces de la obsesión contra el Estado porque nos puede hacer “perder el rumbo”. “El Estado no es más que un aparato, una herramienta, al servicio de la clase dominante”. En cuanto al “estado del bienestar”, Carlos Taibo considera que “embellece” gratuitamente la realidad correspondiente, dificulta las prácticas desde abajo, bebiendo del sindicalismo de pacto, como el que practican CC.OO. y UGT, no libera a la mujer ni disminuye las desigualdades, no tiene una condición ecológica solvente y no muestra ningún tipo de solidaridad con los habitantes de lospaíses del sur.
Taibo destacó durante su charla cinco verbos a tener en cuenta en nuestra realidad:
* Decrecer: vivimos en un mundo sin recursos que la tierra nos pueda ofrecer, por lo tanto no tiene sentido seguir creciendo. Taibo considera que deberíamos recuperar la “vida local”.
* Desurbanizar: llevar a cabo un proceso inverso al que llevaron a cabo nuestros abuelos y abandonar las ciudades para volver a los pueblos, recuperando la sabiduría rural.
* Destecnologizar: llevar a cabo un análisis de las tecnologías que el sistema “nos regala”.
* Despatriarcalizar: el mayor porcentaje actual de analfabetos y pobres son mujeres. * Descomplejizar: hemos aceptado sociedades cada vez más complejas donde cada vez somos menos independientes.
La crisis de 1929 propició que la mayoría de los fascismos en Europa se asentaran. Según Taibo, nos hemos acostumbrado a utilizar la palabra “crisis” en singular y sin embargo hay otras “crisis”, como el cambio climático, el agotamiento de materias primas, la presión demográfica, el expolio de la riqueza de los países del sur, etc. Por eso afirmamos que el capitalismo es un sistema que se adapta rápidamente a cualquier circunstancia. “No nos queda otra que esperar a que el colapso llegue porque ese momento será la única manera en la que la mayoría de los ciudadanos sabrán lo que tienen que hacer. En cuanto a la salida del capitalismo, no hay otra que abriendo caminos autogestionados. Estos espacios existen ya”.
[Publicado originalmente en Addenda # 59, Madrid, junio 2018 (suplemento cultural del periódico Rojo y Negro). Número completo accesible en http://www.rojoynegro.info/sites/default/files/addenda%2059%20junio.pdf.]
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