Nota informativa: En Cuba cambia el presidente y se mantiene la dictadura castrista

Correo del Caroní

Cuba inició una nueva era con el nombramiento como presidente de Miguel Díaz-Canel, que se convierte en el primer gobernante en casi seis décadas que no pertenece a la familia Castro.

"La Revolución sigue y seguirá", señaló Díaz-Canel, que este viernes cumple 58 años, en su primer discurso como nuevo presidente de Cuba ante el pleno de la Asamblea Nacional, donde afirmó que "la Revolución cubana sigue de verdeolivo dispuesta a todos los combates". Díaz-Canel obtuvo el 99,83 por ciento de los votos de los diputados, en un órgano legislativo en el que no hay presencia opositora porque la disidencia no pudo presentarse a las elecciones cubanas celebradas el pasado marzo.

"Aquí no hay espacios para una transición que desconozca el legado de tantos años de lucha", dijo Díaz-Canel al asumir la Presidencia, en un claro mensaje de que no se saldrá de la línea trazada en el sistema unipartidista cubano. "Vengo a trabajar, no a prometer nada", aseguró, y manifestó su compromiso de trabajar por el cumplimiento del programa de los "lineamientos", que es como se conoce a la línea económica aprobada por el Partido Comunista de Cuba.

A pesar de dejar la Presidencia, Raúl Castro no se aleja definitivamente del poder y se mantendrá como primer secretario del poderoso Partido Comunista de Cuba (PCC) hasta 2021, cuando se celebre el próximo congreso de la organización.

El propio Castro propuso a Díaz-Canel para sucederlo al frente de la organización comunista y señaló que el nuevo presidente "no es un improvisado y su ascenso no ha sido fruto del azar ni del apresuramiento". "Cuando yo falte, Díaz-Canel puede asumir también como primer secretario del Partido Comunista de Cuba", dijo ante los diputados.

"A diferencia de lo sucedido en el pasado en otros casos de jóvenes dirigentes, no cometimos el error de acelerar el proceso" de relevo generacional, manifestó. Sin llegar a mencionarlos, el discurso del saliente mandatario hizo referencia a políticos como los ex cancilleres Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque, y del vicepresidente Carlos Lage, que durante años fueron considerados los "delfines" de Fidel Castro pero que fueron defenestrados del poder.

Durante el acto de traspaso, Raúl Castro señaló que es apremiante realizar una reforma constitucional que limite a dos mandatos la jefatura del país, pero sin cuestionar el unipartidismo de la isla, para lo que se creará una comisión parlamentaria para su estudio y posteriormente se celebrará un referéndum para aprobar los cambios.

Opositores no vislumbran cambios

"Aquí no hay cambio, esto es más de lo mismo, solo cambian los nombres", aseguró Berta Soler, vocero de un grupo opositor, quien considera que en Cuba "todo va a seguir igual o peor que antes". "Aquí va a seguir ordenando y mandando Raúl Castro, porque en Cuba quien manda es el Partido Comunista", señaló Soler.

La comunidad cubana en Miami coincidió en asegurar que el nuevo presidente de la isla "no gobernara autónomamente" debido a que para ellos seguirá al mando Raúl Castro. "Tristemente el discurso del nuevo presidente fue muy similar al de sus predecesores", dijo a dpa el disidente Ramón Saúl Sánchez. "Todo va a girar en torno a Raúl, eso lo sabemos todos", sostuvo.

Por su parte, el aliado venezolano Nicolás Maduro confió que el nuevo presidente cubano mantendrá el socialismo en la isla. "Su elección garantiza que la patria de Martí y Fidel seguirá siendo libre, soberana y socialista", señaló un comunicado oficial.

[Versión resumida de nota periodistica original accesible en http://www.correodelcaroni.com/index.php/internacional/item/63755-diaz-canel-asume-la-presidencia-de-cuba-con-promesa-de-continuismo.]