Grupo Ecologista Anárquico (GEA)
Tras cuatro años del gobierno socialdemócrata de Michelle Bachelet, nuevamente asume en Chile la derecha dura, encabezada por el multimillonario Sebastián Piñera, ranqueado en el puesto 859 de los super-ricos mundiales de la revista Forbes.
Tras asumir, el nuevo presidente -antes que todo- visitó un hogar de menores vulnerables del SENAME (Servicio Nacional del Menor, dependiente del Estado), dando a conocer que el acento de su gobierno estaría puesto en la infancia. Entre las modernas técnicas de dominación del siglo XXI, las imágenes efectistas se han refinado exponencialmente. Ya no basta con besar bebés, ahora hay que hacer gestos más estudiados. Obviamente Piñera, reconocido adalid del neoliberalismo, no pondrá en discusión el modelo económico capitalista neoliberal que genera un daño permanente y sostenido, génesis de la violencia cultural, económica y física a que son sometidos los niños y niñas chilenos en el seno de sus familias; familias que a su vez sobreviven en un entorno de carencia y violencia sistemática; sino que -en un gesto espectacular- intervendrá el servicio estatal de menores, cortando algunas cabezas, haciéndose de material para culpabilizar al gobierno anterior. Esta "intervención" -por supuesto- tras algunos años demostrará haber sido muy exigua y carente de resultados objetivos.
Tras cuatro años del gobierno socialdemócrata de Michelle Bachelet, nuevamente asume en Chile la derecha dura, encabezada por el multimillonario Sebastián Piñera, ranqueado en el puesto 859 de los super-ricos mundiales de la revista Forbes.
Tras asumir, el nuevo presidente -antes que todo- visitó un hogar de menores vulnerables del SENAME (Servicio Nacional del Menor, dependiente del Estado), dando a conocer que el acento de su gobierno estaría puesto en la infancia. Entre las modernas técnicas de dominación del siglo XXI, las imágenes efectistas se han refinado exponencialmente. Ya no basta con besar bebés, ahora hay que hacer gestos más estudiados. Obviamente Piñera, reconocido adalid del neoliberalismo, no pondrá en discusión el modelo económico capitalista neoliberal que genera un daño permanente y sostenido, génesis de la violencia cultural, económica y física a que son sometidos los niños y niñas chilenos en el seno de sus familias; familias que a su vez sobreviven en un entorno de carencia y violencia sistemática; sino que -en un gesto espectacular- intervendrá el servicio estatal de menores, cortando algunas cabezas, haciéndose de material para culpabilizar al gobierno anterior. Esta "intervención" -por supuesto- tras algunos años demostrará haber sido muy exigua y carente de resultados objetivos.
Ya lo ha dicho Piñera (conocido bajo el mote de "Piraña" por ser un eficiente mercader rapaz), su gobierno, además de gestos espectaculares hacia los infantes, pondrá el acento en lo que todos los gobiernos derechistas lo hacen.... Eso mismo querido lector, lo que Usted ya sabe: seguridad, inmigrantes, militarismo y nuevos negocios.
"Mano dura contra la delincuencia", a pesar de que quienes visitan Chile lo consideran una taza de leche comparado con el resto de países de la región, e incluso con muchos de Europa, y a pesar que después de EE.UU. y Cuba, Chile ostenta el tercer puesto de los países con más personas privadas de libertad en América. Esta "mano dura" supondrá seguramente el endurecimiento de algunas leyes que afectarán principalmente a delincuentes menores y pobres, porque los grandes delincuentes "de cuello y corbata" están a muy buen recaudo en Chile, no existiendo virtualmente NINGUNA condena que signifique cárcel contra algún empresario que haya defraudado a las personas o al fisco con grandes sumas de dinero... Y no es que los ricos chilenos sean dechados de virtudes. Tampoco hay empresarios chilenos declarados beatos o santos, aunque si tienen fuertes vínculos con el Opus Dei.
"Guerra al terrorismo". Como cualquier otro derechista que quiere ser vinculado a la poderosa bestialidad de Trump, Piraña a anunciado que llevará su propia guerra contra el terrorismo, hayan o no hayan terroristas en Chile. Para eso cuenta con el favoritismo histérico de las cúpulas militares y policiales. Carabineros de Chile, la policía militar nacional que controla con mano de hierro a la peonada chilena (autodenominada "clase media-baja"), ya se ha doctorado en la ciencia del montaje y la siembra de pruebas falsas.
Emergiendo como un nuevo tema, relegado de la discusión nacional hasta hace muy poco por el carácter insular de Chile, separado del continente por desiertos y una cordillera imponente; el fenómeno de la inmigración, sobre todo de afroamericanos, antes muy exóticos al chileno, ha provocado un sentimiento de preocupación creciente entre la peonada, que se ha comprado eso de que van a perder sus trabajos, y entre los ricos, por puros sentimientos racistas y xenófobos. Piraña a canalizado muy bien las demandas por nuevas leyes "de extranjería", que en realidad son leyes "expulsivas". Los pobres, sometidos a los abusos del patrón día tras día, quieren ver correr sangre extranjera como forma de paliar sus propias frustraciones. En la violencia viven empujándose en el metro y las "micros", bajando la cabeza por no perder sus empleos precarios, maltratando a todos los que ven como inferiores a su inferioridad. Ya lo han hecho antes los chilenos. Así como los nazis pintaban Estrellas de David en los negocios de judíos, paramilitares chilenos pintaban cruces negras en los negocios de peruanos a principios del siglo XX. ¿Con qué nos sorprenderán los nuevos fascistas del tercer milenio?
En Chile, sin embargo, no hacen falta inmigrantes, ya tenemos un grupo parecido de "inmigrantes" que ensucian con su color y cultura la "chilenidad". Aunque llegaron antes, los mapuche son tratados como visitas molestas. Como cada vez se ven más encerrados entre forestales y colonos que señorean las tierras de sus antepasados, los mapuches de las reducciones del sur están tratando de resignificar su cultura y generar una cierta autonomía. Muchas comunidades han retomado un camino que busca recuperar sus tierras, ya sea por la vía legal o de los hechos. Al parecer algunos grupos han provocado quema de camiones y predios de las empresas forestales. ¿Hasta que punto se puede seguir argumentando que la lucha de una nación por su reconocimiento y recuperación del espacio que les pertenece es "terrorismo"?
Cuatro años durará el gobierno de la ultra derecha chilena. La socialdemocracia -como siempre- intentará mantener sus cuotas de poder y negociará leyes que profundizarán aún más el capitalismo. Lamentablemente no se ve en el espectro chileno cercano fuerzas sociales que disputen siquiera ideológicamente el monopolio capitalista de la cultura chilena contemporánea, moldeada por la dictadura de Pinochet y perfeccionada por todos los gobiernos continuistas.
[Para contacto y mas información sobre el GEA: www.sociedadecologica.tk; gea@riseup.net]
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