Carlos Solero
Los períodos de crisis se caracterizan por la emergencia de actitudes altruistas principalmente entre quienes padecen los flagelos generados por el capitalismo como estrategias de supervivencia. En medio de los escombros de una sociedad en descomposición y derrumbe surgen alternativas de construcciones de redes solidarias.
Cabe señalar que también aparecen lacras como el racismo y la xenofobia que por lo general son inducidas desde los macro poderes como estrategia para propiciar enfrentamientos que justifiquen la perversidad del sistema. En efecto, no es casualidad que momentos de crecimiento del desempleo y generalización de la miseria se lancen desde el gobierno o sus voceros oficiosos propuestas para estigmatizar a los inmigrantes, haciéndolos culpables de todos los males.
Los períodos de crisis se caracterizan por la emergencia de actitudes altruistas principalmente entre quienes padecen los flagelos generados por el capitalismo como estrategias de supervivencia. En medio de los escombros de una sociedad en descomposición y derrumbe surgen alternativas de construcciones de redes solidarias.
Cabe señalar que también aparecen lacras como el racismo y la xenofobia que por lo general son inducidas desde los macro poderes como estrategia para propiciar enfrentamientos que justifiquen la perversidad del sistema. En efecto, no es casualidad que momentos de crecimiento del desempleo y generalización de la miseria se lancen desde el gobierno o sus voceros oficiosos propuestas para estigmatizar a los inmigrantes, haciéndolos culpables de todos los males.
Esta es una vieja y malsana práctica de la burguesía, lo hicieron con la infame ley 4144, conocida como “de residencia”, eran tiempos de agitación y protestas sociales de las clases subalternas. Con esas medidas legislativas se deportó a cientos y cientos de activistas revolucionarios a comienzos del siglo XX.
No debemos olvidar que en el año 2002 la ciudad de Buenos Aires amaneció plagada de afiches de la UOCRA, con un mensaje explícitamente racista y xenófobo contra los inmigrantes que según los burócratas sindicales “venían a quitarles el trabajo” a los nativos de la región Argentina. Operaron como mandaderos de las patronales de las que son correas de transmisión ideológica y material.
La actual administración del gobierno del Estado argentino, propicia ahora una legislación por cual se restringiría el acceso a la salud y a la educación pública a la población de inmigrantes. No hay argumento que no esté inspirado en lo que Boaventura de Sousa Santos denomina fascismo societal. En palabras de este sociólogo: “Vivimos en democracias de baja o muy baja intensidad que conviven con regímenes sociales fascistas. De ahí mi diagnóstico de que vivimos en sociedades que son políticamente democráticas pero socialmente fascistas”.
Bien sabemos que la invocación a la democracia no es más que la fachada, la máscara que esconde o camufla un sistema de dominación, explotación y expoliación. Debe quedar explícita la maniobra y alertar sobre el cotidiano avance de expresiones de autoritarismo que quedan de manifiesto en el hostigamiento permanente a los pueblos originarios que no se someten a las políticas de escarnio y saqueo, la sistemática persecución, judicialización y hasta el encarcelamiento de las luchadoras y luchadores sociales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.