Zuleika Matamoros
"Este diciembre no habrá valiente que no tiemble". Y es que en medio de esta crisis el pago "adelantado" de aguinaldos en el sector público se convirtió en una efímera alegría para quienes viven únicamente de su trabajo. Eso se evidencia en la consulta que hicimos con 6 personas, trabajadoras del sector público, con edades comprendidas entre 38 y 54 años de edad. Las preguntas fueron las siguientes: ¿Que comprarás con el aguinaldo cancelado o por cancelarse este año 2017? ¿En comparación con años anteriores podrá hacer las cosas que tradicionalmente hacía en la época decembrina? ¿Qué sientes estas navidades?
"Este diciembre no habrá valiente que no tiemble". Y es que en medio de esta crisis el pago "adelantado" de aguinaldos en el sector público se convirtió en una efímera alegría para quienes viven únicamente de su trabajo. Eso se evidencia en la consulta que hicimos con 6 personas, trabajadoras del sector público, con edades comprendidas entre 38 y 54 años de edad. Las preguntas fueron las siguientes: ¿Que comprarás con el aguinaldo cancelado o por cancelarse este año 2017? ¿En comparación con años anteriores podrá hacer las cosas que tradicionalmente hacía en la época decembrina? ¿Qué sientes estas navidades?
"Antes, cuando llegaba el momento de cobrar los aguinaldos, se compraba ese artefacto eléctrico que te hacía falta en la casa, hacías arreglos o, simplemente, preparabas un buen viaje al interior del país. Los más acomodados hasta hablaban de hacer "inversiones". Ahora esos son recuerdos de tiempos felices que parece que no volverán. Este "aguinaldo" o "utilidades" calculados a salario base, que es mucho menor que el cesta tickets, solo nos alcanzó para comer "bien" unos días. Ahora entiendo perfectamente por qué siempre se luchó contra la bonificación del salario. Este gobierno no sé cómo se presenta como de izquierda". Así lo expresa Martin Carrasquel de 38 años de edad, trabajador del sector salud.
El gremio docente también recibió la primera parte del pago de los aguinaldos, las cifras de sus pagos fueron realmente bajos en relación al costo de la vida. "Yo soy maestra, me cancelaron una parte de los aguinaldos y, sinceramente, pagué unas cuentas que debía y ya me quedé sin dinero y debiendo plata aun. Les dije a mis hijos: ni ropa nueva, ni regalo, ni hallacas, ni viajes a donde la abuela que vive en el Táchira ¿Usted cree que vale la pena trabajar en este país? Desde que me pagaron el "aguinaldo" no se me sale la idea de irme a trabajar de maestra en Colombia", fue la opinión de Martha Castañeda maestra desde hace 22 años en el sector público.
En Venezuela la bonificación de fin de año está estipulada en la Ley Orgánica del Trabajo, Los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT) en 90 días de salario. Este pago extraordinario, los trabajadores lo usaban para disfrutar de las tradiciones de la navidad venezolana: La cena navideña consistente de hallacas, pernil, pan de jamón, ensalada de gallina, dulces criollos. El estreno de ropa (sobre todo en los niños) del 24 y 31 de diciembre, el regalo de la llegada del Niño Jesús, en fin una tradición navideña en la que las fiestas y las reuniones familiares marcan la tendencia. Este año, para muchos será imposible hacer, por lo menos la reunión familiar, pues lo recibido como bonificación de fin de año no alcanza ni para cubrir la canasta básica de un mes para una familia promedio de cuatro personas calculada para el mes de octubre de 2017 en 5.594.119,73 Bs según el CENDAS.
"Yo necesitaba pintar mi casa, pues me quedaré sin hacerlo. Preferí comprar comida por paca bachaqueada. Me compré una paca de harina de maíz, una de arroz, 5 kg de azúcar y 10 kg de spaghetti. Eso es el "regalo" de estas navidades. Poder comer medianamente normal. Esta situación me tiene deprimida. Trabajar solo para comer y ni siquiera con los aguinaldos poder resolver las cosas pendientes que se van acumulando cada vez más sin esperanzas de poder resolverlas. Hasta hace cuatro o cinco años con las utilidades yo compraba los estrenos, hacíamos las hallacas y siempre adquiríamos algo para la casa algún artefacto o un mueble o algún arreglo pendiente, pero este año no me alcanzó para nada", estas fueron las palabra de un trabajador tribunalicio de nombre Marco Torres.
"Un pantalón" vale 1.600.000 Bs ¡Qué horror! La primera parte de mis aguinaldos escasamente alcanzaron el millón de bolívares, cifra que hace diez días me pagaron y hoy no me queda nada. Todo se me fue en arroz y pollo ¡Qué será de nosotros! Yo ya no pienso en diciembre, yo pienso en el otro año. ¡Vamos a llegar a la hambruna! ¿Qué va a pasar con nosotros?, esa es mi pregunta", expresó Ana Landaeta, enfermera del Hospital J.M. de los Ríos.
"Estoy buscando las medicinas para la hipertensión y diabetes de mi vieja para comprarla bachaquedas con mi aguinaldo, por lo menos para intentar estar tranquilos por algún tiempo. Esta vaina es insoportable. Tener un enfermo en este país es como esperar la muerte en la cámara de gas. Yo, simplemente me indigno. El insulto y la subestimación del gobierno a la gente del pueblo no tiene nombre. Tienen al arrojo de decretar la navidad. Hay que reírse para no llorar… ni que el mismísimo TSJ decrete la navidad y saque después otro decreto de felicidad aguinaldera obligatoria, ni que prendan la Cruz del Ávila, ni repartan 500.000 bolívares para cada afecto al gobierno ¡La navidad este año no llegó! ¡El dinero no alcanza para hacer navidad!", fue la opinión de Pedro Meneses de 44 años de edad, trabajador de una fundación gubernamental.
[Versión resumida de post originalmente publicado en https://www.aporrea.org/actualidad/n317784.html.]
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