Con la tecnología de Blogger.

sábado, 12 de agosto de 2017

Sudáfrica 20 años después del apartheid, o cómo cambiar para que todo siga igual



Periodico Todo por Hacer (Madrid)

Este mes hemos creído interesante acercarnos a las protestas por el acceso a la vivienda y a la tierra que durante el final del otoño (nuestra primavera) han azotado Sudáfrica. Una de las economías líderes del continente africano y un país con un gobierno (encabezado por el Congreso Nacional Africano –ANC-) cuyo pasado de lucha contra un régimen racista le otorga un plus de confianza y respeto que parece incuestionable. Sin embargo, el presente no es tan floreciente para todos/as, y la clase trabajadora sudafricana, y en especial, la negra, no parece saborear las mieles de esta “nueva era”.

Poniéndonos en situación

Lo primero sería pintar, a grandes rasgos, un cuadro de la situación económica que vive Sudáfrica a día de hoy. Partimos del plan presupuestario presentado a principios de año por el gobierno del ANC. Según afirman (a través del entonces ministro de Finanzas Pravin Gordhan), destila redistribución y progresismo. No todos/as están de acuerdo, pues hay quien lo ve como un paso más en la senda de neoliberalismo que los diferentes gobiernos del ANC han ido construyendo en las dos últimas décadas.

Una primera ojeada a las cuentas, nos aclara que quien soportará las mayores tasas impositivas será la clase trabajadora a través del impuesto al valor agregado (VAT), los impuestos sobre los combustibles o las cargas personales. Por el contrario, las tasas que pagan las corporaciones seguirán en un 28%, muy por debajo del 50% que pagaban hace 30 años, mientras que el incremento en los impuestos relacionados con los ingresos altos será de sólo de un 2%.

Visto quien paga, ahora toca ver quien cobra. Aquí, un tercio del presupuesto se espera gastar en procurar servicios y bienes, lo que por esos lares se entiende como licitaciones y externalizaciones (sí, empresas privadas cobrando una pasta por prestar, en otras cosas, servicios sociales, nos suena, ¿no?). Aquí está el pastel más sabroso: por este dinero se presentan las luchas intestinas del ANC. Ahí no acaba todo, pues estos presupuestos también contemplan grandes partidas destinadas a apoyar las Zonas Económicas Especiales e infraestructuras necesarias para ampliar y mejorar los negocios de las grandes empresas (ante todo autovías y vías de tren). Y, como no, otra importante inyección de dinero irá a destinada a sufragar los intereses de la deuda del Estado, que éste mantiene con parte de esas mismas corporaciones nacionales e internacionales. De modo que todo queda en casa.

Otra de las medidas estrella del gobierno supone la reducción en la financiación de los gobiernos locales a sólo un 9% del presupuesto estatal. Estos gobiernos locales son los responsables de organizar (y financiar) los servicios  básicos. Esta reducción en sus fondos responde a la necesidad del gobierno central de impulsar la compra de bonos del Estado por parte de corporaciones financieras. Con estas “medidas de ahorro” consiguen reducir, sobre el papel, el déficit y los ratios de deuda pública, lo que hace estos bonos más jugosos (y beneficiosos) a ojos de los especuladores financieros. Siguiendo la pirámide hacia abajo, estos mismos gobiernos locales acaban por necesitar inyecciones extra de dinero para dar un servicio cada vez más pobre (normalmente a través de empresas privadas externas) que recortan cuanto pueden. Lo que repercute, como no, sobre la clase trabajadora, que ve como sus aportaciones a las arcas del Estado aumentan a la vez que se encarecen y empobrecen los servicios básicos que éste les presta.

Las conclusiones son claras, el gobierno favorece con estas políticas económicas a las grandes corporaciones y a las clases dominantes (ya sean capitalistas negros/as o blancos/as) a costa de los/as pobres. Nada nuevo bajo el sol.

Un pequeño descanso para ver dónde se afilan los cuchillos

Antes de continuar el camino que hemos emprendido para analizar las últimas protestas sociales en Sudáfrica, sería interesante echar un vistazo a la situación de la alta política del país, de forma que tengamos otra perspectiva de la frustración que vive una parte importante del proletariado negro sudafricano. Desde que en 1994 se llegara al final del apartheid, el gobierno nacional se ha mantenido en manos del partido ANC en alianza con el Partido Comunista Sudafricano (SACP) y el Congreso de Uniones Sindicales Sudafricanas (COSATU), principal, y hasta hace poco tiempo cuasi hegemónico, sindicato del país. Son más de veinte años de un gobierno adherido a la Internacional Socialista aupado al poder gracias a la conjunción de luchas nacionales y de clase. En los 50, la ANC adoptó un programa basado en el “Capítulo de la Libertad” que se comprometía con una distribución equitativa de la riqueza. Se hablaba de nacionalizaciones de minas, bancos, tierras y monopolios industriales. Nada más lejos de la realidad. Veinte años después, las tasas de desigualdad en Sudáfrica son más o menos iguales a las del apartheid (incluso mayores): el 5% de la población atesoraba en 2016 el 43% de los ingresos totales, mientras que en 1993, este porcentaje se reducía al 38%. El 47% de la población vive por debajo del umbral nacional de la pobreza, con unos ingresos menores a 43 dólares al mes; mientras que el número de personas que malvive con menos de un dólar al día se duplicó entre 1994 y 2006, pasando de los 2 a los 4 millones de personas. El porcentaje de paro se encuentra en el 27%, alcanzando en los/as jóvenes un 50%. Un tercio de los 50,7 millones de habitantes del país sobrevive a base subsidios estatales. Unos datos que dan miedo.

A eso hay que sumar que “el ANC se ha convertido en una máquina de clientelismo que ha generado una red de corrupción y robo, que, incluso desde los estándares burgueses, se puede considerar espectacular”[1]. Casos como el de la familia Gupta, conectada estrechamente con el presidente Zuma, son muy esclarecedores: como una familia capitalista india que llegó a Sudáfrica en los 90 ha hecho miles de millones a través de contratos estatales.

Al final, resulta que el gobierno de la ANC supuso la tabla de salvamento para el caos en el que el apartheid había sumido al capitalismo sudafricano. Una vez se han superado las sanciones económicas internacionales, Sudáfrica ha vuelto a entrar de lleno en la economía global doblando su potencial económico así como las tasas de crecimiento que se produjeron bajo el apartheid, todo ello a costa de privatizaciones, inversión extranjera y, ante todo, una explotación masiva del proletariado.

Actualmente, para añadir más leña a este fuego, nos encontramos ante una lucha interna dentro del gobierno, dos bandos enfrentados en busca del poder. Por un lado, se posiciona el actual presidente Zuma, apoyado por el Black Economic Empowerment (BEE) y los/as altos/as funcionarios/as del Estado; por el otro, el vicepresidente Ramaphosa, sustentado tanto por los/as capitalistas blancos como por el SACP. Ambos bandos tratan de vender su cara amable ante el electorado, pero si echamos la vista }atrás, vemos que en todo esto, los/as trabajadores/as sudafricanos poco tienen que ganar, pues no es más que una disputa entre diferentes facciones del capital sudafricano en busca de mejoras económicas para sus respectivos intereses.

Sin irse muy lejos, habría que recordar el meteórico ascenso del antiguo sindicalista Ramaphosa, que durante el fin del apartheid fue el hombre del BEE elegido por la clase capitalista blanca. Un par de décadas después, nos encontramos ante un hombre de negocios millonario, entre cuyas participaciones en empresas se encuentra la minera Lonmin, que en 2012 pasó a la historia por el asesinato de 34 mineros en huelga en Marikana. Otro de sus apoyos, el anterior ministro de Finanzas, Pravin, ha sido el artífice de las políticas económicas del gobierno en estos últimos años, que han dejado un saldo de desequilibrios sociales de clase y raza a la altura del los del apartheid. De la clase capitalista blanca casi mejor ni hablar. En la otra orilla, el presidente Zuma y los/as suyos/as acumulan casos de corrupción sin fin, solo hace falta recordar el escándalo de Zuma y su residencia en Nkandla. El siguiente asalto de esta disputa se dirimirá el 8 de agosto en un pleno del parlamento que discutirá una moción de censura contra el presidente.

Protestas comunitarias
Volviendo al punto de inicio de este artículo, el enésimo estallido social en Sudáfrica volvió a ser noticia el pasado mes de mayo. Una ola de protestas azotó numerosas comunidades del país; Eldorado Park y Freedom Park en Johannesburgo, Orange Farm en la zona del Vaal o Khayelitsha en Cape Town son algunos de los barrios que saltaron a la palestra mediática.  Las ilusiones del fin del apartheid se evaporan a marchas forzadas. 

“La gente está cabreada porque después de más de 20 años de autodenominada libertad, están todavía confinados a vivir en chozas, teniendo que cagar en baños comunales de plástico, compartiendo surtidores de agua con miles de vecinos, y viendo como se les cortan los servicios esenciales cuando no pueden permitirse pagarlos.”[2]

Los grandes beneficios de estas dos décadas para las grandes corporaciones se sustentan en el trabajo barato de la clase trabajadora sudafricana (en especial, de su sección más pobre, la negra). Gigantescas ayudas a la construcción de infraestructuras necesarias para el negocio de las grandes empresas, la introducción de leyes desreguladoras del mercado laboral o las reducciones de tasas empresariales marcan el camino. A ello habría que sumar el aumento del paro generado por la deriva capitalista que ha reducido la masa laboral a base de mecanización y flexibilización de las condiciones laborales.

A nivel de política de vivienda, el Estado dedica menos del 2% del presupuesto anual a esta materia. A ello se suma lo que antes comentábamos de las reducciones de las partidas destinadas a los gobiernos locales, lo que acaba degenerando en unos servicios básicos muy pobres. Algunas medidas especialmente crueles empiezan a verse en algunos barrios pobres, como son la instalación de contadores de prepago para algunos servicios como el agua. Violencia sistemática contra la clase trabajadora.

Mientras tanto, a pocos kilómetros de estas comunidades se suceden lujosos suburbios de blancos/as (élites y clase media). El dinero que falta en Freedom Park no se escatima en el mantenimiento de los distritos comerciales de las grandes ciudades, llegando a extremos como el de Johannesburgo, donde la municipalidad invierte más dinero por habitante en un barrio rico como Sandton que en Soweto. Y no podíamos olvidarnos de las externalizaciones de servicios, base del nepotismo de las élites del ANC (sin olvidar a la Alianza Democrática), que generan tantos dividendos para algunos/as como miseria para muchos/as.

El fuego de Freedom Park

A modo de ejemplo de estas protestas, tomemos el caso de Freedom Park, una comunidad en la que el pasado 6 de mayo comenzaba la tercera ocupación colectiva de terrenos en desuso del último año. Los dos primeros intentos habían acabado con desalojos violentos por parte de las fuerzas de seguridad, a lo que se sucedían manifestaciones de los/as vecinos/as. Al igual que en el resto de comunidades antes citadas, la sobrepoblación y los nefastos servicios comunitarios son la norma.

Pero la historia viene de largo, como suele ser habitual. La comunidad de Freedom Park proviene ya de una ocupación de tierras llevada a cabo por vecinos/as del barrio de Soweto allá por el año 1994. Su más que interesante ubicación, muy cerca de Johannesburgo y de importantes vías de comunicación, hizo las delicias de varias constructoras, en un intento de crear una nueva y próspera área residencial en la zona. De modo que el gobierno trató de reubicar forzosamente a los/as ocupantes de la nueva comunidad en Vlakfontein, lo que derivó en una intensa lucha vecinal. Con el tiempo, se evitó el realojo, y lentamente se fueron obteniendo servicios básicos, como el agua corriente (en el 2001) o la llegada de la electricidad al barrio (2003). Pero puesto que no es oro todo lo que reluce, el inicio de la construcción de una partida de viviendas de protección oficial (RPD) en 2004 trajo nuevos conflictos, pues en la adjudicación de estas nuevas edificaciones se pasaron por alto las listas de espera. Favores políticos, corrupción y prebendas de la mano de miembros locales del ANC.

Esta y otras quejas (como la derivada de las protestas que azotaron el barrio en el verano de 2014, cuando toda la vecindad se quedó sin luz durante una semana) han sido puestas sobre la mesa en numerosas ocasiones, han sido llevadas ante tribunales e instituciones varias, pero las respuestas dadas no se salen del abanico de negación, odios sordos y represión. Más allá de esto, sólo cuando la violencia prende es cuando los medios de comunicación y una importante parte de la población vuelven sus ojos hacia estos barrios. Pocos días antes de que se iniciara la ocupación de terrenos que devino en estos últimos enfrentamientos, una asociación barrial organizaba una caravana a modo de impulso de la lucha por tierras y viviendas. Cientos medios de comunicación fueron invitados, al igual que varios partidos políticos y asociaciones de la sociedad civil. Prácticamente nadie acudió entonces, no era interesante, no había que escucharles.

Toda la información sobre la que se ha construido este artículo ha sido extraída de la web de contra-información inglesa libcom.org, en la que hemos podido encontrar numerosos textos sobre la situación actual del país y las luchas que allí se suceden. Echadle un ojo para más información.

Notas

[1] Del texto “La ANC de Sudáfrica: cleptocracia y explotación”

[2] Del texto “Avivando las llamas: Sudáfrica en lucha de clases”

[Tomado de https://www.todoporhacer.org/sudafrica-20-anos-no-dieron-cambio-mayor.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero @kRata (comic) APPO Aana Wainjirawa Abdicación del rey de España Aborto Abstención Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat Acampadas Accion directa no violenta Acción Directa Autogestiva Acción Ecológica Acción Libertaria Acuerdo Venezuela China Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque Amador Fernández-Savater Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor Amor y Rabia América Latina Américo Alejandro Balbuena Anarquismo en América Latina Anarquismo en México Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento Anarquismo social Anarquismo y Postestructuralismo Anarquismo y política Anarquistas contra el muro Anarquistas de Temuco Andreas Speck Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano Antulio Rosales Anzoátegui Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia Asier Guridi Asilo y refugio Autonomía Barquisimeto Bernhard Heidbreder Buenaventura Durruti Buenos Aires CNT CORPOELEC Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático Campaña contra la Criminalización del Anarquismo Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB Civetchi Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia Comites de Defensa de la Revolución Comitê Popular da Copa 2014 Concretera la carlota Cooperativismo Correo A Criminalización de los pueblos indígenas Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos Douglas Bravo EZLN Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman Enfermedad Hugo Chávez Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi Europa Eva Golinger Evo Morales FARC FIFA Fanzine Exilio Interior Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del Libro Independiente y Autogestionario Feria del libro anarquista Ferrominera Ferrominera Orinoco Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón GLBIT Gadafi Galsic Genocidio Global Voices Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez Género Heinz Dieterich Henrique Capriles Historia de Venezuela Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor Indígenas Venezuela Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa LEEME CARACAS Laura Vicente Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Líber Forti MOC Madres de Plaza de Mayo Madrid Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista Mario Antonio López María Esperanza Hermida Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro Masacre de Uribana Mercosur Mijaíl Martínez Misiones Sociales Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 Mérida Nicaragua Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes Nu-Sol Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico Parque Verde La Carlota Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo Periódico Apoyo Mutuo Periódico El Amanecer Periódico El Libertario Picnic urbano Policía Nacional Bolivariana Punk Latinoamericano Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Ramón Álvarez Raúl Zibechi Red Latinoamericana Antimilitarista Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Red por los Derechos Humanos de Niños Regeneración Radio Represión en Cuba Repsol YPF Revolución ciudadana Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubèn González Rubén González Rusia Sacudón San Cristóbal Santiago de Chile Servicio Militar Obligatorio Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer Tomás Ibáñez Trabajadores de la Chrysler Transexuales Transfobia Transformando información en acción Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia Turquía Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY Uribana Uruguay Valles del Tuy Vaticano Venevisión Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Vivienda Vladimir Aguilar Víctor Muñoz Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara Zulia `Sabino Romero abajo los muros de las prisiones abolicionismo abstencion abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños acampada acción directa anarquista actividades activismo actualidad del anarquismo adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología alternativa amor libre anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas anarquismo en Argentina anarquismo en Francia anarquismo en Perú anarquismo en Uruguay anarquismo en barquisimeto anarquismo en rusia anarquismo hoy anarquismo ilegalista anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y comunicación anarquismo y cárceles anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista antropología análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo armamentismo arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial calentamiento global cambio social capitalismo y medio ambiente caracas chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela comercio de armas comic comics comida vegetariana compra de armas concretera caracas concretera de chuao conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación PDVSA contaminación ambiental cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela crisis agropecuaria en Venezuela crisis economica venezuela crisis económica en Venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela endeudamiento equidad de género en Venezuela extractivismo falso socialismo fascismo futbol brasil globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela hacktivismo hiperinflación historia del anarquismo homicidios ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indigenas en venezuela individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera indìgenas y revolución bolivariana indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela inflación en Venezuela informática libertaria izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela jornadas de diversidad sexual la Justicia y los Derechos Humanos legado del chavismo liberacion animal liberación animal liberación humana libertad Bernhard Heidbreder libertad a los presos anarquistas libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa mario gonzalez masa crítica masacre de San Vicente medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería mineria en Venezuela minería minería en Venezuela movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas narcotráfico neoliberalismo nicolas maduro no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros objeción de conciencia organizacion nelson garrido paramilitarismo paro universitario patriarcado patriotismo pelea de almohadas periodico Bandera Negra periódico CNT periódico anarquista periódicos petróleo venezolano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela policías corruptos en Venezuela prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar práctica anarquista pueblos originarios pugnas internas del chavismo punk veneziuela rebelion en venezuela recursos red Observatorio Crítico relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represion en Venezuela represion policial en Venezuela represión represión antianarquista represión en Colombia represión en Venezuela represión policial resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana robert serra salario en venezuela salario mínimo en Venezuela sanciones sancocho secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 sexismo sexualidad libre sicariato sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela software libre solidaridad con Cuba tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia toma yukpa del TSJ torturas en Venezuela totalitarismo trabajadores del Estado trabajadores en Argentina transición transnacionales chinas turquia tweets anarquistas universidad central de venezuela utopía vegetarianismo venezuela vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños zona temporalmente autónoma Ángel Cappelletti ética y práctica médica