Con la tecnología de Blogger.

sábado, 11 de febrero de 2017

Desmitificación de la policía



Yelin

“Están para protegernos”, “son necesarios para que nadie se pase de la raya”, “velan por nuestra seguridad”, “sin ellos, todo sería un caos”. Estas son algunas de las frases que escucharíamos si preguntásemos sobre la policía a determinadas personas en nuestra sociedad. “No tienen la culpa, solo obedecen órdenes”, “solo hacen su trabajo”, “también, tienen una familia y tienen que mantenerla de alguna forma”, “no todos son responsables de lo que hacen algunos”. Estas otras recibiríamos también de otras tantas que intentan justificar sus actos represivos. Si nos damos cuenta, vemos que las anteriores respuestas no son más que la reproducción de la ideología dominante, la cual el proletariado ha ido asimilando: esa ideología que utilizan los cuerpos represivos del Estado para asegurar su propia existencia y funcionamiento, ayudado por los Aparatos Ideológicos del Estado como los medios masivos de información o la cultura que le dan una buena imagen de cara a la sociedad. Así por ejemplo, vemos constantemente películas o series de televisión donde se nos presenta a la policía como el bien que lucha contra el mal. Podemos plantearnos una cuestión: ¿para qué sirve la policía?

La policía, también llamadas fuerzas de seguridad o fuerzas del orden, es aquel cuerpo que se encarga de velar por la seguridad de la ciudadanía. O eso nos cuentan. Así, necesariamente tiene que existir una amenaza para que se cumpla esta afirmación. Directamente, nos lleva a pensar que esa amenaza la representan aquellas personas que cometen crímenes (robos, asesinatos…), las marginadas sociales o las inmigrantes. Sin embargo, poca gente es consciente de que la gran mayoría de estas personas son producto del sistema capitalista (o del patriarcado, en caso de la violencia machista): la existencia de la propiedad privada de los medios de producción que provoca la desigual distribución de la riqueza, y empuja a las peor situadas socialmente a cometer crímenes para su propia subsistencia; crímenes que son causados generalmente por las condiciones sociales, políticas y económicas. Por ejemplo, si una persona que durante toda su vida ha sido pobre ve cómo la sociedad trata a otra que pertenece a una familia adinerada, con admiración y respeto, no podrá evitar compararlo con su situación, que es tratada con desprecio. No será de extrañar que esta persona quiera ser como la otra, e intentará por todos los medios conseguirlo, a través del engaño y la mentira y cometiendo algún crimen de vez en cuando. Con esta función podríamos plantearnos una paradoja: si la policía está para combatir los crímenes, pero estas continúan existiendo mientras el sistema que los produce sigue vigente, ¿significa esto que no son eficaces? ¿No sería mejor buscar una alternativa y eliminar el problema de raíz? Y si se diera el hipotético (e improbable) caso de que los crímenes se erradicaran en el capitalismo, ¿para qué seguir manteniendo a la policía? Por tanto, vemos que la policía, en vez de velar por la seguridad de la ciudadanía, perpetúa los crímenes ya que vive de ellos, con la ayuda de las prisiones, que hablaremos de ellos más adelante.

La policía es aquella institución del Estado que se encarga de mantener el orden público. O eso nos dicen. Con esta afirmación, nos hacen creer que, sin policía, viviríamos en una sociedad de constantes altercados, disturbios y violencia generalizada, en definitiva, en un caos. Pero deberíamos detenernos en el concepto de “orden público”. El orden público es el estado legal en el que todas las sociedades deberían estar para su normal funcionamiento y desarrollo, y conservar así su orden social. El orden social, por su parte, es la estructura social, con sus jerarquías, normas e instituciones socialmente aceptadas. Por tanto, mantener el orden público implica mantener el orden social, ese orden social que en la actual sociedad capitalista es la propiedad privada de los medios de producción, valores como el individualismo o la competencia, o la posición privilegiada de la burguesía respecto al resto de la población, que se reproducen y se materializan en el hambre que pasa la gran mayoría de las habitantes del planeta, las guerras imperialistas, los cientos de desahucios diarios en el Estado español, la corrupción política, el desigual reparto de la riqueza, las numerosas asesinadas por violencia machista, las redadas racistas, la dura represión que provoca heridas e incluso muertas, las detenciones por motivos políticos, y así un largo etcétera. Por tanto, sí es verdad que mantienen el orden público, pero nos ocultan todo lo que conlleva mantener ese orden público que acabamos de explicar. Aun así, se puede plantear otra contradicción: si la policía está para impedir disturbios, ¿por qué en las manifestaciones sin apenas policía siempre son tranquilas, mientras que en las que hay un gran despliegue policial es más probable que se sucedan? Cualquiera que deje su inmovilismo de lado, puede comprobar que esto es cierto.

Para llevar a cabo las anteriores funciones, tienen a su disposición un arsenal de armas e instrumentos que para una persona cualquiera está prohibida su posesión. Y a partir de esto, llegamos a su principal labor: la represión mediante la fuerza. Para la clase dominante, siempre es preferible gobernar mediante la ideología, pero si esta falla, echa mano de la fuerza para seguir conservando sus privilegios. Y ahí están la policía, el Ejército o las prisiones para defender a la burguesía. No es casualidad que en tiempos de crisis económica y descontento social, la represión policial se ve aumentada. ¿No es la policía quien acalla las voces de las manifestantes con sus porras y pelotas de goma? ¿No es la policía quien tortura en comisarías a las detenidas? ¿No es la policía la encargada de ejecutar los desalojos de los centros sociales y los desahucios que dejan a numerosas familias en la calle sin alternativa habitacional? Es aquí donde se aplican esas justificaciones de acciones policiales que mencionamos al principio del texto. Justificaciones que se quedan en nada si nos paramos a analizarlas. No, no sirve la excusa de que “obedecen órdenes”, porque como se demostró el pasado 22M, la policía también muestra inconformidad respecto a mandatos manifestándose en contra de ello, y aun así, sigue ejecutando desahucios y apalizando a jóvenes, adultas e incluso ancianas, y a veces, hasta disfrutan de ello. No, tampoco vale el pretexto de que “solo hacen su trabajo” o que “tienen familia y necesitan mantenerla”. Cada persona es consciente del trabajo que realiza y responsable de las acciones que lleva a cabo, y todo el mundo pertenece a una familia. Existen muchas otras profesiones y nadie obliga a nadie ser policía. Y tampoco sirve aquello de que “no todos son responsables de lo que hacen algunos”. Si bien es cierto que hay agentes que no han participado nunca en un desahucio o agredido a nadie, sus compañeros sí, lo que los convierte en cómplices ya que no posicionarse en casos injustos implica posicionarse en contra de la víctima. ¿Alguien ha visto alguna vez a agentes policiales recriminar a un compañero suyo por agredir a otra persona?

Esta función es la que caracteriza a la policía, una institución que está formada por personas del pueblo, de la clase obrera, que a cambio de un sueldo pagado por el propio pueblo, mantiene el statu quo de la clase dominante y defiende sus privilegios. Si hay una reivindicación en contra del actual sistema, ahí está la policía para reprimir; si hay centros sociales libres y autogestionados u ocupaciones de edificios vacíos para realojar a personas sin techo, ahí está la policía para desalojarlos; si hay comentarios en redes sociales que cuestionan el sistema establecido, ahí esta la policía efectuando detenciones para amedrentar. Vemos por tanto, que la policía de por sí es un aparato represor.

Bien es cierto que hay otras funciones que desempeña la policía que nada se les puede achacar. Es el caso de la intervención en desastres naturales o en accidentes, o la regulación del tráfico que ejercen las agentes de movilidad. Sin embargo, estas funciones no son inherentes al cuerpo policial, algo que solamente ellas puedan hacer. En el primer caso, hay otros órganos como los bomberos o los servicios sanitarios que intervienen en dichos sucesos, además de numerosas voluntarias entre la población que ponen en práctica su solidaridad con las víctimas y afectadas, haciendo que la labor policial no sume ni reste, y por tanto, sea innecesaria su presencia. En el segundo caso, su actividad puede ser reemplazada perfectamente por personas que tengan la voluntad y deseen ejercer dicho cargo, recibiendo anteriormente un curso de formación: no es necesario que sea la policía quien regule el tráfico.

Tras visibilizar estas funciones y actuaciones policiales, no es de extrañar que personas defensoras de esta institución vuelvan a reproducir la ideología dominante. “Tienes demasiado odio”, “normal que hagan lo que hagan si la gente va provocando”, si tanto odias a la policía, no denuncies cuando te roben”. Éstas suelen ser las frases más repetidas. Hay que tener claro que el odio a la policía no es gratuito, sino consecuencia de todas sus agresiones, manipulaciones, criminalizaciones, etc. Tampoco es malo, ya que su violencia es institucional y amparada por el Estado y las leyes capitalistas, así como tampoco es malo odiar al hombre que acosa y agrede mujeres o al blanco que discrimina por motivos étnicos: odiar a quien oprime no es malo. La supuesta provocación tampoco es excusa para justificar sus actuaciones, ya que los insultos, amenazas y desprecio hacia la policía es consecuencia de la rabia producida por la violencia institucional del sistema y el Estado (paro, recortes, desahucios, agresiones policiales…). Además, están perfectamente preparados para soportar este tipo de situaciones. Por otro lado, ya hemos mencionado que también desempeñan otras funciones no represivas: es el caso de las denuncias. Hay que tener en cuenta que estas funciones sirven como lavado de cara, para mejorar su imagen y reforzar esa idea que nos transmiten de que la policía es la defensora del pueblo. Si nos dicen que velan la seguridad de la ciudadanía y combaten los crímenes, necesariamente van a tener que ofrecer a las víctimas esa posibilidad de denunciar para que sea creíble. Las denuncias, por su parte, existen porque hay crímenes, la mayoría de los cuales son, como hemos explicado anteriormente, causados por la desigualdad social provocada por la propiedad privada, es decir, mientras esta propiedad siga existiendo, seguirá habiendo crímenes y, por tanto, denuncias. Sin embargo, ya hemos mencionado que no se odia a la policía por estas funciones que tienen como fin dar una buena imagen, sino por su actividad represiva y defensora de los intereses de la clase dominante, y por tanto, no existe esa supuesta hipocresía en la persona que odia a la policía y decide presentar una denuncia.

Mención aparte merece la policía en otros tipos de sociedad distintas al capitalismo actual, como es el socialismo de Estado (o capitalismo de Estado) de la antigua URSS, y veremos que su función tampoco se aleja mucho. Según la teoría de Lenin (Marx nunca se refirió a la dictadura del proletariado como un Estado obrero, y el propio Engels se la atribuía a la Comuna de París), el proletariado organizado en la vanguardia, el Partido Comunista, dirigirá la revolución social que “destruirá” el Estado burgués y “construirá” un “Estado proletario” con el que ejercerá la “dictadura del proletariado” necesaria para alcanzar la sociedad sin clases, el comunismo. En esta etapa previa, los medios de producción pasarán a ser propiedad del Estado, que organizará la nueva sociedad y que en teoría se irá extinguiéndose gradualmente hasta su completa desaparición. Sin embargo, la heterogeneidad de la clase proletaria, con sus divisiones de intereses entre unas capas y otras, nos lleva a pensar que las categorías obreras mejor desarrolladas y organizadas formarán parte de esa vanguardia y serán quienes se apropien del Estado, y que podrían constituir la futura clase dominante. Por otra parte, es obvio que las revoluciones son periodos de desorden generalizado y que es necesario establecer un orden para que la vida sea posible; será el Estado quien establezca ese orden que, sin embargo, es ficticio e impuesto desde arriba (frente al orden surgido por la iniciativa popular que proponemos las anarquistas), y por tanto, no se adecuará a las necesidades del pueblo. Al ser un orden impuesto, se necesitará algún órgano para su mantenimiento: cuál mejor que la policía, que además, defenderá los intereses de la burocracia dominante. La represión seguirá siendo su función principal, y entre sus víctimas se encontrarán, aparte de burgueses, marxistas no leninistas, anarquistas y todas aquellas personas consideradas por el Estado “enemigos de la revolución”. La gran represión desatada por el asesinato de Sergéi Kirov, donde se eliminaron hasta a integrantes del Partido Comunista como Kámenev o Zinóviev (que se enfrentaron contra Stalin por el control del Partido), con especial protagonismo de la NKVD; o la campaña de arrestos llevada a cabo por la Cheka tras la fracasada insurrección de los marinos de Kronstadt en 1921, son ejemplos de la actividad represiva de la policía en un sistema distinto del capitalismo actual.

Por último, cabe destacar que también existe una estrecha relación entre la policía, las leyes y las prisiones. El sistema capitalista necesita un gobierno que cree unas leyes que legalicen la explotación del proletariado por parte de la burguesía y su apropiación de lo producido por la clase trabajadora, y que les proteja de cualquier amenaza que pongan en peligro sus privilegios. Leyes que vamos interiorizando desde pequeñas relacionándolo con la justicia, a través de la educación que recibimos y los valores morales que nos van transmitiendo. Un ejemplo de estas leyes puede ser la inviolabilidad de la propiedad privada. Ahora bien, si alguien se da cuenta de que no siempre las leyes son justas, que existen leyes injustas, y se las salta o simplemente protesta contra ellas, aparece en escena la policía para reprimir y realizar algunas detenciones. Esas personas detenidas tendrán que pasar por un juicio, donde se decidirá si es culpable o no de lo que se les acusa. Esta decisión se hará en base a las leyes capitalistas, esas que defienden los privilegios de la clase dominante, y si finalmente la acusada es declarada culpable, se recurrirá al castigo, ya sea económicamente o con el ingreso en prisión. Nos podemos preguntar cuáles son los objetivos de las cárceles. Las prisiones son instalaciones en los cuales se pretende aislar a los individuos peligrosos de la sociedad y reeducarlos para su posterior reinserción. O una vez más, eso nos dicen. El hecho de aislar a una persona con el objetivo de su reinserción social resulta paradójico. El aislamiento a un ser humano es una forma de maltrato psicológico, que favorece el desarrollo de trastornos mentales y que provoca la supresión de sus derechos y libertades. Si tenemos en cuenta también las torturas y los maltratos físicos a las que se ven sometidas muchas presas casi diariamente, deducimos que las cárceles son centros en los que no hay ninguna disposición de reeducar a las presas, sino que más bien las anulan como personas y, por tanto, nos daremos cuenta de que las prisiones, en realidad, dificultan esa reinserción social que en teoría se pretende. Además, la existencia de estas instalaciones disuaden al pueblo de cometer actos contrarios a la ley, intentando asegurar así una población obediente y sumisa. ¿Cuántas veces nos habrán dicho “no hagas tal cosa que si no te meterán en la cárcel”? También se encarcelan a las personas por motivos políticos, gente que se muestra contrario al sistema político y económico, acallándolas y evitando que se extienda una posible oposición. Podemos concluir lo siguiente: el capitalismo necesita crímenes que él mismo produce para mantenerse, y que son perpetuados por la policía y el sistema penitenciario. Así, vemos que es imposible erradicar el crimen dentro de la sociedad capitalista. Alternativas hay, que pasan por el cambio de sistema económico, la socialización y autogestión de los medios de producción, y la práctica de valores como el apoyo mutuo que sí permitirían a aquellas personas que comentan actos antisociales (que quedarían reducidas a las que tienen alguna enfermedad mental que anulan parcial o totalmente su capacidad de decisión) ser reeducadas y reinsertadas en la sociedad.

No podemos terminar el artículo sin mencionar a Miguel e Isma, dos jóvenes en prisión provisional sin juicio ni pruebas desde el pasado 22M acusados de cometer distintos delitos en las cargas policiales de aquel día; a Noelia Cotelo, presa anarquista que ingresó hace 5 años en prisión por motivos no políticos con una condena de dos años y medio, que ha sufrido humillaciones, vejaciones y violaciones por parte de los carceleros, y que por no mantenerse callada ante los abusos le han caído otras nuevas condenas que han ampliado su estancia; a las prisioneras de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) cuyo único delito es proceder de un país distinto y no tener papeles; a las asesinadas por la policía mientras estaban detenidas como el caso de Yassir El Younoussi el pasado 31 de julio de 2013 en la comisaría de Tarragona; a todas las presas políticas y presas comunes que ahora mismo están sufriendo la brutalidad del sistema penitenciario; a todas las desahuciadas por esos policías del “solo estoy cumpliendo órdenes”; a todas las que han resultado heridas, o simplemente golpeadas, a causa de la brutalidad policial mientras defendían derechos básicos de las personas o protestaban por mejores condiciones de vida; a todas aquellas que han resultado víctimas de manipulaciones y engaños policiales que tenían como objetivo amedrentar y limitar su actividad política; a todas esas personas que diariamente son identificadas por la policía solamente por tener una tonalidad de piel más oscura; a todas esas periodistas independientes agredidas en manifestaciones solo por querer mostrar una realidad distinta a la que nos tienen acostumbradas los medios de comunicación que solo informan acorde a los intereses de sus dueños; a las personas que tratan de cruzar la frontera de Melilla escapando de la miseria de sus países de origen saqueados por las potencias capitalistas y son brutalmente rechazadas por la Policía Nacional o la Guardia Civil, llevándose como recuerdo profundas y desgarrantes heridas causadas por las cuchillas de la valla; a Patricia Heras, que se suicidó después de ser acusada, junto con otras personas, sin pruebas y después de manipulaciones el 4 de febrero de 2006 de haber dejado en coma a un policía de una pedrada que nunca existió; a esas personas a las que la policía ha dejado daños irreversibles como el ojo perdido de Esther Quintana, la visión perdida de un chaval y el testículo reventado de otro el 22M, o el asesinato de Íñigo Cabacas después de un partido de fútbol; y un largo etcétera. Ejemplos hay muchos, y en la inmensa mayoría de los casos vemos cómo la policía actúa con total impunidad. Queda claro cuáles son las funciones de la policía, a quiénes protegen y sirven, y que son responsables de lo que hacen en todo momento. Concluimos por tanto que la policía es innecesaria para la población, pero imprescindible para una élite dominante en el mantenimiento de sus privilegios.

[Tomado de http://culturayanarquismo.blogspot.com/2014/06/desmitificacion-de-la-policia.html.]


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.

Ser gobernado es...

Charla: El Anarquismo en América Latina

Seguidores

Etiquetas

@kRata (comic) `Sabino Romero 10deLuluncoto 18 años El Libertario 1º de Mayo 27 de febrero 4 de febrero Aana Wainjirawa abajo los muros de las prisiones Abdicación del rey de España abolicionismo Aborto abstencion Abstención abstención electoral abuso militar en Venezuela abuso policial abuso sexual niños Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat acampada Acampadas acción directa anarquista Acción Directa Autogestiva Accion directa no violenta Acción Ecológica Acción Libertaria actividades activismo actualidad del anarquismo Acuerdo Venezuela China adecos chavistas agresiones en Venezuela agresiones a sindicalistas en Venezuela agroecología Agustín García Calvo Alan Furth Alan Moore Albert Camus Alberto Acosta Alcedo Mora Alejandro Álvarez Alentuy Alexander Luzardo Alfonso "el Set@" Alfredo Bonanno Alfredo Vallota Alí Moshiri Alí Primera Alí Rodríguez Araque alternativa Alternativa Antimilitarista Alto costo de la vida Alvaro García Linera Amador Fernández-Savater América Latina Américo Alejandro Balbuena Aministía Internacional Amnistía Internacional Amnistía Internacional Venezuela Amor amor libre Amor y Rabia análisis análisis anarquista sobre Venezuela análisis asamblea nacional análisis conflicto con Colombia análisis de izquierda Venezuela análisis de la revolución bolivariana análisis económico análisis reformas en Cuba análisis sobre Venezuela anarchico anarchism anarchism kurdistan anarchism venezuela anarcofeminismo anarcopunk venezuela anarquismo a la venezolana anarquismo básico anarquismo caracas Anarquismo en América Latina anarquismo en Argentina anarquismo en barquisimeto anarquismo en Francia Anarquismo en México anarquismo en Perú anarquismo en rusia anarquismo en Uruguay Anarquismo en Venezuela Anarquismo es movimiento anarquismo hoy anarquismo ilegalista Anarquismo social anarquismo suiza anarquismo venezuela anarquismo vs. Estado anarquismo y cárceles anarquismo y comunicación anarquismo y derecho anarquismo y ecología anarquismo y educación anarquismo y literatura anarquismo y luchas sociales anarquismo y marxismo anarquismo y nacionalismo anarquismo y planificación urbana Anarquismo y política Anarquismo y Postestructuralismo anarquismo y religión anarquismo y violencia anarquismo zulia anarquistas anarquistas caracas Anarquistas contra el muro anarquistas de Alemania anarquistas de Brasil anarquistas de Chile anarquistas de Cuba anarquistas de México Anarquistas de Temuco anarquistas de Turquía anarquistas en Bolivia anarquistas en Colombia anarquistas en Costa Rica anarquistas en Cuba anarquistas en El Salvador anarquistas en Paraguay anarquistas en Venezuela anarquistas presos anarquistas solidarios con los yukpa anarquistas ucv anarquistas y prisiones Andreas Speck Ángel Cappelletti anonymous venezuela antiimperialismo antimilitarismo antimilitarismo anarquista Antonio Ledezma Antonio Pasquali Antonio Serrano antropología Antulio Rosales Anzoátegui apagones apoyo a El Libertario apoyo internacional al chavismo apoyo internacional al madurismo APPO Archivo Histórico del Anarquismo en Venezuela armamentismo Armando Chaguaceda Armando Guerra Armando Investiga Armando la Resistencia arte callejero arte y anarquismo artistas asesinato de estudiantes asesinatos de manifestantes Asier Guridi Asilo y refugio ataques contra defensores de derechos humanos ataques contra defensores de derechos humanos en Venezuela ataques contra el movimiento anarquista ataques contra el movimiento popular en Venezuela ataques libertad de expresión autodefensa autogestion autogestión Autonomía autonomía de los movimientos sociales autonomía universitaria autoritarismo burocratico en Cuba Barquisimeto Bernhard Heidbreder biblioteca anarquista bicentenario bakunin bicicletas biciescuela urbana bienes comunes brutalidad policial Buenaventura Durruti Buenos Aires calentamiento global Cambiar el mundo sin tomar el poder Cambio Climático cambio social Campaña contra la Criminalización del Anarquismo capitalismo y medio ambiente caracas Carlos Crespo Carlos Crespo Flores Carmen García Guadilla Casa de la Mujer "Juana la Avanzadora" de Maracay Casa de la Mujer Juana la Avanzadora de Maracay Centro de Derechos Humanos UCAB chavismo y religiosidad popular chile ciberactivismo ciclismo urbano ciclo guerrilla urbana ciencia y tecnología en Venezuela Civetchi CNT Coalicion Anarquista y Libertaria de Porto Alegre Coalición Venezolana de Organizaciones LGBTI Colombia comercio de armas comic comics comida vegetariana Comitê Popular da Copa 2014 Comites de Defensa de la Revolución compra de armas concretera caracas concretera de chuao Concretera la carlota conflicto universitario conflicto yukpa consecuencias ambientales explotación petrolera en Venezuela contaminación ambiental contaminación PDVSA Cooperativismo cooptación de movimientos sociales cooptación medios alternativos Venezuela CORPOELEC Correo A coyuntura mexicana 2012 coyuntura venezolana 2010 coyuntura venezolana 2012 coyuntura venezolana 2013 coyuntura venezolana 2014 coyuntura venezolana 2015 coyuntura venezolana 2016 criminalización de la protesta en Colombia criminalización de la protesta en Venezuela Criminalización de los pueblos indígenas crisis agropecuaria en Venezuela crisis económica en Venezuela crisis economica venezuela crítica anarquista al marxismo crítica de izquierda al chavismo críticas de izquierda al madurismo críticas revolucionarias a Rafael Ramírez Cuba Libertaria Cuba Libertaria 22 Daniel Ortega Daniel Pinos deforestación delimitación de tierras indígenas demarcación de territorios indígenas demarcación de tierras en Venezuela deporte y anarquia deporte y capitalismo derecho a la manifestación derecho a la protesta desabastecimiento desaparecidos en Argentina desaparecidos en México desaparecidos en Venezuela desarrollo científico-tecnológico desencanto en el chavismo despidos injustificados detenciones difusión anarquista Douglas Bravo ecologismo ecologismo en Venezuela economía educación en Venezuela Ejército Venezolano Eliseo Reclus Emma Goldman endeudamiento Enfermedad Hugo Chávez equidad de género en Venezuela Erick Benítez Escritos de Domingo Alberto Rangel Espacio Público Estado y corrupción en Venezuela Estado y economía en Venezuela Esteban Emilio Mosonyi ética y práctica médica Europa Eva Golinger Evo Morales extractivismo EZLN falso socialismo Fanzine Exilio Interior FARC fascismo Federación Anarquista Centroamericana y Caribeña Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe Federación Anarquista de México Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) Felipe Pérez Martí Feria del libro anarquista Feria del Libro Independiente y Autogestionario Ferrominera Ferrominera Orinoco FIFA Filosofía Filosofía en la Ciudad Francisco Flaco Prada Frente Clasista Argimiro Gabaldón futbol brasil Gadafi Galsic Género Genocidio GLBIT Global Voices globalizacion en Venezuela golpe de Estado en Venezuela Grupo de Estudio y Trabajo Jesús Alberto Márquez Finol Guardia Nacional Bolivariana Guardianas de Chávez Gustavo Godoy Gustavo Rodríguez hacktivismo Heinz Dieterich Henrique Capriles hiperinflación Historia de Venezuela historia del anarquismo homicidios Homofobia Humano Derecho Humberto Decarli Humberto Márquez Humor ilustraciones imágen El Libertario indigenas ecuador indígenas en Argentina indígenas en Bolivia indígenas en Brasil indígenas en México indígenas en Perú indigenas en venezuela indígenas en Venezuela indígenas presos en Venezuela Indígenas Venezuela indìgenas y revolución bolivariana individualismo y anarquismo industria forestal en Chile industria petrolera inflación en Venezuela informática libertaria Informe situación indígenas en Venezuela Inseguridad Ciudadana en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad Venezuela Irak Iris Varela Isbel Díaz Torres Israel izquierda antiautoritaria en Cuba izquierda antichavista izquierda en Venezuela James C. Scott Javier Gárate John Holloway Jorell Meléndez Jorge Videla jornadas de diversidad sexual Jornadas Magonistas Jose Manuel Delmoral Jose María Korta José María Korta José Quintero Weir José Rafael López Padrino Juan Carlos La Rosa la Justicia y los Derechos Humanos Laura Vicente LEEME CARACAS legado del chavismo Lexys Rendón Ley Antiterrorista Liber Forti Líber Forti liberacion animal liberación animal liberación humana libertad a los presos anarquistas libertad Bernhard Heidbreder libertad de expresión libertad de expresión en Venezuela libertad para detenidos en Lulea los Salarios y los Sindicatos lucha indígena en Colombia lucha indígena en Venezuela lucha revolucionaria lucha socio-ambiental luchas ambientales Venezuela luchas de los pueblos indígenas luchas de los trabajadores luchas de los trabajadores Venezuela luchas de mujeres luchas estudiantiles luchas indígenas en Venezuela luchas obreras luchas populares en Venezuela luciano pitronello Luis Carlos Díaz Luis Fuenmayor Toro Luis Rafael Escobar Ugas Luis Reyes Reyes Madres de Plaza de Mayo Madrid madurismo maestros manifestaciones manifestaciones en Venezuela manipulación mediática manipulación religiosa Manuales Manuel Castells Marc Saint-Upéry Marcela Masperó Marea Socialista María Esperanza Hermida Mario Antonio López mario gonzalez masa crítica Masacre de Cantaura Masacre de El Amparo Masacre de Haximú Masacre de Loma de León Masacre de Monte Oscuro masacre de San Vicente Masacre de Uribana medio ambiente medios comunitarios y alternativos de Venezuela medios de transporte alternativos megaminería Mercosur Mérida Mijaíl Martínez minería mineria en Venezuela minería en Venezuela Misiones Sociales MOC movilizacion en la planta muerte de neonatos en Venezuela mujeres anarquistas Mujeres Libres Mundial de Fútbol 2014 narcotráfico neoliberalismo Nicaragua nicolas maduro Nicolás Maduro Niñas y Adolescentes no a la concretera no a la extradicion de Bernhard Heidbreder no a las corridas de toros Nu-Sol objeción de conciencia Observatorio Venezolano de Conflictividad Social Occupy Wall Street Octavio Alberola organizacion nelson garrido Organización Nelson Garrido Origen de las Fuerzas Armadas en Venezuela Orlando Chirino Pablo Hernández Parra Paquete económico paramilitarismo paro universitario Parque Verde La Carlota patriarcado patriotismo Pedro Pablo Peñaloza Pelao Carvallo pelea de almohadas periódico anarquista Periódico Apoyo Mutuo periodico Bandera Negra periódico CNT Periódico El Amanecer Periódico El Libertario periódicos petróleo venezolano Picnic urbano poder y política en Latinoamérica poder y política en Venezuela poesía libertaria polarización en Venezuela Policía Nacional Bolivariana policías corruptos en Venezuela práctica anarquista prensa anarquista preso anarquista presos anarquistas presos políticos en Venezuela prision venezuela prisiones en venezuela proceso bolivariano producción agrícola protesta creativa protesta pacífica protestas contra el Mundial 2014 protestas en venezuela proyecto de reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar pueblos originarios pugnas internas del chavismo Punk Latinoamericano punk veneziuela Quiteria Franco Rafael Ramírez Rafael Uzcátegui Raisa Urribarri Ramón Álvarez Ramón Carrizales Ramón Rodríguez Chacín Raúl Zibechi rebelion en venezuela recursos Red Latinoamericana Antimilitarista red Observatorio Crítico Red por los Derechos Humanos de Niños Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana Regeneración Radio relaciones Cuba-EE.UU. relaciones de Venezuela con China relaciones de Venezuela con Colombia relaciones de Venezuela con Cuba relaciones de Venezuela con U$A relaciones entre la banca y chávez represión represión antianarquista represión en Colombia Represión en Cuba represion en Venezuela represión en Venezuela represión policial represion policial en Venezuela Repsol YPF resistencia indígena resistencia venezuela revista AL MARGEN revolución bolivariana Revolución ciudadana robert serra Roberto Yépez Rodolfo Montes de Oca Rodolfo Rico Roger Cordero Lara Rubén González Rubèn González Rusia Sacudón salario en venezuela salario mínimo en Venezuela San Cristóbal sanciones sancocho Santiago de Chile secuestro seguridad industrial semana pro presos anarquistas 2014 Servicio Militar Obligatorio sexismo sexualidad libre sicariato Sidor Sierra de Perijá Simón Rodríguez Porras sindicalismo situación agraria latinoamericana situación de la salud situación de los trabajadores en Venezuela situación del periodismo en Venezuela situación del sindicalismo en Argentina situación del sindicalismo en Venezuela situación político-social en Brasil situación político-social en la península ibérica situación político-social mexicana situación venezolana situation in Venezuela 2014 soberanía alimentaria en Venezuela Soberanía energética bolivariana Sociedad Homo et Natura Sociedad Homoetnatura Sofía Comuniello Sofía Esteves software libre solidaridad con Cuba Subcomandante Marcos Taller Libertario Alfredo López Tamoa Calzadilla Tarek William Saab tercerización en Venezuela terrorismo terrorismo cotidiano terrorismo de Estado en Colombia Testimonio represión Testimonios de la revolución cubana Todo por Hacer toma yukpa del TSJ Tomás Ibáñez torturas en Venezuela totalitarismo Trabajadores de la Chrysler trabajadores del Estado trabajadores en Argentina Transexuales Transfobia Transformando información en acción transición transnacionales chinas Transparencia Venezuela Transportes Camila Trasnacionales Tribunal Supremo de Justicia turquia Turquía tweets anarquistas Twitter UBV UCV ULA UNETE UNEY universidad central de venezuela Uribana Uruguay utopía Valles del Tuy Vaticano vegetarianismo Venevisión venezuela Venezuela bolivariana Venezuela protests in February 2014 Víctor Muñoz vidas anarquistas viento sin fronteras vigilia frente al TSJ violaciones a los derechos humanos violencia contra la mujer violencia contra niños Vivienda Vladimir Aguilar Williams Sanguino Wladimir Pérez Yaracuy Yendri Sánchez Zaida García Zapatistas Zara zona temporalmente autónoma Zulia