Rodolfo Montes de Oca
Desde
abajo, es una serie de entrevistas que busca abordar la inauguración
presidencial de Donald Trump en USA bajo una óptica distinta, haciendo énfasis
en los movimientos sociales y los grupos de base que no se ven representados en
este gobierno. En esta entrega hablamos con Scott Nappalos, activista en el
sector de la salud de la Industrial Workers of the World (IWW):
¿Como ves la elección de Donald Trump?, ¿Es el
retorno de los tiempos del Ku Klux Klan?
Es
importante recordar que Trump ganó sin la mayoría de la población a causa de
nuestro extraño sistema electoral estadounidense. Como no existe el voto
obligatorio vemos solamente un 40 por ciento de la población votando en cada
elección (y menos en años sin una elección presidencial). Hillary ganó la
mayoría de los votos, pero perdió la elección. Trump recibió menos votos que
los últimos dos candidatos perdedores sumaron en su candidatura, y aún así,
ganó las elecciones. Más que nada, esta elección demuestra una destacada
alienación pública. Los demócratas perdieron porque muy pocos votaron en esta
elección.
Es
importante resaltar, que las elecciones representan una coyuntura especial en
la historia de los EEUU, ya que la crisis del 2008 fue muy profunda, ambos para
el pueblo que perdió tanto y también para la clase dominante que ve un mundo
inestable con poderes hostiles, y menos recursos para dominar y controlar a los
jugadores que han contribuido a sus poderes. Es decir, estamos viviendo un
periodo de inestabilidad donde la clase dominante no tiene control como antes,
y cuando las distintas poblaciones de los EEUU están buscando otras
alternativas. Los demócratas que apoyaron a Hillary Clinton eligieron el status
quo en una situación donde muchos dijeron que necesitamos cambio.
Trump
es una figura como el Berlusconi de Italia, es un capitalista machista “fuera
de la política”, que dice cosas para retener la atención de los medios. Es un
populista de derecha, un personaje que se suele ver más en Europa y América
Latina que aquí (aunque también hemos tenido movimientos populistas derechistas
en los años 1800 hasta 1945). Su victoria se debe a que la izquierda-centrista
viene llevando una crisis de más de 30 años con ataques abiertos hacia los
pobres y la clase obrera. Asimismo, Trump también corre peligros en su campo.
El ganó por el apoyo de Republicanos institucionales. Sus promesas sin embargo,
son populistas con programas estatales para la población. En realidad son
slogans y nada más, pero da miedo a muchos de la derecha tradicional. Es un
cambio dentro del partido Republicano donde muchos son nacionalistas pero no
tienden a estar de acuerdo con programas de previsión social.
El
podría abandonar sus promesas y tendría problemas con su base. El podría
abandonar a los Republicanos y tendría fracciones dentro de su campo. Por ahora,
esta vendiendo humo, y nadie sabe que va a hacer realmente. Creo que el
contexto objetivo tendrá el rol más importante. Y es importante saber que con
la oposición de progresistas como Bernie Sanders, los demócratas también tienen
el mismo problema. En general, estamos viendo la clase dominante mas divida de
los últimos tiempos. Es una situación inestable y peligrosa, pero también tiene
posibilidades para movimientos sociales y anarquistas revolucionarios en
particular.
Yo
digo que Trump, ahora, no es un fascista. Hay ataques salvajes contra los
musulmanes, las mujeres, las minorías, los queers, etc., pero es más similar al
racismo del 9/11. El KKK eran y son paramilitares extraparlamentarios como
otros movimientos fascistas. Pero en este momento, Trump y los derechistas
dentro del partido Republicano no necesitan esos métodos. La derecha es muy
sabia aquí. Durante el Tea Party y ahora con Trump y el “alt-right”
(derecha-alternativa) los Republicanos fueron capaces de canalizar su apoyo al
partido. Muy pocos creen que necesitan una revolución o lucha armada porque el
poder esta muy cerca. Pero los Republicanos usan estas organizaciones para
movilizar y en estos momentos los vienen controlando. Mas peligroso sería una
situación donde la derecha decide que el estado no ofrece posibilidades para su
movimiento dentro de una crisis política, el peligro siendo que la derecha
reformista de hoy puede cambiar muy rápido y ellos son mucho mas fuertes que la
izquierda.
Vale
recalcar que la derecha revolucionaria esta creciendo con nuevas formaciones y
bases, pero es importante entender las contradicciones entre los campos, y en
particular, que esto es un movimiento populista reformista.
¿Crees que el “Obamacare” fue uno de los
factores determinante para que los demócratas perdieran las elecciones?
Tal
vez, pero no es el factor más importante. Hay una crisis de salud aquí. El
seguro de salud crece entre 5% y 15% cada año. Uno se puede imaginar lo que eso
suma en unas décadas. Este año el crecimiento fue más alto de lo normal.
Obamacare ayudó un poco en los estados que aumentaron Medicaid (una programa
estatal para los mas pobres), y para las personas excluidas por causa de
condiciones previas (antes las empresas de seguro podían rechazar pacientes con
condiciones simples como asma o migrañas para evitar pagar por estas personas
que efectivamente necesitarían recursos medicales). Pero también hay maneras
mas ocultas que cortan programas sociales gradualmente y que los Republicanos
apoyan. Mas que nada fue un voto de protesta contra el status quo, la situación
que empeora de la clase obrera, y por supuesto una porción sobre el racismo,
machismo, la islamofobia, etc.
¿Cuál crees tu que serán las medidas económicas
que tomará el gobierno de Donald Trump?
En
realidad no sé porque él esta diciendo mucho y nada al mismo tiempo. Es posible
que proponga programas estatales para el trabajo, el bienestar social, etc.,
pero va a tener conflicto con los neoliberales. En otro caso puede efectuar
cortes y austeridad a expensas de su apoyo populista. En realidad creo que va a
oscilar entre la austeridad, contratos con sus compañeros de negocios en
asociaciones publicas-privadas, y programas simbólicos populistas que no van a
cambiar mucho. Ataques contra los sindicatos (~10% de trabajos ahora),
inmigrantes, programas sociales, y apoyo para los ricos son probables, pero hay
que recordar que el sistema tiene mucha inercia, y resiste cambios muy bien. De
más está decir que vivimos en tiempos interesantes donde muy pocos tienen un
mapa.
¿Cómo se prepara la IWW para lo que se
aproxima?
Hay
un proyecto que se llama Consejo de Defensa General (GDC). Históricamente el
GDC era para los presos políticos de la IWW en los años de la primera guerra
mundial donde cientos de líderes y activistas fueron encarcelados, y sirvió
como frente para organizar una defensa y apoyo para los presos. Recientemente,
se reorganizó como un proyecto antifascista en Minneapolis, y luego como
autodefensa en la lucha contra la violencia policial. La victoria de Trump fue
un choque político para muchos liberales y personas fuera del movimiento hasta
ahora. Por eso, hay más interés en la IWW, el anarquismo, y la izquierda.
Algunos locales de la IWW trabajan en redes de autodefensa contra las
deportaciones de inmigrantes, ataques de fascistas, o apoyando comunidades de
musulmanes, y represión en general. Hay muchas discusiones en el campo
libertario que están avanzando. Desafortunadamente no hay una coordinación
nacional o programa formado, pero la lucha y el trabajo sigue.
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