Juan García V.
No nos frotamos las manos de placer por lo que hoy viernes 16/12 sucedió en distintas ciudades de un grueso de los estados del país. Sin embargo, la desidia y la improvisación que ha prevalecido en el gobierno es de tal magnitud que, al parecer, este aparente desentonado himno de hoy se hace agradable entre multitudes de oídos cansados de esa misma música que carece de sangre en las venas y corazón de pueblo.
Por la dimensión de una crisis económica muchísimo menor de la que hoy vive el pueblo venezolano ocurrieron los hechos conocido como el Caracazo en 1989, pero el gobierno, ciego, sordo y sin reflejos de calle, desestimó los preparativos y ensayos espontáneos, que de manera dispersa se venían dando con anticipación en el territorio, eran alertas premonitorios de que una orquesta nacional iba a sonar en Venezuela… y, por supuesto, sin director. Sus músicos son pueblo llano y no hay medidas rítmicas, son otros compases, son distintos y desequilibrados volúmenes, hoy desaparecieron los tempos y se toca con otra partitura que es invisible: para conocerla hay que vivir únicamente de su trabajo y con salarios miserables. Es otra música de ejecutores "inexpertos", es un Suena Venezuela "distinto" o más bien acoplado al ritmo de una realidad inaguantable.
No nos frotamos las manos de placer por lo que hoy viernes 16/12 sucedió en distintas ciudades de un grueso de los estados del país. Sin embargo, la desidia y la improvisación que ha prevalecido en el gobierno es de tal magnitud que, al parecer, este aparente desentonado himno de hoy se hace agradable entre multitudes de oídos cansados de esa misma música que carece de sangre en las venas y corazón de pueblo.
Por la dimensión de una crisis económica muchísimo menor de la que hoy vive el pueblo venezolano ocurrieron los hechos conocido como el Caracazo en 1989, pero el gobierno, ciego, sordo y sin reflejos de calle, desestimó los preparativos y ensayos espontáneos, que de manera dispersa se venían dando con anticipación en el territorio, eran alertas premonitorios de que una orquesta nacional iba a sonar en Venezuela… y, por supuesto, sin director. Sus músicos son pueblo llano y no hay medidas rítmicas, son otros compases, son distintos y desequilibrados volúmenes, hoy desaparecieron los tempos y se toca con otra partitura que es invisible: para conocerla hay que vivir únicamente de su trabajo y con salarios miserables. Es otra música de ejecutores "inexpertos", es un Suena Venezuela "distinto" o más bien acoplado al ritmo de una realidad inaguantable.
Ojalá seamos capaces de apreciar el contenido musical de este Suena Venezuela y no se pretenda descalificarlo en medio de ese desprestigiado juego de cúpulas que pretende polarizar a la población y que ha perdido toda credibilidad entre las familias trabajadoras del país.
El Suena Venezuela no parará si no somos capaces de estar a la altura de esta atípica y excepcional Clave Musical ya conocida por nuestro pueblo y que marca tercamente otra direccionalidad política desde abajo, a favor del Trabajo, la Ética, un Estado Social de Derecho y Justicia contra la Lógica Corrupta de la Burocracia y el Capital.
[Versión de original publicado en http://www.aporrea.org/actualidad/a238666.html.]
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nos interesa el debate, la confrontación de ideas y el disenso. Pero si tu comentario es sólo para descalificaciones sin argumentos, o mentiras falaces, no será publicado. Hay muchos sitios del gobierno venezolano donde gustosa y rápidamente publican ese tipo de comunicaciones.