I.- Arditi del Popolo: Primera resistencia contra el fascismo
Barricada Libertaria
Fundado en Roma a finales de junio de 1921 de una escisión en la
Associazione Nazionale Arditi d'Italia por parte de Argo Secondari (anarquista). El ADP era una respuesta física a la acción de las escuadras fascistas y fue bienvenido por todas aquellas zonas que habían sido golpeadas por los fascistas durante meses. Ganaron mucho apoyo entre la clase obrera no politizada que veia sus acciones como una especie de venganza y como algo esencial para su supervivencia.
Se crearon secciones del ADP en varias ciudades de todo el país, a veces de nueva creación y otras sobre la base de grupos preexistentes como la Lega Proletaria (vinculada al Partido Socialista Italiana y al Partido Comunista de Italia), el grupo paramilitar Arditi Rossi en Trieste, el Figli di Nessuno [los Niños de Nadie] en Genova y Vercelli.
Barricada Libertaria
Fundado en Roma a finales de junio de 1921 de una escisión en la
Associazione Nazionale Arditi d'Italia por parte de Argo Secondari (anarquista). El ADP era una respuesta física a la acción de las escuadras fascistas y fue bienvenido por todas aquellas zonas que habían sido golpeadas por los fascistas durante meses. Ganaron mucho apoyo entre la clase obrera no politizada que veia sus acciones como una especie de venganza y como algo esencial para su supervivencia.
Se crearon secciones del ADP en varias ciudades de todo el país, a veces de nueva creación y otras sobre la base de grupos preexistentes como la Lega Proletaria (vinculada al Partido Socialista Italiana y al Partido Comunista de Italia), el grupo paramilitar Arditi Rossi en Trieste, el Figli di Nessuno [los Niños de Nadie] en Genova y Vercelli.
El gobierno de Bonomi estaba preocupado por el ascenso de este fenómeno y preparó un acuerdo entre los socialistas y los fascistas (el supuesto “Pacto de Pacificación.”)
El 6 de julio en los Jardines Botánicos de Roma hubo una importante
manifestación anti-fascista a la que asistieron miles de trabajadores, e incluso fue comentada por Pravda y por Lenin (quien en esa época estaba metido en su propia batalla con Bordiga del PDD'I). A los pocos días de la manifestación, la estructura paramilitar del ADP se convirtió en una organización extendida, de gran alcance con raíces que se extendían de Roma hacia Génova y Ancona, cubriendo todas las ciudades principales entre ellas - Civitavecchia, Tarquinia, Orbetello, Piombino, Livorno, Pisa, La Spezia, Monterotondo, Orte, Terni, Spoleto, Foligno, Gualdo Tadino, Jesi, pero también lugares más lejanos como Parma, Piacenza, Brescia, Bérgamo, Vercelli, Turín, Florencia, Catania y Taranto e incluso pueblos muchos más pequeños.
NÚMEROS
Considerando sólo aquellas secciones cuya existencia es segura, la organización anti-fascista tenía al menos 144 secciones (verano 1921) con un total de aproximadamente de 20.000 miembros. El grupo más grande eran las 12 secciones de Lazio con aproximadamente 3300 miembros, seguidos por Toscana, 18 secciones con un total de 3000 miembros. Otras regiones iban así:
Umbria 16 secciones - 2000 miembros // Marche 12 - 1000 // Lombardia 17 - 2100 // Tre Venezie 15 - 2200 // Emilia Romagna 18 - 1400 // Liguria 4 batallones - 1100 // Piamonte 8 batallones - 1300 // Sicilia 7 secciones - 600 // Campania 7 - 500 // Apulia 6 - 500 // Cerdeña 2 - 150 // Abruzzo 1 - 200 // Calabria 1 – 200
ESTRUCTURA MILITAR
El ADP tenía una estructura militar muy ágil, capaz de juntar sus fuerzas rápidamente en preparación de las expediciones punitivas fascistas. También intentaron controlar el territorio marchando por calles de ciudad, algo parecido a una patrulla de barrio. La estructura de la organización fue concebida con aspectos militares más que políticos, estaba organizada en batallones, divididos en compañías y escuadras. Cada escuadra se componía de 10 miembros más el líder del grupo. Una compañía se formaba con 4 escuadras y un comandante, un batallón de 3 compañías bajo un comandante de batallón. Cada batallón tenía escuadras de bicicletas para asegurar la comunicación entre el mando general, los batallones y otras zonas, como grupos de fábrica, trabajadores del ferrocarril, trabajadores de las municiones etc. El entrenamiento se llevaba a cabo mediante ejercicios.
El ADP no era una organización demasiado centralizada. Permitían a cada Comité Regional de Dirección grandes niveles de autonomía. Claramente, la corriente política dominante de cada grupo dictaba su comportamiento. En la práctica, cada sección decidía autónomamente qué hacer y cómo hacerlo. Como consecuencia de su independencia política, normalmente los miembros del AdP no estaban organizados en base a la pertenencia a ningún partido o movimiento de clase obrera, aunque en algunas áreas ciertas compañías estuvieron divididas sobre esta base.
SÍMBOLOS
Muchos los símbolos usados por el ADDP eran imágenes de guerra - el símbolo oficial de la asociación era un cráneo rodeado por una corona de laurel con una daga entre sus dientes y la divisa "A Noi!" [¡A Nosotros!]. El sello de las Direcciones era una daga rodeada por una corona de laurel y una rama de roble. La bandera del grupo de Civitavecchia era un hacha que rompía el símbolo fascista (el fasces).
El ADP no tuvo un verdadero uniforme, sin embargo a menudo llevaban jerseys negros, pantalones oscuros-grises y quizás una flor roja en sus ojales.
Las canciones de la asociación eran también bélicas. Su himno principal tenía como estribillo lo siguiente
"Siam del popolo - le invitte schiere/ c'hanno sul bavero le fiamme nere/ Ci muove un impeto - che è sacro e forte/ Morte alla morte - Morte al dolor"
"Somos del pueblo - las filas inconquistadas / que tienen sobre sus cuellos negras llamas / nos mueve una fuerza - que es sagrada y fuerte / Muerte a la muerte – muerte al dolor"
El último verso proclama:
"Difendiamo l'operaio/ dagli oltraggi e le disfatte / che l'Ardito, oggi, combatte/ per l'altrui felicità!"
"Defendemos al obrero / del ultraje y la ruina / El Ardito combate hoy / por la felicidad de los demás!"
En septiembre de 1921 el periódico de la organización L'Ardito del popolo publicó una versión más explícitamente anti-fascista del himno, que comenzaba:
"Rintuzziamo la violenza/ del fascismo mercenario./ Tutti in armi! sul calvario/ dell'umana redenzion./ Questa e terna giovinezza/ si rinnova nella fede/ per un popolo che chiede/ uguaglianza e libertà."
"Contenemos la violencia / del fascismo mercenario / Todos en armas! sobre el calvario / de la redención humana / Esta eterna juventud / se renueva en la fe / por un pueblo ue
exige la igualdad y la libertad."
LOS PARTICIPANTES
Los organizadores de la asociación fueron, dependiendo en parte de la tradición política de la zona en cuestión, militantes en partidos políticos o movimientos subversivos o proletarios -anarquistas, comunistas, socialistas maximalistas (en particular Tercero Internacionalistas, republicanos y también sindicalistas revolucionarios. Además del deseo de reprimir la violencia de los camisas negras por métodos militares, estas diferentes corrientes del movimiento obrero estaban unidas por un entendimiento común del fascismo como una fuerza reaccionaria. El factor de unión era por lo tanto social, no político.
Sobre el nivel social, la prevalencia del movimiento proletario era evidente en todas partes de la asociación. Había muchos trabajadores del ferrocarril, obreros en general y trabajadores de fábricas, labradores y trabajadores de los astilleros junto con marineros y trabajadores de los puertos, trabajadores de la construcción, empleados de correos y trabajadores del transporte público. Había también miembros de las clases medias como oficinistas, estudiantes, artesanos y otros profesionales.
HISTORIA
Incluso cuando estaba siendo fundada la asociación, ya llegaban sus primeros éxitos -la defensa de Viterbo contra el ataque de los camisas negras de Peruggia- y en Sarzana donde aproximadamente 20 fascistas resultaron muertos. Las escuadras de Mussolini fueron tomadas por sorpresa y el movimiento fascista casi se escindió por las diferencias entre los fascistas urbanos que eran más políticos y abiertos a acuerdos y los fascistas rurales que estaban contra todo compromiso. Pero como consecuencia de la acción del gobierno, el ADP raras veces recibió el apoyo de los líderes de las organizaciones obreras y por espacio de unos meses se les obligó a reducir sus fuerzas y a sobrevivir prácticamente en la clandestinidad en zonas como Parma, Ancona, Bari, Civitavecchia y Livorno donde tuvieron algún éxito limitado en la ofensiva fascista final durante la huelga general “legalitaria” de agosto de 1922. Sin embargo la acción del gobierno y la magistratura dió sus frutos el ADP se redujo a aproximadamente 50 secciones con poco más de 6000 miembros.
La razón de esto reside no sólo en las medidas anti-paramilitares del gobierno (que sólo afectaban a los grupos de defensa proletarios, desde luego), las detenciones, los informes a las autoridades y la actitud de la Magistratura, sino en particular en que los líderes políticos y partidos fracasaron en apoyar, y de hecho obstruyeron activamente al ADP, por varios motivos.
El PSI (excepto su fracción Tercero Internacionalista) era el principal partido obrero. Además de abrazar la fórmula de la resistencia pasiva, se coronó a sí mismo firmando el supuesto “Pacto de Pacificación” con los fascistas, una especie de acuerdo de paz, en el que declararon su oposición a trabajar en el ADP.
El Comité ejecutivo del Partido Comunista de Italia (PCD'I, el precursor del PCI) decidió que el AdP estaba basado en un objetivo parcial y por lo tanto atrasado (esto es, la defensa del proletariado) y no era por lo tanto suficientemente revolucionario. La defensa del proletariado sólo podría ocurrir dentro de estructuras controladas por el partido. Sin embargo, un gran número de comunistas (incluso, al principio, ciertos líderes como Gramsci) no aceptó esto y permaneció dentro del ADP. Fue sólo después de las amenazas del "centro" que la mayoría de los miembros del PCD'I obedeció y abandonaron el ADP para unirse a las Escuadras de Acción Comunista, elección que fue severamente criticada por la Internacional Comunista que comenzó una campaña crítica contra el PCD'I en octubre de 1921 (y que iba a llevar a una eventual ruptura con las bases del PCdD'I entre el “ala de Bordiga” y el “ala Gramsci” aprobada por Moscú.)
Otros grupos izquierdistas se decidieron pronto a no cooperar con el ADP, con la excepción del Partido Republicano del Lazio, Veneto y la Federación de Juventud y ciertos grupos sindicalistas revolucionarios de las zonas de Parma y Bari. Estos otros partidos prefirieron organizar la autodefensa siguiendo lineas partidistas y distanciándose frecuentemente tanto de las fuerzas "reaccionarias" de los fascistas, nacionalistas y liberal-conservadores como de las fuerzas "anti-nacionales" de los anarquistas, comunistas y socialistas.
El único componente proletario que apoyó abiertamente al ADP fue el movimiento libertario, ya en sí mismo una colección multicolor de ideas. En cualquier evento, durante 1921 y 1922, tanto la Unione Sindacale Italiana como la Unione Anarchica Italiana fueron partidarias de la estructura paramilitar de autodefensa obrera. El diario anarquista Umanità Nova de hecho fue el último periódico proletario en dar voz a la causa del ADP tras la adhesión del periódico de Gramsci L'Ordine Nuovo a la línea del partido.
II.- Notas sobre la resistencia anarquista en Italia1943-1945
Giorgio Sacchetti
Italia se rindió formalmente a los Aliados el 8 de septiembre de 1943, aunque zonas del centro y del norte del país permanecieron en manos de los alemanes y de la fascista República de Saló. Los anarquistas se lanzaron de inmediato a la lucha armada, constituyendo allí donde pudieron (Carrara, Pistoia, Génova, Milán) formaciones propias o, como ocurrió en la mayoría de los casos, uniéndose a otras formaciones, como las brigadas “Matteotti” (socialistas), las “Garibaldi” (comunistas) o las unidades “Giustizia e Libertá”, del Partido de Acción.
20 años de dictadura fascista que, quizás intencionadamente (N. del T.: como
en el caso español), etiquetó a todo tipo de oposición como “comunista”, el exilio, la prisión y el trato no menos duro reservado a los anarquistas por el gobierno postfascista de Badoglio dificultaron enormemente la labor de reorganización de las filas anarquistas. Fue en este especial contexto, marcado por la confusión y la desorientación, que tuvo lugar una nada despreciable hemorragia de libertarios hacia el Partido de Acción, el Partido Socialista y en ocasiones el Partido Comunista. Aunque la participación anarquista en la lucha partisana fue importante, sobre todo por su aportación humana, pudo ejercer poca influencia. Esto se debió a la completa hegemonía de las ideas socialdemócratas presentes en un amplio arco de grupos, desde los liberales hasta los comunistas.
Aquí se recogen algunos datos de anarquistas en la lucha partisana en diferentes zonas de Italia desde el momento de la rendición a los Aliados:
ROMA
En Roma, los anarquistas se encuadraron en varias formaciones de la Resistencia, especialmente en una comandada por el republicano Vincenzo Baldazzi, que era bien conocido por los compañeros como viejo amigo de Errico Malatesta.
Muchos dejaron sus vidas en la Resistencia, como Aldo Eluisi, que pereció en las Fosas Ardeatinas; Rizieri Fantini, muerto de un disparo en Fonte Bravetta; Alberto Di Giacomo (alias ‘Moro’) y Giovanni Callintella, ambos deportados a Alemania, de donde nunca volvieron; o Dore, de origen sardo, que cayó
en una misión tras las líneas
enemigas.
LAS MARCAS
En Las Marcas los anarquistas se integraron en diversas formaciones partisanas de Ancona, Fermo, Sassoferrato y Macera (donde Alfonso Pettinari, comisario político en una brigada ‘Garibaldi’, encontró la muerte).
PIOMBINO
Piombino, una ciudad industrial con una gran tradición libertaria, sobre todo de sindicalismo revolucionario, protagonizó un levantamiento contra los nazis el 10 de septiembre de 1943: entre los anarquistas que tomaron parte en él se encontraba Adriano Vanni, que operó como partisano en Maremma y que fue llamado a integrar el CLN (Comité de Liberación Nacional) local cuando se formó.
LIVORNO
En Livorno, los anarquistas estuvieron entre los primeros en apoderarse de las armas de los barracones y de la Academia Naval de Antignano, armas que serían usadas más tarde contra los ocupantes alemanes y los fascistas.
Organizados en los GAP (Grupos Patrióticos de Acción), tomaron parte en las operaciones guerrilleras en la zona de Pisa y Livorno y estuvieron representados en el CLN local. Virgilio Antonelli destacó en las labores de liberar rehenes y prisioneros de manos del enemigo.
CARRARA
En la zona de Carrara, la contribución libertaria a la Resistencia fue crucial. Las formaciones partisanas anarquistas activas en la zona fueron la “Gino Lucetti” (60-80 integrantes), “Lucetti bis” (58 integrantes), “Michelle Schirru” (454 guerrilleros), “Garibaldi Lunense” y “Elio” (30 personas). Tras el 8 de septiembre, los anarquistas (entre ellos, Romualdo Del Papa, Galeotti y Pelliccia) lideraron el ataque sobre los barracones fascistas, apoderándose del armamento e instando a las tropas alpinas a desertar y unirse a los partisanos.
En las cavas de Lorano, Ugo Mazzuchelli usó este armamento para crear el
batallón "Gino Lucetti", del que fue comandante: integrado en la Brigada Apuana, una de sus tareas fue proveerse de fondos y ayudar a la población a obtener aprovisionamientos mediante expropiaciones a capitalistas. Habiendo pasado por la amarga experiencia de la Guerra y Revolución española, en la cual los comunistas se volvieron contra los anarquistas y los trabajadores, los compañeros con más experiencia desconfiaron, con razón, de ellos. Aunque hay que remarcar que hubo anarquistas en la práctica totalidad de formaciones, no sólo en las netamente libertarias.
En noviembre de 1944, tras una operación en la que perdieron la vida seis
compañeros, el batallón Lucetti se trasladó a la provincia de Lucca, en cuya liberación participarían. Ugo Mazzuchelli, junto a sus hijos Carlo y Álvaro, cruzó la línea del frente de nuevo para ayudar a la "Michelle Schirru" a liberar Carrara, antes de que aparecieran los Aliados. Entre los muchos compañeros que destacaron en la lucha, pueden citarse al comandante Elio Wochiacevich, a Venturini Perissino y a Renato Machiarini.
Los anarquistas intentaron dar a la lucha armada por la liberación un carácter de lucha social e impulsaron las cooperativas “del Partisano” (de consumo), Lucetti (para la reconstrucción) y colectividades diversas: agrícolas, extractivas, de obras públicas...).
LUCCA Y GARFAGNANO
En Lucca y en Garfagnano, en cuyas montañas también actuaron anarquistas de
Pistoia y de Livorno (entre otros, Peruzzi y Paoles chi), los libertarios se integraron en la unidad autónoma comandada por Pippo (Manrico Dicheschi). El CLN de la provincia había sido creado por el anarquista Federico Peccianti, en cuya casa tenían lugar las reuniones. La unidad de Pippo hizo prisioneros a unos 8.000 nazis y provocó 300 bajas.
Los compañeros Libero Mariotti, de Pietrasanta, y Nello Malacarne, de Livorno, pasaron una buena temporada en la cárcel de San Jorge, en Lucca. Entre los anarquistas más famosos caídos en la lucha estaban Luigi Velani, teniente en la formación de Pippo, Ferrucio Arrighi y Vitorio Giovanetti, encargados de establecer los contactos entre las fuerzas antifascistas de la ciudad.
PISTOIA
Pistoia fue el escenario de operaciones de la unidad anarquista “Silvano Fedi”; compuesta por 53 partisanos, que se distinguieron especialmente por la ayuda prestada a los perseguidos. Inicialmente, se había formado un grupo de resistencia gracias a la labor de Egisto y Minos Gori, Tito y Mario Eschini,
Tiziano Palandri, Silvano Fedi y otros. Este grupo llevó a cabo una serie de misiones, entre ellas abastecerse de armas y liberar prisioneros. La figura de su joven comandante, Silvano Fedi, es de leyenda: murió en una emboscada (las circunstancias no están muy claras) tendida por italianos, como ha declarado Enzo Capecchi, que estuvo presente (sería después el comandante hasta ser herido.) La unidad, comandada finalmente por Artese Benesperi, fue la primera en entrar en Pistoia tras la liberación.
FLORENCIA
En Florencia, donde Latini, Boccone y Puzzoli habían publicado con anterioridad un Umanita Nova clandestino, la primera formación armada fue creada en Monte Morello bajo el mando del anarquista Lanciotto Ballerini, que murió en combate.
Los historiadores oficiales han retratado correctamente a Lanciotto Ballerini como un héroe, pero se les ha "olvidado" mencionar que era anarquista. Otros compañeros caídos en la lucha fueron Gino Manetti y Oreste Ristori. Este último, de Empoli, había tenido previamente un papel muy destacado en el movimiento obrero de carácter libertario en Brasil y en Argentina y había luchado contra el fascismo en España.
AREZZO
En la provincia de Arezzo los anarquistas estuvieron especialmente activos en
Valdarno, continuando con la rica tradición antifascista y de lucha social de la zona. El minero Osvaldo Bianchi formó parte del CLN en San Giovanni Valdarno como representante de los grupos anarquistas. También se distinguieron Renato Sarri, de Figline; Italo Grofoni, encargado de llevar explosivos al CLN de Toscana establecido en Florencia; o Giuseppe Livi, de Angliari, que estuvo activo en las "bandas de la periferia" que operaron en Vultiberina y que desenmascaró justo a tiempo a un espía alemán que se había infiltrado en los partisanos de Florencia.
RÁVENA
En Rávena, muchos anarquistas lucharon en la 28º Brigada Garibaldi. Entre los
más conocidos estuvieron Primo Bertolazi (miembro del CLN provincial), Guglielmo Bartolini, Pasquale Orselli (que comandaba la primera patrulla partisana que entró en Rávena), Giovanni Melandri (encargado del abastecimiento de armas y alimentos y asesinado, junto a sus hijas, en una represalia nazi).
BOLONIA Y MÓDENA
En la provincia de Bolonia y Módena los siguientes compañeros estuvieron
especialmente activos: Primo Bassi de Ímola, Vindice Rabitti, Ulisse Merli, Aladino Benetti y Atilio Diolaiti. Diolaiti, fusilado en 1944 en el monasterio cartujo de Bolonia, había tenido un importante papel en la creación de las primeras unidades partisanas de Ímola y Bolonia, la “Bianconcini” y las “Fratelli Bandiera” y 7ª GAP, respectivamente.
En la liberación de Módena, Goliardo Fiaschi marchó a la cabeza de la Tercera Brigada Costrignano de la Divisón Módena, comandada por Araniano. En Reggio Emilia, Enrico Zambonini, que había estado activo en los Apeninos, en torno a Villa Minozzo, fue fusilado tras ser capturado junto al grupo de Paquino Borghi: ante el pelotón de fusilamiento gritó un “¡viva la Anarquía!”
PIACENZA
En Piacenza, destacaron entre otros los anarquistas Savino Fornasari y Emilio Canzi, ambos muertos en accidentes de circulación. Emilio Canzi ya había combatido al fascismo en los años 20 en las filas de los Arditi del Popolo y después en la Guerra Civil española, luego había sido capturado por
los nazis en Francia, deportado a Alemania e internado en Italia. Tras el 8 de septiembre de 1943, organizó las primeras bandas partisanas. Capturado por las Brigadas Negras fascistas, fue canjeado por otros rehenes. Comandó
3 divisiones y 22 brigadas (un total de más de 10.000 hombres) con el rango de coronel y usó el nombre de guerra de Ezio Franchi. Las unidades de La Spezia-Sarzana operaron en contacto con las de la vecina Carrara. Dos formaciones partisanas las comandaban los libertarios Contri y Del Carpio. Los anarquistas de La Spezia Renato Olivieri (que había sido preso político durante 23 años) y Renato Perini murieron bajo el fuego nazi mientras cubrían la retirada de sus compañeros.
GÉNOVA
En Génova, los grupos anarquistas de combate actuaron con los nombres de Brigada Pisacane, formación Malatesta, SAP-FCL, SAP-FCL de Sestri Ponente y
Comandos de Acción Anarquista de Arenzano. Los intentos de crear un “Frente único” con el resto de fuerzas antifascistas fracasaron debido a la pretensión hegemónica de los comunistas.
Además, los anarquistas estaban representados sólo en CLN locales y provinciales, lo que les obligaba a emprender la lucha armada confiando sólo en sus propios apoyos. La Federación Comunista Libertaria y la USI, que resurgía en los lugares de trabajo, emprendían iniciativas. El tributo de sangre de los anarquistas genoveses fue realmente elevado, con docenas caídos por ráfagas de ametralladora, fusilados o muertos en los campos de concentración.
Algunos de los más activos de entre ellos fueron: Grassini, Adelmo Sardini, Pasticio y Antonio Pittaluga. Pittaluga murió la víspera de la liberación: antes de ser asesinado, encontrándose acorralado, arrojó una granada de mano a la patrulla alemana que le capturó. El partisano anarquista murió en la vecina Savona.
TURÍN
En la industrializada Turín, especialmente en las plantas de la FIAT, actuó la
unidad anarquista conocida como Batallón SAP 33 "Pietro Ferrero". Entre los compañeros caídos estuvieron Dario Cagno, sentenciado a muerte por matar a un fascista, e Ilio Baroni, originario de Piombino. El anarquista Ruju, partisano en la división “De Vitis”, devolvió la medalla al valor militar recibida por capturar a más de 500 soldados alemanes.
ASTI Y CUNEO
En la zona de Asti y en la de Cuneo, los anarquista se integraron en las Brigadas Garibaldi: la más conocida fue la que comandaba Giacomo Tartaglino, que había estado en Baviera en las filas del movimiento espartaquista en 1919. En el distrito de Vencelli, entre varios anarquistas que se habían distinguido por su arrojo, se encontraba Guiseppe Ruzza, que luchó en la unidad “Valsesia”, comandada por Moscatelli. En Milán, los trabajos de la lucha clandestina fueron iniciados por el compañero Pietro Bruzzi, que murió tras cinco días de torturas sin haber desvelado nada a los nazis. Tras su muerte, los anarquistas crearon las Brigadas Malatesta y Bruzzi, que agruparon a 1.300 partisanos: operaron dentro de la formación Matteotti y jugaron un papel de primer orden en la liberación de Milán. Comandadas por Mario Mantovani durante el levantamiento de 1945, las dos brigadas anarquistas se destacaron en varias operaciones sobre las posiciones fascistas y por su apoyo a la población. Entre los compañeros más jóvenes se encontraba Giuseppe Pinelli, que sirvió en los GAP.
PAVÍA
En la provincia de Pavía operó la 2ª Brigada Malatesta, dirigida por Antonio Pietropaolo, que participó en la liberación de Milán. En Brescia, los anarquistas se integraron en la formación mixta Giustizia e Libertà-Garibaldi: entre los más activos de ella estuvieron los compañeros Borolo Ballarini y Ettore Bonometti.
VÉNETO Y FRIULI-VENECIA-GIULIA
En Verona, el anarquista Giovanni Domaschi fue el creador del Comité Nacional de Liberación (CLN). Arrestado por las SS, fue torturado, le cortaron una oreja por negarse a hablar y finalmente fue deportado a un campo de concentración de
Alemania, donde desapareció. En la región de Venecia-Giulia-Friuli muchos anarquistas trabajaron con formaciones comunistas como la División Garibaldi-Friuli. En Trieste, el contacto era mantenido por Giovanni Bidolo, que luego moriría en los campos de concentración alemanes junto a otro anarquista de Trieste, Carlo Benussi. También estuvo muy activo Turcinovich, el cual, luego se trasladó a Génova donde luchó con la resistencia local. En la Alta Carnia, donde los compañeros Petris y Aso (que pereció en el ataque sobre los barracones alemanes en Sappada) eran muy influyentes, los anarquistas ayudaron a levantar la Zona Libre autónoma.
[Tomado de https://ithanarquista.wordpress.com/2016/12/13/b-l-y-g-sacchetti-los-anarquistas-en-la-resistencia-partisana-contra-el-fascismo-en-italia-1922-1945.]
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