Colectivo de Geografía Crítica
La arremetida que vive en la actualidad la nacionalidad shuar en su territorio cuenta con pocos precedentes en su historia. Los shuar fueron el único pueblo que resistió a la colonización española en los siglos XVI y XVII a través de una lucha conjunta entre sus clanes para quemar los poblados de avanzada de la colonia y expulsar de sus territorios a quienes sólo buscaban oro. La existencia de recursos minerales ha despertado desde hace décadas un nuevo ciclo de intento de despojo del territorio shuar.
El proyecto Mirador es el primer proyecto de minería a cielo abierto de gran escala que se pone en marcha del país, se ubica al sur del territorio shuar, en Tundayme. Se trata de un proyecto concesionado a la empresa china Ecuacorriente, que ha tenido con la Revolución Ciudadana el periodo de mayor avance en su implementación territorial. En la actualidad se está llevando a cabo la fase de construcción de la mina, fruto del éxito de una multitud de estrategias violentas desatadas sobre las personas que viven allí.
La arremetida que vive en la actualidad la nacionalidad shuar en su territorio cuenta con pocos precedentes en su historia. Los shuar fueron el único pueblo que resistió a la colonización española en los siglos XVI y XVII a través de una lucha conjunta entre sus clanes para quemar los poblados de avanzada de la colonia y expulsar de sus territorios a quienes sólo buscaban oro. La existencia de recursos minerales ha despertado desde hace décadas un nuevo ciclo de intento de despojo del territorio shuar.
El proyecto Mirador es el primer proyecto de minería a cielo abierto de gran escala que se pone en marcha del país, se ubica al sur del territorio shuar, en Tundayme. Se trata de un proyecto concesionado a la empresa china Ecuacorriente, que ha tenido con la Revolución Ciudadana el periodo de mayor avance en su implementación territorial. En la actualidad se está llevando a cabo la fase de construcción de la mina, fruto del éxito de una multitud de estrategias violentas desatadas sobre las personas que viven allí.
En el siguiente mapa puede observarse cómo, de los 25 casos levantados en 2015 por el Colectivo sobre conflictos territoriales en los que se disputa la entrada de los proyectos del capital, el caso de la minería en Tundayme es el que registra más violencia en todo el país, concentrada entre los años 2013 y 2015. Destacan también las acciones de violencia directa sobre la población que se resiste a la implantación de este megaproyecto minero. Medidas como la destrucción de lugares emblemáticos de la comunidad de San Marcos como la iglesia y la escuela, la destrucción y expulsión de las viviendas a las familias moradoras de todo el sector o el asesinato del líder shuar José Tendentza forman parte de las estrategias de violencia y desterritorialización llevadas a cabo sobre los habitantes de esta zona.
Por otro lado, puede observarse cómo los casos con más violencia se encuentran en mayor medida alrededor lejos de los principales centros urbanos y vías del país, lo que muestra una administración de la violencia en las áreas más lejanas a los principales lugares de decisión del Ecuador. En resumen, la violencia se administra allá donde la opinión pública tiene más complicado seguir lo que está sucediendo.
En 2013 elaboramos este otro mapa junto a Acción Ecológica y a la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos. Este mapa sintetiza el proceso contradictorio y violento a través del cual se produce el territorio. Por un lado, pueden apreciarse en colores los distintos centros y comunidades que componen la nacionalidad shuar en el sur de la provincia de Morona-Santiago y el norte de Zamora-Chinchipe. Superpuestos, se encuentran además, los grandes proyectos mineros decretados por el Estado ecuatoriano y las concesiones mineras en marcha en ese momento (en la actualidad el número de concesiones y su extensión han crecido).
En 2013 Panantza-San Carlos era uno de los megaproyectos mineros situados en territorio shuar. La nacionalidad shuar ha enfatizado su oposición a la minería durante los últimos años, insistiendo en que la designación de estas concesiones y megaproyectos mineros se realizan sin consulta previa, violándoles el derecho amparado por el Convenio 169 de la OIT, suscrito por el gobierno ecuatoriano. La forma violenta en la que se ha desarrollado el primero de los grandes proyectos mineros en Mirador, no ha hecho más que aumentar la negativa. El desalojo violento llevado a cabo con los cuerpos de represión del Estado en Panantza el pasado agosto de 2016, supuso otra escalada de la violencia del Estado ecuatoriano contra la nacionalidad shuar. El intento de las empresas chinas de que sea el segundo megaproyecto en marcha sobre territorio shuar solo es un paso más en la construcción de un gran distrito minero en toda la zona, que afectaría a la totalidad del territorio shuar.
El Estado ecuatoriano ha generado violencia con el fin de entregar el territorio al capital, pretendiendo despojar del espacio de vida y de reproducción de la cultura a una nacionalidad que ha enfrentado históricamente la colonización para el saqueo de sus minerales. En noviembre de 2016, el pueblo shuar dio una llamada de atención a la sociedad ecuatoriana tomándose el campamento minera de la empresa china en Panantza. El Estado generó más militarización del territorio con contingentes de cientos de militares y policías llegados de todo el país. El enfrentamiento que actualmente está viviendo la nacionalidad shuar y los cuerpos de represión del Estado debe cesar para dar paso a una paz con derechos. Mientras en los mapas de la nacionalidad shuar continúen superpuestos megaproyectos y concesiones mineras que pretenden colonizar, saquear y destruir los espacios de vida; mientras el despliegue sobre el espacio de la militarización y la violencia sea la única respuesta del Estado ante la oposición a estos proyectos del capital, la nacionalidad shuar no estará en paz.
[Tomado de http://geografiacriticaecuador.org/2016/12/18/manifiesto-en-defensa-del-territorio-shuar.]
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