Alguien
de la Federación Anarquista Centroamericana y del Caribe
Hoy 5 de septiembre de 2016, mientras escribo estas
líneas, los compañeros y compañeras se manifiestan frente a un establecimiento
de la multinacional Walmart, multinacional de origen estadounidense que opera
en todo el mundo, con el propósito de hacer visible que empresas como ésta
oprimen a los trabajadores y trabajadoras y
empobrecen la economía local de los países. La manifestación, también
tiene el motivo de mantener viva la rabia que hoy los desheredados,
desempleados y empobrecidos tienen tras la concienciación de que nuestro país,
Puerto Rico, está pasando por una crisis económica y social provocada por el
Estado colonial, el gobierno de Washington y empresas como Walmart, que tiene como
ideología de vida al ideal capitalista y una moral de opresión egoísta.
Aun más, este 5 de septiembre es un día feriado
impuesto por el gobierno de Washington, llamado “labor day” (día del trabajo)
con el propósito de invisibilizar de todos sus territorios oprimidos y coloniales el día del 1 de mayo, días de
suma importancia para los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo y en
especial para los anarquistas desde el siglo 19. El Estado de Estados Unidos da a los “ciudadanos” un día libre y les incitan
a celebrar una felicidad para nada real y con ello logran la enajenación
popular.
Este escenario es el de hoy, pero desde hace más de
un siglo Puerto Rico llega viviendo un ambiente de opresión y de enajenación
con la invasión de 1898 por los Estados Unidos y con ello una opresión laboral
y social con el capitalismo. Desde que tengo conocimiento en mi isla se ha
luchado por la libertad y una trasformación social y económica, pero aún no
hemos logrado nuestros objetivos. Es por ello que, tras décadas de lucha por la
emancipación de Puerto Rico, los jóvenes en su mayoría hemos tomado la batuta
de la lucha y hemos empezado a recoger frutos y hacernos ver con nuestras
tácticas como enemigos del Estado y los ricos. Entiendo que somos la generación
del cambio, somos el inicio de una era de lucha por la independencia y el
socialismo libertario.[1]
Durante este año 2016 en la isla se ha estado
reflejando un recrudecimiento del status colonial. Los Estados Unidos ha tenido
que aceptar que aún tiene una de las más viejas colonias del mundo, mientras
demanda ante la ONU la descolonización de países que otros“imperios” aún poseen. Debido a ello, hemos tenido
una ventaja a la hora de demostrarles a los puertorriqueños y puertorriqueñas que
este país tiene que tomar el destino en sus manos.
Cuando nos enteramos que se estaba cuajando un proyecto
de medidas de austeridad mucho más fuertes que las impuestas en Grecia,
Argentina y España (por mencionar algunos de los países que han sufrido cambios
neoliberales en estos últimos 5 años) no pudimos no hacer nada. Comenzamos a
reunirnos, a hablar y a materializar una resistencia desde todos los flancos,
que batalle contra el gigante Leviatán que es U.S.A. y el Neocapitalismo. A
este proyecto, el gobierno de Washington le llamo PROMESA, una promesa que no tiene
nada de esperanzador para el pueblo, sino sólo para los ricos empresarios y
políticos de la isla.Durante la formación del Estado-Libre-Asociado (ELA)
en 1952, que no es más que una manipulación lingüística legal de los Estados
Unidos para camuflar su colonia, el país fue endeudándose, lo que provocó una
bancarrota del gobierno colonial y puso al país a merced de bonistas, a los que
llamamos buitres, que sin ninguna sensibilidad demandan cobrar un dinero que
fue prestado de forma ilegal. Para nosotros la deuda no es nuestra sino de los
políticos corruptos y del colonizador, por tanto, nos organizamos para luchar
por destruir todo intento de imponer medidas que empobrezcan más al pueblo y tenemos
como finalidad la independencia y la trasformación social.
El movimiento Jornada se Acabaron las Promesas, en el que
participé, junto al Campamento Contra la Junta, son los espacios inmediatos de lucha,
ya que entendíamos que para movilizar a la gente teníamos que demostrar que
estábamos convencidos que la única vía es luchar contra las imposturas de parte
del imperio. Parte del proyecto de PROMESA es la implantación de una Junta de Control
Fiscal que no es más que la reestructuración del poder colonial, que es una materialización
mucho más fuerte del poder colonial al que Puerto Rico ya está sometido.
Construido los dos espacios, comenzamos a masificar
y a construir una jornada de lucha que fuese creciendo en radicalidad. Es por ello
que el lunes 29 de agosto fui arrestado tras ser emboscado por fuerzas
especiales de la policía. Pero antes de hablar de mi experiencia como detenido,
debemos explicar cómo se organizó la Jornada se Acabaron las Promesas y como un
grupo de anarquistas tuvimos una participación clave en ella. El planteamiento
principal y práctico de la jornada fue la construcción de una manifestación
masiva para no permitir que el 31 de agosto –hoy denominado 31A, en alusión a
15M en Madrid— se llevase a cabo la primera conferencia sobre el proyecto PROMESA
y la instauración de la Junta de Control Fiscal a los empresarios nacionales e
internacionales y a los políticos del ELA y los Estados Unidos. La conferencia
fue organizada por este gobierno, exactamente por la Cámara de Comercio y
auspiciada por un sinnúmero de empresas locales y extranjeras, así que la
conferencia tenía, ya que logramos que no se diese, como propósito enseñar a
los ricos y políticos como disfrutar y ganar dinero de esta nueva situación
colonial sin importar el bienestar del pueblo. Debido a esto, es que nuestro
análisis fue contra la junta y contra la colonia; el progreso está en la
independencia.
El campamento apareció primero. Un pequeño grupo de
jóvenes trabajadores y estudiantes decidió luego de finalizar la manifestación
frente al edificio de la corte federal de los E.U. tras conocer que ese mismo
día el presidente Barack Obama firmó la ley que hacía real la creación de una
Junta de Control Fiscal y las medidas del proyecto de ley PROMESA. Unos días después
tras unas cuantas charlas y reuniones se forma la Jornada. Este es el inicio de
una lucha distinta. Se inicia una organización descentralizada sin líderes y
con una conciencia democrática palpable. Se construyó una jornada de actividades
que crecería en radicalidad, que movilizase a todos los militantes de la
izquierda del país y a todos los afectados por la crisis y las leyes de
austeridad implantadas. Lo que fue un éxito. Cada actividad tenía un nivel de
lucha que permitió a todos y a todas participar. Fuimos desde lo más pacífico
hasta lo más radical que pudimos ser. Mi lema siempre fue y es “dadles las
herramientas y el espacio y deja hacer a la gente”. Y eso fue. La organización
permitió a los involucrados crear actividades donde la gente se sintiera capaz
de luchar y con ello hacer crecer la idea de que este país tiene la potencia de
ser libre, porque tiene a la gente que quiere serlo.
Esta forma organizativa tiene muchos vestigios
libertarios y podemos decir que los anarquistas hemos influenciado en esta
forma de organizar desde el 2010, tras intervenir en la huelga estudiantil de
ese año. En las reuniones tal vez no estuvieron presentes muchos de los
compañeros y compañeras anarquistas, pero la presencia de nosotros en las
actividades y en el campamento permitió que muchos se preguntasen si ellos son
o creen en el ideal. Por mi parte formé parte de una agrupación llamada colectivo
anarquista La Acción Libertaria que tuvo inicio en el 2010 y duro un año más o
menos y puedo aseverar que con el A.L pudimos hacer que muchos anarquistas de
esta isla saliesen a la luz y comenzasen a participar como anarquistas en las
manifestaciones. Hoy comienza, lo que yo llamo una nueva era de lucha y el
anarquismo está presente, cada vez más son jóvenes que se reúnen para hacer y
hablar del ideal libertario.
Bueno, dicho esto puedo contar mi experiencia como
detenido por luchar por la justicia y la igualdad social. Como parte de la
Jornada se organizó una actividad radical y entendemos que es única en la
historia de Puerto Rico; que es impedir que salgan el periódico oficial del Estado
y la derecha. Para ellos es una censura a la libertad de prensa, para nosotros
es darle un golpe al dogmatismo y a uno de los promotores de la conferencia del
31 de agosto. El Nuevo Día ha mantenido en la ignorancia al pueblo y suministra
la noticia a conveniencia de ellos y sus intereses, por lo que golpearlo,
impidiendo la salida del periódico, es un acto político de una envergadura
enorme y, entendimos, un golpe a todos los burgueses que piensan que el pueblo
no quiere luchar por sus derechos y libertades. Llegamos en la madrugada, a las
12:45 de la mañana, para bloquear las dos entradas y salidas del edificio.
Permanecimos unas 5 horas bloqueando y no permitiendo
que saliese un camión, hasta que comenzaron a llegar las fuerzas represoras del
Estado. A eso de las 5:30 de la mañana las fuerzas de choque se mueven, pero no
de la manera acostumbrada, que es para hacer que se retiren los manifestantes,
sino que vinieron con el propósito de acabar con nosotros, primero arremeten contra
una barrera humana que estaba “posteada” frente a la entrada principal del
edificio. Luego, el acto seguido fue hacer mover a los camiones y allí comienzan
a golpear a los manifestantes mientras los camiones se mueven entre la multitud
que impide que pasen cómodamente. Es en ese momento en que las fuerzas
policiacas rodean a los 90[2] manifestantes allí presentes y comienzan a
golpear y a arrestar indiscriminadamente. Fue en ese momento que tras ver que
se llevaban a un compañero, intenté junto con otros más detener el arresto y cuando
percatamos que nos estaban rodeando tratamos de escapar, pero no pude lograrlo.
Cuatro policías se me abalanzaron y me golpearon hasta que lograron
neutralizarme con la fuerza. El saldo de arrestados fueron 6 detenidos bajo el
presunto cargo de “obstrucción a la justicia”, un delito menos grave.
Permanecimos unas 10 o 12 horas encerrados hasta que no tuvieron más remedio
que soltarnos, ya que afuera estaban una gran cantidad de compañeros y
compañeras piqueteando y esperando nuestra liberación.
La experiencia de ser arrestado es diferente en mi
isla que en muchos de los países latinoamericanos donde la represión es mucho
más aguda. No fuimos torturados ni golpeados después en la celda, más bien
ellos tuvieron que tratarnos muy bien ya que la cantidad de abogados que
aparecieron reportarían cualquier violación de los derechos humanos y la
policía de Puerto Rico está siendo investigada. Por tanto, ser arrestado no es
un orgullo, más bien cuando pasa se rompe la regla principal de un militante de
izquierda: que no te atrapen en medio de una acción radical. No me interesa hacer
de mi arresto un acto de heroísmo, sino que se vea que el Estado en la isla
está fortaleciendo su represión porque teme que sus ciudadanos tomen
conciencia. Nos temen y cuando un Estado teme a los de abajo es que estamos
haciendo bien las cosas. Lo bueno de ser arrestado en mis circunstancias es que
nuestro ejemplo permite que muchos abran los ojos y se unan a la lucha por la
libertad.
Esta experiencia no se detiene aquí, el movimiento
anarquista en la isla crece como la espuma. La juventud, en su mayoría, se está
reinventando. Están tomando sus propios pensamientos y buscan ideales que les
llenen el vacío de futuro. Reconozco que no es cierto que todos y todas estén encaminándose
hacia la anarquía, más bien se acerca a una organización política y social con
unos matices libertarios y cada día me topo con algún grupo en construcción que
se denominan anarquista y eso me llena de orgullo. Desde hace unos meses se
está organizando un nuevo colectivo anarquista guiado por la necesidad de hacer
de ideal un atractivo y una alternativa social para el futuro cercano. Tal vez,
los movimientos anarquistas no necesitan ser un gran movimiento específico, tal
vez lo que necesita, en la isla caribeña de Puerto Rico, es una multiplicidad de
agrupaciones libertarias luchando y fomentando la más hermosa sociedad igualitaria.
Notas
1. Aunque para muchos de nosotros, los anarquistas,
la finalidad es llegar a la anarquía, hay que decir que en este movimiento hay
muchas tendencias de izquierda, desde las tradicionales marxistas como también las
más innovadoras posturas de jóvenes que tienden a un movimiento libertario no necesariamente
con el adjetivo anarquista. Lo más interesante es que con este nuevo despertar
de lucha las tendencias libertarias están tomando un protagonismo interesante.
2. Este número puede ser mayor pero no puedo tener
la información correcta, ya que durante la actividad llegaban y se retiraban
personas. Lo que sí puedo aseverar es que fue una actividad numerosa para
nosotros.
[Publicado originalmente en revista Aurora # 8, San Salvador, septiembre
2016. Numero completo accesible en https://concienciaanarquista.noblogs.org/files/2016/10/RevAurora08.pdf.]
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