Javier Vivas
Con mucho dolor pude ver un video que está circulando en redes [ver https://www.youtube.com/watch?v=dFtdcJxMsxo], en donde una muchacha es retornada desde el área externa de un supermercado hasta su parte interna, en donde habría sustraído unas latas de atún y otros comestibles. El video revela entre otros aspectos, que el hambre en nuestro país no es una fábula y menos una leyenda, lo doloroso de ese video, es ver el cómo en apariencia un "gerente" (quien no se ve pero se escucha su voz), maltrata a la fémina, sin preguntarle, el porqué de su acción, lo cual se traduce en un hecho condenable por su abuso de poder.
Con mucho dolor pude ver un video que está circulando en redes [ver https://www.youtube.com/watch?v=dFtdcJxMsxo], en donde una muchacha es retornada desde el área externa de un supermercado hasta su parte interna, en donde habría sustraído unas latas de atún y otros comestibles. El video revela entre otros aspectos, que el hambre en nuestro país no es una fábula y menos una leyenda, lo doloroso de ese video, es ver el cómo en apariencia un "gerente" (quien no se ve pero se escucha su voz), maltrata a la fémina, sin preguntarle, el porqué de su acción, lo cual se traduce en un hecho condenable por su abuso de poder.
El video nos lleva ante la disyuntiva negada hasta la saciedad por los voceros del madurismo, incluso aquellos más conspicuos, como el ministro de planificación, o la flamante canciller, quienes han declarado, en el caso del primero que casi el 100% de la población come, no tres, sino cuatro veces al día, y en la segunda, cuando desde espacios internacionales desató aquella infeliz frase que Venezuela puede alimentar a tres países. Por supuesto, en este marco conceptual de mentiras, no podemos obviar al patético y experto en mentir, Jesús Faría, quien dijo que nunca ha visto comer a nadie en la basura. ¡Claro! Son tantas las contradicciones en un gobierno de ineptos que fue unos de los propios "expertos" de este gobierno, ahora al frente de un banco estatal, el cual en un momento de lucidez y traición de su consciencia, afirmó que la inflación para este 2016 habría sido calculada en un 900%.
Del mismo modo en los últimos días hemos visto la detención de un adolescente por robarse unas auyamas y otros por robarse unos ocumos. Es una compleja situación social que ante la desesperación por comer, coloca temas éticos y morales sobre un panorama cada vez más desolador para los venezolanos.
Ahora bien, regresando al tema del hambre, al revisar la doctrina filosófica y jurídica sobre estado de necesidad conforme con el Código Penal Venezolano (2015), establece en su artículo 65, numeral 1 que no es punible:
El que obra en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo, sin traspasar los límites legales.
Por otra parte, el mismo artículo, esta vez en su numeral 3, literal d) señala:
El que obra constreñido por la necesidad de salvar a su persona, o la de otro, de un peligro grave e inminente, al cual no haya dado voluntariamente causa y que no pueda evitar de otro modo
Hemos dicho hasta la saciedad que Maduro no saldrá del poder por las cúpulas de la agonizante Mesa de la Unidad Democrática (MUD), sino se irá por la quiebra del país. El destino de este gobierno tiene hora de salida. De hecho, la combinación de hambre con la escasez de combustibles para el transporte público y privado comienza a colocar al país en una situación de hecatombe y caos social, peor del que hemos vivido.
Venezuela esta muriendo. Que un venezolano tenga que robar comida, lo hace sin saberlo invocando el estado de necesidad jurídica. Quien iba a pensar que las palabras que una vez pronunció Chávez, en que él robaría si tuviera hambre, se han hecho verdad en tiempos de su sucesor. Sobre el hambre que hoy tiene el pueblo, Maduro es el único culpable.
[Tomado de http://www.aporrea.org/actualidad/a237496.html.]
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