Retumbaron contra Maduro, las cacerolas de Villa Rosa en Margarita

Javier Vivas

Confieso que si algo le faltaba a Nicolás Maduro era ser sometido al repudio, al rechazo, a la humillación del pueblo. Y tenía que ser en nuestra querida Margarita, sitio donde resido desde hace más de dos décadas, cuando un pueblo cansado de las mentiras, atropellado en su dignidad, y maltratado por  una dirigencia regional del mal llamado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), diera al presidente de la República, sólo una miniatura de la protesta que había sido objeto a nivel nacional, no sólo por la llamada “Toma de Caracas”, sino por las expresiones en su contra que se hicieron en todo el país el 1 de septiembre.

De manera demagógica, y casi envuelto en una acción fantasmal arribó Nicolas Maduro al estado Nueva Esparta, dizque para conmemorar la bajada de la “Virgen del Valle” ¡Ay Nicolás! No sabes, que si algo rechaza el margariteño, es que toquen a su “Vallita”, con el criterio de la mentira y el abuso del poder. Y ese, fue tu primer error. Pero, las facturas se van acumulando, y en estos tres años de tu nefasto gobierno, junto con el inefable “gobernador”, Carlos Mata Figueroa, Nueva Esparta sólo ha visto crecer la delincuencia y la pobreza. Los robos y asesinatos están a la orden del día, así como el hambre del pueblo. Aquella Margarita próspera se convirtió en un cementerio de negocios cerrados, lo cual ha traído mayor desempleo. Y por si fuera poco, el turismo, acaba de vivir la peor temporada de su historia, en donde hasta los hoteles eran objeto de racionamiento eléctrico durante 10 horas del día,  los cuales en la mayoría de los casos no superaron el 20% de ocupación. Para qué vamos a hablar de nuestros pescadores, quienes han sido asaltados mar adentro, por las mafias de los motores, y cuya complicidad, no hay duda, están seudomilitares que sólo sirven de mámparas para una red de piratas de altamar, quienes además trafican hacia Trinidad e islas del Caribe con el cemento, la cabilla y la gasolina. ¿Qué ha dicho de eso, el propio gobernador y el ministro de la defensa? ¡Nada!

En la Nueva Esparta de hoy, los pueblos de Margarita y Coche se han visto sometidos a todo tipo de penurias. La “nueva” Consolidada de Ferrys (Conferry), desde que fue expropiada, tiene varios años, en la cual sólo funciona un ferry, porque el resto, además de ser alquilados, causando un gran daño a la nación, por lo general, están fuera de servicio, y con ello, hasta los trabajadores han visto, el cómo lo que era una empresa, ciertamente con problemas, pese a todo, jamás sucumbió a esta debacle. Los vuelos se convirtieron en entelequia. Más del 50% de los aviones que realizaban travesías, desde y hacia Margarita por diferentes puntos del país, están paralizados por falta de repuestos, y no fue sino hace pocos días, que luego de meses de estar dañado el aire acondicionado del aeropuerto, es que ha sido reparado. ¡Una vergüenza!

¿Para qué señalar las penurias para comprar alimentos? El pueblo debe hacer inmensas colas para adquirir una harina, alguna leche, o un paquete de pañales. Algo tan vital como un desodorante, no existe. En Nueva Esparta se ha sentido con mayor profundidad la escasez, por lo referido con el transporte aéreo y marítimo. No vamos a hablar de las medicinas, cuando en la región existe una escasez de estos productos en casi un 90%. ¡Una temeridad!

Y si refiero lo anterior. La crisis asistencial es terrible. Curiosamente, en virtud que se acerca la reunión de Paises No Alineados (Noal), han hecho algunos arreglos al hospital  central “Luis Ortega” (el que siempre ha habido desde décadas), con la perversión que durante el tiempo que se efectúe la llamada “cumbre”, ni los margariteños, ni los cochenses, podrán usar el principal centro hospitalario, por sí algo, llegara a pasarle a la comitiva de unas 10 mil personas que vienen a Margarita, y cuyo costo revela para el Estado más de 100 millones de dólares, cifra que no ha sido desmentida por ningún vocero regional ni nacional. Nos preguntamos: ¿Cuántos alimentos se hubiesen podido comprar con tal cantidad de dinero para los sectores más pobres del estado?

Pero, todo no termina allí. Margarita y Coche también han sido víctimas de una terrible escasez de agua, lo cual lleva para casi dos años un racionamiento perverso, en todos sus espacios de vida. Prácticamente el pueblo muere de sed, mientras curiosamente, hasta se observan camiones cisternas especiales, llenando los tanques de las casas de los jerarcas del PSUV en la región ¿Cómo se denomina eso?

Ante tal realidad, Maduro llegó a Margarita para engañar a los neoespartanos bajo el manto sagrado de la Virgen del Valle, y eso el pueblo no lo aceptó. La consumación de sus mentiras, estalló, cuando la localidad de Villa Rosa, en el municipio García, cercano al Valle del Espíritu Santo, territorio de la Patrona Oriental, vio el cómo un presidente hablaba de “inaugurar” apartamentos que fueron creados en tiempos de Jaime Lusinchi, es decir, hace más de tres décadas, sólo porque les habían aplicado una capa de pintura a tales viviendas multifamiliares. O decir que habían remodelado casas enteras, cuando apenas lo que hubo, fue la sustitución de algunos malogrados techos. ¡Eso es jugar con las necesidades de la gente!

No voy a referirme, al abandono de las escuelas y liceos, porque la verdad sería un dramatismo, el tener que describir, institución por institución, como los malandros y hasta mafias de seudo-docentes y seudoambientalistas son promotores de la venta de estupefacientes en tales recintos, sin que haya autoridad alguna que ejecute las decisiones necesarias de expulsión de tales individuos. La educación en Nueva Esparta representa en la mayoría de los casos, la reproducción interminable de la anomia.

Lo lamentable de este espectáculo es haber visto al mismo presidente de la República hasta en acciones de ¿defensa personal?, lo cual equivale a decir, que el pueblo, ha perdido el respeto por alguien, quien además de convertirse en un permanente incumplidor de promesas, la gente lo identifica como el único responsable de nuestros males y el empobrecimiento de un país.

Ya dirán los personeros del PSUV que esto fue una “guarimba” organizada por la “derecha”.  Eso no es cierto. Allí en los videos*. donde se puede comprobar que era el pueblo, quien reclamaba por sus derechos. Retumbaron contra Maduro, las cacerolas de Villa Rosa en Margarita. ¿Seguirán retumbando en el resto del país?

[Tomado de http://www.aporrea.org/ideologia/a233495.html.]