Luis Borrero (diario El Carabobeño)
Matemática doméstica pero muy clara. Para Arturo González no es negocio seguir su contrato con el Gobierno. Cuando hace un año y medio suscribió para que su casa, en Valles de González Plaza, fuera un centro de distribución de bombonas de gas; no pensó que todo saldría al revés. Supuestamente mafias en Pdvsa-Gas Comunal impiden que la comunidad sea abastecida y que él obtenga una ganancia justa en el proceso. “Ahora tengo una deuda millonaria porque me robaron unas bombonas”.
De las 50 bombonas que le tocaban en cada entrega, González ha perdido 35. Se lo dijeron claro desde el principio: era responsable por cada cilindro que llegara a desaparecer. Indignado, denunció que los transportistas de la estatal presuntamente se han apropiado de lo que a él le correspondía para revenderlo en el mercado negro. Una bombona de 10 kilogramos, cuyo precio debería ser 30 bolívares, es vendida por el personal de Pdvsa-Gas Comunal en otras comunidades 733% más caro, en 250 bolívares. “Incluso, estando la supervisora al frente de mi casa, nos han ordenado vender una bombona en 200 bolívares”.
Es un robo, califica el vecino sin titubear. La mafia también se da con las bombonas vacías. González cuenta el caso de una vecina en La Cidra, en Naguanagua. Un camionero de la estatal le vendió un cilindro vacío en 30 mil bolívares. La corrupción le ha generado una deuda increíble a los vendedores en comunidades.
El despacho no ha sido continuo. “Lo que dicen es que no hay gas en la planta”. Cada vez es menos. La comunidad no tiene cubierta la demanda. González dice que a la gente le dura muy poco. Y que apenas le llega un pedido se le agota la mercancía. Lo que resta es vendido bajo cuerdas. A los cinco estanteros (casa de venta) en González Plaza les está pasando lo mismo, dice.
La inseguridad es una excusa para la extorsión. González cuenta que antes los camiones cargados iban hasta la parte alta de la comunidad, donde está su casa. Es una zona peligrosa. “Ahora dicen que los malandros no los dejan subir porque los secuestran”. Pero irónicamente, si se les paga entre mil y dos mil bolívares, no hay inseguridad que valga y terminan haciendo su trabajo.
Las reuniones con la gerencia no han sido posibles. El vecino explicó que ha tratado de hablar con el supervisor para suspender el contrato. Quiere saber cómo hacer con su deuda, pagarla y dejar todo así. “Ya basta de tanta corrupción. Están aliados para robarnos las bombonas y revenderlas. Mientras esto siga así la deuda crecerá”.
REVOLUCIÓN EN DEUDA
Venezuela es el octavo país con mayores reservas de gas probadas en el mundo, según Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa). Alcanzan 151 millones de pies cúbicos. En América Latina es el tercer país con más disponibilidad del recurso: 50% hacia las costas, en la plataforma continental.
La memoria y cuenta del Ministerio de de Petróleo y Minería señala que de las 91 plantas de llenado de gas líquido en Venezuela, 66 están operativas. Hay 15% de la demanda interna, de los 45 MBD (miles de barriles día) que no queda satisfecha. La revolución gasífera, como se le llama al proyecto socialista de explotación del recurso, tiene una deuda pendiente con la mafia del mercado negro y la corrupción interna. González Plaza, en Carabobo, es una comunidad testigo de ello.
[Tomado de http://www.el-carabobeno.com/comunidad/articulo/140762/presuntas-mafias-en-gas-comunal-dificultan-venta-del-producto.]
Matemática doméstica pero muy clara. Para Arturo González no es negocio seguir su contrato con el Gobierno. Cuando hace un año y medio suscribió para que su casa, en Valles de González Plaza, fuera un centro de distribución de bombonas de gas; no pensó que todo saldría al revés. Supuestamente mafias en Pdvsa-Gas Comunal impiden que la comunidad sea abastecida y que él obtenga una ganancia justa en el proceso. “Ahora tengo una deuda millonaria porque me robaron unas bombonas”.
De las 50 bombonas que le tocaban en cada entrega, González ha perdido 35. Se lo dijeron claro desde el principio: era responsable por cada cilindro que llegara a desaparecer. Indignado, denunció que los transportistas de la estatal presuntamente se han apropiado de lo que a él le correspondía para revenderlo en el mercado negro. Una bombona de 10 kilogramos, cuyo precio debería ser 30 bolívares, es vendida por el personal de Pdvsa-Gas Comunal en otras comunidades 733% más caro, en 250 bolívares. “Incluso, estando la supervisora al frente de mi casa, nos han ordenado vender una bombona en 200 bolívares”.
Es un robo, califica el vecino sin titubear. La mafia también se da con las bombonas vacías. González cuenta el caso de una vecina en La Cidra, en Naguanagua. Un camionero de la estatal le vendió un cilindro vacío en 30 mil bolívares. La corrupción le ha generado una deuda increíble a los vendedores en comunidades.
El despacho no ha sido continuo. “Lo que dicen es que no hay gas en la planta”. Cada vez es menos. La comunidad no tiene cubierta la demanda. González dice que a la gente le dura muy poco. Y que apenas le llega un pedido se le agota la mercancía. Lo que resta es vendido bajo cuerdas. A los cinco estanteros (casa de venta) en González Plaza les está pasando lo mismo, dice.
La inseguridad es una excusa para la extorsión. González cuenta que antes los camiones cargados iban hasta la parte alta de la comunidad, donde está su casa. Es una zona peligrosa. “Ahora dicen que los malandros no los dejan subir porque los secuestran”. Pero irónicamente, si se les paga entre mil y dos mil bolívares, no hay inseguridad que valga y terminan haciendo su trabajo.
Las reuniones con la gerencia no han sido posibles. El vecino explicó que ha tratado de hablar con el supervisor para suspender el contrato. Quiere saber cómo hacer con su deuda, pagarla y dejar todo así. “Ya basta de tanta corrupción. Están aliados para robarnos las bombonas y revenderlas. Mientras esto siga así la deuda crecerá”.
REVOLUCIÓN EN DEUDA
Venezuela es el octavo país con mayores reservas de gas probadas en el mundo, según Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa). Alcanzan 151 millones de pies cúbicos. En América Latina es el tercer país con más disponibilidad del recurso: 50% hacia las costas, en la plataforma continental.
La memoria y cuenta del Ministerio de de Petróleo y Minería señala que de las 91 plantas de llenado de gas líquido en Venezuela, 66 están operativas. Hay 15% de la demanda interna, de los 45 MBD (miles de barriles día) que no queda satisfecha. La revolución gasífera, como se le llama al proyecto socialista de explotación del recurso, tiene una deuda pendiente con la mafia del mercado negro y la corrupción interna. González Plaza, en Carabobo, es una comunidad testigo de ello.
[Tomado de http://www.el-carabobeno.com/comunidad/articulo/140762/presuntas-mafias-en-gas-comunal-dificultan-venta-del-producto.]
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