Agencias
En el pasado, ningún remedio oficial ha bastado para frenar la imparable alza de los índices de violencia de Venezuela. Ahora el gobierno imaginó otra salida: la de cambiar armas de fuego en poder de los hogares por flamantes electrodomésticos. Así, con la entrega de una escopeta familiar o de una pistola, los venezolanos pueden acceder a hornos microondas, televisores, lavarropas y otros enseres domésticos en operativos de desarme voluntario lanzados este mes por el ministro del Interior y Justicia, general Néstor Reverol.
En el pasado, ningún remedio oficial ha bastado para frenar la imparable alza de los índices de violencia de Venezuela. Ahora el gobierno imaginó otra salida: la de cambiar armas de fuego en poder de los hogares por flamantes electrodomésticos. Así, con la entrega de una escopeta familiar o de una pistola, los venezolanos pueden acceder a hornos microondas, televisores, lavarropas y otros enseres domésticos en operativos de desarme voluntario lanzados este mes por el ministro del Interior y Justicia, general Néstor Reverol.
“Te estamos entregando un televisor. ¡Gracias hermano por acompañarnos en esta gran jornada de desarme!”, le dijo Reverol a una de las personas que entregó su armamento en estos operativos, mientras le estrechaba la mano y le entregaba un certificado durante un acto realizado este jueves en Caracas, en el que fueron destruidas 561 armas de fuego. “Hoy estamos entregando 80 artículos, incentivos, a la familia venezolana, a 80 personas que voluntariamente han entregado su arma de fuego”, expresó el militar frente a una mesa con un mantel rojo, en el que fueron colocadas las armas que serían inutilizadas: pistolas, escopetas, fusiles e incluso ametralladoras.
La violencia es uno de los mayores azotes de los venezolanos. De acuerdo con los últimos datos disponibles de la Fiscalía, el país sudamericano registró 17.778 homicidios en 2015 –una tasa de 58,1 por cada 100.000 habitantes– cuando el promedio mundial es de 8,9 por cada 100.000. En Argentina, por ejemplo, es de 4,5. Pero según el índice de homicidios del Observatorio Venezolano de Violencia, preparado con datos recabados por las siete universidades estatales y privadas más prestigiosas del país, la tasa real de homicidios en el país es de 90 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Es el segundo país más violento del mundo después de Honduras. Ese guarismo sigue subiendo. En 2013, era de 79 cada 100.000 habitantes y en 2013 la cifra ascendía a 82.
Reverol –que funciona actualmente como el “superministro” del gobierno de Nicolás Maduro– repartió el jueves pasado certificados para canjear por 80 artículos (2 hornos microondas, 10 televisores, 10 cocinas, 17 heladeras, 15 tabletas y 26 lavarropas) en la actividad llevada a cabo en la plaza Andrés Bello, en Caracas. Las armas fueron aplastadas por una presa hidráulica después de las palabras del ministro. Los operativos responden al relanzamiento, en septiembre, de un plan de desarme llamado “Misión a Toda Vida Venezuela”.
Según Reverol, “1.130 personas a nivel nacional han entregado sus armas” desde el inicio de los operativos. El gobierno asegura que este año han sido destruidas 18.294 armas de fuego en todo el país.
Los especialistas son más escépticos. En su estudio anual, el Observatorio dijo que hay al menos seis factores que explican el alza de la violencia en Venezuela: una mayor presencia del delito organizado; un mayor deterioro de los cuerpos de seguridad del Estado; el auge de la justicia por mano propia; la militarización represiva de la seguridad; y la destrucción de los instituciones con un discurso violento desde la cima del poder político.
[[Tomado de http://observatoriodeviolencia.org.ve/plan-de-desarme-chavista-canje-de-armas-por-electrodomesticos.]
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